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viernes, 23 de junio de 2023

De palacio a Casa de los Arqueólogos. Pasado y futuro del Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares

Título: De palacio a Casa de los Arqueólogos. Pasado y futuro del Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares
Autores: Luis Palop y María Carrillo Tundidor (coordinadores); varios autores (Arsenio Lope Huerta, Vicente Fernández, Gustavo Chamorro, Alfonso Dávila, Fernando Marías, Josué Llull, Daniel Gonzalvo, José María San Luciano, Rosa María Domínguez, L. Hernández, Ángel Pérez, Carlos Clemente San Román, Juan de Dios de la Hoz, José Luis González, María Rosa Cervera, Carlos Chamorro, Enrique Baquedano).
Editor: Comunidad Autónoma de Madrid / Museo Arqueológico Regional de Madrid (MAR).
Año de publicación: 2019 (1ª edición; introducciones de diversas autoridades).
Género: Arqueología; Arquitectura; Historia.
ISBN: 978-84-45138281

 

El pasado y reciente 2 de junio de este 2023 el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana aprobó la licitación para el concurso del proyecto de obra de reformas y recuperación del Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares, pero hay que remontarse a noviembre de 2019, cuando el Museo Arqueológico Regional de Madrid (MAR), ubicado en la Plaza de las Bernardas de esta misma ciudad, realizó una exposición temporal que se adentró varios meses en 2020. Trataba sobre este proyecto que varias instituciones y personas estaban trabajando desde hacía años: la recuperación del Palacio Arzobispal, cosa que parcialmente lograron con la idea de rehabilitar zonas en ruinas para albergar lo que se llamaría la Casa de los Arqueólogos, y que evidentemente, primero por el confinamiento y medidas contra la pandemia de Covid-19 en 2020 y después por diversos retrasos, se ha ido retardando en el tiempo. Como sea, en aquel momento la exposición temporal se acompañó de un lujoso y muy trabajado catálogo que es el libro más completo y actualizado que hay hasta la fecha sobre la Historia y la arqueología en el Palacio Arzobispal y que incluye el proyecto arquitectónico dicho. El libro, aún disponible en tapa dura, lo publicó el propio MAR junto al gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid, por lo que incluía introducciones de los cargos destacados del museo y del gobierno de la Comunidad. Se llamaba: De palacio a Casa de los Arqueólogos. Pasado y futuro del Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares. Tenía por formato la tapa dura, más o menos de grandes dimensiones, aunque apaisado aparentaba ser cuadrangular, pero era ligeramente rectangular. La cubierta fue maquetada en sepia, fingiendo un paso del tiempo sobre papel o fotografía, mostrando un grabado del siglo XIX donde una serie de personajes populares estaban dentro del desaparecido patio interior a causa del incendio de 1939.
 
Luis Palop y María Carrillo Tundidor ejercieron de coordinadores de varios autores que son a la vez autores de Alcalá de Henares. Por lo que los coordinadores quisieron que además esta obra fuera netamente alcalaína y con protagonismo de varias personas destacadas en sus investigaciones locales. Todos ellos fueron: Arsenio Lope Huerta (ex-alcalde de Alcalá de Henares e historiador local), Vicente Fernández (antiguo profesor de Historia e historiador local), Vicente Sánchez Moltó (archivero y cronista oficial de Alcalá de Henares), Gustavo Chamorro (farmacéutico local e historiador aficionado), Alfonso Dávila (ex-director del Archivo General del del Estado e historiador), Fernando Marías, Josué Llull, Daniel Gonzalvo, José María San Luciano (historiador local), Rosa María Domínguez, L. Hernández, Ángel Pérez (arquitecto e historiador local aficionado), Carlos Clemente San Román (arquitecto e historiador aficionado local), Juan de Dios de la Hoz, José Luis González, María Rosa Cervera, Carlos Chamorro y Enrique Baquedano (director del MAR desde que se fundó hasta la actualidad). Muchos, aún habiendo investigado mucha Historia local, no eran historiadores de profesión ni de formación, aunque algunos han hecho importantes aportaciones. En todo caso, es llamativo que algunos escriben tanto en los apartados de Historia como en los de arqueología y restauración (arquitectura), no siendo de formación universitaria ninguna de las tres cosas. Puede que todos o varios tengan en común ser parte de la asociación ARPA (Asociación para la Recuperación del Palacio Arzobispal). Como se sabe, como mínimo uno de ellos ya está fallecido, Arsenio Lope Huerta, muerto en 2021 y que en marzo de este 2023 recibió una estatua en bronce en la calle Libreros.
 
Como ya se ha dicho el libro estaba dividido en tres partes, I: Historia, II: arqueología y arquitectura, y III: recuperación e intervenciones. Cada parte tenía varios ensayos o estudios de los autores citados, centrándose cada uno en un aspecto concreto. En todo caso es de recordar que José María San Luciano ya había sido el protagonista del anterior libro más completo y avanzado sobre el Palacio Arzobispal en tiempos contemporáneos, fue en 2009, El incendio y destrucción del Archivo General Central, Alcalá de Henares, 1939 (publicado por Domiduca). Mientras que Carmen Román en 2019 había recuperado las ilustraciones del palacio en el siglo XIX realizadas por Valentín Carderera, en El Alcalá de Valentín Carderera
 
El proyecto de crear la Casa de los Arqueólogos no sólo era de ARPA, sino que se implicó de lleno Baquedano, como arqueólogo y director del MAR. En él se contiene lo que probablemente será una parte importante del futuro cultural de la ciudad, incluyendo un posible conflicto ecológico. Lo que se proyecta amenaza seria y claramente a los numerosos nidos de cigüeñas y águilas primilla que se ubican precisamente en los restos de las edificaciones ruinosas elegidas para levantar los espacios nuevos para esa nueva institución que será una institución local y autonómica más. Afectaría a una torre y muros de un edificio interior. Este espacio, visible desde el actual aparcamiento, tiene uno de los principales focos de habitación de estos animales, por otra parte protegidos, en amenaza de especie de extinción, objeto de la primera normativa protectora que hizo una ciudad en España, vigente desde 1989, símbolo de Alcalá, parte de su fauna y riqueza, y sí, también, atractivo turístico y parte de la cultura e Historia de la ciudad. Aves que de por sí suelen verse afectadas por los numerosos eventos culturales que se programan en el interior de las murallas medievales de este palacio.

Si es deseable recuperar de alguna manera lo perdido, no olvidemos que en esa pérdida tuvimos la ganancia de esa fauna que nos eligió y que ya se veía afectada por el cierre del vertedero, pero que se han beneficiado de comederos que se han construido. Todo proyecto debe pasar por respetarlas, y un uso humano de los lugares donde viven, aparte de obras de construcción previas, atenta contra ellas. Se debería estudiar cómo conservarlas en ese mismo sitio, o al menos como trasladar sus nidos, si es que eso es viable, dentro del propio recinto. Los expertos deberían comenzar a pensar en esto antes de que todo ocurra y, por no haberse querido hablar de ello, al final sólo lloremos lo perdido sin haber hecho nada por no perderlo. Sobre este aspecto ecológico, este catálogo no habla ni una sola palabra. No está en su interés, aunque es algo grave.

Si bien se han realizado diversas campañas arqueológicas en el Palacio Arzobispal, se ha creado un museo al aire libre con algunos de los restos por dentro del recinto amurallado y se escribió el libro de 2009 sobre su incendio, aún una buena parte de la población desconoce el pasado del Palacio, su papel en la Historia tanto de Alcalá como de España, y si acaso mal conoce a modo rumores su incendio en 1939. Por todo ello, la ciudad le debía al Palacio Arzobispal, que tanta influencia tuvo en la Historia local y la española, una exposición y un catálogo como este que le narrara de forma fácil y visual el pasado y el presente del Palacio, pero especialmente su destrucción y su recuperación arqueológica que nos ha dado la fisonomía que hoy día conocemos en su forma de ruinas principalmente, precisamente donde se explaya necesariamente este libro.
 
Contó en su elaboración con documentación de archivo, con testimonios de voces vivas aún, con el examen de numerosas piezas arqueológicas, con bibliografía antigua y actual, y hasta la maqueta que reproduce el palacio entre los siglos XVI y XVII, mostrando todas sus edificaciones, incluidos los miradores y las torres barrocas desaparecidas y los jardines con los que se recreó Isabel I "la Católica" en el paso del siglo XV al XVI y posteriormente el Cardenal Lorenzana y otros en el XVII. Unos jardines desaparecidos para usar su espacio en un horrible aparcamiento de tierra que sirve de antesala ocasional para el paso a conciertos y eventos del mercado cervantino. Más merecería la pena recuperar esos ajardinamientos que ahondar en el culto al coche aparcado, pero no está en el actual proyecto de futuro que se presenta ni la más mínima intención de recuperar esos jardines, por otra parte: alguna vez reivindicados por los historiadores del valle del Henares. Yo mismo se lo he oído en persona comentarlo informalmente el cronista oficial actual de la ciudad, Sánchez Moltó. Al menos lo hizo en el encuentro de los historiadores del valle del Henares hace unos años, yo entre ellos.

El Palacio Arzobispal comenzó a construirse en el siglo XIII por el arzobispo de Toledo Rodrigo Jiménez de Rada, a partir de las murallas de lo que era un qun musulmán (una especie de acuartelamiento amurallado). Albergó arzobispos toledanos y reyes castellanos a lo largo de la Edad Media, siendo escenario del tratado entre los reinos de Castilla y de Aragón en 1308 para intentar conquistar Granada, la reunión de 1348 de las Cortes Castellanas, la muerte accidental de Juan I de Castilla en la Puerta de Burgos en 1390, la participación alcalaína por parte del Arzobispo Carrillo a favor de Juana "la Beltraneja" en la Guerra de Sucesión Castellana de 1475-1479, la residencia y planes de transformación del Cardenal Cisneros, la primera entrevista de los Reyes Católicos con Cristóbal Colón en 1486, el nacimiento de Catalina de Aragón, también el de Fernando I de Austria, un breve momento de estancia en el presidio del rey Francisco I de Francia en España, diversas modificaciones entre 1523 y 1545, el intento inútil de cura milagrosa del primogénito de Felipe II con los restos de San Diego, las reformas y ajardinamientos nuevos en los primeros años del siglo XVII, la pernocta de Carlos III a su llegada a España antes de entrar en Madrid para su coronación en 1759, la residencia de las tropas francesas durante la Guerra de Independencia de 1808 y hasta su ida en 1813 (José I pasó alguna noche en Alcalá, pero no se hospedó aquí), la desamortizaciones de 1841 y de 1855, acusando ruina en 1857, su nombramiento como Archivo General Central en 1858, lo que hace que tenga diversas reformas desde 1860 (no obstante en los siglos previos albergaba de por sí numerosos documentos para la administración del Estado), su apogeo como archivo estatal en 1926, su incendio accidental y destrucción de su mayor parte artística y arquitectónica recién terminada la guerra civil en 1939 por usarse sus instalaciones con vehículos y material bélicos, lo que supuso la pérdida de mucha documentación, pero no tanta como podría haber sido pues se había comenzado a trasladar décadas atrás la documentación más antigua al Archivo Histórico Nacional, la demolición de los restos de las alas norte y este, la pérdida de jardines y huertos, la recuperación en los años 1990 de parte del edificio del seminario y sus estudios históricos y arqueológicos, el cese por parte del obispado del usufructo de los solares y patios al ayuntamiento de Alcalá de Henares en 1998 coincidiendo con el nombramiento de Patrimonio de la Humanidad (momento en el que se inició la recuperación y rehabilitación de varios espacios en estado ruinoso), el uso de su interior para conciertos y fuegos artificiales en ferias de agosto y mercados cervantinos en octubre y representaciones del Don Juan en noviembre, la programación de un proyecto de recuperación arqueológica por parte del Museo Arqueológico Regional de Madrid a partir de 2014, la transferencia en 2017 por parte del ayuntamiento del usufructo de los solares y patios del Palacio a la Comunidad Autónoma de Madrid para que el Museo Arqueológico Regional desarrolle su proyecto, y definitivamente la presentación pública de este proyecto, llamado Casa de los Arqueólogos, a través de la exposición y su libro en 2019-2020, hasta llegar  al momento en el cual nos encontramos en 2023: la aprobación de la licitación del concurso de proyecto de obra para empezarlo.

El Museo Arqueológico Regional estos últimos años tuvo una ampliación física a costa de los solares de lo que fue la antigua comisaria de policía de Alcalá, la cual fue demolida para construir esa ampliación, así como otra ampliación menos llamativa al usar los locales de lo que fue la antigua oficina de la seguridad social en la calle Rico Home con Santa Catalina para actividades de investigación y biblioteca de momento, que pasó al Paseo de la Estación. Lo que presentan ahora es un proyecto ambicioso donde también interviene la Asociación para la Recuperación del Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares (ARPA). No se trata de reconstruir las antiguas edificaciones, cosa no imposible, visto lo visto en nuestros días en Notre Dame de París o el propio alcázar de Segovia muchos años más atrás. Se trata de recuperar espacios edificados y aprovechar, como mucho, los restos de algunas de las torres y muros que quedan en pie en estado ruinoso. O en otras palabras: se va a hacer arquitectura actual siguiendo parte de las ubicaciones antiguas de otras estructuras y aprovechando algunas de las partes que se podrían rehabilitar.

La idea es crear en esos nuevos espacios las infraestructuras futuras gestionadas por el museo para la investigación de los arqueólogos, incluyendo salas de estudio, biblioteca, archivo, no sé si para hacer algunas investigaciones de tipo material y experimental. Desde luego sería una modernización y una actualización del concepto del papel de los museos en la actualidad investigadora y cultural. Será un nuevo aporte que anotarse en su haber Alcalá de Henares en su contribución al conocimiento. Sólo queda pendiente tratar que cigüeñas y águilas primilla no se vean seriamente afectadas. La parte ecológica es su punto muy alta y gravemente en contra, pero ¿hará algo la ciudad al respecto? Por parte del ayuntamiento ya se verá, porque el propio ayuntamiento anterior con liderazgo del PSOE y con coalición con Somos Alcalá primero y Ciudadanos después, dio su apoyo, ahora, en manos del PP desde este mismo mes de junio en coalición de Vox habrá que verlo. Por un lado la propia normativa municipal obliga a proteger a las cigüeñas, por otro lado Vox es negacionista de las cuestiones ecológicos, alegando que es una cuestión ideológica y ellos apuestan por el desarrollo entendiendo este por la construcción sin parar a costa de todo espacio y ecosistema natural si es necesario, y entendiendo por desarrollo oportunidades económicas de altos beneficios que, por lo común, siempre suelen recaer en las mismas personas: los que más tienen, que son pocos frente a los muchos ciudadanos que creen que el beneficio es algo más que hacer dinero. En todo caso, este proyecto trasciende más allá del ayuntamiento, pues recae también en la Comunidad de Madrid, el MAR, el arzobispado y, hemos de creer, en el Ministerio de Cultura, tal vez también en el de Fomento.
 

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 17 de junio de 2023

Dos suspiros sobre la almohada

Título: Dos suspiros sobre la almohada.
Autores: Maribel Domínguez Duarte y José Eduardo Mohedano.
Editorial: Ediciones Vitrubio.
Año de publicación: 2021 (1ª edición; prólogo de María Morales Santos).
Colección: #poesíatatoo.
Nº de volumen en la colección: 1445.
Género: Poesía.
ISBN: 978-84-123957-1-6

 

Si el primer libro de Maribel Dominguez fue un libro colaborativo con otras dos poetas más en 2018, Nombre de mujer, su segundo libro volvió a serlo, ahora con un poeta, José Eduardo Mohedano Córdoba. Fue Dos suspiros sobre la almohada, publicado en 2021 por Ediciones Vitrubio, dentro de la colección #poesíatatoo, como volumen 1445. Se vendió con marcapáginas creados para ellos. Tenía el libro una cubierta blanca que reproducía una acuarela de Eugenio Rivera, que además maquetaba el libro. Mostraba una mano de mujer enlazada a una de hombre sobre una sábana blanca, en una más que evidente alusión al acto sexual. Se iniciaba el libro con un prólogo de María Morales Santos que nos desvela que el poemario lo inicia un poema de Maribel Domínguez y lo cierra uno de José Eduardo Mohedano, sucediéndose entre medias una especie de diálogo entre ellos al alternar los poemas del uno y el otro. Nos lo desvela, pues en la contraportada lo que nos dice el editor es que el poemario está escrito a dos voces, una poeta y un poeta, sin que se diga qué poema es de cada cual porque "en el amor todos somos lo mismo y nadie es diferente". En todo caso, el estilo de cada poeta es muy identificable porque tienen diferencias notables, a pesar de que en temática y enfoques no están lejanos entre sí, pero sobre todo se les distingue porque en numerosos poemas de José Eduardo la voz se escribe en primera persona del masculino, ocurre menos que Maribel escriba en primera persona del femenino, pero a ella la delata en algunos poemas vivencias sexuales y corporales evidentemente femeninas, aunque bien es cierto que ella habla del erotismo y el sexo en su poesía de una manera en general válida tanto para la vivencia de la mujer como de la del hombre.  

Ya hablamos de algunos datos biográficos de la alcalaína Maribel Domínguez como autora, actriz de teatro y locutora en el anterior libro. Se puede añadir a lo que se ya se dijo que aparte de pertenecer al Taller de Poesía Grupo Cero Alcalá de Henares, pertenece también a la Asociación de Escritores de Madrid, así que como actriz pertenece al grupo Thythia Teatro. 

 De José Eduardo Mohedano podemos decir que nació en Madrid. De hecho el libro se escribió entre Alcalá de Henares y Madrid. Es poeta, narrador, ensayista y dramaturgo. Fue premiado en el concurso de cartas de amor de Puertollano en 2017 (Ciudad Real, Castilla-La Mancha). Él ya había publicado con Vitrubio el libro Las nueve agujas del reloj. Igualmente es miembro de la Asociación de Escritores de Madrid, y en su caso lo es también de la Asociación de Autores de Teatro. Ha participado de alguno de los eventos culturales de Alcalá de Henares.

El poemario se trata de un poemario de poesía erótica que en numerosas ocasiones traspasa el erotismo para recrearse de manera delicada, metáforas y perífrasis en escenas explícitas que podrían tenerse por pornografía, pero también hay bastantes poemas que atan igualmente de manera delicada, metafórica y con perífrasis lo sexual con lo sensual y con lo emocional, especialmente en los poemas de Maribel, por lo que el sexo, explícito o no, es expresión del amor o de lo emocional. En ese sentido hay algo de sentido romántico e incluso de una idealización del amor propia de los poemarios de amor del siglo XIX, solo que al introducir el sexo, quedan afectados de algo de la poesía contracultural del siglo XX. Tiene más cercanía a los poemarios románticos del XIX, eso es así, pero en los poemas de José Eduardo hay un mayor contenido de la carnalidad y la pasión del sexo como culminación de la atracción sexual, en lugar del amor en sí.

Tenemos como ejemplo de la poesía de Maríbel Domínguez en este poemario el siguiente poema:

Apaciguada la noche,
disfrazada de soledad por tu ausencia,
recojo unas gotas de esperanza y deseo,
las destilo en un rincón ardiente
de un anhelo erguido, deseante y puro.

Imágenes de suaves embestidas
acompañadas de tiernos besos,
ese dulce trago de ambrosía
sin otro testigo que tu piel desnuda.

Caricias susurrantes,
deseo desatado,
esta fiebre fría que escapa a la monotonía,
pasión que serpentea por este laberinto errante
que no cesará hasta encontrarte
en la latente madrugada que siento todavía.

Maribel tiende a unos poemas breves que suelen tener cierto romanticismo, como ya se ha dicho, y que pretende atar lo sexual a los sentimientos emocionales del amor, el deseo y lo sensual. El sexo es traducción de amor. En algunos poemas, de hecho, el amor frustrado y la espera sin recompensa se traduce en recuerdos y melancolías de elementos sugerentes como besos leves, susurros de voz o algo compartido en el pasado. Los momentos de cama, especialmente los posteriores al sexo, son los que levantan la mayor emocionalidad, como algo que ha confirmado un amor que se siente recíproco y promete una vida compartida, o como mínimo, si no una vida, un futuro prometedor con la otra persona, sea el tiempo el que dure el sentimiento mutuo.

En cuanto a los poemas de José Eduardo, pongamos por ejemplo lo siguiente:

Ahora mismo quisiera yo
saciar la avaricia perentoria,
que me bajes la cremallera
e introduzcas la mano
persiguiendo el sonido del viento
hasta que encuentres el cetro,
porque tuyo será el gobierno
en el reino del placer,
y cuando empieces el recorrido
por tus nuevos dominios
rasga mi ropa en jirones
para hacernos el amor
como dos desharrapados
que esculpen bajorrelieves
en somieres tapizados.
(...)

Los poemas de José Eduardo tienden a ser extensos y ocupar varias páginas. También tienden habitualmente a usar una poesía con métricas y recursos formales. Para él, como se ha dicho, la carnalidad y la pasión del sexo viene a ser la culminación de la atracción sexual, más que lo más elevado de un amor mutuo profundo y propio del amor romántico. En él no es tanto lo sensual como lo sexual. Abunda en referencias salidas de poesía amorosa ya no tanto del siglo XIX, sino de la poesía española de los siglos XVI y XVII, se puede ver en varias imágenes que nos filtra y en el uso de personajes tipo caballeros, espadas, y demás, o, en el caso del ejemplo, el asunto del cetro y el gobierno. Puede incurrir en posibles obscenidades aún usando vueltas para decirlas. Los poemas que reflejan anhelos y soledad en su caso hacen referencia a mujeres que no le correspondieron, a lo que él hace alusión al sexo onanista, que es otro tipo de erotismo, el personal e individual. 

Es un libro colaborativo que sin duda tuvo un objetivo común y un entendimiento entre sus autores, donde además sabían perfectamente que querían crear un libro de poesía erótica con las visiones de una mujer y de un hombre. Quepa la duda de si a la hora de elaborar el libro ambos se iban comentando los poemas que iban creando o simplemente hubo una puesta en común de los elaborado. En todo caso, esta es la obra.

NOTA 25 DE NOVIEMBRE 2023: En octubre de 2023 Maribel Domínguez publicó una pequeña selección de nuevos poemas de ese mismo año en un pequeño fanzine (revista contracultural) de bolsillo en colaboración con la ilustradora y maquetadora Zia Mei. Se llamó Cortoletrajes y ropa de cama. Lo editaron ellas mismas con prólogo de Carlos Fernández. En él también se incluían enlaces de código QR para, con ayuda de un dispositivo con lector QR, poder oír algunos de sus programas de radio en Radio Creactividad, pues ambas hace "Ola de entretiempo", donde repasan la cultura de Alcalá de Henares. Se combinaban los poemas en prosa con otros en verso, acompañados de ilustraciones en el estilo de Zia. En ellos se traslucía una mezcla entre el amor propio y el valor de la libertad con un amor acabado aunque sin dejar mal sabor. 


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

lunes, 12 de junio de 2023

Nombre de mujer

Título: Nombre de mujer.
Autoras: Esther Núñez Roma, Maribel Domínguez Duarte y Gloria Gómez Candanedo (textos); Miguel Óscar Menassa (ilustraciones).
Editorial: Grupo Cero.
Año de publicación: 2018 (1ª edición).
Colección: Poesía 2001.
Género: Poesía; Ilustraciones.
ISBN: 978-84-9755-213-4

 

En el año 2018 se publicaba un libro de poesía escrito por tres poetisas noveles que además eran de diferentes generaciones. Ellas eran Gloria Gómez Candanedo (León, 1955), Esther Núñez Roma (Madrid, 1967) y Maribel Domínguez (Madrid, 1971). El libro era Nombre de mujer, un libro muy evidentemente orientado a la poesía femenina, aunque algunos poemas tratasen temas universales. Las tres tenían unas inquietudes culturales que las llevaron a coincidir en ser integrantes del Taller de Poesía Grupo Cero en Alcalá de Henares desde 2010, aunque al menos una de ellas, Maribel Domínguez, también participaba de grupos teatrales de la ciudad. El taller estaba coordinado por Carlos Fernández del Ganso. Era un taller adscrito a la Escuela de Poesía Grupo Cero, asentada en Madrid capital y dirigida por Miguel Óscar Menassa, poeta argentino nacido en 1940, pero también médico y psicoanalista. Precisamente de él parte un grupo literario desde Madrid capital que intenta aunar la poesía y el psicoanálisis, así como fomentar los beneficios de la literatura en la mente humana para liberarse. Con ese sentido Menassa ya estaba publicando desde 1997 una revista literaria que mezclaba psicoanálisis llamada Las 2001 noches, revista de poesía, la cual sigue en activo en este 2023 y de la cual se editó un libro recopilatorio. Esta revista se repartía tanto en Madrid capital como en las localidades del Valle del Henares, siendo que en Alcalá de Henares su distribución aparecía en las facultades de la Universidad de Alcalá. En 2011 Menassa publicó una segunda revista que duró hasta 2015, Extensión universitaria, revista de psicoanálisis, que se publicó en Madrid y se repartió también en las facultades universitarias de Alcalá. 

Aquel año de 2011, un año después de que Esther Núñez, Maribel Domínguez y Gloria Gómez hubieran entrado a ser parte del taller de poesía en Alcalá de Henares, comenzaron a publicar algunos de sus poemas en la página de la propia escuela. Ese año Menassa empezaba una tercera revista, Poesía es salud, revista del Corredor del Henares, publicada expresamente para los municipios del Corredor del Henares y teniendo por centro de distribución principal Alcalá de Henares en sus centros universitarios y bares. Esta revista duró hasta 2013. Eran en cierto modo revistas dedicadas por un lado a fomentar las ideas literarias y de psicoanálisis de Menassa, a la par que fomentaba su escuela, su corriente literaria y atraía a posible alumnado de sus talleres de creación literaria. Eran revistas gratuitas, por tanto, accesibles a la ciudadanía en general.

En octubre de 2012 la escuela y los talleres derivados de la misma iniciaron un nuevo paso fomentando recitales públicos. Las tres autoras de este libro dieron su primer recital de poesía desde una página de Internet que crearon para ello, Balcones de poesía y luna, desde donde además se fomentó la poesía de grandes nombres de la Literatura universal, especialmente hispanohablante, así como las obras y trabajados de los alumnos de todos los centros de Menassa. La iniciativa evolucionó a que en 2014 Menassa diera el paso de crear una revista nueva, esta vez expresamente de Alcalá de Henares, llamada Balcones de poesía y luna, de carácter trimestral y presentada en junio en la Junta Municipal del Distrito IV de Alcalá de Henares, cuya esencia principal era que cada número se dedicó a un poeta conocido determinado. La revista duró hasta 2018-2019.

A partir de aquí el taller y sus componentes tratan de participar de recitales y crear los suyos propios con sus propias ideas de cómo ha de ser la poesía y cómo se ha de recitar o interpretar. Bares alcalaínos como El Ágora, en la calle Caballería Española, les acogieron numerosas veces entre otros espacios. A título particular fue frecuente ver a algunos de los componentes en los recitales de El Labortorio (2015-2016), como Maribel Domínguez, lugar donde entabló amistad con Zia Mei, con quien actualmente codirige el programa de radio "Ola de entretiempo", en Radio Creactividad, desde el que se fomenta todo tipo de cultura y creadores de Alcalá de Henares. Iniciaron tal programa en octubre de 2019.

Esther Núñez, Maribel Domínguez y Gloria Gómez fueron publicadas conjuntamente en el libro del que hoy hablamos, Nombre de mujer, en 2018. El editor fue el Grupo Cero, dentro de la colección propia de Poesía 2001, cuyo nombre hace referencia a la primera y más próspera revista iniciada por Miguel Óscar Menassa. Es evidente una apuesta muy personal de él. De hecho la portada contaba con un cuadro suyo con tres rostros de miradas de mujer enmarcados en violeta, así como las páginas interiores tenían numerosas ilustraciones suyas conceptuales de retratos de mujer que, por otra parte, suelen aparecer habitualmente en varias de sus revistas.

El libro se divide en tres partes, cada una perteneciente a cada autora: "El barrio", de Esther Núñez; "Atravesando la frontera", de Maribel Domínguez; y "Raíces", de Gloria Gómez. La división es meramente para diferenciar cada voz, porque aunque es verdad que cada una tiene una peculiaridad, las temáticas se repiten entre las evocaciones del recuerdo del pasado familiar o íntimo, la niñez, la guerra, la construcción de imágenes que tienen reflejo en los sentimientos, el amor entrando en lo erótico ligado al sentimiento que provoca y algún poema de confesión personal de algo. Los tres bloques mantienen más o menos la aparición de esas temáticas, lo que hace pensar que probablemente son poemas que fueron seleccionados para estar en libro, pero creados a partir de posibles ejercicios literarios del Taller Grupo Cero. Ligados, indudablemente, a la idea de Literatura y psicoanálisis, de introspección y reflexión interior. 

Los poemas de Esther Núñez se acogen mucho a la métrica y las estéticas más formales, aunque en más de una ocasión rompe en versos libres en medio de esos poemas largos de métrica formal. Se libera en ese sentido. Sus poemas abundan en lo introspectivo de recuerdos y sentimientos personales muy íntimos. Nos invita de ese modo a conocer su mundo interior y su propio pasado, que la forma tal cual es hoy. A menudo hace referencia a la propia historia familiar, aunque menciona guerras y uniformes que no parecerían corresponder en principio con una realidad, sino con la adquisición de un personaje hablando en primera persona, ahora bien, pueden ser referencias reales incluso si se han pasado a metáfora; esto es: puede que use el tema de la guerra para transformarlo en algo diferente que habla en realidad de su pasado personal, como por ejemplo el homenaje a un pasado y un amigo de la infancia.

(...)
Aquel barrio no morirá jamás
ya no nos pertenece
y se ha de vencer la batalla
donde los soldados conservan la misma firmeza.
No volveremos a salir en fila de a dos
como colegiales asustados después de una despedida,
ya los temores arrullados, se desvanecieron.
(...)

Maríbel Domínguez prefiere desarrollar más los temas eróticos ligados al amor. A la hora de escribir se siente más libre de las formalidades métricas. Aunque no renuncia a recurrir a la rima consonante más de una vez, Maríbel encuentra su expresión en liberar lo que tiene que decir de las formas preestablecidas. Se permite homenajear a sus padres y también a un cantaor de flamenco de Alcalá de Henares, El Carbonilla, muy fecundo esos años en recitales de Alcalá. Pero, aunque aparecen las temáticas comunes citadas en los tres bloques, ella abunda en lo erótico. Analiza incluso los efectos de la voz o el tacto del otro en su propio ser. Su poesía es una poesía del amor sentimental, pero no precisamente del más platónico, sino claramente enraizado con lo carnal, con lo sensual y lo sexual. La voz del nombre o el olor del otro cobra aquí un sentido de amor sensualizado muy ligado al amor como sentimiento. Juega así con una serie de identificaciones entre lo mental y lo carnal.

(...)
Sentir la sinuosa orografía
de tu mirada en un arpegio infinito
saboreando cada sílaba de tu nombre
en mi pecho, que danza a oscuras
cabalgando sobre el delirio de tu boca.
Rozar la locura del perfume de tu piel.
(...)

Gloria Gómez cierra el libro con el bloque que tiene los poemas más densos en extensión tanto de los poemas en sí, como en el uso de versos muy largos, casi prosaicos. Sin embargo, no llegan a ser tan prosaicos, puesto que ella es de las tres la más apegada a usar formulismos de rima y musicalidad. Usa un léxico complejo, con palabras muy cultas. Quizá uno de sus poemas más bonitos sea el dedicado a su hijo Javier en el propio recuerdo de ella cuando él nació. Ella habla sobre todo en primera persona del plural, instando a una identificación de igualdad de condiciones entre el lector y ella como autora. Para ella el pasado debe servir ante todo para encaminar el futuro, el futuro además conjuntamente, como ayuda mutua. "No estamos solos", afirma. Lanza en ese sentido varios mensajes a la gente más joven. Es un poemario de invitación a la superación y al mensaje de que nadie está del todo en soledad, pero es cierto que el recuerdo del pasado en algunas partes de estos poemas tienen un cierto sabor de melancolía. En todo caso, el mayor recurso de Gloria es la construcción de imágenes para atarlas a lo emotivo y lo sentimental. Lo material cobra un sentido de vida en el interior de uno mismo.

Volver de nuevo a esta sala sombría,
con mirada atenuada hacia el norte;
encontrar la alfombra tendida, vacía
de tus pasos;
las tazas abandonadas en la alacena,
el cestillo que guarda los encajes trenzados
de una época,
evocando la gracia de tu gesto perdido.

(...)

Todo permanece en el lugar;
el viejo molino, el sauce del estanque,
el río que cruza la ciudad
ensalzando tu gracia
olvidando tu soledad.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

viernes, 2 de junio de 2023

Otredad / Cuando los recuerdos se evaporan

Título: Otredad / Cuando los recuerdos se evaporan
Autor: César Sobrón. 
Edita: César Sobrón Fernández (autoedición).
Imprenta: Safekat.
Año de publicación: 2023 (1ª edición; Prólogo de Daniel L.-Serrano "Canichu").
Género: Poesía.
ISBN: 978-84-09-50992-8
 

El muy prolífico César Sobrón, que lleva escribiendo desde la década de 1970 y publicando desde la de 1980 más de una treintena de libros tanto de poesía como de prosa, ese autor tan apegado también a la musicalidad, nos presenta en un volumen dos libros en este 2023. Pareciera que publica un libro, pues el lector suele tender a confundir el objeto material con el intelectual. Son dos libros en un solo volumen. Otredad abre nuestras delicias de leer poesía y, tras estas palabras a modo de esos "interlogos" que en la parte trasera de las corbatas unen los dos extremos de la tela anunciando al fabricante, podemos continuar con Cuando los recuerdos se evaporan. Quizá puedas preguntarte si se trata de dos libros que forman dúo, una primera y segunda parte. No lo son. Sin embargo, aunque ambos son diferentes y sus temáticas apuntan a otra cosa, bien leídos con reflexión podemos entender que de lo que se desprende en Otredad tenemos que se nos explica cómo se ha llegado al cariño humano y familiar que se desprende de manera intima de los poemas de Cuando los recuerdos se evaporan. Dos mundos que son uno.

El libro ha sido autopublicado por César Sobrón, como es ya una marca propia que le garantiza el resultado exacto que él quiere en su obra. Ha sido maquetado de nuevo por Zia Mei, incluyendo ilustraciones en las portadas, y contiene el citado "interlogo" que funciona de enlace entre los dos libros escrito por quien esto escribe, Daniel L.-Serrano "Canichu".

Cuando fue surgiendo Otredad no estaría en la mente del poeta esa relación con el libro que le sigue, aunque pudiera que poemas de ese segundo libro estuvieran surgiendo. Los caminos de la vida llevan a los poetas a menudo a tener una mente tan activa en todas sus preocupaciones que ocurre que poemas que encajan para unas cosas no encajan para otras que van mejor en otras tonalidades, siempre y cuando el libro no sea una recopilación de poemas, sino una obra pensada y con dirección, como es el caso en cada libro. Que de las reflexiones poéticas del primer libro pueda sucederse la consecuencia de los hechos del segundo es una afortunada secuencia, pese a lo dramático.

Dramático, sí, pero en César Sobrón nunca hay dramatismo total. En su forma de comprender la vida el amor y la fusión con el otro, la empatía más humanizada, es lo que mueve el mundo. Lo lleva en la sangre el propio autor en su vida diaria y suele reflejarse en diferentes grados en el resto de la obra. Hay siempre optimismo ante la vida y consejos para el viaje propio de cada lector.

Otredad pudiera servir de enorme prólogo a Cuando los recuerdos se evaporan, aunque es evidente que más de la mitad del volumen es ese primer libro. En él, en una serie de poemas breves, en los que César Sobrón se siente cómodo y se desenvuelve de manera sencilla también reflejo de su propia forma de entender la vida y las relaciones sociales, nos despliega toda una filosofía de vida. La otredad es el estar uno dentro del otro, el reflejo del uno en el otro, la empatía del uno al otro y la comprensión de los qués del otro. Otro que incluso en el primer poema se refleja que puede ser uno mismo, reflejado en el espejo, pues uno mismo cambia y no sólo cambia, sino que se puede ver desde su ombligo mientras el espejo le refleja su cuerpo entero.

Se analiza a lo largo de todos estos poemas las razones de egocentrismo desde la crudeza de la realidad de que somos en tanto no porque nos veamos, sino porque nos ven y cómo nos ven, del mismo modo al revés. Tiene en ese sentido un cierto punto de existencialismo.
 
(…)
Pero nosotros somos otros,
somos ellos. Ellos lejanos
ellos lejanos para los ojos ajenos.

Parte de esta idea sencilla sobre el cuestionamiento de los autoengaños y de los reconocimientos del otro, del yo, del tú, él, nosotros, vosotros y ellos… y del ello. Del ello porque los poemas se irán complicando en la temática desde una propuesta de versos sencillos de entender y dulcemente musicalizados por la repetición de fonemas. Como los libros de filosofía, se parte de los cimientos estableciendo una base muy básica para ir a lo más complejo. De ese modo comienza a hablar de las personas cosificadas, de la necesidad de los reconocimientos al otro, de los que usan sus ideas propias para someter al resto a ellas, de los inmigrantes que mueren en el mar buscando el cambio de su realidad de África a Europa… y en medio de todo esto las trampas que torpedean precisamente que fluya la sinceridad entre nosotros y permitan así hacer una vida más utópicamente feliz, trampas como los que mienten o se mienten a sí mismos, la arrogancia, o los que valoran las cosas más efímeras ignorando que la vida se compone de valores más universales.

(…)
Seducir a los esclavos
para que luzcan sus cadenas
con orgullo por las calles,
atados de pies y manos
con férreo bozal en la boca.
(…)

Hay en el poemario una doble vertiente entre lo más puramente humano como mensaje para vivir la vida mejor reflejándonos en el otro y dejando reflejar al otro, pero también un claro mensaje muy unido que lleva a la denuncia social. Probablemente sea el libro con más denuncia social de César Sobrón. Pero el lector ya habrá leído todo esto cuando esté leyendo este interlogo cuyas palabras van después. O no. Yo no lo sé. Por lo que le sobren estas explicaciones.

Comprender al otro es todo un preludio al cambio de tono en Cuando los recuerdos se evaporan. César Sobrón nos prepara para entender que buena parte del amor es en su mayoría la identificación con el otro y que es el amor el que compone el mundo, al menos, lo mejor del mundo. ¿No sería deseable vivir en un mundo mejor, o sea con más amor? Pues ahí entra en juego la otredad. Ponerse en el lugar del otro y el otro en el nuestro. Filosofía y poesía que caminan por la utopía, pues el mundo es mundo e incluso en la aplicación del amor existe la distopía… y hasta la ucronía que nos lleva a engaños y a infelicidades por deseos en falso. Pero lo de Sobrón no va por ahí, va por presentarnos todo un modo de entender la vida: el amor. El amor entendido ampliamente, el amor al otro y el amor a uno mismo, el amor a la vida, el amor a la existencia entera.

Por eso llegamos a Cuando los recuerdos se evaporan y se nos llena el alma de drama. Este segundo libro es un poemario más breve, pero más intensamente íntimo. Dedicado a familiares del autor, nos relata a lo largo de varios poemas más viscerales, pero reflexionados, la evolución de cómo el “yo” de una persona se va evaporando poco a poco a través de una enfermedad neurodegenerativa, el Alzheimer, la cual lleva al que padece a una regresión progresiva y a unos olvidos vitales que desembocan al cabo del tiempo en la muerte.

Al mismo tiempo queda reflejado el amor del autor hacia ese “yo” que desaparece. La existencia de ese “yo” sólo queda garantizada a través de la otredad de quien le quiere, quien está con él. Ahí está el amor, construido esencialmente de otredad.

Una mirada serena.
Un abrazo tranquilo.
Un leve suspiro.

Pero el poemario trata de empatizar y meterse en la cabeza de la persona que no se reconoce en el espejo, que no controla su esfínter, que no sabe quién es el otro. Describe un panorama desasosegante visto desde fuera, pero tratando de entrar en la mente de quien pierde precisamente la mente.

Sólo cuenta el instante,
la acción del momento.
El pasado murió.
El futuro no existe.
(…)

He aquí que de la utopía defendida en Otredad, llegamos a la distopía de Cuando los recuerdos se evaporan. Llegamos al choque de la idea con la realidad. Y sin embargo César Sobrón lo hace con tanto cariño y comprensión, con tanta otredad, que lo que pudiera ser un poemario oscuro y angustiante él lo hace ejemplo de amor y vida hacia el otro, en ayuda del otro.

Otredad y Cuando los recuerdos se evaporan no son primera y segunda parte de una sola obra, son dos obras diferentes, pero son dos obras que se explican entre sí tanto que su hermanamiento y enlazamiento en un único volumen en su primera edición es un acierto del poeta. De lo que pareciera un libro de reflejo de vida sale otro que da un giro de efecto y nos descubre para qué sirven las ideas: para vivir, para hacer un mundo mejor. La otredad: el amor al otro.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".
Publicada como "interlogo" en el volumen con los dos libros.