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sábado, 24 de agosto de 2024

El Ejército en Alcalá

Título: El Ejército en Alcalá.
Autores: José Luis Valle Martín (coordinador); varios autores: Luis Miguel de Diego Pareja; Agustín Quesada Gómez; Francisco Javier García Gutiérrez; Arsenio Lope Huerta; Vicente Sánchez Moltó; Javier Rivera Blanco; Pedro Ballesteros Torres; Rafael Fernández López; José Félix Huerta Velayos; Juan J. Rodrigo Tobajas; Luis Cortés Delgado.
Editor: Secretaría General Técnica del Ministerio de Defensa.
Año de publicación: 2014 (1ª edición; Introducciones de Irene Domínguez Alcahud, Subsecreataria de Defensa; José Luis Valle Martín, Presidente de la Institución de Estudios Complutenses).
Género: Historia.
ISBN: 978-84-9781-977-0


La Institución de Estudios Complutenses intervino en la investigación y publicación de un libro de Historia relacionado con Alcalá de Henares, pero no fueron ellos los que lo publicaron esta vez, tampoco lo hizo el ayuntamiento de Alcalá, sino el Ministerio de Defensa a través de su Secretaría General Técnica. Fue en 2014, y el libro era El Ejército en Alcalá. Se trataba de un libro de gran tamaño, ligeramente apaisado, con numerosas fotografías a todo color, con cubiertas en rústica y una fotografía con brillo como portada donde se veía una parada militar en la Plaza de Cervantes de la Brigada Paracaidista (BRIPAC), por muchos años asentada en la ciudad, en una toma del siglo XXI, dado que aparece la cúpula de un edificio que fue repuesta en la década de 2000, ya que anteriormente había sido eliminada durante uno o dos siglos. El Ministerio de Defensa quiso así rellenar un poco más la Historia de Alcalá de Henares documentando la importante relación de la ciudad con el Ejército y los militares españoles en el pasado y en el presente. A la vez servía de homenaje y reconocimiento a las propias tropas asentadas en la ciudad, las cuales durante siglos han tenido una amplia interacción social y como institución con los alcalaínos, ahora bien, el libro sirve a este fin de reconocimiento y lo pagó el Ministerio de Defensa, por lo que no toca otro aspecto social que también afecta a la Historia: las relaciones negativas o conflictivas a lo largo del tiempo entre militares y alcalaínos, que también han existido. En este caso se trataba de realizar un trabajo profesional de Historia muy bien documentado e investigado, pero sólo desde la perspectiva positiva y sin conflicto, incluso de colaboración y de motor social, que es verdad que es algo que también existe.

El libro fue coordinado por José Luis Valle Martín, un médico ginecólogo de Alcalá de Henares que pertenece a la Institución de Estudios Complutenses, desde la que ha aportado investigaciones históricas como la sanidad en Alcalá en los siglos XVIII y XIX. Las personas que escribieron fueron tanto historiadores sin formación universitaria de historiador, como historiadores de carrera y un militar. Fueron Luis Miguel de Diego Pareja (especializado en Historia militar) en Alcalá, Agustín Quesada Gómez, Francisco Javier García Gutiérrez (cronista oficial de Alcalá en esa fecha), Arsenio Lope Huerta (que había sido alcalde por el Partido Socialista Obrero Español -PSOE- en la década de 1980), Vicente Sánchez Moltó (actual cronista oficial de la ciudad), Javier Rivera Blanco, Pedro Ballesteros Torres (impresor en la ciudad), Rafael Fernández López, José Félix Huerta Velayos (especializado en deportes en Alcalá), Juan J. Rodrigo Tobajas y Luis Cortés Delgado. Como se hace evidente el libro no contó con una perspectiva femenina en el enfoque investigador, a pesar de que una de las introducciones la hizo Irene Domínguez Alcahud, Subsecretaria de Defensa. La otra introducción fue de José Luis Valle Martín, en ese año presidente de la Institución de Estudios Complutenses. 

La ubicación geográfica de Alcalá va unida a un pasado de guerreros y militares desde el inicio de su existencia, incluso cuando aún era Iplacea y Complutum. Sin embargo, el capítulo introductorio sólo se remonta a la relación alcalaína con las tropas desde la Edad Media, pero no en su etapa musulmana, quienes levantaron una serie de construcciones de defensa, como un castillo, sino desde la reconquista cristiana entre finales del siglo XI y comienzos de XII. Así pues, aunque durante esa etapa musulmana se hace evidente que los musulmanes dotaron a la ciudad de una importancia relevante desde lo militar, esto desaparece en las explicaciones previas para asumir un punto de vista muy determinado de una idea de España como evolución hasta nuestros días. La formación de tropas al cargo de los arzobispos de Toledo y la evolución militar a lo largo de los siglos hasta formarse partidas de bandera y posteriormente un ejército asentado en la ciudad en el siglo XVIII son tocados en ese mismo capítulo como situación previa hasta lo que sería el ejército moderno del cual evoluciona el actual.

En los capítulos siguientes se abordan diversos aspectos de esa transformación del Ejército y su relación con Alcalá a lo largo del siglo XIX, comenzando por la Guerra de Independencia (1808-1814), donde tuvieron especial relevancia los guerrilleros de Juan Martín "el Empecinado", pero estos eran una tropa de milicianos. El Ejército regular en Alcalá tuvo relevancia en sus movimientos en esa guerra, y este era el del Cuerpo de Zapadores. Posteriormente se asienta en Alcalá la caballería, que tendrá un paso con gran peso en la Historia de la ciudad, no obstante el actual Parque de Sementales hace referencia a esa caballería militar. Esta caballería evolucionará en el siglo XX a batallones ciclistas y motorizados. Se repasa la sanidad castrense, la llegada de la guardia civil cuando se crea y la conservación y transformación de algunos edificios de la antigua Universidad de Alcalá cuando esta es desamortizada y comprados esos edificios por la Sociedad de Condueños, que para conservarlos los alquiló al Ejército, a través de los Ministerios de los que deriva el actual de Defensa, y a la Iglesia. Esto evidentemente tendrá una capacidad transformadora y revitalizadora de la ciudad. 

Con el siglo XX la importancia vendrá con la creación del aeródromo militar más moderno de Europa en esos momentos, el cual tendrá relevancia en la guerra civil de 1936-1939, y el cual ha ocupado varios libros de Historia ya. Hoy día no existe, su espacio lo ocupa la Universidad de Alcalá y el Hospital Príncipe de Asturias. La construcción fallida de un manicomio en la ciudad, el cual también provocará un gran movimiento de ideas obreras, se creará el acuartelamiento Primo de Rivera, que llegó hasta nuestros días, aunque ya sólo tiene una zona residencial de familias de militares y poco más. Fue y es en sí mismo todo un barrio con todo lo que eso implica como cambio en parte de la sociedad. Precisamente la vida social de los militares y su familia ocupan otro capítulo. Desde competiciones deportivas, como la hípica o el fútbol entre otros, a actos solemnes en fiestas, festividades religiosas y otros eventos civiles, pero también apareciendo lugares como la farmacia militar o la sastrería militar. La Segunda República y la guerra civil tienen un peso importante en la Historia de la ciudad y de lo que esta afectó a la de España. Aunque hay que decir que en la ciudad los milicianos tuvieron una importancia vital para el fracaso del golpe de Estado de los alzados, en este libro se destaca sólo la importancia de los acontecimientos dentro de los cuarteles y la intervención del Ejército regular, dejando en la parte miliciana madrileña la culpa de todo lo que no sería tan meritorio, e ignorando a la vez que hubo gente de Alcalá que salió a la calle a defender la República antes de que llegaran los de Madrid. Ignora igualmente que quien dirigió las milicias, el anarquista Cipriano Mera, fue nombrado comandante y ascendió hasta general de manera oficial. Sea como sea, el Ejército aumenta su presencia y actos en la ciudad, especialmente ligados a la vida cultural y religiosa, durante la dictadura de Franco. Con la Transición y la restitución de la Universidad el Ministerio de Defensa cede los edificios históricos de esta al Ministerio de Cultura, por lo que en el Cuartel de Primo de Rivera se instala la BRIPAC, creada en estas épocas, por lo que se puede considerar un cuerpo militar nacido en Alcalá. A la vez, el Ejército participa de exhibiciones paracaidistas en las fiestas locales, desfiles, celebra concursos para jóvenes (al menos mientras la comandancia estuvo en el Colegio de Trinitarios) y va desarrollando una imagen democrática de sí. 

En el actual siglo XXI la presencia militar en la ciudad es menor, pero no inexistente. Por ello se ha creado también una sala de exposición museística, quedando pendiente otras futuras cuestiones culturales que aborden este asunto.

El libro es un libro muy profesional, a pesar del "pero" ya apuntado más arriba, ampliamente documentado y necesario.

 

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

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