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domingo, 4 de febrero de 2018

Reinventando un nuevo amanecer

Título: Reinventando un nuevo amanecer
Autora: Susi Corrales "Suko". 
Editorial: Círculo Rojo Editorial. 
Año de publicación: 2014. (1ª edición)
Género: Novela.
ISBN:  978-84-9076-068-0

“Sonia es una joven que valora y disfruta del amor, que sufre y se rompe de dolor ante la muerte, y que busca el camino de la superación y del conocimiento de uno mismo, unas veces por decisión propia y otras de manera fortuita”. Ante una muerte inesperada se rompe 'por dentro y por fuera'; pero, valiente, se dice a sí misma que no quiere ser una marioneta del destino; que quiere tomar las riendas de su vida.”

Este es el resumen que hace en la contraportada la autora de la novela Reinventando un nuevo amanecer, Susi Corrales “Suko”, que se desarrolla en buena medida en Polvoredo y más tangencialmente en otros pueblos de la montaña como Burón o Maraña; tierras que según ella misma dice la han visto crecer y madurar. Su padre, Froilán, empedernido jugador de bolos, es de Polvoredo y allí ha pasado ella buena parte de sus veranos de la niñez y la pubertad, jugando al fútbol bajo los palos y parando balones imposibles.

Nacida en Alcalá de Henares, cuna de culturas, se interesó por la Historia y se licenció en esta disciplina “tratando de encontrar respuestas; lo único que consiguió fue tropezar con más interrogantes, por lo que sigue estudiando y cuestionando todo lo que le rodea”, se dice en la solapilla de la novela, magníficamente editada por Circulo Rojo.

En el prólogo Chema Contreras, nacido en un pequeño pueblo de la provincia de León, dice que la lectura de la novela es un buen aliciente para volver a recorrer la riqueza natural de la tierra del norte de León “pues los amaneceres de estas latitudes son únicos e irrepetibles”. Recuerda que la autora es una magnífica poeta y como botón nacarado de muestra hace una cita:  “… tapados bajo una manta, junto a la lumbre y con la luna como único testigo, hicieron el amor apasionadamente, como si la noche fuera eterna y solo tuviera como razón de ser, existir para que ellos la disfruten”.

Sonia, la protagonista de la novela, llega a Polvoredo con el alma herida y el ánimo por los suelos. Se le ha roto su matrimonio con el chico que conoció en el instituto y con el que ha compartido la primera fase de su vida. Pero lo que ha quebrado de verdad su ánimo ha sido el ambiente de trabajo, la monotonía y el desprecio de sus compañeras, que la han minado hasta acabar con ella.

En la Casa Rural de Polvoredo encuentra un mundo variopinto; pero sobre todo encuentra a Mario, un pintor de origen italiano con el que rehace su vida contemplando amaneceres, haciendo deporte, saliendo al campo y, sobre todo, pintando; pintando sin cesar. Es nuevamente feliz. Pero Mario muere trágica y repentinamente.

“Habían transcurrido dos años desde el fallecimiento de su alma gemela, de su amante, de su confidente, y todo parecía permanecer estático y gris, sin cambio alguno. No tuvo ni siquiera fuerzas para acudir al cementerio a despedirse de él, era como si una parte de ella misma, de su propia existencia le hubiera abandonado para siempre”

La novela es rica y más que profunda en sus idas y venidas; pero al lector de la montaña de León y más concretamente de Polvoredo, le va a apasionar esa Casa Rural en la que vive Mario y un grupo de personas a cual más interesante. Mario es hijo de una vecina que emigró al extranjero cuando la vida no tenía otra salida.

Cuando el que firma era niño, las casas, a finales de los cincuenta, estaban a reventar. Había al pie de sesenta vecinos; íbamos a la escuela de niños cerca de treinta y a la de niñas ocho o diez más. No había más remedio que emigrar. La emigración llegó: para unos hacia Asturias, Bilbao, Barcelona y Madrid; pero otros hacia Francia, Holanda, Suiza e Italia. Hubo también otro tipo de salida: la de los adolescentes que salieron en todas las direcciones a estudiar.

Mario, el personaje más universal de la novela, es como el fruto de esta doble emigración, la sociológica y la cultural, porque aunque Liegos ha tenido siempre la fama de ser un pueblo culto, Polvoredo no le ha ido a la zaga, fruto de haber tenido maestros como Don Maximino y Don Antonio. Nuestros padres amaban la cultura para ellos y para sus hijos. Por eso les mandaban estudiar, para que fueran más. Mario, quizás sin ser  consciente de ello, es el fruto cuajado de ese esfuerzo colectivo de amor por la cultura que anidaba en muchas casas del pueblo. Ojalá algún día vuelva a resurgir y los niños vuelvan a recordar figuras como el tío Eugenio, el tío Daniel, el tío Francisco, el tío Fernandón… o la tía Carola, que me freía a cuentas en el “imprente”  de la cocina cuando me cuidaba.

En la novela de Susi hay todavía bastante más. No voy a desvelarlo. Lo mejor es que cada cual la compre, la lea y la evalúe. Les aseguro que no van a perder el tiempo; que merece la pena y que la van a disfrutar de un tirón.

                                                                                 Reseña escrita por José Antonio Casado Corrales.
Esta reseña fue publicada por primera vez bajo el título "Un nuevo amanecer en Polvoredo", en la Revista Comarcal-Montaña de Riaño, nº 49, junio 2014.

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