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viernes, 2 de junio de 2023

Otredad / Cuando los recuerdos se evaporan

Título: Otredad / Cuando los recuerdos se evaporan
Autor: César Sobrón. 
Edita: César Sobrón Fernández (autoedición).
Imprenta: Safekat.
Año de publicación: 2023 (1ª edición; Prólogo de Daniel L.-Serrano "Canichu").
Género: Poesía.
ISBN: 978-84-09-50992-8
 

El muy prolífico César Sobrón, que lleva escribiendo desde la década de 1970 y publicando desde la de 1980 más de una treintena de libros tanto de poesía como de prosa, ese autor tan apegado también a la musicalidad, nos presenta en un volumen dos libros en este 2023. Pareciera que publica un libro, pues el lector suele tender a confundir el objeto material con el intelectual. Son dos libros en un solo volumen. Otredad abre nuestras delicias de leer poesía y, tras estas palabras a modo de esos "interlogos" que en la parte trasera de las corbatas unen los dos extremos de la tela anunciando al fabricante, podemos continuar con Cuando los recuerdos se evaporan. Quizá puedas preguntarte si se trata de dos libros que forman dúo, una primera y segunda parte. No lo son. Sin embargo, aunque ambos son diferentes y sus temáticas apuntan a otra cosa, bien leídos con reflexión podemos entender que de lo que se desprende en Otredad tenemos que se nos explica cómo se ha llegado al cariño humano y familiar que se desprende de manera intima de los poemas de Cuando los recuerdos se evaporan. Dos mundos que son uno.

El libro ha sido autopublicado por César Sobrón, como es ya una marca propia que le garantiza el resultado exacto que él quiere en su obra. Ha sido maquetado de nuevo por Zia Mei, incluyendo ilustraciones en las portadas, y contiene el citado "interlogo" que funciona de enlace entre los dos libros escrito por quien esto escribe, Daniel L.-Serrano "Canichu".

Cuando fue surgiendo Otredad no estaría en la mente del poeta esa relación con el libro que le sigue, aunque pudiera que poemas de ese segundo libro estuvieran surgiendo. Los caminos de la vida llevan a los poetas a menudo a tener una mente tan activa en todas sus preocupaciones que ocurre que poemas que encajan para unas cosas no encajan para otras que van mejor en otras tonalidades, siempre y cuando el libro no sea una recopilación de poemas, sino una obra pensada y con dirección, como es el caso en cada libro. Que de las reflexiones poéticas del primer libro pueda sucederse la consecuencia de los hechos del segundo es una afortunada secuencia, pese a lo dramático.

Dramático, sí, pero en César Sobrón nunca hay dramatismo total. En su forma de comprender la vida el amor y la fusión con el otro, la empatía más humanizada, es lo que mueve el mundo. Lo lleva en la sangre el propio autor en su vida diaria y suele reflejarse en diferentes grados en el resto de la obra. Hay siempre optimismo ante la vida y consejos para el viaje propio de cada lector.

Otredad pudiera servir de enorme prólogo a Cuando los recuerdos se evaporan, aunque es evidente que más de la mitad del volumen es ese primer libro. En él, en una serie de poemas breves, en los que César Sobrón se siente cómodo y se desenvuelve de manera sencilla también reflejo de su propia forma de entender la vida y las relaciones sociales, nos despliega toda una filosofía de vida. La otredad es el estar uno dentro del otro, el reflejo del uno en el otro, la empatía del uno al otro y la comprensión de los qués del otro. Otro que incluso en el primer poema se refleja que puede ser uno mismo, reflejado en el espejo, pues uno mismo cambia y no sólo cambia, sino que se puede ver desde su ombligo mientras el espejo le refleja su cuerpo entero.

Se analiza a lo largo de todos estos poemas las razones de egocentrismo desde la crudeza de la realidad de que somos en tanto no porque nos veamos, sino porque nos ven y cómo nos ven, del mismo modo al revés. Tiene en ese sentido un cierto punto de existencialismo.
 
(…)
Pero nosotros somos otros,
somos ellos. Ellos lejanos
ellos lejanos para los ojos ajenos.

Parte de esta idea sencilla sobre el cuestionamiento de los autoengaños y de los reconocimientos del otro, del yo, del tú, él, nosotros, vosotros y ellos… y del ello. Del ello porque los poemas se irán complicando en la temática desde una propuesta de versos sencillos de entender y dulcemente musicalizados por la repetición de fonemas. Como los libros de filosofía, se parte de los cimientos estableciendo una base muy básica para ir a lo más complejo. De ese modo comienza a hablar de las personas cosificadas, de la necesidad de los reconocimientos al otro, de los que usan sus ideas propias para someter al resto a ellas, de los inmigrantes que mueren en el mar buscando el cambio de su realidad de África a Europa… y en medio de todo esto las trampas que torpedean precisamente que fluya la sinceridad entre nosotros y permitan así hacer una vida más utópicamente feliz, trampas como los que mienten o se mienten a sí mismos, la arrogancia, o los que valoran las cosas más efímeras ignorando que la vida se compone de valores más universales.

(…)
Seducir a los esclavos
para que luzcan sus cadenas
con orgullo por las calles,
atados de pies y manos
con férreo bozal en la boca.
(…)

Hay en el poemario una doble vertiente entre lo más puramente humano como mensaje para vivir la vida mejor reflejándonos en el otro y dejando reflejar al otro, pero también un claro mensaje muy unido que lleva a la denuncia social. Probablemente sea el libro con más denuncia social de César Sobrón. Pero el lector ya habrá leído todo esto cuando esté leyendo este interlogo cuyas palabras van después. O no. Yo no lo sé. Por lo que le sobren estas explicaciones.

Comprender al otro es todo un preludio al cambio de tono en Cuando los recuerdos se evaporan. César Sobrón nos prepara para entender que buena parte del amor es en su mayoría la identificación con el otro y que es el amor el que compone el mundo, al menos, lo mejor del mundo. ¿No sería deseable vivir en un mundo mejor, o sea con más amor? Pues ahí entra en juego la otredad. Ponerse en el lugar del otro y el otro en el nuestro. Filosofía y poesía que caminan por la utopía, pues el mundo es mundo e incluso en la aplicación del amor existe la distopía… y hasta la ucronía que nos lleva a engaños y a infelicidades por deseos en falso. Pero lo de Sobrón no va por ahí, va por presentarnos todo un modo de entender la vida: el amor. El amor entendido ampliamente, el amor al otro y el amor a uno mismo, el amor a la vida, el amor a la existencia entera.

Por eso llegamos a Cuando los recuerdos se evaporan y se nos llena el alma de drama. Este segundo libro es un poemario más breve, pero más intensamente íntimo. Dedicado a familiares del autor, nos relata a lo largo de varios poemas más viscerales, pero reflexionados, la evolución de cómo el “yo” de una persona se va evaporando poco a poco a través de una enfermedad neurodegenerativa, el Alzheimer, la cual lleva al que padece a una regresión progresiva y a unos olvidos vitales que desembocan al cabo del tiempo en la muerte.

Al mismo tiempo queda reflejado el amor del autor hacia ese “yo” que desaparece. La existencia de ese “yo” sólo queda garantizada a través de la otredad de quien le quiere, quien está con él. Ahí está el amor, construido esencialmente de otredad.

Una mirada serena.
Un abrazo tranquilo.
Un leve suspiro.

Pero el poemario trata de empatizar y meterse en la cabeza de la persona que no se reconoce en el espejo, que no controla su esfínter, que no sabe quién es el otro. Describe un panorama desasosegante visto desde fuera, pero tratando de entrar en la mente de quien pierde precisamente la mente.

Sólo cuenta el instante,
la acción del momento.
El pasado murió.
El futuro no existe.
(…)

He aquí que de la utopía defendida en Otredad, llegamos a la distopía de Cuando los recuerdos se evaporan. Llegamos al choque de la idea con la realidad. Y sin embargo César Sobrón lo hace con tanto cariño y comprensión, con tanta otredad, que lo que pudiera ser un poemario oscuro y angustiante él lo hace ejemplo de amor y vida hacia el otro, en ayuda del otro.

Otredad y Cuando los recuerdos se evaporan no son primera y segunda parte de una sola obra, son dos obras diferentes, pero son dos obras que se explican entre sí tanto que su hermanamiento y enlazamiento en un único volumen en su primera edición es un acierto del poeta. De lo que pareciera un libro de reflejo de vida sale otro que da un giro de efecto y nos descubre para qué sirven las ideas: para vivir, para hacer un mundo mejor. La otredad: el amor al otro.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".
Publicada como "interlogo" en el volumen con los dos libros.

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