sábado, 1 de noviembre de 2025

La invasión de los girasoles mutantes

Título: La invasión de los girasoles mutantes.
Autor: Pedro J. Maza (Doctor Spawlding).
Blog (Bitácora): Weird Tales.
Año de publicación: 2008-2010 (1ª parte, a tiempo real entre el 23 de septiembre de 2008 y el 17 de diciembre de 2010); 2015-2017 (2ª parte, a tiempo real entre el 25 de mayo de 2015 y el 31 de octubre de 2017).
Género: Novela; Ciencia Ficción; Fantasía; Distopía.

 

La Literatura actual en el siglo XXI es más compleja en sus formatos en cuanto a que admite más medios. No sólo cuenta ya la literatura publicada en libros, incluso en prensa. Parece que nos hemos olvidado que hubo siglos en los que se publicaba en rollos, también en piedras, arcillas y paredes o que incluso antes de pasar a palabra escrita fueron historias que se crearon de manera narrada con la voz, como en tiempos de la Antigua Grecia o buena parte de los juglares medievales. Hay quien se ha escandalizado porque Bob Dylan ganara el Premio Nobel de Literatura, siendo compositor de canciones, olvidando que Homero compuso su obra para ser cantada, rapsodiada, no leída. Después de Dylan recibió el reconocimiento de aquel galardón gente que escribió periodismo en un blog (una bitácora personal). Son los tiempos modernos, parte de ellos. Aquí ya se ha reconocido a algún autor cuya obra principalmente se ha conocido a través de Internet o en recitales orales, y se le ha nombrado cuando publicó en papel. Pero ya hubo un excelente autor de humor que recibió su reconocimiento en estas notas por su colección de relatos breves (que funcionan como pequeña novela), Diario de conocimiento (2020), y él es Iván Casquete. Obra que, por cierto, he impreso en papel para mi propia biblioteca personal de alcalaínos, y aquí la tengo en mi uso propio. La disfruto. Yo mismo he escrito algunas de mis obras a tiempo real en mi bitácora Noticias de un espía en el bar, y luego han pasado a papel algunas, publicadas en libros. Y aún tengo una amiga que escribió brevemente una pequeña bitácora de ensayos que puede funcionar igualmente del mismo modo. Toca ahora reconocer a otro de estos autores que no han publicado en libro de papel, lo han hecho en blog. Se trata de uno ya presentado en estas notas, aunque como poeta Pedro J. Maza, ya que fue incluido en la antología de autores complutenses actuales Veinte poemas asoman... en un invierno... (2016). 

Como poeta, Pedro J. Maza, compartió parte de su obra en otro blog personal, Lost in the blues (anteriormente: Entre las sombras). Publicó allí entre 2016 y 2019. Eran poemas de un estilo más conocido fuera de España, en el mundo anglosajón, el llamado la nueva carne. Tuvo en esos años bastantes seguidores entre las personas de los ámbitos más subterráneos de la cultura, en el sentido de ser lo que en Inglaterra se diría underground, y en España contracultura. Uno de sus caminos, uno cercano a lo extremo y lo duro. Aunque Pedro venía de más allá, pues, con quien esto escribe, realizó de adolescente la revista El Recreo en los años 1996-1999, del Instituto de Bachillerato (hoy de Educación Secundaria) Cardenal Cisneros, junto a las murallas medievales.

La obra que hace presentarle hoy la publicó en su blog Weird Tales. Cobraba el nombre de un género muy estadounidense y muy popular en el siglo XX, el cual se publicaba habitualmente por entregas en periódicos o revistas, o bien en pequeños libros de bolsillo, tapa blanda y mala calidad de papel (por lo que a veces eran llamado pulp fiction -ficción en pulpa, en referencia a pulpa de papel-), con habituales cubiertas con ilustraciones muy coloridas a veces violentas, a veces sexuales, algo sensacionalistas, y con precios muy bajos y populares. Se escribían de estas novelas muchos tipos de historias, de pistoleros, de misterio, de terror, de amor, de ciencia ficción, esos eran los géneros más habituales. Pero las más popularmente conocidas como weird tales eran  aquellas que hacían referencia a historias muy extrañas, fantásticas, a menudo eran ciencia ficción o terror. Además tenían una concatenación de escenas de acción sin parar, con seres extraños, y un elenco más o menos grande de personajes, aunque no se ahonda de verdad en la psicología de ellos en ninguno, ni siquiera en los protagonistas. Todos empiezan a entrar en espiral a actuar en hechos que cada vez les comprometen más y más, pero no se explica nunca ni lo que les lleva a ello, ni lo que ello les produce, ni siquiera porqué les surge unos sentimientos y no otros. Es un género muy exitoso del siglo XX, en vigor en el siglo XXI, con obras de mayor y menor calidad, de todo hay. El género saltó al cine dando numerosas obras de culto, e incluso provocó que Quentin Tarantino lo homenajeara con su muy notable película Pulp Fiction (1994).

Así que muy evidentemente Pedro J. Maza nos ubica muy claramente qué clase de obra va a escribirnos a tiempo real. Y el título no engaña: La invasión de los girasoles mutantes, que publicó en dos partes entre 2008 y 2017. La primera parte fue publicada con ese nombre entre el 23 de septiembre de 2008 y el 17 de diciembre de 2010. La segunda parte fue publicada como La invasión de los girasoles mutantes 2. Proyecto voz de Dios entre el 25 de mayo de 2015 y el 31 de octubre de 2017. La obra está inacabada, aunque por lo que se lee en los últimos capítulos es muy posible que estuviera a muy poco de ser finalizada. Por razones no explicadas, dejó la obra a poco de terminar. Si bien buena parte de lo que escribió tenía largos espacios temporales entre capítulos cuando no cumplía publicar cada diez días. Escribía tras imaginar historias durante las rutas de su trabajo. Dotaba a los personajes de descripciones y sobrenombres que corresponden a amistades personales suyas, yo incluido, recursos de homenaje que yo he también he usado y muy propio también de quienes en el siglo XXI escriben obras primero en Internet. Sea como sea, el último capítulo puede funcionar bien, quizá no perfectamente pero sí bien, como final abierto de la obra, pues quedan como mínimo dos caminos de desenlace ante la escena donde se corta, como máximo: todo aquello que queramos imaginar. Así que en cierto modo es un final como cuando Edgar Allan Poe escribió el de Narración de Arthur Gordon Pym (1838). Sea como sea, este también lo he impreso en papel para mi propia biblioteca personal de autores complutenses.

La obra necesitaría una seria, fuerte e importante labor de revisión y corrección de lapsus, sintaxis, estilo y ortografía, así como repasar la coherencia de algunos pasajes respecto con alguna cosa contada en meses o años anteriores. Por lo tanto el autor debería hacer una lectura reposada de su obra para afrontar la mejora y depuración de la misma. Evidentemente es un escritor que reflexionaba las escenas, pero escribía compulsivamente y no repasaba lo escrito, colándose en la inmediatez gazapos. Si hacemos de tripas corazón con este hecho, uno de los mayores valores que tiene en lo estético es la enorme capacidad de crear y adaptar un lenguaje colorido de símiles y metáforas a un lenguaje coloquial y duro, propio de las películas de acción más duras y de la calle. Un lenguaje que oscila entre las historias de acción para adolescentes y las historias de acción que narran otras obras referentes a antihéroes duros y violentos, con guiños al Oeste americano, al rock duro y hasta el cómic. Un lenguaje que Pedro Maza hace propio con expresiones incluso de su propio origen de juventud y cercanos a su barrio desde su infancia. No hay espacio para lo refinado, pero tampoco para lo soez. Son esas frases las que le dan colorido, creando metáforas imposibles para amaneceres, atardeceres, la amistad, el amor, el odio...

Se trata en este caso de una novela de ciencia ficción que se compone por una sucesión trepidante de capítulos llenos de batallas que funcionan a veces como relatos que componen el relato, en los cuales se enredan los problemas con seres y situaciones cada vez más fantásticos y extraños. Es en buena parte una distopía, siendo Pedro Maza uno de los pocos alcalaínos que ha escrito y publicado una, yo tengo un par, una publicada, otra no, pero hemos de remitirnos a Francisco García Cuevas con su Villafeliz o el paraiso perdido, de 1910, que rozó ese género que, en esas épocas, estaba a punto de crearse tal cual en otros lugares. Sin embargo, entre la ciencia ficción y la distopía, Pedro abre espacio para que quepa también lo fantástico y hasta la mitología, transformando todo en una realmente enloquecida historia de historias extrañas.

Se ubica en un mundo futuro, hemos de creer que de comienzos del siglo XXIII, pues en una parte de la obra se menciona el pasado siglo XXII, pero en otra se habla del siglo XXI (ese es uno de los lapsus a repasar y corregir, pero en conjunto se puede entender algún momento del siglo XXIII). Bien es cierto que los protagonistas encuentran a menudo armas, vehículos, tecnología y hasta películas propios del último cuarto del siglo XX, cobraría fuerza un periodo a caballo entre el siglo XXI y el siglo XXII, pero también tienen armas y armaduras a modo de antiguallas que son alta tecnología para nosotros, como exoesqueletos robóticos de combate, al más puro estilo de ciencia ficción japonesa. Eso nos devuelve la pelota a un momento entre el siglo XXII y el XXIII.

Hay una cosa clara, la sociedad de consumo, consumió al mundo, y su últimos gran momento estuvo entre el final del siglo XX y el comienzo del XXI.

La primera parte comienza con un viejo autobús escolar amarillo, propio del siglo XX estadounidense, atravesando precisamente uno de los desiertos de lo que fue Estados Unidos. Los Estados han desaparecido después de una gran catástrofe que no se llega a especificar. Tal vez una guerra nuclear, tal vez una guerra con químicos o con ataques genéticos que crearon mutaciones. El mundo está poblado de eso: mutantes agresivos y en guerra contra los que no mutaron, pero también de mutantes que no acabaron de morir y son zombis mutantes. Y no sólo mutaron los humanos, también mutaron los girasoles, transformándose en una especie de seres antropomorfos altamente enfadados con los humanos, a los que quieren exterminar, dado que ahora tienen cualidades y capacidades asesinas... y caminan. Las ciudades que quedan en pie tratan de ocultarse, pues en ellas hay pequeños núcleos de sociedades, a cada cual diferente, pero a la vez hay otros grupos humanos que se organizan para conquistar el mundo y reorganizarlo a su beneficio. Nuestros héroes son unos nómadas que se verán envueltos en una gran batalla, mientras buscan a las mujeres de sus vidas, que les han sido arrebatadas. Y en esa gran batalla se agrupan y conocen quienes han de tener las llaves para librar al mundo de los girasoles mutantes. 

Hay un problema, una secta secreta que mueve el mundo a su antojo y mata cuando quiere a todo el que le estorba. Usan a los girasoles para acabar a personas como ellos, insumisas. Entre los héroes estará Peter Connors, alter ego del autor, un hombre al que le arrancaron el corazón por amor (literalmente), y aún así, inexplicablemente, sigue vivo y sediento de venganza. Aparentemente si compasión, se une al grupo por conveniencia en busca de la mujer que le arrancó el corazón (literalmente) por amor. No importa, volverá a morir y volverá a vivir, como Doctor Spawlding, otro alter ego del autor. Se intuyen posibles metáforas autobiográficas en un sentido poético de la nueva carne.

Las conspiraciones se suceden hasta una doble batalla que nos recuerda la composición de doble escenario de la batalla final de El retorno del Jedi (George Lucas, 1983). No será la única referencia mitómana y de cultura popular. El lector avezado, y no tan avezado, encontrará esa, la del manga japonés, referencias apocalípticas a las películas de Mad Max, algunos toques en los personajes que nos llevan al mundo de grupos de superhéroes de Marvel Comics, algo del mundo de pistoleros del Oeste, un indudable sabor de cine de Quentin Tarantino, pero también del cine de culto de las películas de serie B, y un innumerable sin fin... también del mundo de la música.

Cuando el mundo quede aparentemente libre de la amenaza de los girasoles mutantes, tendrá que aprender a vivir una nueva realidad con los restos de aquellas batallas, lo mutantes que queden y hasta con algún zombi aún pululando entre personas que reorganizan en paz sus ciudades. Pero es ahí donde, años más tarde, uno de los grandes héroes reaparece venido a menos cuando se decide por evitarle una paliza a un humano normal que le iban a dar un grupo de adolescentes mutantes. Este nuevo personaje le reconocerá y le pedirá ayuda como héroe que es. Hace años que grupo como ese le buscan para llevarles ante alguien que no conoce. Así comienza una segunda parte más reflexionada y con más espacio para el argumento que la primera. 

Por puras casualidades se irán reagrupando los antiguos héroes, incluso como antagonistas iniciales. Todo a costa de un ejército organizado que buscan al extraño hombre al que llevan  un lugar donde encontrar respuestas. A todo esto comienzan a aparecer cazarrecompensas, una nueva raza de girasoles mutantes, un eremita que emite un programa de radio en medio del desierto, el diablo (padre de Spawlding), una hija de Thor, extraterrestres anunakis, clones, titanes de la antigua Grecia... Es una historia de acción a través de un largo viaje por el desierto de ciudad perdida en ciudad perdida en busca  de aliados contra un ejército del mal, cual El Señor de los Anillos (Tolkien, 1954).

Cumple en su construcción con todos los requisitos de un weird tale. Lo lleva al extremo. Lo retuerce. Casi lo lleva al esperpento. Todos los géneros, o casi todos, del weird tale vienen a esta historia. Es rico en imágenes y en fantasía. Sorprende por inesperado siempre algo, siempre algún detalle, y el colorido de algunas frases explicativas, que en pocas palabras nos crean la idea a modo de un renovado argot que, de no hablarse, se habla. Y justo en ese momento, el silencio.


 Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 25 de octubre de 2025

El Complutum imaginado

Título: El Complutum imaginado.
Autor:
Luis Alonso Prieto; José María de Pro Bueno; y Andrea Salamanca Casuso.
Editorial: Teatro Independiente Alcalaíno (TIA).
Año de publicación: 2024 (1ª edición; prólogo de Carmen Montero, exprofesora de Lengua y Literatura en educación secundaria).
Colección: Colección Nuevos Autores. 
Nº de volumen en la colección: 39. 
Género: Teatro; Comedia.
ISBN: 978-84-87511-38-7

 

El Teatro Independiente Alcalaíno (TIA), lleva ejerciendo su actividad desde 1979, cuando lo fundaron un grupo de jóvenes alcalaínos tratando de airear la cultura local en la Transición, como se explicó ya en las notas de A voz de Comunidad (Francisco Peña, 2020). Hoy retomamos su actividad con su obra más recientemente publicada, en 2024, que es a la vez su obra más reciente, El Complutum imaginado. Una obra que retoma la ciudad de Compluto romana, origen de Alcalá de Henares, y en forma de comedia que pretende imitar las comedias griegas y romanas de la antigüedad, como hicieron en la también ya comentada ¡Ave, Complutum! (una de romanos) (Carlos Mochales, 1999). De la citada obra de 2024 que hablamos hoy, El Complutum imaginado, hay que decir que en realidad es una obra de obras. Es un compendio de cuatro obras de teatro breve para representar juntas, ideadas además dentro del contexto de la promoción de los nuevos hallazgos arqueológicos de los restos de Complutum, para lo cual también se organiza por parte de otra asociación la recreación de un desfile militar romano y un mercado romano con un exceso de paralelismos al Mercado Cervantino. Las cuatro obras son Sagacia (por José María de Pro), Hippolytus (por Luis Alonso Prieto), Arcaria (por José María de Pro) y Laetitia (Por Alonso de Prieto), introducidas todas por una especie de maestra de ceremonias que escribe sus propios textos, Andrea Salamanca. La obra en conjunto, la de El Complutum imaginado, es prologada a la vez por Carmen Moreno, licenciada en Filología Hispánica y exprofesora de educación secundaria, miembro de TIA desde 2003, donde su actividad más destacada está en su parte editorial de publicaciones. 

TIA trata de ampliar el repertorio de compañías y grupos teatrales en Alcalá de Henares, así como de divulgar obras inéditas que enriquecen la cultura en esta ciudad. Aunque su principal colección se llama Nuevos Autores, que por otra parte es lo que en origen se plantearon fomentar desde 1979, muchos de sus autores repiten desde sus orígenes o desde sus décadas, siendo estos el mayor grueso de autores publicados. Así por ejemplo, Luis Alonso Prieto, autor en esta obra, había comenzado a los 17 años de edad a escribir y actuar entre los años 1970 y 1975 en esta ciudad. Comenzó a colaborar con TIA en su fundación de 1979, hasta el punto de interpretar sus tres primeras obras de teatro creadas por él mismo. En 1981 pasó a ser uno de sus directores artísticos y organizadores. Desde entonces hasta la actualidad ha dirigido treinta y ocho de las obras de TIA y ha escrito unas treinta de ellas, aparte de crear adaptaciones de obras conocidas. 

José María de Pro, el otro autor, nació en Melilla en 1963, donde empezó su trayectoria teatral siendo joven, también con con 17 años, con el grupo Concord en 1980. Era un comienzo como alumno de bachillerato. Aunque se mantuvo activo haciendo teatro durante los diez siguientes años, tuvo un parón que le llevó a residir en Alcalá de Henares, donde se reactivó con TIA, donde ejerció de actor y de director ocasional cerca de veinte años. Ha sido igualmente autor y coautor de algunas de las obras de la compañía, así como adaptador de textos clásicos.

Andrea Salamanca sí sería una voz nueva. Nacida en Alcalá en 2003, se unió a TIA a los 20 años, en 2023. Ha destacado actuando con improvisaciones, fruto de ellas nace por ejemplo la transcripción de su función como personaje presentadora de las obras que componen El Complutum imaginado. Los textos y puesta en escena son netamente suyos y están formando parte de la obra como hilo presentador que da sentido a que las cuatro obras se presenten y representen juntas. Asume un discurso entre lo pedagógico que trata de acercar conceptos de la antigua Roma, para explicar a los espectadores el contexto de los personajes, y un humor que usa como recurso la mezcla de expresiones y conocimientos de nuestro siglo XXI con, lo que se supone que es ella, un personaje romano.

Para quien esto escribe, de los dos autores que aportan las obras de esta obra, tiene un mayor atractivo Luis Alonso Prieto con Hippolytus y Laetitia. Me dan la sensación de un trabajo más elaborado y reflexionado, con una mayor conexión entre lo que sería la cultura clásica con lo que sería un humor con guiños a la actualidad. Son dos tramas complejas que implican conspiraciones delictivas y picaresca, al más puto estilo de Plauto. De hecho, la primera comedia que aparece de él, Hippolytus, tiene claras conexiones con la comedia La olla de oro (Aulularia), escrita por Plauto entre el 197 y el 186 antes de Cristo. Prieto usa los restos arqueológicos de la llamada Casa de Hippolitus para darle nombre a su personaje y ubicación física real: una gran casa con termas que debió servir o para la educación para jóvenes o para las reuniones de los hombres de negocios, a la que se la conoce con ese nombre por estar escrito en su principal mosaico. Hay que recordar que El Complutum imaginado fue compuesto para promocionar culturalmente los restos de la ciudad de Compluto. El argumento es similar al de Plauto, aunque no igual. En este caso, un hombre rico, borracho y adúltero es engañado por su esposa y criados al regresar embriagado una noche. Le hacen creer que se le aparece la diosa Proserpina, la cual le anuncia que ha muerto. Según vayan apareciendo la gente de su casa y su propia esposa se comportarán como si existiera. Proserpina le manda a vivir un tiempo fura de la ciudad y a regresar cuando tenga barba como si fuera adivino. Es una estratagema de su esposa y el amante de esta para que, al regresar, desvele donde guarda una olla con oro para quedarse con ella y después asesinarle. Puesto sobre aviso por una de sus criadas cuando regresa, él juega a seguir el engaño pero para cobrarse venganza. Es una comedia de enredo con una escena que podría llamarse costumbrista para el mundo romano, pero que es de pura conspiración y cierto humor medo humor negro, medo humor picaresco y erótico, con la aparición también de Venus y diversos chistes de corte sexual. Está compuesta como si fueran versos endecasílabos y heptasílabos, pero sin rima, lo que nos lleva en cierto modo en pensar en las traducciones castellanas de algunas de las obras clásicas de Roma, compuestas de modo poetizado, y que en latín sí rimarían, pero que con las traducciones pierden la rima. Es quizá la obra más destacable y de una calidad muy notable dentro de este conjunto.

La otra obra de Prieto, Laetitia, tiene una composición con elementos muy similares a la anterior. En este caso se sospecha una conspiración por parte de una mujer que ha llegado de Roma como invitada del dueño de la casa. La familia sospecha de que ocurre algo grave, por una serie de notas que van y vienen y la entrada de un soldado. La comedia se completará con efectos musicales ridículos y la aparición del emperador Nerón. Se descubrirá una conspiración de Estado que es frenada, y que en realidad existió en la Historia, aunque su origen nunca estuvo en Compluto (así como Nerón tampoco). Así que la comedia se mezcla con asuntos históricos y quedará enriquecida para quien conozca la Historia y sus personajes. La corrupción en torno a las obras públicas, en este caso del alcantarillado, dará la oportunidad de las confusiones humorísticas y la crítica política que, aunque el autor lo niegue, puede enlazarse con la actualidad. Es por todo ello que esta obra se liga a un edificio del poder en Compluto la basílica.

José María de Pro tiene un humor más directo. No tiende a las tramas más complejas. Además, su obras no tienden a lo extenso. Sus obras  Sagacia y Arcaria centran su humor no tanto en las tramas conspirativas, sino en los caminos dudosos de los oficios de la antigua Roma. La primera obra, Sagacia, se ubica en la Casa de los Augurios, una especie de edificio religioso que no llega a templo pero que, a través de una serie de rituales religiosos y místicos, se adivinaba el futuro y se daban consejos, así como se hacían consultas a los dioses. Sagacia es el nombre de la adivina de Compluto. Esta ha participado en una bacanal con sus criadas de la cual se ha despertado con resaca. Se insinúa desnudez, o sea, tal vez sexo, pues pierde allí su brazalete. Como sea, desde que estuvo en la bacanal todas sus adivinaciones se han vuelto una locura, y sus soluciones son aún mayor locura. Pierden dinero y eso perjudica a su criada, que con la ayuda de una vecina tratará de averiguar el problema y solucionarlo. es un humor que se basa en las referencias al alcohol, el sexo (no explícito) y, sobre todo a las drogas alucinógenas, pero también al rock and roll, por lo que su humor se basa en la crítica a la vida desenfrenada de las fiestas. Algunos de los chistes de esta historia parecen similares a algunas formas de construir humor en los cómic de Astérix, de Uderzo y Goscinny, en la segunda mitad del siglo XX. Algo que hace de esta historia algo amable y para todos los públicos, pues todo queda suavizado.

En Arcaria el oficio del que se ríe es el de la persona que guarda arca con los bienes valiosos de la familia, especialmente los ahorros. En este caso se desarrolla en una casa de alguien poderoso que gobierna la ciudad, hemos de creer que se representaría en la Casa de los Grifos. Se trata de una crítica a la corrupción política por chanchullos inmobiliarios a costa del erario público que termina enriqueciendo a constructores y a los que gobiernan la ciudad. Otra vez, aunque se dice que no tiene que ver con la actualidad, se hace evidente y patente los paralelismos de algunos chistes que se podrían hacer en la España del siglo XXI con esa ambientación en el Imperio Romano.

A lo largo de todas la obras los personajes toman nombres parlantes, esto es: significados que no sólo serían nombres de persona, sino calificativos de cómo es esa persona, o que directamente no serían nombres propios, sino calificativos, algo que en los cómic de Astérix también ocurre. Podremos leer en las obras de Complutum nombres como los citados que dan nombre a la vez a las obras, pero también como Erotia, Rapiña Extrema, Benigna o Brutus, entre otros. 

Contiene también una fuerte dosis de chistes y golpes de humor que se desvían de lo clásico para hacer guiño a cuestiones culturales del final del siglo XX y lo que va del XXI, pero también a alguna cuestión social. A veces esto desvirtúa un tanto lo que sería un humor para la antigüedad romana, y, aunque es deseable esa actualización, sobre todo por ser obras del siglo XXI, a veces pudiéramos pensar en la necesidad de algo más de equilibrio en esto, aunque es posible que su éxito como comedias se deba a las referencias a la actualidad, ya que no todo el público conoce detalles de la antigua Roma. Si es más criticable que se cuela una innegable ética y moralidad propia de nuestro tiempo que no correspondería con la de la antigüedad, como se puede leer si contrastamos con el citado Plauto o con Aristofanes. Más allá, se pone mucho peso a favor incluso de unos valores cristianos y a los Santos Niños, que son nombrados, por ser mártires de la ciudad. Esto pareciera que aleja el valor central de crear unas obras al servicio de difundir el pasado romano de Alcalá, al de atarlo hasta cierta parte a un ideario cristiano, aún apareciendo humor erótico y de otro tipo.

Sea como sea, las obras se ambientan en diferentes momentos y siglos del pasado romano complutense. En general es una buena iniciativa que trata de continuar el teatro de Plauto unos veintidós siglos después, esta vez para acercarnos con humor lo que fue Complutum a base de reírnos de personajes ficticios. Insisto, muy destacable Hippolytus, sin desdeñar ni menospreciar a las otras tres obras, cuyo humor acompaña a esta.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 18 de octubre de 2025

Ana contra Gürtel

Título: Ana contra Gürtel.
Autor: Javier Bardón.
Editorial: Alrevés.
Año de publicación: 2025 (1ª edición; nota del autor).
Género: Novela; Novela histórica; Biografía; Memorias.
ISBN: 978-84-10455-43-6

 

Javier Bardón sacó en 2022 su muy notable primera novela, Retales de una bandera blanca. Ahora en 2025 ha sacado su segunda novela, tan o más notable, Ana contra Gürtel. La primera novela era una ficción con aire de novela histórica en torno a los acontecimientos políticos y las conspiraciones de poder en torno a políticos municipalistas nacidos con el impulso del Movimiento 15 de Mayo de 2011, y al calor de nuevos partidos como Podemos, nacido en 2014-2015. En concreto se centraba en los políticos locales de Alcalá de Henares que formaron Somos Alcalá aunando ciudadanos interesados en el cambio y partidos como Podemos, Izquierda Unida, Equo y otros. Se hablaba entonces tanto de los forcejeos de poder dentro, como de los zarandeos por parte de la derecha, Partido Popular (PP) y Ciudadanos, como por parte de la otra izquierda, Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Aunque contenía partes ficticias de las vidas de los protagonistas, se intuía muchos sesgos biográficos reales de aquellas personas que estuvieron en la política local de Alcalá de Henares en la década de 2010. Era incluso un retrato de la sociedad alcalaína del momento y de sus acontecimientos. Por ello era también una especie de novela histórica, de Historia actual. Ahora Bardón continúa por ese camino de novela de ficción que a la vez es novela histórica y en parte biografía... sólo que ahora también tiene una profundidad de memorias y hasta de trabajo periodístico. No se ambienta ahora en Alcalá de Henares, aunque sí en las políticas municipales de aquella misma década de 2010, e incluso del 2000. En realidad nos trata un capítulo importante de la España de la monarquía parlamentaria actual, y uno de los sucesos políticos de gran relevancia en el siglo XXI: la trama de corrupción más grande vivida de este periodo histórico por su magnitud y alcance, hasta el punto de lograr la caída del gobierno central del PP por una moción de censura interpuesta por el PSOE y secundada por Unidas Podemos y el resto de grupos políticos, salvo los más cercanos al PP. Una trama de corrupción que comenzó a ser destapada desde dos focos, uno valenciano, pero el otro esencialmente madrileño por las corruptelas inmobiliarias que a través de las políticas municipales esquilmaron millones de euros e implicaron desde simples ediles a gente posicionada en las más altas esferas del poder en España. Se trata en este caso de la trama Gürtel, que se empezó a destapar en un pequeño pueblo cuyo crecimiento y renta per cápita aumentó en muy poco tiempo a costa de todo ello, Boadilla del Monte. Aunque esta trama se subdividió en otras numerosas tramas y se complicó con otros casos relacionados en los que algunos nombres se repetían. Aunque el caso comenzó a ser investigado en los años de la segunda mitad de la década de 2000, saltó a los tribunales a comienzos de la de 2010, aumentando la indignación social canalizada en el 15M y aún a fecha de hoy, en pleno 2025, siguen los juicios de varias de sus partes. 

Como se ha apuntado, Bardón hace novela de ficción y a la vez novela histórica, pero se ha dicho que vuelve a caer en la biografía ficcionada y en parte las memorias y el trabajo periodístico. Se debe a que la protagonista es Ana Garrido, una funcionaria que fue destinada tras probar una oposición sin un puesto asignado al ayuntamiento de Boadilla. Allí coordinó durante años las actividades del área de juventud en un gobierno municipal presidido por el PP. En su trayectoria conoció y vio cómo funcionaba la vida política y cómo creció un pueblo pequeño en tamaño y también en numerosa población enriquecida. Al no cuadrarle algunas de las situaciones que le afectaron a su trabajo comenzó a hacerse preguntas hasta que chocó frontalmente, pues estaba ante lo que era de hecho una serie de actos de corrupción que terminarían siendo denunciadas por ella misma sin saber que, de fondo, no era un mero suceso municipal, sino que tenía una alcance nacional tan profundo que alteraría en los años siguientes toda la vida del país... y su propia vida personal. Su denuncia ocurrió paralela sin que ella supiera que a la vez que ella realizó su investigación y denuncia, el juez Garzón realizaba su propia investigación sobre el caso. El juez fue inhabilitado por presunta prevaricación ante un sumario acerca de la memoria histórica, aunque ya en su día, como se cita en el libro, se intuía que de fondo era por investigar la Gürtel y sus conexiones empresariales y políticas. En la década de 2020 la Unión Europea ha declarado que la inhabilitación fue improcedente y se le debe indemnizar. Esta noticia no ha sido tan trascendida por los medios de comunicación de derechas, en comparación cuando fue acusado desde ellos de prevaricar.

El libro de Javier Bardón ha tenido un gran peso mediático a nivel nacional, e incluso ha sido presentado en la Casa del Libro de Madrid en septiembre. A finales del mismo mes lo ha sido en Alcalá de Henares en el salón de actos de la Sala de Exposiciones del Antiguo Hospital de Santa María la Rica, y un poco más tarde en Boadilla del Monte, mientras las radios de mayor audiencia en España, como Cadena Ser, o periódicos de tirada estatal, como El Diario, y otros grandes medios ha entrevistado al autor, el cual, en todas las ocasiones se ha visto acompañado por Ana Garrido. No obstante, fue Ana quien quiso que él le hiciera un libro sobre lo que debían ser sus memorias acerca de lo que vivió y sigue viviendo, animada porque él no es periodista, sino psicólogo, y por cómo trató en novela el anterior caso que noveló Bardón, ya citado. De hecho, si la primera novela es de 2022, fue en torno a 2023 que debieron entrar en contacto, y en 2024 trabajar ya plenamente en esta obra, que Bardón planteó que fuera igualmente en novela de ficción, aunque llevara ahora una carga importante de memoria. El libro, incluso está escrito principalmente en primera persona del singular, como si Ana Garrido hablara a Javier Bardón rememorando, aunque se alterna con una primera persona del singular como si un alter ego de Bardón, con otro nombre y como si fuera periodista, habla de sí como escritor de ese libro y su proceso y contactos con Ana, alternando estos textos con anexos a modo de correos electrónicos, artículos de prensa y otros documentos, lo que hace que la estructura de la novela pase a ser una especie de cuaderno de trabajo del protagonista, que dice que tiene que escribir la novela con todo ello, pero en realidad la novela es todo ello.

 Ha sido publicado por la editorial Alrevés, la cual también ha publicado voces de otras personas muy conocidas con algo que reivindicar social o políticamente, como Mabel Lozano, Pepe Rubianes o Carlos Quílez, entre otros. En un tono ocre aparece una ilustración informática y casi de arte popular del videojuego, una figura de mujer rubia con blusa y faldas azules que sujeta lo que pudiera ser una carpeta, indudablemente un retrato de Ana Garrido. Se encuentra con la carpeta frente al avance de dos carros de combate que parece que se dirigen hacia ella. Se enfrenta a ellos. Es una referencia en metáfora y símil a la fotografía "El hombre del tanque" o "Fotografía Tiananmén",  que realizó Jeff Widenner el 5 de junio de 1989, y que con 10 años de edad yo vi en reportaje de televisión en un Informe Semanal de Televisión Española, imagen que se quedó grabada en mi recuerdo. La fotografía es muy famosa y es parte de la Historia del siglo XX y los libros sobre ella. La población de China protestó por primera vez de manera enérgica contra el gobierno de la dictadura comunista de manera multitudinaria. Un hombre en la Plaza Tiananmén se puso delante de un tanque para impedir el avance de una columna de ellos enviados contra la multitud. Fue todo un símbolo para generaciones de la lucha del pueblo simple por su libertad, aún a pesar del poder del enemigo. No se sabe nada del hombre, que es anónimo aún en 2025. Se cree mayoritariamente que fue detenido y sigue preso de manera oculta, o bien que fue ejecutado (es la teoría más aceptada ya que China es el país del mundo con el mayor número de ejecuciones políticas, según se estima), aunque los más optimistas o soñadores creen que logró huir.  

El libro está escrito principalmente de manera lineal, pero contiene en algunas de sus partes saltos temporales que nos llevan adelante o atrás del grueso lineal de la narración (la voz de Ana). Una forma de narrar que nos ayuda mucho a tener dos visiones de una misma situación y a abrir nuestras reflexiones. Aunque pareciera un recurso cinematográfico, no es tanto así, en los siglos XIX y XX esta forma está explorada, aunque en realidad es más antigua, Homero escribió así La Odisea en el siglo VIII antes de Cristo. Quien haya leído la gran obra épica, fundacional de la Europa antigua, sabe que la historia de Odiseo (Ulises) no empieza con el final de la Guerra de Troya y el comienzo de su viaje de regreso a Ítaca, sino con la historia de Telémaco, su hijo, ya algo mayor, que indignado por la situación de su madre y su palacio se va  en busca de su padre, cuya historia comienza varios cantos más tarde como cautivo "enamorado" de Calipso, será más adelante, cuando ya no esté con Calipso, cuando narra con su recuerdo el inicio de su historia. Algo así ocurre en Ana contra Gürtel. Bardón no nos plantea la historia de Ana desde su inicio, que se contará más adelante, si no que nos la muestra en una etapa de su vida en la que decide irse a a vivir a Costa Rica al verse sobrepasada por todo lo que ha visto de corrupción y lo que esto ha afectado a su vida, pero un poco antes de que su denuncia y declaración en un juzgado se produzca plenamente. Hay algo de similitud existencial entre Ulises y Ana, perdidos en un mundo paradisiaco, donde su vida aparenta ir mejor, a pesar de que sus problemas siguen existiendo y estos reclaman su particular regreso a Ítaca. A Ulises le espera una horda violenta de pretendientes a su esposa y bienes, a Ana le espera un escenario de acoso laboral y personal que la llevara a una espiral de depresión, pero también de acoso y presiones personales y mediáticas. Ulises tomado por vagabundo retará a sus enemigos a un juego deportivo que acabará fatalmente para ellos; Ana encontrará el hundimiento económico y emocional pero llevará a las últimas consecuencias su paso por los tribunales, dando a sus denunciados condenas de diversa índole.

Los primeros capítulos me recuerdan las novelas de aventura hasta cierto punto política de Alberto Vázquez-Figueroa, un periodista pasado a novelista acostumbrado a crear novelas de ficción sobre acontecimientos históricos recientes de su época o de otros momentos del siglo XX, como Sha (1980), Matar a Gadafi (1981), ¡Panamá, Panamá! (1977), ¿Quién mató al embajador? (1974), Manaos (1975) o Tuareg (1980), entre otras. Javier Bardón no es seguidor de Vázquez-Figueroa ni lo ha leído, según dijo a quien esto escribe, pero en esos primeros capítulos hay algo intuitivo de esa esencia de narrar, directa, exótica, preocupada por lo humano de los personajes, que a la vez tienen algo público en los hechos principales de su vida conocidos. Que haya una voz narradora periodista nos acerca incluso un poco a esa voz de Vázquez-Figueroa, cuyo estilo novelista, aún hoy día con varias décadas de oficio de escritor, algo conserva. 

La prosa ágil y con toques de lenguaje actual, aún cuando la novela está construida a modo de dossier del periodista protagonista, aún cuando casi toda la novela es en realidad la reconstrucción de la voz de Ana Garrido en confesiones personales, hace de esta lectura algo deseable de no parar, de no interrumpir. Bardón logra darle a la parte confesional de Ana unas palabras y formas de expresarse que, tras escuchar a la Ana real hablar en persona, descubres que es ella. Ha logrado mimetizar en su prosa la psicología de ella en su modo de expresarse. Las miradas temerarias de sus excompañeras, o las habidas de poder de sus jefes, las sedientas de información de los periodistas policías, los personajes de juzgado de toda calaña, enriquecen de perfiles propios y diferentes un relato que se nos vuelve real, y no cartón.

Todo el relato se transforma incluso en un relato de misterio en torno a los males que le pasan a ella, un misterio cuya solución sabemos, porque el final del libro es algo pública e históricamente conocido, más por nosotros que estamos temporalmente aún al lado del segundero de estos acontecimientos. Así que es una especie de Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez, si bien aporta como punto de vista novedoso algo no tan tratado en prensa en aquellos días, el desgaste psicológico, emocional y económico de Ana Garrido a lo largo de los años, levantado en dos ocasiones, una por alejamiento físico y mental al irse a Costa Rica y otra al ser aceptada y apoyada por grupos del 15M cuando los medios de comunicación más la presionaron y sufrió acoso laboral, personal y mediático, justo cuando el coste material del proceso la llevaba igualmente a la ruina. Queda mencionado en este contexto en un único párrafo escueto y vago la existencia de un rumor de toda la sociedad española en torno a la Gúrtel. Un rumor atado al hecho periodísticamente comprobable en hemeroteca y nacido de los innumerables suicidios y muertes naturales de gente implicada de un modo u otro en los procesos judiciales y que debían testificar antes de morir. Un rumor.

Tiene la novela otra cualidad más allá de lo literario y más allá de la memoria histórica de la protagonista, más allá de su propia voz biográfica. Es un libro que me resulta terapéutico. Es ahí donde se hace notar que el autor es psicólogo, cuidado, también trabajo en diseños de publicidad, si no recuerdo mal, pero es fundamentalmente psicólogo. Conoce bien el alma humana por sus estudios y desempeño. se notaba ya en el anterior libro, pero quizá por haber tenido un contacto estrecho con Ana Garrido, este libro en parte pareciera también lo que ha podido ser una terapia para ella, tan traumatizada por una vida truncada por todos estos acontecimientos. Pero precisamente porque habla de fracasos personales, de soledades involuntarias, de una vida insospechada de desempleo, de ruina económica irrefrenable y sus efectos, de adiciones como la alcoholemia y cómo empieza en fiestas locas que buscan desahogo, en el encuentro de personas que nos alivian, pero no están ubicadas realmente ni entre los que nos son cercanos ni entre los lejanos, de nomadismos físicos e interiores, refleja a la vez todo un estado de ánimo que puede coincidir con numerosas personas de vidas truncadas, especialmente por todo aquello que se prometió ser y no sólo no fue, sino que el camino es contrario. Quien esto escribe tuvo un capítulo emocional que sólo había vivido una vez anteriormente con otro libro hace muchos años, Crimen y castigo (1866), de Dostoyevski. Por entonces desarrollé una identificación tal con el protagonista, aunque no he cometido ningún crimen, que compartí fiebres y ansiedades. Ahora, con Ana contra Gürtel, llegué a alcanzar una noche y un día de ansiedad, insomnio, fiebre y malestar, sin poder parar de pensar en lo que le sucedió y su voz de confesión personal en el libro, alternándolo con lo que en mi vida he vivido y sigo viviendo, identificando problemas psicológicos y emocionales descritos en el personaje, y sus causas, lo importancia de las causas. Tiene por ello un carácter terapéutico que te invita a interiorizar en ti. 

Quizá la novela no sea una simple novela que nos regala unas memorias de la Historia reciente. Es una novela de viaje al interior. Una historia de la caída de la heroína. Una heroína cuyo comportamiento a veces no es tan heroico, pero es humano. Es la novela de que no todo tiene recompensa ni buen final. Es la historia de los efectos de lo adverso en la persona. En la persona heroica, en el que se sabe solo frente a algo tan grande que no sólo no lo imaginaba, sino que además no esperaba, pero cuyos pasos hacia delante ya no tienen recorrido para volver atrás. Un camino en soledad. Un David contra Goliath. Una Ana contra la Gúrtel.

Javier Bardón ha continuado su trayectoria con esta segunda novela de manera muy bien encaminada. De seguir así, puede que sea alguien que nos dé aún mejores momentos y podamos brindar con él sus triunfos al hacernos llegar las historias tan humanamente como lo hace, desde la realidad de sus personajes, humanos, plenamente humanos.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 11 de octubre de 2025

Llegando a puerto

Título: Llegando a puerto.
Autores: Varios autores (Zia Mei, César Sobrón, Sofía Winter, Maribel Domínguez, Luis San José, Luis Javier Ruiz, Elizabeth Villagómez, Fernando Mircala, Javier Bardón, Eva Megía, Esther Ligero, Miguel Ángel Gómez, Mario Navarro, Antonio Lera, Francisca del Pino, Paqui Castellanos y Genma Gordo).
Editor: Pub O'Malley's.
Impresor: Safekat 
Año de publicación: 2025 (1ª edición; prólogo de Raúl García, dueño del Pub O'Malley's).
Colección: Certamen Llegando a Puerto.
Nº de volumen en la colección: 1.
Género: Relatos breves.
Depósito Legal: M-19069-2025

 

Entre el otoño de 2024 y la primavera de 2025 el Pub O'Malley's, de la calle Goya de Alcalá de Henares, celebró periódicamente en domingos alternos un concurso de lectura de relatos breves de ficción que ideó y convocó el escritor complutense César Sobrón, con la colaboración y ayuda de la ilustradora y diseñadora Zia Mei y la poeta Maribel Domínguez, pero evidentemente también con el impulso e interés del dueño del pub, Raúl García. Este pub ya ha aparecido en estas notas en otras ocasiones con motivo de que hace unos años que empezó a acoger recitales de poesía y poco a poco se abrió a otros eventos culturales. De hecho, los primeros recitales de poesía que empezaron esta nueva vida del bar, años atrás, fueron de Chus López con Mario Misas y de quien esto escribe, Canichu, a veces con el cantautor Juan Izardui. Como sea, el concurso trataba de atraer cada domingo que tocase celebrarlo un total de ocho relatos de ocho participantes diferentes, cuya extensión no fuera superior a tres páginas, aunque a menudo muchos participantes sobrepasaron las normas, cosa que creo jugó en la contra de quien lo hizo. Se hacía una votación popular entre los presentes en el bar, ya fuesen concursantes o no, y se elegía un ganador de esta manera, si bien ni el relato quedaba anónimo, ni el autor o autora quedaba impedido de votar a su propio relato en su papeleta. Los relatos ganadores ganaban un pack de cervezas y serían publicados en libro al final de la temporada 2024-2025. Se llamaba Certamen Llegando a Puerto, en honor a la pirata Grace O'Malley's, de quien coge nombre este pub. Una pirata retratada por Zia Mei para los logos del concurso y del libro, aunque idealizada, pues la auténtica pirata nos ha llegado en grabados y en biografías que no la muestran ni con el físico representado, ni con ropas de mujer. Por no hablar de que era una pirata tal cual de su siglo, con todos los crímenes imaginables de la piratería sobre sí. 

El libro se dio por cerrado en cuanto a su etapa de selección de textos con el final del certamen en mayo de este 2025, aunque se debieron seleccionar posteriormente alguno más, pues se adjunta tras los relatos ganadores una serie de relatos como "Otros relatos", que en la presentación del libro se explicó que eran algunos de los más votados que no llegaron a ganar, aunque pudiera ser que también haya alguno que sea, legítimamente, de las personas más directamente implicadas con el proyecto, como es el propio César Sobrón, por convocante, Zia Mei como maquetadora, ilustradora y diseñadora del libro, Maribel Domínguez, que junto a Zia Mei organizó las sesiones de los cértamenes, y Sofía Winter (aquí Sophie Winter), que aportó la fotografía de cubierta, una escena de bar en blanco y negro con tonalidades doradas que nos recuerdan a historias del cine negro ambientadas en un bar irlandés de los años 1920. El libro fue creado en su parte más técnica a lo largo del verano, y fue ya en otoño, en el final de septiembre, que se presentó en el propio pub, a la vez que se anunciaba el inicio del segundo certamen, que abarcará 2025-2026. 

El libro se llama Llegando a puerto, y anota en la cubierta: "Relatos ganadores y finalistas del I Certamen Llegando a Puerto en Grace O'Malley Irish Pub", aunque el nombre del Pub es el citado O'Malley's. El editor evidentemente es el propio pub, por lo que se le cedió un prólogo a modo de introducción al dueño, Raúl García, que suele dar interesantes reflexiones en sus redes sociales a modo de ensayo. Precisamente su prólogo funciona como un relato breve de ensayo, por lo que, sin ser ficción, sino ensayo, sería su prólogo una especie de relato dentro de una antología de relatos. Y digo bien, aunque es discutible, la palabra antología y no compilación, pues no se trata de publicar los relatos del certamen, sino los relatos ganadores y finalistas, quedando sin publicación el resto. Eso es básicamente una antología, antología de ese certamen. Es discutible porque alguien puede argumentar, y también con razón, que puesto que nunca se publicaron, no sería antología, sino compilación de relatos ganadores y finalistas. Como sea, esta discusión no nos ha de distraer.

Fueron los  autores ganadores: Luis San José, Luis Javier Ruiz, Elizabeth Villagómez, Fernando Mircala, Javier Bardón, Eva Megía, Esther Ligero, Miguel Ángel Gómez, Maribel Domínguez y Mario Navarro. Mientras que los finalistas fueron: César Sobrón, Zia Mei, Sofía Winter, Antonio Lera, Francisca del Pino, Paqui Castellanos, Genma Gordo y repetían Miguel Ángel Gómez y Maribel Domínguez. Como se puede ver, el certamen atrajo tanto a escritores de la ciudad como a gente aficionada, y si se escribieran los nombres de aquellos que no ganaron, aún se vería más esta cualidad. Habla ello también de la vida cultural de Alcalá y los intereses de los alcalaínos más de la realidad y menos de los carteles y programas turísticos. Cabrá destacar, por mi parte, un relato no ganador ni finalista que escribió y presentó de manera anónima (hizo que lo leyera en falso César Sobrón) el dueño del pub, Raúl García, inspirado en un suicidio. Relato de buena calidad que yo voté alto, aunque, por lo que se dijo, debió ser votado bajo en general. 

Quien esto escribe confiesa que asistí sólo a dos sesiones, participé en una, pero estuve pendiente de lo que iba pasando en las otras sesiones, ya fuese a través de redes sociales o preguntando. Si bien lo de la ausencia de anonimato puede hacer votar por afinidades en lugar de por lo escuchado, habría que tener en cuenta que en ese caso también puede jugar un papel la capacidad que tenga alguien de llevar al concurso a una cantidad interesante de amistades o familiares. Se presupone en esto honestidad y juego limpio, aunque nunca es algo descartable, por lo que en este aspecto quizá debieran reformular las normas. Ahora bien, también creo que juega un papel muy importante la forma de leer y de atraer con la voz, pues yo escuché buenos relatos mal leídos que apenas tuvieron un aplauso discreto y escueto de compromiso, y relatos más sencillos leídos con voz y tonos atrayentes que sacaron bastantes aplausos. Otra cuestión que noté en persona, que el propio César Sobrón destacó en la presentación del libro y que leyendo el libro se nota, es la tendencia a premiar el sentido del humor. En las sesiones que yo estuve y viendo vídeos que se pusieron de otras sesiones, esto lo comprendió bastante gente y parecía más un concurso de monólogos de humor que de relatos. Es legítimo el relato de humor, es difícil de escribir, pero la búsqueda de eso en el público provoca el retraimiento, o puede provocar, de otro tipo de relatos en el futuro. Del mismo modo, leyendo los ganadores, a veces parece también que se ha premiado un tema social en algunos relatos concretos, no tanto el relato. Pero un premio del público es eso en sí: el público premia lo que le gusta por la razón que cada uno considere, sea esa razón la que sea. Si no fuera así sería extraño. El premio del público es lo que es, del público y sus propias razones particulares.

Un horizonte vertical, de Luis San José. Una historia de humor con tonos picantes (eróticos), sobre una pareja que trata de recuperarse físicamente tras el confinamiento de la pandemia de Covid-19 en 2020. Quizá un poco humor costumbrista, dentro de lo pícaro. Picaresca a fin de cuentas, género muy español. 

Seis dedos, de Luis Javier Ruiz. Un relato de terror con tintes góticos, un tanto al estilo decimonónico de Edgar Alla Poe, pero a la vez mezclado con tonos del terror del siglo XX más propio de Lovecraft, en cuanto a seres de otro mundo, demoniaco, que tienen puntos de salida a nuestro mundo y crean ambientes extraños. Tipo de argumento que en cierto modo alimentaron historias de cine como las películas La semilla del diablo (Roman Polanski, 1968) o La novena puerta (Roman Polanski, 1999). Sin embargo, el autor cita el dibujo de una estrella de seis puntas, que es la Estrella de David, judía, siendo que el relato, si sigue el camino que le entiendo, debiera ser una estrella de cinco puntas invertida. Todo sea que se juegue con algo que tenga que ver más bien con los mundos y submundos del Pentateuco, más que con la otra vía. O que sea algo adrede que relanza el relato a algo más y muy diferente a una historia de este talante de terror. O un lapsus.

La frontera, de Elizabeth Villagómez. La huida de una madre con su hija de México a Estados Unidos como migrante legal. Podría haberse adentrado en la emigración ilegal, pero lo trata desde la legal, mostrando actitudes de seguridad, con guiños posibles a racismo, pero que en el fondo es una denuncia social no tanto de eso, sino de la violencia contra la mujer. Contado desde lo que ve una niña a la que le han contado una historia diferente al porqué se van a Estados Unidos, pero que a través de su visión descubrimos la historia encubierta. Esa perspectiva enriquece el relato.

Los tres milagros, de Fernando Mircala. Una historia de humor negro y muy mala leche, corta y directa. Una monja bien intencionada incomoda a otra que la responde en términos demoniacos. Recuerda aquí un poco los guiones de cine de Álex de la Iglesia. Se nota un influjo de lecturas góticas de terror, un tanto oscuras, aunque está escrito a modo de humor negro, muy negro.

La tienda del señor Klaus, de Javier Bardón. Una de las historias que me han parecido más interesantes. El señor Klaus no puede ser otro que Santa Klaus. Un Santa Klaus muy diferente al que conocemos popularmete. Aquí aparece regentando una tienda en Laponia desde la cual, desde hace cuarenta siglos, despacha sueños e historias que al contarlas se pueden hacer realidad. Con un sentido del humor de crítica social y política, Bardón repasa la Historia de la Humanidad mientras un comprador quiere comprar algo nuevo. Ese algo será España, presentada a modo de esperpento, tal como Valle-Inclán la narró en teatro, o Berlanga la mostró en cine. Nos muestra que la verdad en realidad no existe. Escrita con un buen ritmo y bien compensada, no deja de ser ese humor de crítica social, onírico, con fantasía romántica incluida, que podría firmar en artículo Mariano José de Larra sacado de su siglo XIX para ponerlo en el XXI. Si bien es cierto que es uno de los relatos más extensos, por lo que le da más tiempo a trabajar el relato, y menos el impacto.

Díez inviernos, de Eva Megía. Una historia psicológica y dramática que habla de la soledad de una hija tras morir su madre. Soledad que se solventa por la compañía de un perro. Una historia de la soledad irremediable, del paso de la vida y su final, y de comprender que el tiempo pasa y la vida se va. Invita a apreciar el momento y a la gente cercana. Se le nota una cualidad de narración innegable, propia de novela, pero ajustada a lo que es un relato breve. Buena técnica.

Vacío emocional, de Esther Ligero. El más breve de los relatos... y que en su día yo le voté muy alto. Me parece una genialidad. En muy poco texto la autora explica la vida de la protagonista, la psicología y el drama final de una historia que sigue teniendo presentación, nudo y desenlace. Un drama, igualmente. Con mucha potencia. Si de relatos breves se trata, sin duda este, por su calidad y brevedad sería muy destacable. No es fácil manejar la brevedad en la prosa.

Crónica de un Erasmus, de Miguel Ángel Gómez. Otro relato de humor picante, con tonos eróticos y de adicciones varias. Podríamos decir que desde el humor hay una crítica social a lo que es el disfrute de las becas de estudio Erasmus que permiten a los universitarios estudiar un año o meses en otro país de la Unión Europea. Sin embargo, aunque eso está ahí, creo que su mayor peso no es ese, sino el de ser una comedia del esperpento, llevando a la exageración las historias de sexo, alcohol y drogas de los estudiantes Erasmus. Historia de humor esperpéntico que hacia el final tuerce el rumbo al mezclarse con humor costumbrista al aparecer una escena de familia con monja incluida. Una historia que es posible que cumpliera su objetivo durante su lectura, hacer reír. Si una comedia hace reír, cumple una parte importante de su objetivo. La otra parte de la comedia, la de hablar o denunciar algo, sería la de lo que ocurre en el mundo Erasmus.

Te marchaste, pero no te llevaste tu recuerdo, de Maribel Domínguez. Lo innegable de este relato es que Maribel Domínguez es fiel a su propia voz poética. Si uno ha leído los poemarios de ella, o la ha escuchado recitar, se da cuenta de que su voz poética está plasmada aquí, pero pasada a prosa. Podría haber sido un poema suyo. Cumple con la temática y con las voces que suele usar. Un relato de amor, que en realidad es de desamor. Desde un recuerdo de deseo y de anhelo, lo físico pasado permanece en lo metafísico emocional. Una vez más: el vacío, la soledad, la pérdida, el duelo.

¡Ay, María!, de Mario Navarro. Fue uno de los relatos que compitió cuando fue la única vez que yo presenté uno. Le voté alto. Me pareció buen relato. Se trata de un relato de humor, algo diferente a los antes mencionados. Humor negro, otra vez, sólo que disfrazado de humor costumbrista. Un poco a las confesiones de lamento que escribía Miguel Delibes en Cinco horas con Mario, una voz masculina nos comparte su ansiedad ante el agobio que le ocasiona el control que hace de él su pareja. Bien es cierto que el impacto final nos remite un poco a una muy conocida canción de Javier Krahe, Marieta, también de humor y también con un desarrollo similar a este relato, si bien entonces ella también se llama María, Marieta. No es lo mismo, eso es así, es otra cosa, similar, pero otra cosa. Cumple su función de comedia.

Lo dejo a tu erección, de Maribel Domínguez y Mario Navarro. De manera conjunta fueron doblemente ganadores estos dos autores. Es otro relato de humor, esta vez muy altamente costumbrista y muy altamente basado en un humor picante erótico. Una mujer decide invitar a cenar a su vecino más joven porque aburrida en su matrimonio desea seducirle delante de su marido y tener sexo con él a escondidas. Humor de matrimonio gastado, intento de adulterio y confusión. Muy costumbrista. Puesto al siglo XXI, dirá alguno, de acuerdo, pero sigue el mismo canon que estas mismas comedias con sus valores sociales en el comienzo del siglo XX, sólo que esta comedia está al servicio de los valores sociales del XXI.

Querido diario, de Antonio Lera. Con él empiezan los finalistas. Una historia de humor negro que le da una chispa nueva a lo ya leído. En este caso el acierto del autor es hacer metaliteratura y meterse a él y a los organizadores y ganadores del certamen como personajes del relato. De hecho, desliza una crítica al certamen: "No me fío del público, votan por afinidad, así que agudizo la vista para ver qué vota cada uno". Así pues cumple con el requisito de la comedia de hacer reír y de hacer crítica o hablar de algo. En este caso el relato va destinado a la crítica de esa sospecha-rumor que la propia mecánica de votación y lectura antes mencionado hace recelar. O mejor dicho, no a la crítica de la sospecha, sino a dar credibilidad a la sospecha y en consecuencia hacer un acto de justicia macabra. Escrito a modo de diario personal en primera persona, este relato, de entre las comedias presentadas, debía haber sido ganador.

La pasión francesa, de Sophie Winter. Sofía Winter también se muestra fiel a su propia voz poética con este relato, como hizo Maribel Domínguez en el suyo. Quien haya escuchado o leído los poemas de Sofía Winter sabe que este relato contiene sus ingredientes. Metafísica y razones de la naturaleza y el medio que entran e influyen en el alma de una manera personal e íntima. Con una gran trascendencia introvertida el mundo se refleja dentro de ella, que nos habla a modo de reflexión y confesión. A la vez, su mundo se mezcla con los mundos de pensadores y poetas que han hablado antes que ella y que ella al leerlos los ha hecho parte de sí misma. El mundo ya no sólo es su percepción, sino que la percepción de ellos está en ella. Metafísica poética pura y sentimientos de amor al ser y al no ser... y al lenguaje, al lenguaje como única manera de existencia.

Secreto nº 6, de Francisca del Pino. Es un  drama que hace una denuncia social. De nuevo desde la visión de una niña que en la noche se va de la casa junto a su madre y una maleta, mientras duerme el padre, del que se viene a decir, sin decirlo, es un maltratador. Como se ha visto, ya hubo un relato ganador similar. La temática era idéntica, por lo que se hace lógico que este relato llegara a finalista entre el público habitual al certamen, aunque también es arriesgado, pues de la misma manera podría haber sido penalizado. En todo caso, la diferencia entre uno y otro relato está en que el anterior tiene un asidero más literario, mientras este es más áspero y austero, más duro, con algún tinte poético, pero duro, por lo que funciona de denuncia social mucho más directamente. Confronta más.

La triste existencia, de Miguel Ángel Gómez. Este autor fue uno de los ganadores anteriormente, con este otro relato fue finalista. En este caso abandonó el humor y se decantó por el terror gótico en un tono del siglo XIX al más puro estilo Edgar Allan Poe, como ya otro autor hizo en parte. De hecho, comienza citando a Poe. Es un homenaje a Poe y por ello el relato en sí es similar al terror decimonónico, con muertos, almas y ataúdes. Un hombre alcohólizado se queda dormido en la calle por la noche. A pesar de que nota lo que ocurre a su alrededor, no logra despertar. El pavor que le da la falta de movimiento es el nudo de la historia sobre el que se desarrollará la ansiedad que da al terror como se entendía en aquel siglo XIX. El desarrollo hace que se cuele un recurso de un terror más del siglo XX, pero se nota en este relato el conocimiento del autor de las formas románticas del terror clásico.

La gata, de Maribel Domínguez. Maribel fue finalista con este relato, y con él tiene en torno a un quince o dieciséis por ciento de la obra publicada. Para mí, de ella, este hubiera sido su relato ganador. Nos muestra una Maribel diferente a la ya conocida. Una Maribel prosista y no la poeta. La Maribel poeta ya vive en sus poesías, sin embargo aquí nos ofrece algo diferente. Es un relato de humor negro, lo que ya es inédito también en ella, el humor negro. Una madre de familia vive su día a día normal y corriente cuando ocurre algo inusual, pero cotidiano: la muerte natural de la mascota de la casa, una gata en este caso. Desea enterrarla dignamente y para ello la traslada en un viejo bolso. A partir de ahí, cuando sale a la calle, comienza una sutil crítica social sobre la seguridad en las calles. Quizá Maribel debería explorar este lado de su prosa,

Dedicado a mi ordenador, fiel compañero de viajes a través de la realidad y los sueños, de Paqui Castellanos. Un relato introspectivo sobre la soledad, esta vez deseada. En positivo y en primera persona el mundo de la escritura transporta a otra realidad interior a la protagonista. Esto la aleja de la realidad mundana de su casa y del mundo real en general. Ella desea y valora su mundo imaginado, pues en él disfruta. Prima la estética y hasta el ascetismo.

Segundo café, de Zia Mei. Otro relato de introspección en el que Zia, casi a modo de diario personal, nos adentra en su intimidad entre cafés de la mañana, donde en la soledad del trabajo le abordan ideas suicidas de manera ocasional desde su juventud. Perdida en sus pensamientos de porqué ocurre aquello, el relato se va deformando, a modo de experimentalismo, lo que nos indica que también su mente se va dispersando. Pierde la atención sobre su primer objetivo, tomar un café, luego sobre el segundo, pensar sobre porqué piensa en el suicidio, sobre el tercero, sobre el cuarto... y todo se interrumpe en su cabeza, que va dando prioridad a toda primera idea que llega. Esto es en realidad un relato sobre un déficit de atención con el que conviven muchas personas. Inteligente relato. Y es llamativo que fuera experimental y llegara a finalista, aunque probablemente cuando lo leyó el público lo tomara por otro relato de humor. Personalmente no creo que lo sea, y de hecho lo valoro como experimentación.

Reflexiones de un señor soso, de Genma Gordo. Este es otro relato que quizá fue tomado con humor, no lo sé, pero no lo es, aunque entendería que en un público que ha votado a favor de varios relatos de humor costumbrista, se hubiera podido confundir este relato con humor. Es todo un drama muy personalista en el que la autora ha hecho algo muy difícil: meterse en la mente y la forma de pensar de una persona del sexo opuesto (en este caso sería un hombre) reflexionando y sintiendo respecto a su pareja (en este caso una mujer). Es difícil esto. Eso tiene un valor, porque además no lo hace mal, lo hace bien. No lo hace criticando al hombre, intenta comprender su psicología. No es que tampoco lo alabe. Simplemente busca plasmar emociones humanas, como buena literata. Está para contarnos una historia. Es la historia de un señor que ha llegado a la sesentena de años y se lesiona por intentar darle gusto a su mujer que quiere hacer senderismo por el campo. A partir de ahí se nos cuenta desde la reflexión interior de él porqué salió a hacer senderismo aunque no le atrae y la historia de un amigo suyo y lo que pasó en su matrimonio. Es una historia de amor, no desde lo pasional, sino desde el amor consolidado y asentado (y es la tercera obra escrita este año por alcalaínos que tratan este tema, las otras fueron la novela Saltando sobre los charcos, de Antonio Moreno, y el poemario La huella no será inocente, de Carmen Nieto). Si bien es verdad que la autora tiende a dar por vencedor los deseos de ella, por tanto no a comprender del todo todas las necesidades posibles de él, no es menos cierto que hace algo que muchos autores y autoras actuales no hacen: decir que los hombres también aman y hacen cosas por amor, y no por sexo tan sólo o egoísmo material. Es un relato amable, agradable, estuvo bien leerlo.

Verde lima claro, de César Sobrón. Un relato totalmente onírico donde las imágenes y los colores alteran las emociones de la voz narradora, que, enamorado, se funde con su amada, que a la vez, en una misma manera de sentir, le ocurre lo mismo con él. Una invitación a lo sensorial y lo sensual que, en el mundo, si uno atiende a sus percepciones, nos llevan a amar. El amor como respuesta a lo que es la vida y el mundo que se nos ofrece. Hay tintes surrealistas y de la literatura de lo sensorial. Parece que también pudiéramos caer en este relato en la poesía.

 

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 4 de octubre de 2025

La vieja fotografía

Título: La vieja fotografía.
Autora: Charo Pastor. 
Editorial: Notting Hill Editorial. 
Año de publicación: 2025 (1ª edición).
Género: Novela
ISBN: [No localizado]

 

La Asociación de Escritores de Madrid tiene el asentamiento de su sede en Alcalá de Henares, por así decirlo, de manera informal u oficiosa, en la asociación  cultural, librería, pero también actual editorial, Notting Hill, cuyo local estuvo un tiempo en la Plaza de los Santos Niños y hace unos años que está en el Parque de los Pinos, dentro del Centro Comercial Los Pinos. Notting Hill suele estar presente en cada convocatoria de ferias del libro en la ciudad y en la actual de octubre aprovecha para presentarnos una novela cuya autora la presentó el reciente septiembre de este 2025 en su sede y que fue promocionada por toda la prensa local complutense. Se trata de La vieja fotografía. Una novela de ambientación histórica escrita por Charo Pastor. Ella es una autora nacida en 1958 que realmente no se había interesado por la escritura hasta la actualidad. Recién jubilada buscó un entretenimiento y este lo encontró en desarrollar la escritura como afición. Esta es por lo tanto su primera novela, pero también podríamos considerar que parte de sus primeros escritos, con todo lo que eso conlleva sea la edad que sea. Como sea, es muy loable su dedicación y su logro, pues la composición de un relato ficticio largo no es algo fácil. Probablemente le ha servido como proceso personal y a la vez es un regalo a quien quiera conocer sus mundos imaginados y la historia que ha creado para sernos contada.

La idea, declara ella, se le ocurrió escuchando un programa de radio en 2024 donde se hablaba de un término que ella no conocía: "la desbandá". Creo que yo también escuché aquel programa, fue en Cadena Ser, en el programa Hoy por Hoy, una mañana. "La desbandá" o "desbandada", es el término con el que se conoce popularmente en la Historia a la huida de republicanos de Málaga en dirección a Almería a lo largo de una carretera cuando la ciudad de Málaga cayó ante el avance de las tropas de Franco en la guerra civil, durante febrero de 1937. La entrada de los golpistas en Málaga produjo una represión y matanzas brutales que no quedaron ahí. En la huida de la gente, aquella desbandada, el ejército de Franco y aliados de este decidieron atacar a aquella gente, que era fundamentalmente civiles y milicianos anarcosindicalistas, al margen de alguna tropa regular. Se calcula que huyeron entre cien mil y ciento cincuenta mil personas, entre las cuales fueron asesinadas de tres mil a cinco mil civiles, y hablamos sólo de civiles, hay que sumarle combatientes. 

La autora dijo, de hecho se lee en la contraportada de su novela, que es un hecho desconocido y oculto. No es verdad. En plena guerra civil esto no sólo fue algo conocido en España, especialmente en zona republicana, sino que tuvo hasta repercusión internacional muy seria, y no sólo puntualmente en aquel 1937, flotó toda la guerra civil internacionalmente, aunque los sucesos de Guernica llegó a tener aún más repercusión. Al finalizar la guerra este capítulo fue callado en la España de Franco, aunque evidentemente la gente lo conocía, aunque callara. Quien no lo calló fueron los exiliados. De hecho se habló mucho de ello, entre otros sucesos, en memorias de políticos, sindicalistas y excombatientes, en prensa exiliada y clandestina  y en pequeños libros de Historia que se iban componiendo. La primera Historia de la guerra civil seriamente investigada, la Hugh Thomas, fue publicada en la década de 1960 y habla ampliamente de estos sucesos. De ahí a la actualidad se ha ahondado más y más y más en el conocimiento de la caída de Málaga y sus consecuencias, tanto en aulas, como en libros, como en prensa, como en películas, como en series, como en cómic... y hasta en canciones. En España se pudo publicar y hablar libremente de ello a partir de 1976. Los historiadores no hemos parado de tratarlo. Sale en producciones de ficción de todo tipo. No es algo ni ocultado, ni desconocido. Otra cosa es que Charo Pastor nunca se haya interesado por la Historia de manera directa y sea ahora, en su jubilación y disfrutando de mucho tiempo libre se haya enterado unos ochenta y siete años después. 

Lo cierto es que con las redes sociales muy desarrolladas en el siglo XXI, y especialmente desde que tanto la prensa formal como los divulgadores aficionados descubrieron que lanzar sensacionalismo ayuda a que la gente entre a sus páginas, lo que, si tienen publicidad, les da dinero, los anuncios tipo: "lo nunca te contaron", "lo que te ocultan", "lo que nadie te quiere decir", "la verdad de" y mensajes así, proliferan como setas. Y en temas de Historia suele ser habitual que historiadores y archiveros, que a veces, como es mi caso, somos la misma persona, somos gente, tal vez "entes", muy malos, muy malos, que por razones que jamás se explican ocultamos el pasado. Una sin razón. Una locura. Pero una locura que está siendo algo que les funciona... y lamentablemente muchas veces con ayuda de periodistas y medios que les da crédito o bien por sacar rédito también ellos, o bien por lo mismo que muchas personas se anuncian así: su propio, personal e individual desconocimiento. Es como ese chiste la serie de televisión The Simpsons donde Homer Simpson habla con su hija Lisa y, para perplejidad de ella, Homer razona que nadie sabe porqué se enciende la luz cuando le das a un interruptor. No lo sabe él, pero, evidentemente, es algo conocido de manera común.

En términos de Historia de la guerra civil decir que no se conoce o que se oculta "la desbandá" es como afirmar que no se conoce y se oculta que los huevos se pueden freír, que no quieren que lo sepas. Otra cosa es que tú, personalmente, jamás te hayas querido enterar de que los huevos se fríen y cómo se fríen, y el día que te enteras crees que es tu obligación moral enseñarle al mundo cómo se mea. 

En todo caso, aunque parezca que he escrito duras palabras contra la novela y la autora, no es así. Dentro de mi pasión por mi oficio, y tras años y años de leer este tipo de comentarios, me he dejado llevar al leerlo una vez más, esta vez en una contraportada, para soltar y comentar por aquí lo que creo que es justo que se diga de todas aquellas personas físicas o jurídicas que hacen estas afirmaciones. Ni que decir tiene que personalmente, en lo que respecta a esta novela y a Charo Pastor, creo positivamente y pongo en valor primero que trate el tema, segundo que lo haya conocido, tercero que dedique su tiempo al conocimiento y a compartirlo, cuarto que sé que lamentablemente hay mucha gente en temas de Historia y de otros conocimientos que nunca se interesaron por conocerlos y que por tanto esta novela es un aporte para aproximar el conocimiento a esas personas y desde la perspectiva novelada de alguien que está próxima a ellos, lo que puede facilitarles la lectura, y quinto que Charo Pastor escriba y desee compartirlo con nosotros, los lectores. 

La historia parte de ese suceso de la guerra civil y de unas mujeres que tienen un capítulo concreto con un hombre que no saben quién es. En el exilio, en New York, estas vidas se cruzarán y se buscarán. Parte todo ello de una fotografía vieja y deteriorada que impide ver bien la cara de él. Fotografía narrativa que sirve para crear la portada del libro, por lo que aparte de portada ayuda como aporte ilustrativo del relato. Está escrito juntando diversos géneros literarios y con saltos de tiempo.

Siempre es bienvenido un  despertar literario en alguien, con toda la ilusión que eso le supone a ese alguien y con toda la potencia que suele tener una primera novela. El argumento propuesto tiene su interés y hay que acercarse a él. 

 

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".