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domingo, 8 de julio de 2018

Una alcalaína frente a un mundo: el divorcio de Francisca de Pedraza / Francisca de Pedraza. Mujer, madre esposa... maltratada. El divorcio de Francisca de Pedraza, 1614-1624

1.- Título: Una alcalaína frente a un mundo: el divorcio de Francisca de Pedraza
Autores: Ignacio Ruiz Rodríguez y Fernando Bermejo Batanero. 
Editorial: Ediciones Bornova.
Año de publicación: 2015. (1ª edición)
Género: Historia.  
ISBN: 978-84-93819-99-6 
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2.- Título: Francisca de Pedraza. Mujer, madre esposa... maltratada. El divorcio de Francisca de Pedraza, 1614-1624.
Autor:  Ignacio Ruiz Rodríguez.
Editorial: Dykinson. 
Año de publicación: 2016 (1ª edición. revisada).
Género: Historia.
ISBN: 978-84-9085-800-4
ISBN electrónico: 978-84-9085-838-7

Por segunda vez tenemos una reseña doble, lo que la hace hasta cierto punto compleja, como en el caso de la reseña dedicada por partida doble a los libros Aproximació a Mujeres Libres y Abriendo brecha. Los inicios de las luchas de las mujeres por su emancipación. El ejemplo de Soledad Gustavo. En este caso se trata de dos libros que se publicaron rescatando parte de la biografía de una mujer alcalaína del siglo XVII que hubiera pasado de manera anónima a la Historia, si no fuera porque con ella se iba a dar un caso relevante en la Historia judicial española, hablamos de Francisca de Pedraza. La Historia fue descubierta en los archivos con documentación histórica por el profesor universitario Ignacio Ruiz Rodríguez, que ha ejercido en la Universidad de Alcalá de Henares y actualmente trabaja en la Universidad Rey Juan Carlos. 

En las épocas en las que Ignacio Ruiz ejerció en la Universidad de Alcalá, estaba investigando para elaborar su tesis doctoral sobre la jurisdicción académica en la Universidad de Alcalá en el siglo XVII. Pasaban por sus manos una gran cantidad de expedientes antiguos de casos judiciales de la Universidad, cuando encontró el llamado "Matrimonial" que le llamó la atención. Se trataba del primer caso conocido de divorcio y orden de alejamiento por malos tratos en España. Ignacio Ruiz estudio el caso con vistas a darle publicidad en un libro futuro tras su tesis doctoral, cosa que logró hacer en 2015, haciéndolo coincidir con el Día Internacional de la Mujer, y con el apoyo de un segundo autor, Fernando Bermejo Batanero. Lo publicaron con Ediciones Bornova en tapa blanda bajo el título Una alcalaína frente a un mundo: el divorcio de Francisca de Pedraza. La cubierta contenía un retrato hipotético, o sea: idealizado, de la protagonista de esta historia, la cual era una gran desconocida y actualmente, desde ese 2015, ha pasado a la Historia de España.

El libro tuvo gran repercusión mediática. Todo tipo de noticiarios de radio, algunos de televisión y casi toda la prensa escrita, tanto en papel como en digital, se hicieron eco de esta historia, que además fue promovida innumerables veces por asociaciones feministas y por asociaciones contra el maltrato doméstico. El libro se agotó rápidamente, con lo que esa edición de Bornova es ahora mismo una rareza difícil de encontrar. Por ello Ignacio Ruiz volvió sobre el tema al año siguiente, 2016, revisó su obra, prescindió ya de la autoría de Fernando Bermejo y volvió a publicar ahora con el nombre entre un poco más profesionalizado y técnico para lo que son los libros de Historia y lo reivindicativo contra los malos tratos: Francisca de Pedraza. Mujer, madre esposa... maltratada. El divorcio de Francisca de Pedraza, 1614-1624. La editorial ahora era Dykinson, que también es librería. Se editaba en rústica, con mayor número de páginas y se cambiaba el retrato un tanto idealizado y romántico de Francisca de Pedraza que se había ideado para la edición anterior, por otro retrato de mujer que apuntaba en un tono menos romántico y más realista a una mujer de hombros desnudos y rasgos bellos pero toscos, lo suficientemente toscos para lo que sería una mujer corriente de la época dada a hacer las labores domésticas con todo tipo de esfuerzos propios del siglo XVII. Esta edición sí está disponible actualmente y es incluso más barata que la anterior.

Francisca de Pedraza nació a finales del siglo XVI. No era una mujer destacada de la época, aunque su apellido es un apellido conocido en Alcalá de Henares. En un principio tampoco hizo nada fuera de lo común para su momento. Era una mujer normal y corriente, huérfana de madre desde muy joven, que aspiraba a vivir tranquila, casarse, cuidar del hogar, tener hijos, poco más. Aparentemente, según relata Ignacio Ruiz, hemos de suponer que lo leyó en los expedientes, era una mujer joven y bella, de buenos modales, sensible y sin un especial carácter fuerte. Esta mujer se casó con Jerónimo de Jaras, el cual tenía don de gentes, era simpático, con una gran cantidad de amistades, pero que en su hogar gritaba y pegaba a su esposa. Aquí comienza lo que hace de la vida de Francisca de Pedraza algo inédito. Ella, en determinado momento, pensó que la Justicia no podía dejarla desatendida y decidió dar un paso que no se solía dar: denunciar a su marido para pedir el divorcio. Este es el primer caso judicial que se tiene en España de una demanda de divorcio por malos tratos, al menos que conozcamos, pues quizá un rastreo en otros archivos pudiera deparar sorpresas, pero hoy por hoy es este el primer caso conocido. Bien es cierto que se encuentran casos de demanda de separaciones a los que la Iglesia tenía que dar el visto bueno, sobre todo a partir del siglo XVIII entre las clases más pudientes, por los mismos  motivos comunes y habituales por los que se siguen agotando las relaciones sentimentales hoy día. 

Como sea, el caso de Francisca de Pedraza comienza con su demanda en los tribunales ordinarios de justicia en 1614. Estos tribunales no le dieron satisfacción, por lo que pasó a recurrir a los tribunales eclesiásticos, donde tampoco logra nada. Le recomendaron recurrir al nuncio del  Papa en España, dados sus fracasos judiciales. Esto nos hace pensar la enorme lucha interna propia, los padecimientos que sufriría para que en una época donde aquello era anómalo ella continuara, lo llamativo de su caso que si bien perdía en los tribunales movía a la gente para animarla y recomendarla lugares a los que acudir, como el nuncio del Papa. Lo que nos indica también que en realidad sí era una mujer de temperamento, pese a que sus modos y modales no lo mostrase externamente. Debía ser una resistente con mucha fuerza interior. La súplica que el dirige al nuncio papal logra que este se vea interesado por el caso y le otorgue una dispensa en forma de cédula que le permite llevar su caso a cualquier tribunal que desee sin que estos se puedan negar a tratarlo. Ella decide llevarlo a la Corte de Justicia de la Universidad de Alcalá, a pesar de que ese tribunal de Justicia no trataba esa jurisdicción, ya que su jurisdicción era sólo para el mundo universitario. Dada la dispensa del nuncio, acepta el caso el rector de la Universidad, Álvaro de Ayala, primer jurista formado en derecho canónico y privado, el cual debía tener fama de apertura de mente, lo que diríamos de progresista, si acaso de humanista.

Álvaro de Ayala sentenció a favor de Francisca de Pedraza para su separación y divorcio, dando además una novedad que no se había conocido antes: una orden de alejamiento al marido y a todas las personas que en nombre o beneficio del marido quisieran intervenir en la vida de Francisca de Pedraza. El caso, que debió levantar ampollas y resquemores para todos sus protagonistas, dado lo innovador de todo ello, tenía en su sentencia además una denuncia a los malos tratos domésticos. Sin embargo, otro jurista con mayor poder, el hijo del Justicia de Aragón, Dionisio Pérez de Manrique, decidió archivar el caso en 1624, perdiéndose por varios siglos la singularidad y la importancia de su sentencia para crear jurisprudencia. La intervención de este personaje nos hace pensar también en la importancia que tuvo en la época este asunto.

Desconocemos qué ocurrió posteriormente en las vidas de Francisca de Pedraza y de Jerónimo de Jara, pero recuperada la vida de ella en 2015, su nombre da nombre hoy día a un premio contra la violencia de género y a varias asociaciones por la igualdad, así como se le pone calle y placa en la ciudad de Alcalá de Henares. Además, el músico Fernando Furones ha compuesto una suite con diferentes escenas musicales basadas en la vida de ella que se estrenará el 9 de julio de este año, o sea: esta semana, en la biblioteca principal, también archivo, de Guadalajara, interpretada por la Orquesta Filarmónica Cervantina de las 25 Villas, con asistencia de la orquestación de John C. Leavitt, y dirigida por Radu Gheorghe Stan, con el nombre Suite Francisca de Pedraza.

Estos libros fueron otra aportación reciente a la Historia de Alcalá, que ayuda a cambiarla para ajustarla más a la realidad de lo ocurrido, y que nos vuelve a emplazar, como otras de las investigaciones más recientes, a repensar la historia local complutense como un lugar de gente con ideas muy avanzadas para su época y no, como afirma el tópico sin sustento real, de conservadores puros.

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

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