lunes, 4 de marzo de 2019

Cervantes y la libertad de las mujeres

Título: Cervantes y la libertad de las mujeres.
Autor: Juan Francisco Peña.
Editorial: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcalá de Henares.
Año de publicación: 2018 (1ª edición; prólogo de José Manuel Lucía Megías).
Colección: Biblioteca Ensayo.
Nº de volumen en la colección: 4.
Género: Ensayo, Historia, Biografía, Literatura.
ISBN 13: 978-84-16978-37-3
ISBN 13: 978-84-16978-93-9


El siglo XXI ha traído una gran cantidad producción de ensayos en torno a la mujer, lo femenino y el feminismo en la vida y obra de Miguel de Cervantes, entre los siglos XVI y XVII. Ya en los años 1970 había existido alguna aproximación, a caballo entre lo conservador de la época franquista y lo rompedor del feminismo venido de la Transición. El comienzo del siglo XXI, como digo, es el despertar renovado de los valores del feminismo por la igualdad de género y eso ha hecho que varios autores se fijen en Cervantes, ya que este autor es el más abierto de mente y adelantado de su época, como apunté en la reseña de El Quijote. Incluso antes de que en la segunda mitad de la década de 2010 hubiese toda una explosión de sensibilidad e historiografía feminista, este tema en Cervantes ya había sido tocado por primera vez en 2004 en el libro Las mujeres del Quijote, editado por Maxtor, a modo de monografía con textos de las obras de Cervantes. Un año después, en 2005, José Sánchez Rojas publicó su obra Las mujeres de Cervantes en "El Quijote", al tiempo que ese año se publicaba Relatos de las mujeres de la Axarquía almeriense, con diversos textos de varios autores. José Sánchez Rojas volvería a publicar sobre el tema en 2010 con Las mujeres de Cervantes, abriendo el abanico a toda su obra y a su vida misma. Lo hizo en la editorial Extramuros, que realizó una segunda edición en 2011. En 2016, Rafael Negrete Portillo autopublicaría Mujeres en Cervantes: Comedia en tres actos y una "ilustrada" fregona. Ese mismo año Inma Chacón, José Ramón Fernández, Isaac Juncos, Miguel Munárriz, Gracia Olayo e Inmaculada Concepción López, crearon la obra de teatro Las Cervantas, que se comercializó en libros y se representó en varios teatros, el primero de ellos el Corral de Comedias de Alcalá de Henares. La obra más reciente sobre el tema se publicó el año pasado, 2018, en dos ediciones (hay dos ISBN registrados en el Ministerio de Cultura), a través del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcalá, se llamó Cervantes y la libertad de las mujeres, escrito por Juan Francisco Peña, con prólogo de José Manuel Lucía Megías, aunque de la propia Universidad de Alcalá de Henares un cervantista y catedrático alcalaíno que lleva décadas hablando del espíritu libertario, cosmopolita e igualitario de Cervantes es Emilio Sola. Vamos a hablar de este último ensayo, el más reciente.

El libro se publicó en 2018, como se ha dicho, en rústica, con cubiertas verjuradas, fondo blanco y la ilustración del talle de una dama de la época de Cervantes en trazos claros negros y rellenos de color en verde, al estilo de las ilustraciones de libros españoles propios de los años 1940 a 1970, más o menos cuando apareció ya entonces alguna primera aproximación anecdótica sobre el tema. Pertenece a la colección Biblioteca Ensayo de la Universidad de Alcalá de Henares, ocupando su volumen 4. El libro no sólo ha llegado a las librerías complutenses y otras librerías especializadas en Literatura e Historia, sino que se hicieron eco de él las grandes superficies comerciales en fechas navideñas, por ejemplo El Corte Inglés, tal como si se le hubiera querido dar impulso de libro superventas, una apuesta arriesgada por tratarse de un libro de ensayo, si bien la temática feminista realmente le puede estar dando numerosos lectores actuales, quizá, máxime, esta semana que contiene en sí un 8 de marzo, fecha que se está consolidando como de reivindicación en las calles por la igualdad de derechos entre sexos y final de la violencia machista. 

La vida de Cervantes estaba marcada por las mujeres que le rodearon. Su madre y hermanas vivieron un ambiente familiar que les otorgaba una gran libertad dentro de una sociedad cuyos valores eran altamente masculinos y machistas. Por ello, Cervantes se vio muy influido por ellas. No obstante fue su madre y hermanas quienes moverían todo lo posible para reunir el dinero que los padres trinitarios de Alcalá de Henares pagaron para el rescate de su presidio en Argel. Leonor de Cortinas, madre de Cervantes, incluso fingió ser viuda en 1579  para conseguir parte del dinero de ese rescate, además de conseguir préstamos. El pago se hizo en 1580.

Aunque el ambiente familiar entendía las cuestiones sentimentales desde una perspectiva conservadora, el resto de cuestiones del mundo femenino eran bastante avanzadas para la época. Ellas tenían libertad para múltiples iniciativas emprendedoras, decisiones sobre sus vidas, cierto bagaje intelectual como él y tenían algunas cualidades de trabajos no muy usuales en mujeres. Las hermanas de Cervantes procuraron no casarse nunca. Una de ellas, Luisa, llegó a ser abadesa del Convento de la Purísima Concepción en Alcalá de Henares (carmelitas descalzas), mientras que otras dos, Andrea y Magdalena, decidieron que su voluntad valía tanto como la de un hombre, por lo que optaron por ser amantes de hombres ricos, quizá en la forma de ser de estas haya algo del personaje de Marcela en El Quijote. En el caso de Andrea, esta llegará a declarar que trabaja de costurera, aunque es mantenida por dos amantes ricos consecutivamente. El primero, Nicolás de Obando, romperá con ella y ella logrará incluso que le dé una compensación económica. 

Ana Franca de Rojas fue la primera esposa de Miguel, tendrán por hija a Isabel, que será criada por Magdalena, la otra hermana liberal del autor. Ana Franca murió

En 1584 conocería y se casaría con una mujer de 19 años, Catalina de Salazar, que era una mujer intelectual, cuyo tío, un ávido lector, está en las sospechas de ser uno de los posibles inspiradores del personaje de Alonso Quijano en El Quijote. Catalina de Salazar vivirá lejos de su marido bastante tiempo, ya que este viaja a otros lugares, por ello Miguel de Cervantes le permite legalmente realizar operaciones y negocios libremente.

En 1603 Miguel de Cervantes se trasladó con todas las mujeres de su familia (salvo la abadesa, a la cual visitó cuando la nombraron abadesa en Alcalá) a Valladolid, y suma una criada, dos amigas y la viuda de un poeta amigo suyo, Pedro Laínez. Sus hermanas trabajarán de costureras para la Casa Real de Felipe III. A partir de 1607 será su esposa Catalina quien empezará a gestionar todo lo relacionado con las impresiones y difusión de su obra literaria, ya muy famosa en ese momento. 

A todas estas libertades femeninas en su familia hay que sumarle sus experiencias con las mujeres fuera de su propio entorno familiar, experiencias que posiblemente en gran parte ignoramos. No olvidemos que en alguna de sus novelas ejemplares, como muy evidentemente en La gran sultana, doña Catalina de Oviedo, propone como solución al problema Mediterráneo entre cristianos y musulmanes el matrimonio mixto, el mestizaje, el sexo entre las diferentes religiones y razas.

El personaje citado de Marcela en El Quijote es todo un alegato sobre la libertad de la mujer sobre su propio cuerpo y sobre su propia sentimentalidad y su propia vida, pero hay otros personajes femeninos en su obra que muestran esa visión igualitaria en Cervantes, si bien no del todo desprendida de los valores de la Edad Moderna. Las sirvientas y campesinas de esa misma novela son las que cuidan de Alonso Quijano aunque siguen siendo incultas, pero por ejemplo el personaje de Dorotea es una mujer con resoluciones propias, aventurera y atrevida cual hombre del momento. También aparecen diversas damas que viajan solas por España, mujeres con poder, mujeres sin él, mujeres cultas e incultas, mujeres realistas y trabajadoras y mujeres que son pura ensoñación, como la propia Dulcinea, que no deja de ser una idealización de dama necesitada de los socorros y el cortejo del caballero y por ello mismo Cervantes la ubica en el mundo de lo irreal, de las distorsiones del mundo que hace Quijote. En numerosos casos es la mujer la protagonista de sus obras, aparte de alguna ya mencionada, por ejemplo se ve en La Gitanilla, una mujer que se gana la vida con su propio trabajo de artista nómada a la cual se le suma un noble enamorado, que deja su vida por adaptarse a la de ella, no siendo que sea ella la que se adapte a la de él.

Juan Francisco Peña nació en Segovia en 1952. Es Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense y Doctor por la de Alcalá de Henares, con la tesis El teatro de Francisco Nieva. Es catedrático de Literatura, ejerce en el Instituto de Educación Secundaria Complutense, en Alcalá, y es profesor honorífico de la Universidad de Alcalá, donde da clases a la Universidad de Mayores. Dirigió la revista Compluteca, donde repasaba la trayectoria de los escritores Premio Cervantes. Tiene dos libros de poesía, Hojas de insomnio, de estilo clásico y con prólogo de Francisco Nieva y de Lope Huerta, y Los sonetos del Quijote, que pretendía complementar la obra de Cervantes, en este libro es coautor y contenía ilustraciones del Centro de Estudios Cervantinos de Alcalá de Henares y un prólogo del reconocido poeta Luis Alberto Cuenca. Dirigió el Ciclo de Poesía del Corral de Comedias de Alcalá de Henares en los primeros años de la década de 2010.

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

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