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sábado, 28 de octubre de 2023

Por las nubes color violeta

Título: Por las nubes color violeta.
Autora: Teresa Isabel Rico San Román.
Editor: Autopublicación (servicios editoriales Amazon).
Año de publicación: 2023 (1ª edición).
Género: Novela; Memorias; Biografía.
ISBN: 979-8390585320

 

El 9 de abril de este año 2023 hacía su aparición como escritora una alcalaína cuya familia se asentó en la ciudad en tiempos de sus abuelos, Teresa Isabel Rico San Román. Lo hizo por medio de un libro autopublicado, vendido y difundido con los servicios editoriales de la tienda informática Amazon, de hecho el inicio del código de su ISBN no es el de uso en España (978-), sino el de uso en Francia, Italia, Corea del Sur e Indonesia (979-), cosas del mercado internacional que con el auge de Internet desde los últimos años del siglo XX han creado lo que se llama globalización económica, donde todo producto es posible que se dé muy lejos del lugar de origen del productor. Es algo común hoy día, en este caso dependerá de la sede de los servicios editoriales empleados parra autoeditar, nada que afecte realmente a la obra. Centrándonos a lo que más interesa en estas notas, la autora promovió su obra en la prensa local de Alcalá de Henares en uno de los últimos números del ya desaparecido semanario Puerta de Madrid, en el número publicado el 23 de junio. Estamos hablando del libro Por las nubes color violeta, cuya cubierta fue una ilustración a cargo de Marina Díez de la Fuente, con un fuerte carácter näif que nos hace pensar que estamos ante una obra infantil; un hada y una mujer que se viste semejante al hada, vuelan entre nubes color violeta en tonos celestes. Sin embargo, la obra no es una obra de carácter infantil, aunque entre sus personajes protagonistas una de las principales protagonistas será una niña. Tampoco es que se nos vaya a narrar esta historia como un cuento exactamente. Teresa Isabel Rico San Román es también docente en Alcalá de Henares, puede que por ello hay algo de la infancia en esta novela. 

Por las nubes color violeta es una novela intimista en cuanto a que cumple la función de hacer historia de su familia, pero a la vez ser una autobiografía con reflexiones y confesiones emocionales personales, de manera novelada. Podríamos decir que aparte de novela podríamos considerarla hasta cierto punto biografía novelada o, con una interpretación muy libre, novela histórica a pesar de que los personajes y situaciones no son personas ni acontecimientos relevantes en la Historia más allá de la historia de su familia, aunque bien es cierto que es las vidas comunes las que componen de verdad la Historia. Podía cuadrar perfectamente también en el género de las memorias e incluso algo de los diarios, pero insisto: novelado, tiene la realidad algo de la ficción que le da cuerpo al relato.

Haciendo algo de investigadora e historiadora de su familia, Teresa Isabel investigó sobre los orígenes de su familia y eso la lleva  ubicar el comienzo del relato en el inicio del siglo XX, cinco generaciones atrás de la generación de su familia actualmente más joven. Se recrea en describir los diversos personajes que hace aparecer. Se trata de una familia de agricultores y ganaderos de las montañas de la provincia de Ávila. En concreto se encuentran en La Serrota de Ávila, en los pueblos de Poveda y Villatoro. Dibuja con ellos una sociedad rural ya lejana, con una vida de pueblo donde todos se conocen y tienen sus vidas comunes con alegrías y penas, en las que de repente tienen sus temores supersticiosos ante el avistamiento del cometa Halley en 1910. Como sea, los años pasan entre cosechas, veranos e inviernos, y la generación de los abuelos emigran a la ciudad de Alcalá de Henares donde les sorprenderá y vivirán la guerra civil de 1936 a 1939. Nos narra ahí los temores y vicisitudes de lo que sería la memoria familiar de la contienda.

Evidentemente, llegados a este punto hacen aparición sus padres, que eran evolucionando de niños a adultos y se harán lo dicho, padres, en concreto de ella misma, que a mitad de libro pasa a ser de autora a personaje, entrando así en el género que se llama metaliteratura. La narración se vuelve intimista y todo se mide con sus ojos, con sus ojos de niña en la década de 1960. Se pasa de las descripciones al relato desde la intimidad del propio consciente de existencia. Ahora es ella como niña la que nos describe con la mirada de niña a sus abuelos, sus padres, se recrea mucho en su madre, lo que delata fuertes lazos afectivos con ella, nos narra sus negocios familiares en Alcalá, algunos acontecimientos conocidos de la Historia reciente, como los desbordamientos del río Henares que ella misma vivió, la sociedad de la época y los puntos comunes de lugares y personajes más o menos conocidos popularmente de la ciudad. Mezcla lo onírico entre los recuerdos y entre lo onírico de una niña, las nubes violetas propias de atardeceres y amaneceres.

Evidentemente es un libro escrito desde una edad madura, por lo que es una reconstrucción de la memoria. Si la primera parte necesitó de documentación familiar, historia oral y memoria familiar, ahora se trata de reconstruir todo un mundo mental de una infancia vivida en la década de 1960, reconstruirlo en pleno año 2023. La tarea no es fácil y como toda memoria juega en el terreno de la reconstrucción que todo ser humano hace de sí mismo y sus recuerdos. Es más difícil cuando todo esto se encuadra en una novela que necesita de un argumento conductor que narre una historia escrita que tiene inicio y tiene final, aunque el personaje siga su vida como persona real. Más todavía si se ha de condensar en ciento cincuenta y seis páginas de las cuales la mitad van destinadas a reconstruir la vida de antepasados que, evidentemente, son vidas que la autora puede conocer pero no ha vivido ella como esa persona la vivió.

Un bonito relato novelado de memoria familiar y personal que nos reconstruye de paso Alcalá de Henares desde la década de 1930 desde el punto de vista de, repito una vez más, las memorias. es interesante el mundo descrito de la década de 1960, pues nos da muchas pistas, incluso desde la Literatura, para reconstruir lo que un día fue. 

 

 Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

   

domingo, 22 de octubre de 2023

Drácula

Título: Drácula.
Autor: Alberto Cerezo.
Editorial: Ilustromántica
Año de publicación: 2023 (1ª edición).
Género: Cómic; Ilustración; Novela Gráfica; Arte.
ISBN; Depósito Legal; Creative Commons: No consta

 

 El artista Alberto Cerezo volvió a publicar una novela gráfica pintada en acuarela e impresa en blanco y negro. Un estricto blanco y negro donde predominan las sombras, e incluso páginas enteras con viñetas en negro, como un recursos estrictamente necesario para la oscuridad de su nueva obra: Drácula. Lo hace dentro de su propio sello, Ilustromántica, con una cubierta que sigue la estética de su propia línea de anteriores obras, aunque esta vez volviendo al clasicismo tanto en tipografía de letras como en un granate con una textura que nos recuerda tanto el neogoticismmo de esta obra clásica de vampiros, como ese color espeso de la sangre de la que se alimenta Drácula. No es la primera vez que Cerezo se acerca al personaje y a esta historia. Como artista plástico algunos le podemos recordar con una serie de láminas que en la década de 2000 creó sobre la película Drácula, de Bram Stoker, dirigida por Francis Ford Coppola en 1992. Era muy destacable en aquel momento la lámina que le dedicó a Lucy como vampiresa. Ahora Alberto Cerezo hace suyo al personaje y a la historia, pues hace su propia adaptación mezclando dos obras clave, la obra original que inició todo, Drácula, escrita como novela narrada mediante cartas por Bram Stoker en 1897, y Los poderes de la oscuridad, que fue una obra originalmente traducida del inglés al islandés y publicada en 1900 como anónima en un periódico de asuntos y relatos misteriosos publicado en Islandia, y posteriormente compilada y publicada ya en libro en 1901 donde se indicaba que el traductor era Valdimar Ásmundsson, uno de los primeros editores y traductores contemporáneos de Islandia. Tiempo después se supo que Ásmundsson no sólo tradujo del inglés esta obra, sino que en colaboración con Stoker eran ellos los que estaban detrás de la autoría de Los poderes de la oscuridad, era la primera secuela y reinterpretación de la historia de Drácula. Así pues, en la obra de Cerezo, que reinterpreta ambas obras juntas, tenemos una nueva versión de este relato fundacional de vampirismo, aportando así una visión del siglo XXI respetuosa con esas dos obras iniciáticas de final del siglo XIX y principios del XX.

La historia clásica del conde Drácula nos recupera a este guerrero rumano de Transilvania que en el siglo XVI frenó el avance del Imperio Turco hacia Europa a base de grandes dosis de crueldad y sadismo, para presentarlo como no muerto, vampiro, en pleno final del siglo XIX, preparando un viaje a Londres con un negocio especulativo de mansiones. Una historia de vampirismo donde además encuentra a la reencarnación de su mujer amada en el siglo XVI. En Los poderes de la oscuridad se retoma esta misma historia desde el principio y se vuelve a narrar contando aspectos no narrados en la novela original e introduciendo cambios importantes en el trasfondo de los narrado en 1897. Harker, el testaferro que viaja a Rumanía para cerrar la compra de una mansión para Drácula en Londres, pasa aquí a ser vampirizado y ser parte además de un grupo de inversores oscuros y secretos que planean alterar Europa Occidental en busca del poder desde las sombras, saltándose la democracia. La primera parte de la narración de este Drácula seguirá más o menos los pasos de la primera narración hasta la llegada de Drácula a Londres, la transformación de Lucy en vampiresa y su ejecución a manos de Van Helsing, el vaquero Quincey y el doctor Godalming, siempre con cambios sustanciales de fondo que no tienen que ver con la historia romántica de Drácula con Mina, la exprometida de Harker. Efectivamente, exprometida, porque si en Drácula es ella la vampirizada y él lucha por recuperarla, aquí el vampirizado es él y él lucha con rencor contra Drácula, porque ha terminado con su vida tal como era y, a la vez, cree defender de este modo a Mina, su ya forzosamente exprometida. La segunda parte del relato nos muestra el trasfondo de lucha de poderes oscuros que hay en esa historia, se aleja del desenlace de la obra original y nos muestra a Drácula como uno de aquellos poderes oscuros que se eleva como rebelde contra el líder de todos ellos, Lycosthenes. Ese ser se rodea de licántropos que le protegen en el subsuelo de Londres, en una especie de viejo templo subterráneo donde se realizan rituales sobrenaturales desde los  que se pretende gobernar sobre los seres humanos. Drácula se ve forzado a encontrar como aliados a aquellos que desean matarle, el grupo de humanos de Van Helsing, pero también a Harker vampirizado. 

En la historia de 1900 Los poderes de la oscuridad Ásmundssen y Stoker planteaban la existencia de un grupo de aristócratas y multimillonarios que eran contrarios a los sistemas democráticos de libertades, pero querían controlar este mismo sistema desde las sombras, usando del dinero, el crimen y rituales ocultos de magia negra. Insinuaban la existencia de cofradías secretas relacionadas internacionalmente entre sí y desde las cuáles habrían partido iniciativas como la existencia de Jack "el Destripador" en 1888, como parte de sus rituales macabros. Desde ese planteamiento reubicaron la historia de Drácula de 1897 vuelta a ser narrada en 1900. Como a un lector actual no se le escapa, en plena década de 2020 es un tema muy actual, cuando numerosas personas en el mundo creen que existen sociedades secretas de multimillonarios que intentan dominar el mundo desde las sombras, provocando guerras o desastres que les den beneficios de algún modo a ellos. 

Alberto Cerezo recupera y reinterpreta muy respetuosamente estas dos historias y le dota de su propia visión. Veremos licántropos, pero también zombies, y nos explicará en voz de Drácula que la mordedura del vampiro no te transforma en vampiro, cada uno se transforma en lo que en realidad lleva dentro en su ser, de ahí que Harker o él se rebelen por motivos diferentes contra Lycosthenes. En el caso de Drácula, espera a tener una independencia total de movimientos y ejercer todo su poder sin ser limitado ni por otros como él. No obstante también en voz del conde Cerezo nos dirá una reflexión íntima del vampiro padre de vampiros: él ya antes había gobernado naciones siglos antes de que nacieran los que ahora le rodeaban, y en otra parte tentará a Harker como aliado presentando el vampirismo no como una fuerza sobrenatural que ejerce la muerte del otro para poder vivir, sino que tiene la capacidad de generar una vida nueva tras la muerte. Otra forma de poder.

Hasta cierto punto hay algo de la historia narrada en cómic La liga de los hombres extraordinarios, publicada entre 1999 y 2019, creada por Allan Moore y Kevin O'Neill, pero Cerezo no lleva el relato a lo aventurero, sino a ese espacio de los poderes encubiertos en un tiempo de crisis en las ideas que defienden las libertades y todo el mundo es tentado a pasar la línea que le lleva a saltarse las normas sociales establecidas, lo lleva a la nigromancia y a lo misterioso que desde las casas lujosas y la gente de gran poder económico alteran el mundo. La noche se llena de seres fantásticos en lucha que a la vez llenan de crímenes las calles de los barrios más pobres. Hay saltos temporales que desordenan la cronología adelantándonos la tragedia antes de que se nos narre lo que llevó a la tragedia. El propio inicio de esta narración nos cuenta la sangrienta historia del barco que hizo llegar a Drácula a Inglaterra antes de contarnos que Drácula quería viajar a Inglaterra y por ello cerraba un negocio con Harker en Transilvania. 

En la actual obra de Cerezo abunda el dibujo por la mancha más que el trazado de la línea, quizá en consonancia por el constante ambiente nocturno que difumina toda forma. El trazo claro que dibuja la forma aparece especialmente o cuando hay escenas de día o cuando el personaje es impecable, como Mina o en algunas ocasiones algunos de los protagonistas masculinos que persiguen a Drácula por  compromiso personal con salvaguardar a la humanidad de su amenaza. En ocasiones el autor incursiona en dibujar grabados antiguos altamente conocidos de esta historia, hay que recordar que el propio Cerezo como artista ha trabajado en grabados propios. Sea como sea, la sombra y lo nebuloso es lo que en esta obra nos creará la ambientación emocional del relato. 

Se trata de una particular visión de Cerezo sobre este vampiro clásico y lo que le rodea donde es posible que el autor se ha sentido cómodo al dibujar posibles caminos a explorar más allá y más crudos que la historia romántica que inició Stoker. 

 

 Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 14 de octubre de 2023

El molino de Guadalajara

Título: El molino de Guadalajara.
Autor: José Zorrilla.
Editor: Manuel Delgado
Impresor: Imprenta de Yenes (Madrid).
Año de publicación: 1843 (1ª edición).
Género: Teatro.
ISBN / Depósito Legal: [No existían aún]

 

José Zorrilla (1817-1893) está íntimamente ligado a Alcalá de Henares desde el último cuarto del siglo XX en adelante a costa de su obra teatral Don Juan Tenorio (1844). Ya comentamos en estas notas la vida de Zorrilla y también aquella obra de teatro y su importancia. Ya entonces se dijo que ni autor ni obra tenían que ver con Alcalá de Henares más allá de que la representación de la misma de modo itinerante desde la década de 1980 es uno más de las señas culturales identificativas de la ciudad. Como se dijo, si Zorrilla pasó por Alcalá de Henares no ha quedado constancia, al menos significativa. Sin embargo, sí tiene una obra donde Alcalá de Henares cobra importancia, siendo esta ciudad el escenario de varios actos de esta otra obra teatral. Se trata de una obra anterior a Don Juan Tenorio, hablamos de El molino de Guadalajara. Fue escrita, publicada y representada por primera vez en 1843, hacia octubre. Estamos hablando de ese momento de la vida de Zorrilla en el cual vive en Madrid fingiendo ser un pintor italiano en alguna ocasión, que se cuela en los cafés literarios, como la tertulia de El Parnaso donde estaban varios de los mejores literatos del romanticismo español de la época, que deambula por las calles con vida bohemia, que va de bar en bar, que se vuelve mujeriego y sonámbulo, aunque tenía esposa desde 1838, diez años mayor con él, con un hijo de ella, con la cual tuvo una hija que murió al casi año de edad, que recita poemas ante otros poetas, pero los recita incompletos, que tiene problemas económicos, pero que era un escritor conocido desde que recitó un poema en el funeral de Mariano José de Larra en 1837. 

Nos ubicamos en 1843, un año antes de que se le ocurriera y tuviera el gran éxito de Don Juan Tenorio. En uno de aquellos cafés literarios conoce a un editor de libros que se había hecho famoso por editar con gran éxito de ventas a varios de los que han pasado a ser los mejores escritores del romanticismo del siglo XIX español. Se trata de Manuel Delgado, que había nacido hacia finales del siglo XVIII, por lo que era ya un hombre mayor que la gran mayoría de todos aquellos escritores. Su imprenta, desde la que ejercía de editor, estaba en la calle de la Cruz, en Madrid, cerca de el café El Parnasillo, el cual ha pasado a la Historia por ser el lugar donde desde comienzos de la década de 1820 la gran mayoría de los jóvenes escritores románticos iban a beber y a relacionarse entre ellos, con lecturas y tertulias, así como juergas. Con total seguridad Manuel Delgado debía ser cliente del lugar y probablemente allí hizo amistad y conocimiento de todos ellos. Intuyó la potencial capacidad de ventas que tenía el romanticismo, que había llegado a España tardíamente, y comenzó no sólo a imprimir, sino también a ejercer de editor de obras nuevas a partir de 1832. Él había ido publicando libros de religión y de Derecho, pero pronto comprendió las ventas que se encontraban aún si  explotar debidamente en la publicación de los artículos de Larra, que como se sabe su éxito como escritor fue casi póstumo. Así pues adquirió los derechos de publicación de su obra. Manuel Delgado había entendido que el futuro del negocio de la venta de libros estaba en la tenencia legal de los derechos de autor, edición y publicación. A la vez que su tarea perfectamente realizada como editor llevó a la fama a varios autores, su actividad leonina en lo económico le hacía quedarse con casi todas las ganancias de las ventas, mientras los autores veían sólo una pequeña parte acordada, no es baladí el hecho de que la gran mayoría de ellos fueran muy pobres a pesar de sus éxitos. Hasta cierto punto Manuel Delgado está en los inicios de lo que podríamos entender la actividad editorial contemporánea que hoy día conocemos desde las pequeñas a las grandes editoriales.

A partir de 1838 Manuel Delgado se vio atraído por la idea de publicar obras de teatro románticas de carácter histórico, cosa que estiró hasta 1847 en dos colecciones: teatro moderno español y teatro moderno extranjero. Él entendió que había que publicar obras noveladas de hechos históricos de autores y carácter español, pues en esos momentos en España tenía éxito esto mismo pero extranjeras. Pensemos que a pesar de que en el siglo XXI actual se considera que la primera novela histórica propiamente así llamada fue escrita en el siglo XI por el japonés Murasaki Shikibu, La novela de Genji, que narra de manera novelada la vida de aquel príncipe, en pleno siglo XIX esto no sólo no llegaba, es que no se conocía ni su existencia. El género de la novela histórica y del teatro que recrea de manera idealizada la Historia en Europa, que fue la región del mundo que la popularizó en realidad por todo el planeta, la había escrito el escocés Walter Scott en 1820, se trata de Ivanhoe. Es uno de los hitos del comienzo del romanticismo. Este autor escribió con éxito sobre otros personajes históricos que idealizó, entre ellos Robin Hood. Europa se llenó de este tipo de obras, que en España es un género que llegó tarde también, pero quien empezó a editarlas fue Manuel Delgado, que por ello vio el potencial de animar a los jóvenes escritores a escribir esto mismo pero con personajes y hechos españoles. Tuvo una visión comercial de la Literatura del momento acertada, de él partieron Los amantes de Teruel, Don Álvaro o la fuerza del sino y otras, como incluso Don Juan Tenorio. Sea como sea, en algunos casos Manuel Delgado vio tanto potencial de éxito que incluso firmó con algunos autores el derecho de ser el representante teatral que tuviera los derechos de representación en los teatros.

 En 1843 probablemente Manuel Delgado le propuso a José Zorrilla escribir una de estas obras, o bien Zorrilla le propuso escribirle una por necesidad de dinero. La obra fue la citada El molino de Guadalajara. Se ambientaba en la Edad Media, como la gran mayoría de este tipo de obras en toda Europa. En concreto esta obra se desarrolla en diciembre de 1357 durante el reinado de Pedro I Trastámara, "El Cruel", uno de los iniciadores de la dinastía Trastámara en el Reino de Castilla, con guerra civil incluida contra su hermano y fratricidio incluido, ambos ascendentes de la futura Isabel I "la Católica". El gusto por el pasado idílico de lo medieval, la historia romántica, lo glorioso y lo tortuoso que esconde un envoltorio de futura gloria, estaba en la obra. La trama habla de Pedro I "el Cruel" en el inicio de su guerra contra su hermano Enrique, y de la separación amorosa traumática de Enrique con Juana, su esposa. El rey no aparece (aunque sí aparecen escritos suyos), pero aparecen otros personajes históricos como Juana de Villena, Pedro Carrillo o el infante don Enrique Trastámara. Hay dos escenarios básicos repartidos en cuatro actos. Uno de ellos es el molino de Guadalajara (actos primero y cuarto) y otro es el castillo de Alcalá de Henares (actos segundo y tercero), aquí con el nombre medieval Alcalá la Vieja, el cual es el castillo musulmán sobre el río Henares, el cual también está ubicado sobre el camino que siguiendo el río arriba lleva a Guadalajara, el cual aparece en otros autores y obras de diferentes siglos, como hemos visto en otras notas. En el castillo de Alcalá está Juana de Villena, condesa de Trastámara. 

 Unos soldados que custodian el castillo se hacen cargo de los problemas bélicos que sobrevendrán ante los hechos secretos de los que les han encargado ser parte. Cuando Pedro I manda una carta en la cual declara enemigo suyo a su hermano Enrique (infante y conde en ese momento, posterior rey Enrique II), a la vez llega el aviso de reforzar secretamente las vigilancias del castillo de Alcalá, pues va hacia el molino de Guadalajara un capitán con una mujer desconocida y debe pasar la noche allí. Aunque puedan creer que se trata de un amorío del capitán, en realidad sospechan que se trata de Juana de Villena, condesa de Trastámara, esposa de Enrique, a la cual, evidentemente, quiere recuperar Enrique. Por cierto que Juana de Villena era hija de don Juan Manuel, el destacado noble guerrero que fue también poeta y fabulista. 

La obra está escrita en versos de octavilla, lo que era algo al gusto del inicio del romanticismo del siglo XIX, aunque recordaba en parte una forma de hacer teatro en el siglo XVI. Aunque la combinación de romper el estricto verso con prosa será algo que en otras obras será más significativo del modo de las estructuras románticas. 

Sea como sea, Manuel Delgado se reservó todos los derechos de publicación y representación, dejando por escrito en las primeras hojas un aviso de prohibición legal de reproducción sin permiso del editor (que no del autor), siendo Manuel Delgado también un adelantado en esto. Como sea, con posterioridad a la muerte de Manuel Delgado la obra se ha editado independientemente de la obra de Zorrilla varias veces, pero pocas, siendo que en el siglo XXI tiene algunas ediciones informáticas, entre ellas una liberada de derechos de autor y editor por la Diputación Provincial de Castilla-La Mancha, que pone en valor su arraigo con Guadalajara y los vínculos que el Valle del Henares unen a esta con Alcalá de Henares.

En cuanto a José Zorrilla, aún habría de venirle el gran éxito al año siguiente con Don Juan Tenorio, otra obra que seguía la estela de obras con ambientación histórica.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 7 de octubre de 2023

El sí de las niñas

Título:El sí de las niñas.
Autor: Leandro Fernández de Moratín.
Impresor: Imprenta de Villalpando (Madrid).
Año de publicación: 1806 (1ª edición).

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Título: El sí de las niñas.
Autor: Leandro Fernández de Moratín.
Editorial: PML Ediciones.
Año de publicación: 1995 (1ª edición).
Colección: Clásicos del Mundo / Clásicos Españoles.
Género: Teatro.
ISBN: 978-84-41000551.

 

Entre los grandes escritores de la Literatura no ha sido tan conocido popularmente, hasta comienzos del siglo XXI que se comenzó a difundir por parte del ayuntamiento y de los historiadores alcalaínos como parte de la Historia literaria local, como Patrimonio de la Humanidad, que Leandro Fernández de Moratín escribió su obra cumbre en Alcalá de Henares e inspirándose para algunos personajes en vecinos de la localidad de su época que, por desgracia, aunque nos ha quedado constancia de esa inspiración, no nos ha trascendido sus nombres reales ni quienes eran exactamente, siendo que eran personas corrientes de la vida diaria de la ciudad. Estamos hablando de la obra de teatro El sí de las niñas. En 1801, año en el que escribe esta obra, se encontraba albergado en una fonda cercana a la Puerta de los Mártires de la antigua muralla ya desaparecida de la ciudad. No se sabe si tal fonda estaba intramuros o extramuros, por lo que tampoco se sabe cual era su ubicación exacta. Actualmente cerca de la actual Plaza de los Mártires, conocida también como Plaza de los Cuatro Caños, se ubicó una placa más o menos a media altura de la calle Libreros señalando el lugar como consenso de los historiadores del Valle del Henares como algo que recupera la memoria del hecho, aunque no como lugar exacto del lugar, pese a que la redacción de la placa pueda hacernos creer que era ese lugar exacto. En todo caso, se sabe que en la calle Libreros entre el siglo XVIII y el XIX hubo al menos dos fondas que se sepa con documentación de la época. No obstante la calle, junto a la calle Mayor y la actual calle Cardenal Cisneros seguían el camino de Madrid a Zaragoza y a Barcelona.


La obra de teatro fue estrenada en enero de 1806, varios años después de ser escrita, igualmente fue publicada, aunque Leandro Fernández de Moratín firmó como Inarco Celenio. Se imprimió por primera vez en la Imprenta de Villalpando de Madrid. Fue un éxito inusual para la época tanto la representación, que prorrogó veinte días su puesta en escena, como la publicación, cuatro veces reeditada. No obstante, dentro de la Literatura neoclásica española, está considerada la mejor y más representativa de las obras de ese estilo, a pesar de que para esas fechas en el resto de Europa comenzaba ya el romanticismo, estilo que en España comenzó tarde el gusto por él.

Leandro Fernández de Moratín nació en Madrid en 1760. Pertenecía a la nobleza, pero su padre, Nicolás Fernández de Moratín, destacó como poeta y dramaturgo, aunque era abogado. Posiblemente sus inicios como escritor pudieron venir por esta parte paterna, aunque su primer oficio fue el de joyero, como uno de sus abuelos. Como sea, con 19 años de edad publicó su primera obra de teatro, en 1779, la cual ganó un premio accésit por la Real Academia Española, se trataba de una obra heroica. A partir de ahí escribió y publicó otras obras de teatro en la década de 1780, pero no tendrá un gran éxito real hasta finales de esa década, tras conocer a otros dramaturgos e incluso leerle el Conde de Floridablanca, que le tomó como protegido e incluso le procuró que pudiera vivir del cobro de una renta del arzobispado de Burgos. El siguiente hombre fuerte del gobierno, Godoy, tomó mucha amistad con él y también le tomó como protegido, dándole otras rentas religiosas, lo que le permitió retirarse a Pastrana y escribir. Más aún, Godoy le dio una beca de cinco años para que viajase por Europa y conociera a dramaturgos destacados europeos. Será así como se verá en medio de los primeros años de la Revolución Francesa y será testigo directo del asalto a las Tullerías en 1792, lo que le impactó profundamente por la violencia inusitada de la gente común contra la nobleza. Huirá de Francia y pasará por varios países europeos hasta instalarse por un tiempo en Inglaterra, donde escribirá apuntes costumbristas de la sociedad británica, mientras se dedica a estudiar el teatro de Shakespeare. Recorrerá Bélgica, Alemania, Suiza e Italia, continuando esos apuntes y dándonos una descripción social aburguesada de la Europa no revolucionaria de la época, pero a la vez toma ideas ilustradas de los franceses, en esos momentos inmersos en la revolución. Conocerá además a varios jesuitas españoles exiliados en Italia tras su expulsión de España en 1767 por el motín de Esquilache.      

A su regreso a España Godoy le entrega un puesto en 1799 en la Junta de Dirección y Reforma de los Teatros, mientras algunas personas empiezan a recelar de su cercanía a Godoy y de su afrancesamiento, sospechaban de él por haber estado en la Francia revolucionaria. En estos años conocerá al principal censor de España, a la vez que a otros futuros liberales, como el pintor Francisco de Goya. En 1806 tendrá su éxito rotundo con El sí de las niñas. Dos años después, tras los desastres bélicos sufridos por España como aliada de Francia y tras que los franceses traten con hacerse con el gobierno español se produce el motín de Aranjuez en 1808 y Godoy es expulsado del gobierno mientras da comienzo la Guerra de Independencia Española. La Junta de Gobierno le quita todos sus cargos y rentas, que serán repuestas posteriormente por José I Bonaparte, que en 1811 le nombra bibliotecario de la Real Biblioteca. Su afrancesamiento hará que se traslade de uno a otro lugar de España según se desarrolle la guerra. Cuando esta acabe en territorio español en 1814 la Inquisición repuesta por Fernando VII le persigue y se ve forzado a exiliarse a Francia y a Italia. Regresará en 1820 por el golpe de Riego que inicia el Trienio Liberal y será nombrado juez de imprentas. Sin embargo, ante una epidemia de peste huye de nuevo a Francia, de donde ya no volverá, pues en 1823 vuelve a caer el gobierno liberal y regresa el absolutismo, se trasforma en un exiliado que se reencuentra con otros exiliados amigos suyos del pasado, como Goya. En 1825 una apoplejía le malogra la salud, murió en 1828, fecha desde la que sus restos tendrán diferentes enterramientos entre Francia y España a lo largo del siglo XIX.

El sí de las niñas, aparte de contener ideas de la Ilustración, es de estilo neoclásico, como ya se ha dicho. Sigue las más estrictas normas matemáticas de tres actos con sus respectivas escenas medidas. Todo en prosa, con presentación, nudo y desenlace, con total formalismo. Sin experimentación alguna y sin fantasías, con lenguaje claro e ideas directas. Está dentro del pensamiento ilustrado que desea lograr avances sociales dentro de las costumbres de la época de corte burgués. Hasta cierto punto se trata incluso de una obra que lanza unas ideas relativamente feministas o de igualdad de género, pero hay que subrayar la relatividad, pues Fernández de Moratín no deja de ser hijo de su época, con ideas avanzadas, pero dentro de las ideas avanzadas de finales del siglo XVIII y principios del XIX, desde luego más avanzado que otras personas, pero en ese orden.

Habla de una realidad que se daba entre la nobleza y la alta burguesía que también criticó Goya en algunas de sus pinturas, una realidad que es probable que a otra escala pudiera darse en algunas familias humildes por supervivencia, se trata de intentar medrar familiarmente mediante el procedimiento de casar a las hijas muy jóvenes con hombres de otras familias bien posicionadas o adineradas, cuestión que se hacía incluso sin atender a la edad de los hombres casaderos, su aspecto físico o su salud y forma de vida, o de sus posibles vicios. A menudo algunas jóvenes ni siquiera conocían al futuro marido, o bien les enseñaban un retrato antes de presentarles, aunque el padre iba conviniendo ya el matrimonio. Era una forma social de varios siglos mediante la cual incluso se podía hacer alta política o negocios importantes. Algo que era aceptado como una forma de ser del mundo. Los ilustrados cuestionaron estas y otras cuestiones alegando que eran modos, hábitos y costumbres sociales, no una forma natural del ser del mundo, pues en diferentes épocas hubo otros hábitos. Esto se expresaba en pinturas, libros, música, ensayos o, como en este caso, en una obra de teatro como medio usado para llegar a más gente con las nuevas ideas.

Moratín se inspiró en un pasaje de una obra de teatro de Moliere, al que traducía al español, y en una obra similar de Miravaux. Él mismo ya había escrito una obra de misma idea en 1786, estrenada en 1790, El viejo y la niña, que no tuvo entonces éxito. Estos eran los antecedentes antes de El sí de las niñas escrita en Alcalá de Henares en 1801.

El argumento se desarrolla en una fonda de Alcalá de Henares. Trata de una joven de 16 años llamada Francisca que es prometida por su madre a un hombre adinerado de 59 años de edad. Ella en realidad está enamorada de un joven soldado de su edad y se niega a ese matrimonio. Tendrá la ayuda de su criada para que se vea con el soldado. Francisca se ve obligada al matrimonio por obediencia a su madre, aquí está el conflicto, pero si ella no llegara virgen el matrimonio podría anularse, o también si la madre entendiera el amor de su hija hacia el joven. 

Hasta cierto punto la obra cuestionaba el orden social, ético y moral del Antiguo Régimen, sobre el que se asentaba la nobleza, el gobierno, la política y las clases de la alta burguesía, con cierto respaldo de la Iglesia, que veía en esto un orden correcto de la sociedad. No obstante algunos matrimonios de la realeza se daban incluso entre miembros de la misma familia. Tanto es así la crítica que se hizo que la Inquisición con Fernando VII prohibió la obra en 1815, tras la Guerra de Independencia. Volvió a permitirse con los liberales en 1820, pero al regresar la monarquía absoluta en 1823 volvió a prohibirse. Fernández de Moratín no verá su reestreno en España. Muerto Fernando VII en 1833, la reina regente, María Cristina de Borbón, necesitó de los liberales para que reinara su hija Isabel II, a la vez que se desarrollaba la Primera Guerra Carlista. Por ello la obra pudo volverse a representar y publicar en 1838, aunque con cortes de censura.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

martes, 3 de octubre de 2023

Excavamos más profundo

Título: Excavamos más profundo.
Autor: Iván Narváez.
Editorial: 2Cabezas.
Año de publicación: 2022 (1ª edición).
Género: Relatos breves; Ficción.
ISBN/Depósito Legal/Crative Commons: [No consta]

 

Uno de los autores más discretos de entre los escritores actuales que tienen que ver con Alcalá de Henares es Iván Narváez, quien en diciembre de 2022 publicó un pequeño librito de bolsillo con seis relatos cortos de ficción llamado Excavamos más profundo, usando en el título una cita de uno de los diálogos de la película El Valle de Gwangi, dirigida por Jim O'Connolly en 1969. Un librito cuyas dimensiones reducidas lo transforma en un auténtico libro de bolsillo en tapa blanda que nos recuerda a las novelas que a mediados del siglo XX  se vendían con facilidad en los quioscos de prensa y la gente compraba para los viajes o los fines de semana. En tonalidad roja y negra que nos habla ya con la rabia de una pala clavada en un montículo de tierra que el tema oscila en la novela negra, sin embargo tiene un doble juego, pues en realidad el título nos lleva a pensar en una historia de paleontólogos, o cuando menos que tiene que ver con dinosaurios, si atendemos a que aquella película era ciencia ficción con dinosaurios en el siglo XX, décadas antes de Parque Jurásico de Steven Spielberg en 1993. No nos despistemos, Iván Nárvaez hace homenaje a El Valle de Gwangi, a los efectos especiales de Harryhausen recreando dinosaurios y a otros aspectos de aquel rodaje, pero los relatos que aquí presenta, teniendo por líneas centrales tanto a los dinosaurios como a los restos de los mismos en pleno siglo XXI, son relatos de ficción, no de ciencia ficción, y son, como se ha dicho relatos negros, o sea que hay crímenes, muchos crímenes, con guiños a la ciencia ficción. 

Es un libro con espíritu libertario que se publicó por parte del autor a bajo precio y cuya distribución en Alcalá de Henares se circunscribe a un determinado bar con música punk de un barrio obrero como es el de Reyes Católicos. Más allá, la posible reproducción total o parcial queda libre siempre que se cite y a cambio, pide el autor en la primera página, de que si se hace el que lo haga se comprometa a hacer algo a favor de causas antirrepresivas o de apoyo mutuo, ante la imposibilidad de saber el autor si esto se cumplirá manda, con humor, una especie de maldición al estilo egipcio a quien no lo haga. Es de señalar que los colores de la portada, a la par que dan calor a la escena, son los colores del anarquismo, aunque no sabemos si es coincidencia. 

Lo publicó 2Cabezas, que también se dedicó a su maquetación y diseño. Rubén Iñíguez hizo las revisiones y correcciones editoriales, mientras que los trabajos de imprenta corrieron a cargo de Estugraf. El autor dedicó el libro a la propia 2Cabezas, junto a Charlie y Conchi, pero a la vez indicó otro homenaje, que el libro se publicó el ciento veintitrés aniversario de la muerte del paleontólogo Othniel Charles Marsh (1831-1899).

Iván Narváez es evidentemente paleontólogo de formación y de profesión.  Se licenció en Ciencias Biológicas por la Universidad de Alcalá de Henares en 2007, obtuvo un Máster en Paleontología por la Universidad Complutense de Madrid en 2009, y se hizo Doctor en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid en 2015. Entre medias de esas titulaciones y estudios comenzó a ser profesor, primero ayudante, luego asociado, después tutor y ahora mismo también investigador desde 2010 hasta la actualidad en la Universidad Nacional a Distancia, de la cual también es parte del Grupo de Biología Evolutiva. Se dedica en ese grupo al estudio del mesozoico, los cocodrilos y los dinosaurios. De hecho, a lo largo de su trayectoria ha participado de momento de las investigaciones "El yacimiento Cenomaniense de Algora: contexto faunístico, florístico, estratigráfico y ambiental", "Los vertebrados de Algora: nuevos datos sobre el establecimiento de las faunas del Cretácico Superior de Europa", "Diversidad y paleobiología de los vertebrados del Cenomaniense de Algora" y "Los últimos ecosistemas con dinosaurios en el centro de la península ibérica: la biota continental del Cretácico Superior de la Formación Villalba de la Sierra".

Todo esto ha hecho que tenga dentro de sus obras publicadas unos veintiséis artículos especializados en revistas científicas, ya sea en colaboración o en soledad, así como sus primeros libros son plenamente paleontológicos, colaborativos:  Dinosaurios maravillosos de Cuenca (2015), Manual de Entomología Aplicada (2015) y De Gwangi a Concavenator: 50 años de Paleontología en Cuenca (2019), de este último tiene muchas referencias el libro que nos ocupa, Excavamos más profundo (2022). Sea como sea, es ganador de tres premios a fecha actual, dos de ellos de parte de Castilla-La Mancha.

Como ya se ha dicho Excavamos más profundo es un libro de ficción, de relato negro, lo que es su primera publicación alejándose de lo estrictamente científico. Sin embargo, como él mismo declara, lleva años interesado en divulgar la paleontología a la sociedad en general desde productos culturales más allá de la Ciencia. Evidentemente es un apasionado de la ciencia ficción que ha provocado el mundo prehistórico más lejano. De manera amena él busca la difusión desde sus bitácoras cibernéticas (blogs) Koprolitos y El cuaderno de Godzillin, como se ve el autor goza de muy buen sentido del humor, más aún cuando en esos mismos espacios se puede ver en el espacio de la foto del autor a una persona con cabeza de dinosaurio. Pertenece así a esa corriente que desde finales de la década de 1990, pero sobre todo con la de 2000, considera que la mejor manera de transmitir los conocimientos adquiridos con esforzados trabajos de investigación son a través de productos culturales, sin abandonar lo estrictamente sujeto a la producción científica. No obstante, vivimos en tiempos claramente donde hay libros de Historia pasados a cómic, biografías en también en cómic, obras de Arte reinterpretadas en infografías, novelas hechas teleseries y películas, Medicina explicada en dibujos animados, Física y Química enseñadas con juegos hace ya tiempo desfasados pero siempre presentados como algo actual y así en un continuo. Unos con mejor y otros con peor acierto, es una tendencia muy propia del siglo XXI, imbuida en la cultura del entretenimiento más que en la del conocimiento, por lo que los que desean transmitir conocimiento buscan caminos por las vías del entretenimiento. A fin de cuentas, también se divierten con ello.

A lo largo de los seis relatos podremos leer las historias de una entrevista de trabajo que aparenta ir normal hasta que la persona de recursos humanos hace una pregunta sin aparente sentido a la entrevistada, creando una situación que hará pensar en la sociedad que vivimos de depredadores o grupo; la decepción de un actor al ser considerado actor secundario y a la vez creer que aún es un galán capaz de enamorar a la actriz; un profesor de paleontología que practica el abuso de poder y sexual; una estudiante universitaria que sufre violencia machista; un asesino a sueldo que descubre la paleontología como una de sus pasiones que choca con los gustos de su compañero de oficio; y una expedición europea a África, al Valle de Gwangi, donde corren rumores entre los africanos de un ser monstruoso que mata gente, siendo este el relato más largo y principal del librito. 

Como se ha dicho, todos los relatos de ficción tienen por referencia común a los dinosaurios o sus restos, así mismo también los títulos de todos los relatos. 

Se trata de una prosa directa y sencilla que provoca el impacto con sus respectivos giros. La fechación de los relatos nos ayuda a entender que en un principio fueron pequeños relatos que escribió Iván Narváez a lo largo de su ejercicio como profesor y como investigador, tal vez en los momentos de trabajo de campo o de descansos, siendo que algunas de las fechas nos hablan de momentos de verano. Lo que fue posiblemente una afición ha querido ser compartido en librito, lo que es de agradecer. Tal vez si se anima a escribir algo más extenso puede que e el futuro pueda encauzar en títulos más  difundidos lo que en esta pequeña obra está ya en el inicio de un buen camino. No nos abruma en la ciencia, conoce perfectamente los tiempos y el lenguaje de los relatos de crímenes y eso hace que nos cuente historias sabiendo lo que hace.


  Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".