Título: Dos suspiros sobre la almohada.
Autores: Maribel Domínguez Duarte y José Eduardo Mohedano.
Editorial: Ediciones Vitrubio.
Año de publicación: 2021 (1ª edición; prólogo de María Morales Santos).
Colección: #poesíatatoo.
Nº de volumen en la colección: 1445.
Género: Poesía.
ISBN: 978-84-123957-1-6
Ya hablamos de algunos datos biográficos de la alcalaína Maribel Domínguez como autora, actriz de teatro y locutora en el anterior libro. Se puede añadir a lo que se ya se dijo que aparte de pertenecer al Taller de Poesía Grupo Cero Alcalá de Henares, pertenece también a la Asociación de Escritores de Madrid, así que como actriz pertenece al grupo Thythia Teatro.
De José Eduardo Mohedano podemos decir que nació en Madrid. De hecho el libro se escribió entre Alcalá de Henares y Madrid. Es poeta, narrador, ensayista y dramaturgo. Fue premiado en el concurso de cartas de amor de Puertollano en 2017 (Ciudad Real, Castilla-La Mancha). Él ya había publicado con Vitrubio el libro Las nueve agujas del reloj. Igualmente es miembro de la Asociación de Escritores de Madrid, y en su caso lo es también de la Asociación de Autores de Teatro. Ha participado de alguno de los eventos culturales de Alcalá de Henares.
El poemario se trata de un poemario de poesía erótica que en numerosas ocasiones traspasa el erotismo para recrearse de manera delicada, metáforas y perífrasis en escenas explícitas que podrían tenerse por pornografía, pero también hay bastantes poemas que atan igualmente de manera delicada, metafórica y con perífrasis lo sexual con lo sensual y con lo emocional, especialmente en los poemas de Maribel, por lo que el sexo, explícito o no, es expresión del amor o de lo emocional. En ese sentido hay algo de sentido romántico e incluso de una idealización del amor propia de los poemarios de amor del siglo XIX, solo que al introducir el sexo, quedan afectados de algo de la poesía contracultural del siglo XX. Tiene más cercanía a los poemarios románticos del XIX, eso es así, pero en los poemas de José Eduardo hay un mayor contenido de la carnalidad y la pasión del sexo como culminación de la atracción sexual, en lugar del amor en sí.
Tenemos como ejemplo de la poesía de Maríbel Domínguez en este poemario el siguiente poema:
Apaciguada la noche,disfrazada de soledad por tu ausencia,
recojo unas gotas de esperanza y deseo,
las destilo en un rincón ardiente
de un anhelo erguido, deseante y puro.
Imágenes de suaves embestidas
acompañadas de tiernos besos,
ese dulce trago de ambrosía
sin otro testigo que tu piel desnuda.
Caricias susurrantes,
deseo desatado,
esta fiebre fría que escapa a la monotonía,
pasión que serpentea por este laberinto errante
que no cesará hasta encontrarte
en la latente madrugada que siento todavía.
Maribel tiende a unos poemas breves que suelen tener cierto romanticismo, como ya se ha dicho, y que pretende atar lo sexual a los sentimientos emocionales del amor, el deseo y lo sensual. El sexo es traducción de amor. En algunos poemas, de hecho, el amor frustrado y la espera sin recompensa se traduce en recuerdos y melancolías de elementos sugerentes como besos leves, susurros de voz o algo compartido en el pasado. Los momentos de cama, especialmente los posteriores al sexo, son los que levantan la mayor emocionalidad, como algo que ha confirmado un amor que se siente recíproco y promete una vida compartida, o como mínimo, si no una vida, un futuro prometedor con la otra persona, sea el tiempo el que dure el sentimiento mutuo.
En cuanto a los poemas de José Eduardo, pongamos por ejemplo lo siguiente:
saciar la avaricia perentoria,
que me bajes la cremallera
e introduzcas la mano
persiguiendo el sonido del viento
hasta que encuentres el cetro,
porque tuyo será el gobierno
en el reino del placer,
y cuando empieces el recorrido
por tus nuevos dominios
rasga mi ropa en jirones
para hacernos el amor
como dos desharrapados
que esculpen bajorrelieves
en somieres tapizados.
(...)
Los poemas de José Eduardo tienden a ser extensos y ocupar varias páginas. También tienden habitualmente a usar una poesía con métricas y recursos formales. Para él, como se ha dicho, la carnalidad y la pasión del sexo viene a ser la culminación de la atracción sexual, más que lo más elevado de un amor mutuo profundo y propio del amor romántico. En él no es tanto lo sensual como lo sexual. Abunda en referencias salidas de poesía amorosa ya no tanto del siglo XIX, sino de la poesía española de los siglos XVI y XVII, se puede ver en varias imágenes que nos filtra y en el uso de personajes tipo caballeros, espadas, y demás, o, en el caso del ejemplo, el asunto del cetro y el gobierno. Puede incurrir en posibles obscenidades aún usando vueltas para decirlas. Los poemas que reflejan anhelos y soledad en su caso hacen referencia a mujeres que no le correspondieron, a lo que él hace alusión al sexo onanista, que es otro tipo de erotismo, el personal e individual.
Es un libro colaborativo que sin duda tuvo un objetivo común y un entendimiento entre sus autores, donde además sabían perfectamente que querían crear un libro de poesía erótica con las visiones de una mujer y de un hombre. Quepa la duda de si a la hora de elaborar el libro ambos se iban comentando los poemas que iban creando o simplemente hubo una puesta en común de los elaborado. En todo caso, esta es la obra.
NOTA 25 DE NOVIEMBRE 2023: En octubre de 2023 Maribel Domínguez publicó una pequeña selección de nuevos poemas de ese mismo año en un pequeño fanzine (revista contracultural) de bolsillo en colaboración con la ilustradora y maquetadora Zia Mei. Se llamó Cortoletrajes y ropa de cama. Lo editaron ellas mismas con prólogo de Carlos Fernández. En él también se incluían enlaces de código QR para, con ayuda de un dispositivo con lector QR, poder oír algunos de sus programas de radio en Radio Creactividad, pues ambas hace "Ola de entretiempo", donde repasan la cultura de Alcalá de Henares. Se combinaban los poemas en prosa con otros en verso, acompañados de ilustraciones en el estilo de Zia. En ellos se traslucía una mezcla entre el amor propio y el valor de la libertad con un amor acabado aunque sin dejar mal sabor.
Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".
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