Título: Un pañuelo bordado y un cuento de luz.
Autor: José Pejó Vernis.
Editorial: Ediciones Cardeñoso.
Año de publicación: 2013 (1ª edición).
Colección: Raíces de Papel.
Nº de volumen en la colección: 8.
Nº de volumen en la colección: 8.
ISBN: 978-84-8190-743-8
El prolífico poeta y recientemente fallecido José Pejó Vernis nos dejó entre otras obras su propia voz, pensamientos y algunas lecturas de poemas propios, junto a la poetisa Cristina Penalva, en una entrevista que dieron para María del Carmen Aranda en su programa La magia de la palabra. Fue el 17 de septiembre de 2016. Se puede oír a partir del minuto veintiséis en el podcast de ese programa. Desde su fallecimiento el pasado mes de octubre hasta este mes de diciembre se han sucedido diversos actos poéticos de homenaje y recuerdo organizados y coordinados por la propia Cristina Penalva, siendo el más llamativo el celebrado en la sala de conferencias de la Sala de Exposiciones del Antiguo Hospital de Santa María la Rica, de Alcalá de Henares. Diversos poetas y poetisas se han reunido recordando su persona y versos y le han ofrecido cuanta poesía han podido. Desde este espacio veníamos reseñando sus libros desde agosto, siendo reseñado el segundo libro que se reseñó dos días antes de su muerte, cosa que fue coincidencia. Yo, que fue quien escribió aquello, no sabía de su padecimiento. José Antonio Olmedo ofreció su reseña de otro de sus libros tras su muerte, fue la tercera reseña de Pejó por este espacio. Hoy toca hablar de Un pañuelo bordado y un cuento de luz, siendo así ya cuatro los libros reseñados de Pejó en estas notas de los cíclopes libreros.
Un pañuelo bordado y un cuento de luz fue publicado en 2013 como resultado de ser el poemario ganador del V Certamen de Poesía "Poeta Juan Calderón Matador". Lo editó de forma sencilla Ediciones Cardeñoso dentro de su colección Raíces de Papel, era el libro número ocho de tal colección. Es una encuadernación en rústica de unas 60 páginas y una portada al efecto del título, donde se ve una pintura de un pañuelo blanco que recoge agua en el que se refleja la luz de la luna llena, algo que nos recuerda a la pintura surrealista.
En cierto modo el poemario se organiza al estilo del famoso libro de Pablo Neruda 20 poemas de amor y una canción desesperada, en este Un pañuelo bordado y un cuento de luz tenemos una primera parte correspondiente al pañuelo bordado compuesta por treinta y ocho poemas, mientras que la parte correspondiente al cuento de luz, a modo de colofón de todos los poemas precedentes, es en principio un extenso único poema de siete páginas cuya temática central gira a la petición infantil de una niña a su padre para que le cuente un cuento. Este último poema es de versos largos y tonalidad de cuento clásico en verso y alegoría. Quizá su tono resulta algo dulzón y con respecto al resto del poemario es difícil comprender cuál es su encaje exacto en el conjunto, ya que su temática y su propuesta de poema narrativo no sigue la misma línea poética de lo anterior, es una clara ruptura y es un claro poema aparentemente destinado a un público joven.
El grueso del libro son los treinta y ocho poemas de la primera parte. Se trata en general de poemas muy breves de unos tres a cinco versos, y cuando esta cifra de versos se rebasan, estos se reagrupan en estrofas de tres versos o poco más. Además son versos muy breves. Es un claro contraste de los contrarios cuando se llega al largo poema de la segunda parte.
Estos poemas breves son de carácter definitorio. La gran mayoría de ellos giran dentro de la idea de tratar de decir lo que algo es. El verbo "ser" es imprescindible en este poemario. La definición de estados del alma y sensaciones es lo fundamental. A veces se usa de metáforas recreando lugares que nos llevan a la evocación de sensaciones ("Las casas de la orilla son los ojos del mar"), otras veces crea alegorías que remontan a la asociación milenaria de elementos naturales con cuestiones metafísicas de la vida ("El agua es una madre desprovista de hijos, / una insaciable buscadora de algas"), otras veces son secas sentencias ("Morir es una nada en lo perfecto"), casi como lecciones al lector ("No es difícil ser grande"). De este modo el poemario es una especie de lección del poeta al lector, como de un padre a un hijo. Un padre que conoce los caminos de la existencia, al menos los que le han atañido, y los quiere enseñar a sus lectores/hijos, receptores de su lección. Lecciones a través de poesías llenas de metáforas que las transforma en pequeños cuentos para adultos, lo que explicaría en parte el porqué de un último poema largo a modo de cuento, ese sí directamente destinado a una niña y cuya temática viene a explicar que el sentido de la vida fue dar vida.
El paso del tiempo, el sentirse niño y a la vez anciano por el paso del tiempo, es la temática obsesiva de este poemario. No es extraño que sea una especie de lección de vida al lector. Una emocionalidad abierta del poeta para describir cómo percibe que fueron y son las cosas para que el lector / receptor de sus lecciones sepa aprovechar la lección aprendida, pueda saborear lo que la vida da. No son lecciones cerradas, pero son lecciones humanas. El propio Pejó sabe que como poeta tiene esta misión al escribir "El artista es un músculo lampante / con la piel reversible".
Si bien este no fue el último libro de Pejó, es quizá uno de sus libros más existenciales.
El silencio
no arregla los relojes,
de nada serviría
Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".