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miércoles, 15 de agosto de 2018

Vuelan versos con alas rotas

Título: Vuelan versos con alas rotas
Autora: Mariana Romero-Nieva. 
Editorial: Fussion Editorial. 
Año de publicación: 2017 (1ª edición).
Género:  Poesía.
ISBN:  978-84-16821-89-1

Mariana Romero-Nieva es una de las poetisas veteranas de Alcalá de Henares, donde ha pasado la mayor parte de su vida, aunque ella es natural de San Carlos del Valle, en Ciudad Real. Tiene una gran inteligencia y múltiples conocimientos, está formada en Humanidades, Educación y Derecho por la propia Universidad de Alcalá de Henares. Es una mujer humilde y de gran humanidad que ha participado muy activamente en muchos recitales y coloquios alcalaínos y madrileños. Es miembro de la Asociación de Escritores de Madrid, y con ellos ha promovido muchos de sus libros, ya que cuenta con varios poemarios, como Las huellas (2010), Por la escalera del aire (2013) o Para y sueña (2015). Suele ser habitual que destine lo que gana con estas publicaciones a obras caritativas, lo que ya todo en sí demuestra su buen corazón.

El poemario más reciente de Mariana a fecha de hoy, en 2018, es Vuelan versos con alas rotas, que publicó en 2017 con Fussion Editorial. Un libro acompañado de un amplio marcapáginas que aporta en su reverso un poema extra llamado "Para ti", que estaría dedicado de una madre a su hija, desde la edad más madura a la hija adulta pero recordada como niña y como el ser que llenó de nueva vida a la madre, expresa un vínculo fuerte que sólo las madres pueden llegar a experimentar por medio de la unión de creación de vida que les une a sus hijas e hijos. Un poema que al hombre le acerca a esa intimidad de los sentimientos de la mujer que él no podrá experimentar, aunque experimente otros como padre si llega a serlo. Un poema tremendo que expresa desde la madurez todo un elenco emocional de sentirse revivida y renacida en la hija, mientras deja intuir un algo más trágico ante el futuro.

(...)
¡Cuántos recuerdos gastados,
cuántas vivencias cautivas!
El tiempo todo lo borra
pero no borra este día,
el secreto del futuro
es la magia de la vida.
(...)

Vuelan los versos con alas rotas tiene una edición sencilla en tapa blanda con una cubierta entre lo bucólico y la ensoñación, con una joven paseando en un campo amarilleado por el verano, sonriente, mirando al cielo, donde aparece lo que pudiera ser una alegoría a su pensamiento, un libro abierto del que vuelan las letras que forman las palabras que forman las poesías que forman el pensamiento y sentir interior de la poeta. El libro cuenta con poemas que se combinan con pequeños cuentos en lenguaje de prosa poética, o poesía en prosa y entre ellos diversas fotografías en blanco y negro de campos solitarios y detalles de casas aparentemente abandonadas en pueblos, así como espacios de recogimiento interior, como pueda ser el interior de una iglesia. Se lanza así el refuerzo de la idea de la portada entre lo bucólico y lo ensoñador, añadiendo también quizá una idea de paso del tiempo, de vida interior, de soledad que recorra las galerías del alma, que diría Antonio Machado, en busca del mundo interior.

Mariana comienza el libro con una introducción en cuya primera frase confiesa que ha cumplido 84 años en ese 2017 en el que publica. Lo cierto es que si uno la ve en persona no diría que tiene esa edad, aunque sea una persona mayor. Parece más joven. El dato de la edad no es gratuito. A lo largo de este poemario donde se recorre el verano íntimamente unido a la vida interior de la poetisa, se desprende un cierto sabor amargo de la conciencia del paso del tiempo en la vida cuando ya se ha recorrido un largo camino de muchos años.

(...)
Cansada voy de tirar
a empujones de este cuerpo
que, poco a poco, se rinde
y, como junco doblado,
entre lirios va muriendo.
(...)

Sin embargo también respira vida, mucha vida. No hay rendición ante la evidente meta de la vida ("Iré caminando firme / delante de mis recuerdos"). Y es que la vida en Mariana cobra sentido porque al haberla compartido con amor con otra vida, ya sea de mujer o de madre, al entregar vida para dar vida, no se muere, sino que se vive, se perpetúa la vida.

Andando voy con mi sombra
que entre la niebla se pierde;
galopaba en mi memoria
el silencioso lenguaje
del pensamiento.
(...)
Siento como tu corazón roza el mío
mientras le hablo de ti a la niebla,
a las hojas que juegan con el viento,
a los pájaros que tiemblan en la rama,
al insecto que bulle por el suelo.
(...)

Da por buena la vida y se siente plena de haber dado vida, en un sentido más amplio que el mero de la maternidad, dar vida cuando se ha compartido la vida, todo ello mientras la niebla, que a de alcanzar a todos los seres del campo (la vida), no parecen darse cuenta como sí se da cuenta a esas alturas de la vida la poetisa de que las hojas están a merced del viento, los pájaros dependen de los vaivenes de las ramas y el insecto camina por el suelo ajeno a toda posibilidad de fugacidad que eso le puede deparar, quizá por eso bulle, porque aprovecha el momento aún ajeno a la niebla que se avecina.

El propio título, Vuelan versos con alas rotas, ya nos está hablando de esa vida que bulle y que se ha liberado dejando que impregne todo a través del aire que la difunde, mas tienen alas rotas, con lo que a la vez que se nos dice esa idea de la vida que depositas en otras vidas para seguir viviendo, sus alas se encuentran rotas, por lo que hay conciencia de las limitaciones que nos da el tiempo. Y sin embargo vuelan, pese a estar rotas, por lo que la idea es más compleja de lo aparente, en otras palabras: no llegará la muerte nunca porque la vida va más allá de la sola existencia personal.

El amor mueve también la vida, el amor humano entre dos personas y, también se deja traslucir en algún poema, el de una vida más allá de esta vida terrenal. Es el amor la clave para frenar el estrago del tiempo. Un amor en el que se podría vivir eternamente congelados por siempre llenos de vida.

Me quedaré junto a ti
para embrujar tus dolores,
para enredarme en tu pecho,
apretándonos el alma,
que no nos robe el viento.

El recuerdo juega en el alma de la poetisa un papel principal para alcanzar todo esto, pero ella no vive anclada en el pasado. Demuestra ser del presente y del hoy cuando, por ejemplo, en uno de los poemas en prosa menciona el uso de la comunicación instantánea a través de WhatsApp cuando evoca su infancia y dice que no lo tenían cuando por aquellos años les bastaban los gestos para comunicarse por ejemplo con su padre. Toma y retoma los lazos familiares a lo largo del tiempo y en ellos el recuerdo y la melancolía, pero rezuma vida, mucha vida, de la que el lector atento se dará cuenta si no se deja engañar por un aparente pesimismo que, en realidad no aparece más que en lo superficial de alguna composición precisamente para decir con él lo contrario de lo que se dice, y este mensaje es un indudable mensaje de plenitud, de vida, y de invitación al amor.

Por supuesto en este poemario están muy presentes los hijos de Mariana, a quien además les dedica el poemario. Están presentes desde lo más íntimo del alma de Mariana. Todo un regalo para ellos donde les confiesa a los 84 años la vida, la felicidad y la plenitud que le han conferido y que por siempre hará que habite en ellos. 

Un excelente poemario, si bien prefiero cuando nos habla en verso que en prosa poética, aunque, hay que reconocerlo, está muy bien escrito. Mariana sabe manejar perfectamente la métrica y crear ritmos que con facilidad nos dicen claramente lo que ella nos desea que evoquemos junto a ella. Lo logra. Crea un bonito conjunto con tonalidades que se reciben como juegos de muy bellos mensajes. Mensajes que además se notan dichos desde lo más profundo de su experiencia en la vida. 

 Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Como autora del libro me veo identificada en todo lo que dices. Has desnudado todos mis sentimientos y actitudes que veladamemte los poetas y escritores dejamos entre la niebla .Caminaré firme delante de mis recuerdos, no quiero llegar al olvido por que eso seria pasar a un estado triste y oscuro en el que, mientras pueda no quiero entrar . Gracias Daniel

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  3. Gracias a ti por escribir, Mariana. Tengo pendiente otros libros tuyos. Ya leeré. Gracias por tus palabeas.

    Micaela, ¿Cómo es que has borrado tu comentario? Llegué a leerlo. Gracias.

    En esta página estoy tratando de dar a conocer esta literatura que nos une.

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