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sábado, 27 de noviembre de 2021

Luces y tumbas

Título: Luces y tumbas.
Autor: Alberto Cerezo.
Editor: Autoedición: Alberto Cerezo.
Año de publicación: 2021 (1ª edición).
Género: Cómic; Ilustración; Novela Gráfica; Arte.
ISBN; Depósito Legal; Creative Commons: No consta

 

El segundo libro de Alberto Cerezo vino muy seguido del primero, también en este año 2021. Si junto a Santi Álvarez-Dardet llevaba a novela gráfica relatos de Tolkien en Historias de la Tierra Media, un cómic muy elaborado a lo largo de años con mucho toque de Arte a modo casi de cuadros, ahora hacía lo propio, lo mismo, con Luces y tumbas, esta vez en solitario. Alberto Cerezo vuelve a autoeditarse, a publicarse y a distribuirse. él es el dibujante ilustrador único y quien escribe el guión adaptado de diferentes obras literarias del siglo XX, salvo una del siglo XIX. La obra llevaría en curso desde varios años atrás, pues como se lee en la firma del autor en una de las viñetas que ocupa una página entera, aquella donde el protagonista va a entrar en un submundo presidida su entrada por un gran cuerpo de mujer súcubo o diablo, cuya puerta está justamente por donde habrían de estar sus órganos sexuales, se lee su nombre y la fecha de 2016. Así sabemos que como mínimo esta obra le ha ocupado seis años de su vida. Tal vez le ha animado sacarla a la luz en libro la buena acogida que tuvo el primer libro. En todo caso, es una obra que se nota más personal e íntimamente apegada al propio autor. De alguna manera se trasluce a través de las ilustraciones y el guión que en esa obra hay parte del alma de Cerezo. No se ha dedicado simplemente a llevar a cómic unas obras literarias, y no es solo ya también la profundidad y la emocionalidad de auténticos cuadros puestos al servicio del formato cómic en viñetas, hay algo más, una instrospección profundamente asumida que enriquece sorprendentemente a niveles muy elevados los relatos. En esta novela gráfica no hay solo un ritmo de cómic, hay una cantidad de puertas abiertas y caminos a interpretar que hace de ella una obra muy destacable en el Noveno Arte. Si Cerezo tuviera más altavoz no solo sería un artista más conocido y difundido, sería con este cómic un Premio Nacional del Cómic en España. Podría mostrar su obra no solo donde quisiera con facilidad, probablemente llegarían a él ofertas de muchos proyectos. Pero a veces los caminos llevan a introspecciones que, indeseadas o deseadas por aquella persona que le toque, hace que a menudo en esta España haya grandes creadores grandemente condenados en el ostracismo o a círculos muy reducidos y minoritarios, lamentablemente. Todo es cierto que la reducción de las redes de difusión o su ampliación afectan a menudo a las personas y a sus obras con ellas, y como dijo Einstein en cierta ocasión solo las vivencias exactas vividas en la única mente de la persona individual concreta hace que esa persona tenga una determinada idea y una determinada perspectiva y no otra, si no se dieran todas y cada una de las circunstancias personales de cada cual, no se daría lo que cada cual pueda dar o mostrar. Más aún, Einstein, más allá, hablaba incluso de la imposibilidad de comprender una obra artística o científica o de otra índole, o una acción, del mismo modo que la persona que lo hizo, pues la vivencia íntima es una y única en el interior de cada persona, por mucho que nos acerquemos a ella, nunca la conoceremos, solo conoceremos nuestra propia percepción sobre aquellas obras y acciones. Así y todo, Cerezo en esta novela gráfica nos deja levemente una entrada a su interior a través de la entrada y reflexión que ha hecho él mismo a recoger y reentregarnos desde su visión obras míticas de la literatura y del Arte. Es una obra, podríamos decir, que abre entradas a múltiples universos interiores personales.
 
En esta novela gráfica nos narra Sobre héroes y tumbas, de Ernesto Sábato, Luces de bohemia, de Valle-Inclán, Iluminaciones en la sombra, de Alejandro Sawa, y Los paraísos artificiales, de Charles Baudelaire. Preside el libro una cubierta sencilla, en tapa blanda con brillo, en rojo y negro, con una viñeta de Luces de bohemia donde claramente se muestra ese deambular un tanto oscuro, a través de la noche, de estos dos personajes etílicos. En la propia cubierta se puede leer la palabra Ilustromantica, a modo de marca editora que empieza a usar Cerezo, la cual corresponde al nombre de su página de Internet donde suele compartir algunas de sus obras. 

Si los relatos salen de esas obras literarias, Cerezo hace innumerables referencias visuales que ayudan a reforzar ideas, pero también a lanzar un mensaje a través de la percepción que nos lanza un segundo hilo conductor del conjunto de la obra. Nos lanza un relato no escrito en letras ni dibujado en el continuo temporal del ritmo del cómic, un relato entreverado y como oculto que no se oculta al salir en destellos de referencias visuales traídas en los momentos oportunos que ayudan a marcar un mensaje de oscuridad que trasciende el tiempo y los espacios y que parece estar latente sobre todas las personas de la humanidad. Así vemos a los borrachos de Velázquez aparecer, o a una famosa fotografía de la década de 1970 donde unos policías apalizan a manifestantes con porras, aparece el Laocoonte pétreo de la Edad Antigua que inspiró a tantos renacentistas, el grito de Munch, las tropas nazis desfilando por las calles, etcétera. También hay referencias literarias a gente como Rubén Darío, e incluso me atrevería a decir que hay alguna referencia a Lovecraft, aunque esta no está citada por Cerezo, quien al final del libro escribe el nombre de todos los autores que le sirven de referencia, aparte de los citados, gente como Alma-Tadena, Magritte, William Blake, Le Brun, Rubens, Rafaelli, Goya, Picasso, Van Gogh, Piranesi, Catalá Roca, Modigliani, entre otros varios. Por todo ello esta novela gráfica puede que incluso le saquen más lecturas y más sabores aquellos que más conocimientos y referencias artísticas y tengan, pero también aquellos que gusten de la reflexión, de la metafísica, de lo oscuro, de la literatura y siempre, siempre, del cómic. A todo ello Cerezo le dota de un sentido propio y una visión particular y lo usa dirigiéndolo a un relato que, como ya he dicho, está dentro del relato general, es una obra de Cerezo haciendo uso de relatos. Crea su propia obra y su propio sentido usando para esa casa los ladrillos en que se transforman todas aquellas interpretaciones del mundo que hicieron previamente los artistas de los que Cerezo gusta visitar y mostrarnos reinterpretados, adaptados a un mundo nuevo que viene de un mundo previo y nunca inexistente.

El cómic está en estricto blanco y negro, en escala de grises, que se ha aplicado de una forma que nos recuerda un poco el resultado que suele tener la técnica de los grabados, técnica artística a la que Cerezo se ha acercado y ha trabajado, la conoce bien. Cada ilustración, cada viñeta, se nota que esta trabajando a mano, no a ordenador, usando lapicero. Se agradece, porque aumenta ese valor artístico que va más allá del mero cómic. En esta ocasión, a diferencia del primer libro, las viñetas no se disponen de manera apaisada dos por página, como cuadros, aunque hay páginas así, ahora se distribuyen también a tres viñetas por página, dando lugar a una apaisada y dos en cuadro, algunas ocupan toda la página, y las hay que llegan a estar en dos páginas, mientras que unas pocas incluso se atreven a hacer algo común en otros cómic, pero no en Alberto, se superponen a otras viñetas mayores para ayudar a construir un orden lógico de lectura que nos da el ritmo de narración que desea el autor. De esta manera Cerezo explora más en las posibilidades narrativas de la imagen en combinación con los textos propias de los cómic, que no pueden eludir que los ojos del lector sigan un orden de lectura, solo jugando con ese orden de lectura, guiando a los ojos ajenos, se logra influir en los ritmos narrativos.

Es un libro que goza de cierta oscuridad, que explora la oscuridad del ser humano y que se transfiere al mundo. Que incluso deja insinuar fuerzas oscuras que guían las vidas. Muestra personajes por otro lado trastornados, desde solitarios que observan a extraños y cuyos impulsos les lleva a bordes inesperados, a ciegos siniestros, esquizofrénicos o con trastornos de la personalidad herederos además de pasados familiares que en su actividad normal hay algo de siniestro, alcohólicos, prostitutas, sectas, drogadictos que pretenden conocer la realidad oculta del mundo a través de su adicción, etcétera. Por cierto que en el ensayo de Baudelaire sobre el alcohol y las drogas, hay un algo que décadas más tarde recogió Huxley en Las puertas de la percepción, y que en cierto modo, desde otra perspectiva, viene a reforzar lo que Einstein dijo en entrevista antes citado.

Todo el libro en sí es altamente recomendable, pero quiero destacar la atención del primer relato, correspondiente a Sábato. Inquietante y sugerente a partes iguales. Todo el libro de Cerezo es uno de los grandes aciertos publicados en Alcalá de Henares y por autor alcalaíno este año 2021.


 Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

domingo, 21 de noviembre de 2021

25 años sonando Alcalá, 1996-2021. Orquesta Ciudad de Alcalá

Título: 25 años sonando Alcalá, 1996-2021. Orquesta Ciudad de Alcalá.
Autor/es: Anónimo (posiblemente varios autores o Vicente Ariño).
Editor:  Ayuntamiento de Alcalá de Henares; Concejalía de Cultura; Orquesta Ciudad de Alcalá (OCA).
Año de publicación:
2021 (1ª edición; Introducciones de Vicente Ariño Pellicer, director artístico y musical de la OCA; Javier Rodríguez, alcalde por el PSOE; y María Aranguren, concejala de Cultura, Turismo y Deporte y segunda teniente de alcalde).
Género: Música; Historia; Anales; Ilustración.
ISBN / Depósito Legal / Creative Commons: [No consta en el libro] 

 

Fue en el concierto de clausura de la llamada 50ª edición de Alcine (en realidad la 51ª) que Vicente Ariño, director artístico y musical de la Orquesta Ciudad de Alcalá (OCA) anunció otro aniversario que sí coincidía con las fechas reales, el de la OCA, que cumple veinticinco años. Aparte de los conciertos respectivos, han preparado para la ocasión un libro conmemorativo que de paso repasa la Historia de este cuarto de siglo de esta orquesta de carácter sinfónico. El libro se llama 25 años sonando Alcalá, 1996-2021. Orquesta Ciudad de Alcalá. Es un libro que ha salido con la iniciativa y la producción de la propia OCA. No figura el nombre del autor, por lo que queda anónimo, podrían ser varios autores los que lo han realizado, o tal vez tenga bastante de la mano del propio director de la OCA, Vicente Ariño. En todo caso, sí queda constancia que cuenta con el apoyo del ayuntamiento de Alcalá de Henares y la Concejalía de Cultura, Turismo y Deporte, sin más. No obstante, cuenta con las introducciones del propio Vicente Ariño, que fue impulsor del proyecto ya en 1996, así como del alcalde, Javier Rodríguez, y de la concejala de cultura, María Aranguren, ambos del PSOE.  

El libro ha sido publicado en un formato de papel, ligeramente apaisado, en tapa blanda solapada. Las cubiertas amarillas, un color en cierta medida unido al logo de la OCA, nos muestra una acuarela actual de la línea de cielo que dibujan los edificios del centro de Alcalá, pintada por Airita Herrera. Fue maquetada la obra por José Lisón. Y según se informa en las solapas, el libro se ha realizado durante la presidencia de la OCA de Antonio Cuartero Martínez y la secretaría de Félix Martín-Llorente, los cuales acreditan la publicación. Firman el libro en 30 de mayo de este 2021en la actual sede histórica de la OCA, el Centro Sociocultural Gilitos.

También ha sido publicado en formato digital y se puede leer de manera gratuita desde la página de Internet de la propia OCA, por ejemplo: por aquí. Más aún, en la generosidad de la OCA, te permiten incluso descargarlo gratuitamente en formato digital pdf si lo deseas tener en digital, desde esa misma dirección, aunque, tal como recordó Ariño en aquella clausura de Alcine 50, que cuenta con su propio libro, hay una edición en papel, pese a que es muy limitada. Eso sí, no consta número de ISBN, depósito legal o licencia Creative Commons.

La OCA ha realizado más de doscientos cuarenta conciertos desde 1996, siendo el primero uno dedicado a Cervantes. Cuenta con doce estrenos absolutos en su haber. Han tocado en diez países diferentes, en dieciocho ciudades repartidas entre ellos. Se ha hecho muy popular y parte de la cultura alcalaína sus conciertos de Navidad en Alcalá de Henares, los cuales empezaron en 1998. Todos estos datos nos los aporta el alcalde Javier Rodríguez, cuyas introducciones a bastantes libros que apoya el ayuntamiento suelen ser muy ricas en datos interesantes para la posteridad y para reconstruir la más reciente Historia cultural de la ciudad, desde lo institucional.

Ariño encuadra la formación de la OCA en el amor al buen trabajo y a dar oportunidades a quienes normalmente no se les da. Es sabedor de la muchas valías que hay y de las muchas puertas cerradas si no perteneces a unos círculos. No obstante, Ariño, de gran corazón, tiene un carácter altamente pedagógico que le ha llevado incluso a tener su propio espacio en la radio local, en Cadena SER-Henares.

La estructura del libro repasa la Historia de la OCA a modo de anales. Mediante fechas y referencias a lugares y quienes fueron los directores musicales nos narra todos los conciertos que han hecho asignados al año correspondiente. Tenemos ahí que se matiza el dato dado por el alcalde al decirse que el primer concierto se dio en 18 de abril de 1996 paradójicamente en Lalín, en la provincia de Orense. En las páginas contiguas a estas nos muestran fundamentalmente los carteles más importantes o de los conciertos más relevantes que han considerado ellos, con sus respectivos pies de foto que ejercen de texto histórico que narra lo relevante en la Historia de la OCA de cada evento que así se destaca. Añadido a esto aparecen también algunas fotografías de la orquesta que han considerado imprescindibles en este veinticinco aniversario.

Encontramos actos relevantes como la fundación paralela de una OCA con sección juvenil, la cual se estrena en directo en los conciertos de clausura de Alcine, en este caso del año 2000. O podemos descubrir su papel en el festival teatral de clásicos de Alcalá desde 2001, un concierto en País Vasco en 2002 donde fueron anunciados íntegramente en vasco, colaboraciones con otra entidades musicales de Alcalá, como la Asociación Filarmónica, colaboraciones que incluso se han visto en los conciertos de Alcine cuando han  traído de invitados a músicos rock, pop y de jazz, o figuras destacadas de la música clásica. Sus conciertos pedagógicos son una constante. Transforma esto a la OCA en una embajadora musical en todos los grados y modos posibles. 

El libro en sí es un documento imprescindible para el conocimiento mejor de la Historia cultural de la ciudad más reciente. Máxime si se tiene en cuenta que el año del nacimiento de la OCA, 1996, está tan cerca del año del nombramiento de Alcalá como Patrimonio de la Humanidad en 1998, que forzosamente nos hace comprender que es una orquesta fundamentalmente ligada a esa categoría de reconocimiento cultural y probablemente contribuye relanzando esa idea y reforzándola en cada uno de los eventos que organiza, ya sea dentro de Alcalá, en otro lugar de España o cuando viaja a otro país, incluido el cambio de continente que alguna vez ha habido.

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 20 de noviembre de 2021

Alcine 50. Festival de Cine de Alcalá de Henares / Comunidad de Madrid. 50 edición. Catálogo oficial

Título: Alcine 50. Festival de Cine de Alcalá de Henares / Comunidad de Madrid. 50 edición. Catálogo oficial.
Autor/es: Anónimo (posiblemente varios autores).
Editor:  Ayuntamiento de Alcalá de Henares; Concejalía de Cultura; Alcine.
Año de publicación:
2021 (1ª edición; Introducciones de la organización de Alcine, Javier Rodríguez -alcalde-, María Aranguren -concejala de cultura- y Manuel Cristóbal -Asesor de Industrias Audiovisuales y, Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid).
Género: Cine; Catálogo; Guía.
ISBN / Depósito Legal / Creative Commons: [No consta en el libro]

 

Este año 2021 se ha celebrado (en falso) el cincuenta aniversario del Festival de Cine de Alcalá de Henares. En falso porque en realidad ese aniversario fue el pasado año 2020 y, aunque se celebró el festival, la organización no lo incluyo dentro de la numeración oficial, por la pandemia de la Covid-19, dejando la celebración de los cincuenta años en el año cincuenta y uno, pero llamándolo Alcine 50. El festival nació en 1970, aunque ya se perpetraba algo en 1969. En un principio apuntaba a un cine donde abundaba mucha participación local, pero con los años se ha consolidado como uno de los festivales de cine más importantes de España y de Europa. ¿Por qué? Porque es un festival especializado en cortometrajes, por lo que aquí han dado inicio muchas carreras de toda clase y oficios de cineastas, algunos de los cuales han acabado siendo premiados en los Goya e incluso en los premios Oscar norteamericanos. Mucha gente ha iniciado carreras muy fructíferas. Este festival alcalaíno ha enraizado su organización y proyecciones con la Comunidad de Madrid e incluso se ha ido ampliando no solo a nivel nacional y europeo, sino también en otras vertientes culturales. Ya no solo trata asuntos de proyecciones cinematográficas, no solo de cortometrajes, también de largometrajes de nuevos realizadores, sino que también abarca conciertos, exposiciones, conferencias, charlas, talleres y hasta publicaciones de libros y es ahí donde Alcine, nombre del festival desde hace muchos años, enlaza con estas notas libreras.

Es un festival importante también porque es de los pocos que premian y valoran trabajos técnicos del cine que en la gran mayoría de los festivales no se premian, así como dejan abierto que el público pueda ejercer de jurado. Yo mismo soy jurado del público ininterrumpidamente desde el año 2000, incluido, si bien el año que murió mi padre, 2003, mi labor de jurado se vio muy mermada al coincidir con las semanas finales de la vida de mi padre. Aún con todo, aquel año llegué a juzgar muy favorablemente a la película Balseros, cuya trayectoria posterior fue muy afortunada.
 

En la trayectoria de Alcine han habido innumerables publicaciones de todo tipo. Libros abarcando diversos aspectos, pero hay un tipo de libro que desde hace muchos años es el que más éxito tiene, el catálogo oficial, cuyo nombre suele ser cada año Festival de Cine de Alcalá de Henares / Comunidad de Madrid. [nº de la edición que corresponda]. Catálogo oficial. Este título suele abreviarse a Alcine [nº de la edición que corresponda]. Como representativo de todos ellos escribiré este año del catálogo del correspondiente a este cincuenta aniversario. Son catálogos que son relativamente deseados y buscados por los más cinéfilos. Son gratuitos y los da la organización. Suelen ser ediciones sencillas de tapa blanda, pegado de hojas y cubiertas con el cartel oficial de la edición correspondiente. Todos ellos suelen incluir introducciones del alcalde y concejal o concejala de cultura correspondiente, así como de gente de la organización y de la Comunidad de Madrid. No se suele indicar quién elaboró el catálogo, por lo que cada uno queda anónimo, aunque se intuye que está formado por varios autores. Del mismo modo no se indica ni el número de ISBN, ni el de Depósito Legal, ni de Creative Commons. 

El libro Alcine 50 contiene introducciones de la organización de Alcine sin especificar quien escribe, aunque probablemente lo escribió el director Luis Mariano González; introducciones de Javier Rodríguez, alcalde por el PSOE, María Aranguren, concejala de Cultura por el PSOE, y Manuel Cristóbal, Asesor de Industrias Audiovisuales y Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid,  gobernada por el Partido Popular.

Estos catálogos suelen recibir además innumerables apoyos. Salen adelante en principio gracias a Alcine, al ayuntamiento de Alcalá de Henares y a la Concejalía de Cultura, pero tienen apoyo del Ministerio de Cultura y Deporte, la Comunidad de Madrid, Patio de Luces Producciones, Alcalá Gastronómica, Universidad de Alcalá de Henares, Corral de Comedias, Filmin, Complutum, Aula de Fotografía, Hotel Bedel, y un largo etcétera de patrocinadores tanto locales como de Madrid y de nivel estatal. Esto hace que en sus páginas aparezcan a veces anuncios institucionales.

Básicamente estos catálogos recogen información de todas y cada una de las producciones que se han proyectado en cada festival, así como los palmarés de todas las ediciones anteriores y el calendario de proyecciones del presente festival. Suele completar estos catálogos un pequeño cuadernito que se edita aparte al final de cada festival con los ganadores del festival en curso. Suele incluirse también pequeñas biografías de varios directores y directoras y pequeñas informaciones sobre las diferentes secciones que hay. En el de este año hay especial interés por recordar la trayectoria de medio siglo.

Uno de sus valores estriba en que en ellos se pueden encontrar rarezas de numerosos cineastas, así como información de producciones que no tuvieron demasiado recorrido en años posteriores. 

Cada uno de estos catálogos se publica en bilingüe, español e inglés, reafirmando así el carácter europeo del festival.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 13 de noviembre de 2021

A voz de Comunidad

Título: A voz de Comunidad.
Autor: Francisco Peña.
Editor: Teatro Independiente Alcalaíno (T.I.A.).
Año de publicación: 2020 (1ª edición; Prólogo de Guillermo Heras).
Colección: Nuevos Autores.
Nº de volumen en la colección: 37
Género: Teatro.
ISBN: 978-84-87511-36-3

 

Una de las asociaciones complutenses que en los últimos cuarenta y dos años ha ayudado más ha ayudado a fomentar la nueva literatura alcalaína es el Teatro Independiente Alcalaíno (T.I.A.). Fomenta, precisamente, las creaciones teatrales y, como compañía teatral que también es, las lleva al escenario, habitualmente con repercusión en la prensa local. Llevan representando obras tanto de autores clásicos, especialmente del Siglo de Oro español y bastantes escarceos por el teatro de la antigüedad griega y romana, desde 1979. Comenzaron como un grupo de jóvenes muy activos e inquietos que trataban de traer nuevos aires culturales con la Transición democrática. No obstante, una de sus primeras representaciones fue la comedia erótica Lisístrata, de Aristófanes, en el Palacio Arzobispal. Eran en buena parte una ruptura con la cultura y el teatro costumbristas que la dictadura de Franco había venido fomentando en los cuarenta años anteriores. La T.I.A se afianzó en la ciudad recibiendo a veces los escenarios de la Obra Social de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad Caja de Madrid, posteriormente transformada en Bankia en la década de 2000, y este año 2021 desaparecida al ser engullida por Caixa Bank. A pesar de su proclamada independencia, su larga trayectoria y su evolución de casi medio siglo ha hecho que de vez en cuando reciban apoyos del ayuntamiento de Alcalá de Henares en su fomento, de los medios de comunicación locales y del escenario del Teatro Margarita Xirgú del sindicato Comisiones Obreras. T.I.A. ha pisado todos los escenarios alcalaínos que han habido y que hay, así como ha visto una renovación constante de actores y actrices, si bien hay un grupo fundacional que, si ya no están en el escenario, siempre ha permanecido de otras labores de la asociación.

En esta labor teatral T.I.A. también ha querido representar teatro más actual, incluso infantil, pero sobre todo ha querido fomentar la creación de nuevas obras teatrales, muchas de ellas creaciones de alcalaínos, siendo muchos de ellos personas que pasaron o pertenecen a T.I.A.; ellos mismos dicen de esta labor que buscan divulgar obras inéditas teatrales que de otra forma podrían quedar desconocidas. En este respecto, quien esto escribe, acota que esto no es tanto así y que quizá necesite de una definición más afinada aún por parte de T.I.A., ya que quien esto escribe escribió una obra teatral para una compañía que iba a fundar el actor alcalaíno Saúl Rodríguez, la cual se malogró y por tanto, aunque la obra teatral que me encargaron la escribí, nunca se llegó a representar. Paseé la obra por varios concursos literarios de teatro sin que lograse premio. Por ello, quien esto escribe, mandó a T.I.A. la obra para su publicación y posible representación dado que tengo varios libritos por ellos publicados y sé de esa definición que acabo de exponer en la que T.I.A. afirma que su propósito de publicar obras de teatro inéditas y llevarlas a representación es con ánimo de divulgar obras inéditas que no tienen otra forma de darse a conocer. Leyeron la obra, según me dijeron por correo electrónico y, aunque les parecía buena obra, me dijeron que no iba con el tipo de obras que ellos hacían. Así pues, acoto que la definición que dan sobre su colección de libros de teatro inédito, llamada "Nuevos Autores", está claro que necesita mayor afinamiento, pues, según aquel correo, no caben todos los nuevos autores ni todas las obras inéditas, aunque no se dice qué tipo de teatro es el teatro afín a T.I.A. para que sea acogido. Quizá nos ayuda para eso revisar los títulos de las obras que han publicado en esa colección, que son a fecha de hoy unos treinta y ocho o cuarenta libritos, toda una gran labor de nuevas obras teatrales, hay que reconocerlo, es algo bastante inédito me atrevería a decir en toda España, pues no es fácil vender ni fomentar el teatro nuevo en los tiempos actuales. 
 
Atendiendo a esos títulos vemos una gran cantidad de referencias a revisiones y nuevas versiones derivadas del teatro de los siglos XVI y XVII españoles, muchas otras de las obras teatrales de la antigüedad de Grecia y Roma, tanto de siglos antes de Cristo como de después, hay obras infantiles de titiriteros, diversas obras ligadas a Alcalá de Henares como ficciones atadas a algún momento del pasado o de los personajes reales y ficticios de la ciudad, y obras que por título y por los pequeños resúmenes que les unen hacen pensar en un teatro no muy experimental pero tampoco conservador, quizá una especie de nuevo costumbrismo dentro de las costumbres cambiadas y modernas del final del siglo XX y principios del siglo XXI. También varias referencias cervantistas. Tal vez por el influjo de Cervantes en un sentimiento de cultura complutense, o tal vez porque hubo una época, aún hoy, en la que todo lo que lleve a Cervantes o a Quijote hace que el ayuntamiento se interese o bien para subvencionar o bien para fomentar publicitariamente, ya que considera que es bueno para el turismo, aunque siempre se haga en nombre de la Cultura. Evidentemente T.I.A. lo hace por la vía de la cultura y el teatro, pero aprovecha los medios que le ponen enfrente.
 
La obra que ocupa el nº 37 de esta colección publicada por T.I.A. la escribió Francisco Peña, a quien ya conocemos como filólogo cervantista, tanto es así que este 2021 ha sacado otra obra en torno a Cervantes. La obra de la que hoy hablamos se publicó en 2020 y se llegó a representar. Se derivaba del libro de Historia que fue toda una aportación novedosa en la renovación de la Historia alcalaína A voz de Comunidad. La rebelión comunera en Alcalá de Henares: 1520-1521, de Ángel Carrasco Tezanos en 2016, publicado por Domiduca. El propio autor y T.I.A. lo corroboran en la última página, pues la obra de teatro de Peña saca los datos históricos y ambientales de una parte de los hechos que ahí se narran. No es el primer libro literario que se ha escrito a partir de esa novedosa aportación histórica, fue el segundo. El primero también se publicó en 2020, era una novela de Olalla García, Pueblo sin rey, nominado este 2021 al premio a la mejor novela histórica. La obra de teatro de Francisco Peña es A voz de Comunidad.

Juan Francisco Peña Martín fue catedrático de Literatura del Instituto de Educación Secundaria Complutense, en Alcalá, y es profesor honorífico investigador de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) y miembro del Instituto Universitario Miguel de Cervantes, adscrito a la misma universidad. Es doctor en Filología. Su tesis fue El teatro de Francisco Nieva, que fue publicada por la UAH en 2001. En 2007 sacó la Obra Completa de Francisco Nieva, y en 2017 todavía sacó Francisco Nieva. Un teatro en libertad. Entre tanto, desde la década de 1990 ha publicado varios estudios del teatro romántico del siglo XIX, como Don Juan Tenorio, en 1996, y al año siguiente, 1997, participó de una antología de la Generación de 1927. En 2006 hizo su propia antología, Las cien mejores poesías de la lengua castellana, en 2007 su primer libro de poesías, Hojas de insomnio, en 2008 otro: Los sonetos del Quijote, junto a Manuel Vegas. A partir de 2011 le hicieron Director de Cultura de la Agencia Universitaria para la Gestión del Conocimiento, cargo que ocupó hasta 2018, y desde entonces es asesor del Centro de Divulgación del Conocimiento. Aquel año 2018 publicó Cervantes y la libertad de las mujeres. Y este 2021 ha sacado Cervantes en Alcalá, previa obra de teatro en 2020 A voz de Comunidad. Así pues estamos ante un autor doctorado universitario en filología, muy influido por Francisco Nieva, por el teatro romántico del siglo XIX y por Cervantes. Un autor que además se reivindica como cervantista y que probablemente se sienta en competición sana con otros cervantistas de la ciudad, como pueda ser Dávila o Sola, a pesar de que estos son historiadores y él, filólogo. 

La obra de teatro es prologada por Guillermo Heras, quien acertadamente sabe ver que Peña está muy influenciado por ese romanticismo del siglo XIX que elegía momentos históricos muy significativos, épicos, rodeados de una idealización social, por el cual rondaban tanto personajes reales como ficticios, y que solía ayudar a unas ideas de identificación social, a veces con un reforzamiento de cultura nacional, entiéndase "nacional" no tanto con una identificación estatal, sino de grupo a lo largo de tiempo, que en este caso bien pudiera ser los alcalaínos. 

Todo eso está en A voz de Comunidad, es una obra de teatro escrita en el siglo XXI, evidentemente hija de un hallazgo historiográfico de 2016, pero que por su estructura y sus formas bien hubiera cuadrado en el siglo XIX. 

La obra se desarrolla en un solo acto. Dentro de la Iglesia Magistral de los Santos Niños se hayan reunidos en 1520 el vicario Francisco de Mendoza con Juan de Hontañón, rector de la Universidad, Íñigo López de Zúñiga, capitán de la Comunidad en Alcalá, Alonso de Castilla, otro capitán, Guzmán de Herrera, otro capitán más y Hernán Núñez, profesor de la Universidad. Aparecerán en escena Pedro del Toro, alguacil pechero, el obispo Acuña, líder comunero, y el único personaje ficticio de la obra, un historiador que narrará a final de la representación lo que pasó después de lo sucedido en la obra. 

Peña tiene un interés especialmente literario, no tanto histórico, por lo que los personajes, a pesar de ser personajes reales, no siguen tanto su posible perfil biográfico, su personalidad real, sino que están al servicio de una construcción ficticia de ellos mismos para poder desarrollar el argumento basado en los hechos históricos tal como han quedado reflejados en los documentos sin los detalles que nos podrían decir cómo se llegó a tal o cual acuerdo o decisión. Es por ello, muy al estilo romántico, una construcción entre la historia y la imaginación del dramaturgo.

De todo el episodio de Alcalá de Henares como ciudad comunera, Peña se centra en el momento crucial en el que los líderes más representativos del movimiento se encuentran rodeados por la gente de Alcalá muy exaltada fuera de la iglesia. Allí ellos deben decidir con claridad si se siguen poniendo del lado de los comuneros y siguen a Acuña, o bien si de todo lo hecho hasta ese momento, incluido el asalto a la casa de un especulador de grano favorable a Carlos I en su hacer leyes y pedir impuestos sin apenas consultas a las Cortes, lo dan por terminado y se ponen del lado del rey Carlos I, por considerar que se ha ido muy lejos al recurrir a la violencia por parte de los pecheros (los que pagaban impuestos, el pueblo que no era noble ni eclesiástico). Como se sabe, Alcalá se puso del lado de los comuneros que buscaban limitar el poder del rey y pedía poder votar en Cortes las decisiones y los cargos de gobierno, cosa que en 1521 les costó una dura represión por parte de los realistas. Como sea, la Universidad jugó un papel destacado de entre los comuneros alcalaínos.

En esa representación del duro debate que se debió dar por las consecuencias que podría tener, Peña opta por dotar a los personajes de frases que nos llevan a otros personajes y a otras épocas, son frases anacrónicas que posiblemente Peña usa para acercar una mentalidad comunera idealizada a la mentalidad actual de rebeldía frente a la injusticia. Sirva de ejemplo la frase "prefiero morir de pie que vivir de rodillas", en origen del revolucionario francés Napoleón entre el siglo XVIII y el XIX, más conocida por haberla dicho después el revolucionario mexicano Emiliano Zapata en el comienzo del siglo XX, más conocida en España en boca de la comunista Dolores Ibárruri durante la guerra civil de 1936 a 1939, y todavía más conocida por haberla dicho también el revolucionario comunista en Cuba Ernesto "Che" Guevara a mediados del siglo XX. Referencias todas muy lejanas al Imperio Español y a los comuneros de 1520. Hay que recordar que los comuneros no eran contrarios al reinado de Carlos I, sino a la limitación de la capacidad de tomar decisiones de gobierno sin consulta por parte del rey. Por otra parte, la afinidad fonética de las palabras "comunero" y "comunista" quizá le ha sido muy tentador a Peña para establecer lazos de unión en frases e ideas que serían imposibles, que son anacrónicas. Ni que decir tiene que un comunero y un comunista no tienen nada que ver entre sí, y no solo por ser de diferentes siglos, si no porque tampoco comparten ni ideales ni modelos de gobierno ni de sociedad. De ahí parte, de la confusión, la idealización romántica llevada a la literatura en una obra de teatro que, como en el siglo XIX, pretende educar desde el entretenimiento al espectador. Educar en unos hechos históricos, pero también en un ideal que no tiene porqué corresponderse con los hechos en todo su ser auténtico, aunque se reflejen los acontecimientos que inevitablemente ocurren. O en otras palabras, es inevitable llegar a la conclusión de que Alcalá es comunera, pero el autor se reserva idealizar el modo de cómo llega a serlo o porqué, sin ajustarse los hechos reales, sino a los hechos ideales o idealizados.

No solo se verá en frases y expresiones, por cierto que es un acierto que Peña no haya querido fingir un falso lenguaje del siglo XVI, y, como en el teatro del XIX, haya optado por dotar los personajes de un lenguaje actual para mayor comprensión y credibilidad. También se refleja en actitudes. Queda un tanto poco creíble a ojos del historiador ese hipotético debate donde algunos personajes defienden que la violencia no es el camino, o bien si esta es necesaria o si deslegitima, o si la Universidad jugaba o no jugaba con dos barajas de cara a si se gana o se pierde en la apuesta política. El debate está salpicado probablemente de un intento del autor de usar un episodio histórico de quinientos años atrás para darnos ecos de acontecimientos actuales, como son algunas manifestaciones y huelgas que de 2011 a la actualidad han tenido a veces episodios violentos, piénsese por ejemplo en las reivindicaciones por la vía del tren en Murcia, sucesos derivados del 15M del 2011 y hasta 2015, o lo ocurrido en Cataluña en 2017 cuando querían un referéndum de autodeterminación. Así la obra, de fondo, tiene por temática un debate, quizá poco profundo, muy superficial, muy tópico, acerca de la legitimidad o no del apasionamiento cuando se reivindican derechos ante injusticias sufridas. Podamos retrotraer esto también a la España reciente del terrorismo de ETA y del GAL, aunque la obra ya quede lejos de aquella. También está el debate de fondo de la obediencia total a las normas establecidas en las formas de gobierno, aunque no nos gusten, o bien si la injusticia del gobernante justifica la desobediencia, debate por otro lado que ya estaba presente en filósofos romanos como Cicerón. Recordemos ese principio básico del derecho romano que decía "dura lex, sed lex" ("la ley es dura, pero es la ley").

Como sea, el libro editado por T.I.A. sigue la estética de la colección. Esto es un libro en tapa rústica, solapada, con un fondo de aguada, en este caso azul, donde lo que destaca son el título, el autor, la colección y el editor.

 

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

miércoles, 10 de noviembre de 2021

Aprendemos con los animales

Título: Aprendemos con los animales.
Autor: Zoila Fuentes del Río (texto); Julito César Zabala Pitti (ilustraciones).
Editorial: Domiduca Libreros.
Año de publicación: 2021 (1ª edición).
Género: Literatura infantil; Cuentos; Ilustración.
ISBN / Depósito Legal / Creative Commons: [No consta en el libro]


Los libros de literatura infantil tienen cierto auge entre las y los autores del comienzo del siglo XXI en Alcalá de Henares. Así, por ejemplo, tenemos uno de esos libros recientes, publicado en este 2021 por la editorial Domiduca Libreros, siendo esta su primera incursión en este tipo de literatura, aunque como librería de libros antiguos y de segunda mano tienen una sección dedicada a ella. Se trata del pequeño librito Aprendemos con los animales. Su autora es Zoila Fuentes del Río, que este año cumple ochenta años de edad. 

Zoila nació en Cuba, en la provincia de Ciego de Ávila, en mayo de 1941. Estudió en la Escuela Normal de La Habana. Se hizo maestra de escuela de Primaria en 1968. Entre 1980 y 1983 dirigió la Escuela de Idiomas para extranjeros. Sus estudios universitarios posteriores hicieron que se licenciara en Educación en la especialidad de lengua española y Literatura por la Universidad de La Habana en 1992. Ella viajó por el mundo, y su propia familia se reparte entre Hispanoamérica, no solo Cuba, también Ecuador, Estados Unidos de América, Francia y España. Ha participado de numerosas tertulias literarias y del mundo infantil. En 2018 publicó Memorias de ternura, un libro testimonial de memorias en homenaje a sus padres. Ella es la autora de los cuentos infantiles de Aprendemos con los animales, presentado por primera vez en la feria del libro antiguo y de ocasión de Alcalá de Henares, a comienzos de octubre de 2021. Las ilustraciones interiores que acompañan y ocupan páginas enteras de esta obra de cuarenta y nueve páginas son de Julito César Zabala Pitti, un niño de 5 años de edad. No es la primera vez que vemos que en un libro infantil alcalaíno de los últimos años sea un niño o niña quien aporte las ilustraciones por deseo de quien escribe el texto, lo hemos visto en obras por ejemplo de Susi Corrales "Suko" y de Mariana Romero-Nieva, aunque esta autoira no escribe literatura infantil. Así pues, el estilo de las ilustraciones es forzosamente näif, desde la imaginación de un niño y sus capacidades creativas, quizá como resultado de la autora de una vida entera como maestra de Primaria. 

El librito fue editado en un formato más pequeño del que acostumbra Domiduca Editorial, no solo por su número de páginas, cosa tal vez obligada al ser cuentos destinados a un público  infantil, sino que las dimensiones están a medias entre lo que sería el tamaño cuartilla y el tamaño octavilla. Contiene una cubierta llamativa por su color amarillo y las tipologías en añil del título y autores, combinados con el rojo del logotipo de la editorial. Todo ello junto a una ilustración de Julito hace que sea altamente llamativo para ese público al que va destinado, pues además el plastificado de la cubierta hace del objeto libro un objeto iluminado, brillante, llamativo. La maquetación del libro ha sido ideada con acierto por Zia Mei, quien ya destaca como maquetadora e ilustradora de varios libros alcalaínos de los últimos años. No muy lejana en el tiempo a esta publicación, también para Domiduca, estuvo a su cargo la reedición de La puerta abierta, de Luis de Blas. Zia ha sabido comprender que el libro está destinado a los niños y por ello ha sabido maquetar un objeto libro que para ellos puede ser tanto objeto de lectura, ya por ellos o por algún familiar para ellos, como un objeto que pueden observar y manosear porque aprecien los dibujos, dispuestos en todas las páginas como elementos más que ilustrativos, tentadores de atracción. Así mismo, Zia ha usado tipologías de letras que tienden a lo curvo, redondeada, sin estilizaciones ni picos agudos, lo que resulta un golpe de vista que nos hace sentir ante algo amable y suave. Destaca algunas palabras en distinto color y grosor de negrita. Se podría decir que en cierto modo Zia aporta a este libro cierta autoría propia más allá de los textos y de las ilustraciones, ayuda a lanzar mensajes en esta narrativa.

El libro contiene seis cuentos breves protagonizados por animales, aunque en algunos salen humanos, tal como en las fábulas clásicas desde tiempos inmemoriales, aunque altamente popularizados desde la Edad Media y especialmente desde la literatura que pretendía ser didáctica en el siglo XVIII. La estructura de cada cuento sigue la tradición clásica, alejándose de las innovaciones más actuales, las cuales a veces resultan más experimentos pedagógicos de las nuevas generaciones que obras pensadas no solo para enseñar algo, sino también para disfrutar. 

Zoila tiene un lenguaje hábil y rico, sin caer en pedanterías ni en palabras que podrían serles complejas a los niños y niñas. No les trata infantilizándoles, pero sí sabe que son niños. Les habla como se habla a los adultos, pero sin olvidar que son niños. Eso sin duda es un aporte a la educación transversal que puede ser enriquecedor para la formación de las mentes jóvenes. Zoila no se deja arrastrar por las corrientes actuales que desean totalizar todas las formas, estructuras, temáticas, personajes, géneros y demás cuestiones en persecución de un ideal pedagógico de manera que a veces no pareciera que el destinatario sea un niño, sino los padres. Zoila se dirige al niño y a la niña y les cuenta cuentos al modo como se han venido contando desde hace siglos. Se agradece. 
 
Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 6 de noviembre de 2021

Alcalá Azaña / Azaña Alcalá

Título: Alcalá Azaña / Azaña Alcalá.
Autor: M. Vicente Sánchez Moltó.
Editor: Concejalía de Cultura, Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
Año de publicación:
2021 (1ª edición; introducción de Javier Rodríguez, alcalde de Alcalá de Henares por el PSOE).
Género: Historia; Biografía; Azañismo.
Depósito Legal: M-9041-2020

 

El actual cronista oficial de la ciudad, Vicente Sánchez Moltó, trabaja dirigiendo el archivo municipal, con toda su documentación histórica, el cual está ubicado en el mismo edificio donde se encuentra la principal biblioteca pública de la ciudad, la biblioteca Cardenal Cisneros. Precisamente Luis Alberto Cabrera, jefe del servicio de bibliotecas de la ciudad coordinó el año pasado, 2020, la edición de un pequeño librito conmemorativo que escribió Sánchez Moltó ejerciendo su labor de cronista oficial y oficializando de ese modo una línea de contar la Historia que le interesa al ayuntamiento. Es el ayuntamiento de Alcalá de Henares, a través del Servicio de Publicaciones y de la Concejalía de Cultura dirigida por la concejala Aranguren, quien corrió a cargo de la edición a través de los servicios de la imprenta Solana e Hijos Artes Gráficas S.A.U., y es el propio alcalde, Javier Rodríguez, del PSOE, quien incluye una introducción antes de dar comienzo a esta pequeña obrita de apenas 63 páginas a tamaño de octavilla. El librito se llama confusamente o bien Alcalá Azaña o bien Azaña Alcalá. Ignoro como lo habrán registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual. El efecto de la confusión está hecho adrede, pues en la cubierta es en el único sitio donde aparece tal título y aparece con las vocales "A" compartidas a la vez por las consonantes que forman tanto la palabra "Alcalá" como la palabra "Azaña", con los colores de la bandera de la Segunda República Española, de la que Manuel Azaña fue Ministro, Jefe de Gobierno y Presidente. Con ello se quiere indicar visualmente lo enlazados que estaban la ciudad y la biografía de Manuel Azaña, ciudad en la que nació y de la cual era y sigue siendo, pues aún viven Azañas en Alcalá, su familia. Acompañaba esta cubierta una muy conocida fotografía de Manuel Azaña visitando la ciudad junto a otros altos políticos e históricos y al general Rojo, en una revista de tropa en la Plaza de Cervantes en 1937, en plena guerra civil, en su viaje al frente de Guadalajara. La fotografía era de José F. Aguayo, y en el interior del libro se indicó por error fatal y garrafal que fue hecha en 1927. En la contracubierta aparecen los logos del ayuntamiento y de la Institución Cervantina Alcalá y Ciudades Patrimonio de la Humanidad. 

El libro fue registrado en 2020, según indica el Depósito Legal, porque estaba pensado para que saliera publicado ese año 2020, que se celebró a la vez tanto el ciento cuarenta aniversario del nacimiento de Azaña en Alcalá, como el ochenta de su muerte en el exilio en Francia, en un edificio protegido por la diplomacia mexicana. Aunque la ciudad celebró como pudo tales eventos, incluyendo una exposición y otras publicaciones, la pandemia de Covid-19 y la decisión de los libreros de la ciudad impidieron que e celebrara ninguna de las ferias del libro que habitualmente hay, y era en ellas donde se iba a regalar la obra a cada persona que comprara un libro como mínimo en alguna de esas ferias. La primera feria del libro celebrada desde que comenzó la pandemia ha sido este año 2021, la feria del libro antiguo y de ocasión de comienzos de octubre, cerca del 3 de noviembre, día en el el que murió en 1940. Efectivamente ahí se regaló y es el propio alcalde quien nos recuerda y deja por escrito todos estos datos. Nos aporta también para la historia local que en ese 2020 él mismo viajó como alcalde de Alcalá junto al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, a Francia para rendir tributo a Azaña en su aniversario funerario. Es generoso Javier Rodríguez en dejarnos notas de relativo valor para la Historia cultural de la ciudad, pues nos cuenta que la iniciativa de un libro por un libro en las ferias del libro alcalaínas nació cinco ediciones atrás, o sea, desde que él ejerce de alcalde, desde 2015, cuando comenzó a gobernar por el PSOE en coalición con Somos Alcalá en aquel primer mandato, y en soledad en este segundo mandato. No obstante, en otra edición ya se había hecho lo propio con Miguel de Cervantes y no recuerdo si con Cisneros, pero desde luego parece tratarse de una iniciativa de regalar pequeñas biografías de literatos (Azaña también era literato) que tienen que ver con Alcalá, reforzando así la idea de ser esta una Ciudad de las Letras.

 El libro es una biografía muy breve que se centra y destaca la relación que tuvo Manuel Azaña con su ciudad natal y con la familia que aquí tenía. Por tanto es una biografía orientada no tanto a analizar su trayectoria política o literaria, sino su trayectoria vital como alcalaíno sin poder eludir, evidentemente, su importancia política y literaria. Más aún, incluye una selección de pequeños textos de obras suyas donde se  menciona o se habla de Alcalá e incluso de viajes nocturnos de Azaña como Presidente de la República durante la guerra civil, pues parece que le ayudaba a despejar un poco la cabeza de todos los problemas que debía afrontar. También incluye un repaso apresurado a su vida a través de una cronología final.

Sánchez Moltó incluye algunos datos aparentemente inéditos o bien puntos de vista suyos que pueden parecer novedosos. También incluye fotografías interesantes, como el salón de la casa natal. Sin embargo contiene algunos errores, o tal vez lugares de la Historia de los Azaña donde Moltó quizá no ha llegado. Así por ejemplo menciona a Diego Azaña como primer Azaña en Alcalá en 1750 a modo labrador. Tal vez Moltó habla desde su conocimiento del archivo municipal, yo trabajé en el Archivo General de la Administración, donde se encuentra el archivo de lo que fue el corregimiento de Alcalá. Esa documentación fue trabajada por mí en la parte del siglo XVIII al completo en uno de mis primeros trabajos de archivero, junto a otras compañeras, y aparecían Azañas antes de 1750. Así mismo, no era un mero labrador, no eran meros labradores. En esa documentación, como hoy día, vivir del campo hace que entres a ser denominado como agricultor o labrador, ya seas un aparcero, un jornalero o un terrateniente. Pensemos que también la familia de los Duques de Alba son agricultores, o los Medina Sidonia. Los Azaña venían de Toledo, como indica Moltó, y se asentaron como agricultores en Alcalá, pero no hay que pensar que eran unas pobres gentes, compraron terrenos, pusieron negocios, eran una familia adinerada en la ciudad y muy bien posicionada. Del mismo modo, anota Moltó que el primer Azaña que ejerce como notario de número del ayuntamiento en Alcalá es Manuel Azaña (otro Manuel) en 1801. Lo cierto es que no es así. Es un dato erróneo. Doy fe, porque esa documentación la trabajé yo en el Archivo General de la Administración, que ese mismo Manuel ya ejercía años antes, dentro del siglo XVIII. Y no solo fueron notarios, también aparecen Azañas como escribanos. Como sea, como idea general, ciertamente los Azaña fue una familia bien posicionada en la que hubo una rama más dedicada a las tierras y a negocios locales con los que hicieron fortuna, como una fábrica de jabón a mediados del siglo XIX, y otros Azaña que se dedicaron a las leyes y a la política local. Tuvieron un peso importante.

El propio Manuel Azaña era hijo de Esteban Azaña, que fue alcalde de la ciudad en torno a la década de 1870, que nos legó la estatua de Cervantes en la Plaza Cervantes, y una crónica de la Historia de la ciudad que fue una de las más completas hasta su fecha y que hoy día sigue siendo referencia, a pesar de quedar desfasada y tener algunos aspectos propios de crónica y no de libro de Historia con método científico, pero es una obra muy acertada, pura obra de referencia en la Historia local.

 Por otro lado, pareciera que Moltó introduce también algunos puntos de vista particulares que no fueran todo lo asépticos que pudieran ser, como por ejemplo la mención en la cronología de los conflictos armados en Barcelona de mayo de 1937 como una "sublevación" de la CNT y el POUM contra el gobierno de la Generalitat, apoyada esta por el PSUC, cuando en realidad los comunistas, encuadrados en el PSUC, forzaron a la Generalitat a desalojar a la CNT del edificio de la Telefónica, el cual estaban gestionando, cosa que estos se negaron alegando que los comunistas querían controlar las comunicaciones del resto de la izquierda para poder realizar una política totalitaria y purgas. No andaban desacertados, porque los comunistas aprovecharon para purgar al POUM, trotskistas, por indicación de la propia URSS y sus servicios secretos en España. Aquello acabó en un enfrentamiento armado donde el gobierno de la Generalitat y el propio de la nación terminaron interviniendo también y ocasionando una crisis de gobierno donde no faltó la ejecución extrajudicial por parte de los comunistas del que fuera el líder del POUM, Andreu Nin, en Alcalá de Henares. No será la única parte del libro donde Moltó deslice la idea del anarquismo como conflicto y problema, si bien en esa otra parte está justificado, pues expresa algo que era real, el recelo de Azaña hacia los ministros anarquistas que hubo de 1936 a 1937.

Sea como sea, el libro aporta datos muy interesantes y aparentemente novedosos de la relación de Azaña con Alcalá de Henares, más allá de la política y de la literatura. Apreciamos además algunas valoraciones que Azaña tenía de la forma de comportarse y de pensar de los alcalaínos que hoy por hoy, en pleno 2021 están más que vigentes. Una crítica social muy acertada, supo comprender a la perfección algunos de los defectos y algunas de las virtudes alcalaínas. Quede como ejemplo el afán alcalaíno ya en la década de 1920 por medir la Historia de grandes personalidades no tanto por las cosas que hizo sino por haber sido de Alcalá de Henares o haber pasado por acá, lo que no deja de ser paradójico y con cierto sentido del humor sarcástico en un libro como este.

Azaña había nacido y estudiado en Alcalá, aunque pronto se fue a estudiar a El Escorial. Se quedó huérfano de padres joven. Hizo estudios en leyes, comenzó a escribir en prensa, fue incluso enviado al frente de Verdún para hablar de él. Escribió libros y obras de teatro, por lo que ganó el Premio Nacional de Literatura, e intentó la política local en Alcalá, sin éxito. Puso dinero para la fábrica de tejas de su hermano, no muy afortunada. También tuvo periódicos locales, pero su trayectoria estaba en Madrid, donde su peso político fue creciendo hasta ser una de las figuras más destacadas de la República de 1931. Ejerció de Ministro con varias reformas importantes, pero también de Jefe de Gobierno hasta 1933. Fue encarcelado en 1934 por la huelga de octubre, de la que en realidad él era totalmente ajeno. Liberado en 1935 por amnistía general, se presentó a las elecciones de febrero de 1936 con una coalición de izquierdas llamada Frente Popular. Fue nombrado Presidente de la República, esto es: Jefe de Estado, y en ese cargo le sorprendió la guerra civil. Hacia el final de aquella guerra se exilió a Francia, donde moriría junto a su familia asediado por las tropas nazis y protegido por los mexicanos del presidente Lázaro Cárdenas. En esos años de la guerra civil también hablaría de Alcalá de Henares dando detalladas descripciones emocionales que le produjo ver la destrucción de varios edificios emblemáticos, como las ruinas de Santa María la Mayor.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".