Título: Las puertas de seda.
Autora: Olalla García.
Editorial: Espasa Libros.
Año de publicación: 2007 (1ª edición); 2009 (1ª edición en la colección Booket Novela Histórica)
Género: Novela histórica.
ISBN: 978-84-670-2524-8 (en 2007); 978-84-670-3215-4 (en 2009).
Como ya dijimos en las notas dedicadas a Ardashir, rey de Persia (en su primera edición se llamaba solo Ardashir), se podría entender que el segundo libro que publicó Olalla García es una segunda parte de aquel, a su modo. Ese segundo libro se llamó Las Puertas de Seda y si Ardashir se publicó en Suma de Letras por primera vez en 2005 y por segunda vez en Punto de Lectura en 2006, este segundo libro lo haría por primera vez en Espasa Libros en 2007 y también se reeditó, en la misma editorial pero dentro de la colección Booket Novela Histórica en 2009. Todo ello era fruto de los éxitos de aceptación que estaba teniendo la autora en el género de novela histórica y la apuesta promocional que Espasa hizo por ella, por ende, Random House, que a fin de cuentas es la editora que estaba detrás de todas las publicaciones de ambos libros. He ahí la importancia de tener un buen editor apoyando a los autores. Entre la primera y la segunda edición de Las Puertas de Seda, aparte de una edición de bolsillo en tapa blanda, la cubierta no tenía diferencias, eran mínimas. En la segunda edición la frase promocional de la portada quedaba alargada en dos líneas, mientras que en la primera edición formaba un párrafo encima del título, y en esta segunda edición se incluía una pequeña faja vertical en la esquina inferior izquierda indicando el nombre de la colección, por lo demás se veía la cadera semidesnuda de una bailarina oriental de telón de fondo sobre una ciudad persa asediada en guerra, lo que dejaba el diseño del libro en las clásicas ideas de los superventas, eso indica claramente la apuesta que hizo Espasa y su confianza por y en la autora y sus libros.
En este libro la acción se centra esta vez en el reinado del rey Sapor I del Imperio Persa Sasánida, que es el segundo emperador de este imperio. Como ya dijimos en la reseña del anterior libro, su padre Ardashir reunificó los restos de un disminuido y destrozado reino persa y construyó tal imperio. Llegó a cogobernar con su hijo en los últimos años de su vida, pero Sapor I, nacido en el año 215 después de Cristo, llegó a gobernar el imperio plenamente tras la muerte de su padre en 242. Todos los hechos del gobierno e Sapor I, con sus guerras y sus construcciones, se darían entre ese año y el fallecimiento de este en 270 o en 272, es más aceptado que muriera en 272, por lo tanto, es un reinado largo, más aún para ser la Edad Antigua.
En los últimos años de la vida de Ardashir se había reiniciado las hostilidades y guerras contra e Imperio Romano y otros reinos, como el de Armenia. Esos conflictos los heredó y los potenció Sapor I. Es ahí donde debemos encuadrar la segunda novela de Olalla, pero no en la década de 240, sino que todo comienza tras la victoria persa en la batalla de Edesa el año 260. Mediante este acontecimiento bélico, Sapor ocupó Antioquía, una importantísima ciudad oriental en esos momentos (está en Siria, romana por entonces). Importantísima por ser centro económico, político y cultural, enlace del comercio entre Occidente y Oriente en la conocida ruta de la seda que, sin ellos saberlo con exactitud, unía Roma con China, siendo persas e indios intermediarios necesarios, pero a la vez eternos enemigos con periodos alternos de amistad, pero el libro está justo en uno de esos periodos bélicos, con esa ocupación de Antioquía.
Seguiremos los acontecimientos históricos posteriores en Persia y con los romanos a través de los dos protagonistas de la novela. Dos hermanos romanos, un chico y una chica, que sobreviven a la toma de Antioquía al precio de ser ella, Heraclea, prisionera y vendida a un noble persa, Tahmaps, para formar parte de su harén. Su hermano, Eurímaco, decide por buscarla y rescatarla, lo cual le leva a recorrer el Imperio Persa Sasánida y todos sus peligros, lo que es tanto como darnos un poco el recorrido de esa parte de la ruta de la seda y los datos culturales e históricos de Persia. Entre tanto, en una doble acción su hermana tiene conflictos con el resto de las mujeres del harén, miedo al momento sexual que le espera y la única ayuda del eunuco que la custodia. Todo el argumento en sí me recuerda poderosa y llamativamente al libro de otro autor alcalaíno, ya comentado, Kilwa, de José Carlos Peña, publicado en 2015. Aunque es un argumento en general ya conocido en otros autores españoles y no españoles a lo largo del tiempo, en este caso, me pregunto si José Carlos Peña conocía esta novela y pudo inspirarle para su novela medieval de aventuras africanas.
Sea como sea, Olalla vuelve a presentarnos una acción en permanente tensión y usa de dos personajes indirectos para contarnos las maravillas y cuestones de la antigua Persia. La autora, que muy notablemente mereció un homenaje en la semana cervantina de octubre de 2019 en Alcalá de Henares en forma de ninot valenciano que ardió en una falla de clausura de tal semana en la Plaza de la Paloma, frente a los juzgados, continuó con este libro s progresiva consolidación en el género de la novela histórica. Un campo que demuestra saber dominar con un estilo directo.
Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".
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