Título: A voz de Comunidad. La rebelión comunera en Alcalá de Henares: 1520-1521.
Autor: Ángel Carrasco Tezanos.
Editorial: Domiduca Libreros.
Año de publicación: 2016. (1ª edición)
Colección: Alcalá y su tierra en la Historia.
Nº de volumen en la colección: 1
Género: Historia.
ISBN: 978-84-938059-4-4Género: Historia.
A voz de Comunidad. La rebelión comunera en Alcalá de Henares: 1520-1521 es uno de los libros recientes que más datos novedosos han aportado a la Historia de Alcalá de Henares y por extensión de parte del Valle del Henares. Su autor, Ángel Carrasco Tezanos (Santander, 1966), ya había adelantado parte de sus investigaciones al respecto del tema a tratar en un comunicado que fue publicado en las Actas del XIV encuentro de historiadores del Valle del Henares (2014, ed. IECC-CEESS): "La revolución de las Comunidades de Castilla en Alcalá de Henares". En realidad se podría decir que el libro que se publicó en 2016, del que ahora hablamos, es hijo evolucionado de las investigaciones del autor para aquella investigación.
Ángel Carrasco Tezanos es un autor alcalaíno de adopción que se ha especializado en las investigaciones y estudios de la Edad Media. Tiene estudios en la Universidad de Alcalá de Henares, la Universidad Autónoma de Madrid y la Universitá degli Studi di Bologna. Ha realizado diversas publicaciones colectivas e individuales como resultado de sus inquietudes, tanto en libros, como en artículos, conferencias o comunicados. Es fundador del grupo Transierra, colaborador de la Asociación Cultural Al-Mudayna (ambos grupos dedicados a la investigación de la Edad Media de la región de Madrid) y participa del Grupo Taller de Historia Social de la Universidad Autónoma de Madrid. En los últimos años ha realizado numerosos estudios y publicaciones sobre Alcalá de Henares entre los siglos XV y XVI, esto es: en el tránsito de la Edad Media a la Edad Moderna. Pone especial interés en la Historia social, como es la de las familias, los artesanos, los niveles de vida, la mujer o los conflictos sociales.
La dedicación de Ángel Carrasco por el conocimiento de la Historia de Alcalá de Henares encontró perfecto encaje en los intereses de la librería y editorial Domiduca (Plaza de San Felipe Neri, Alcalá de Henares). Domiduca es esa clase de librería clásica que se está transformando en una rara ave que encontrar en el panorama de las librerías comerciales. Si bien ellos se dedican prioritariamente a la venta de libros antiguos y de ocasión, tiene una muy destacada actividad cultural en la ciudad en su faceta de editores y promotores del conocimiento de la Historia y de la Literatura local. En 2016 iniciaron un nuevo proyecto dentro de sus líneas editoriales, se trataba de la colección Alcalá y su tierra en la Historia, la cual abarca la idea de explorar y ahondar en la Historia complutense y del Valle del Henares que le afecte en aquellos aspectos que sean novedosos y completen vacíos hasta la fecha en la historiografía conocida de la localidad y la región. Fue por ello que la investigación avanzada, completada, aumentada y desarrollada de Ángel Carrasco sobre el movimiento comunero en Alcalá se transformó en el primer volumen de ese proyecto, dentro de una edición cuidada y elegante de tapas blandas, pero pensada para crear biblioteca propia.
La historia del movimiento comunero es ampliamente conocida y estudiada sobre todo en lugares como las regiones de Toledo, Ávila o Segovia, e incluso en la que por entonces era la villa de Madrid. En Alcalá de Henares la historiografía apenas se había detenido en estos hechos. Había pocas y deficitarias referencias, si bien buena parte de lo aquí ocurrido había sido incluso negado por parte de algunos historiadores e historiografías, incluso en las fechas recientes del comienzo de este siglo XXI. Aparecía Alcalá como una ciudad conservadora que nada hizo de manera relevante cuando los comuneros se levantaron contra las pretensiones del rey Carlos I en 1520. A pesar de que sí existían pequeñas referencias sobre la existencia de comuneros en Alcalá, el periodo era desconocido y hacía que la historiografía oficial negara la mayor: que en Alcalá hubo una importante rebelión comunera que tuvo conexiones con los principales cabecillas del levantamiento a nivel estatal. Carrasco Tezanos investigó sobre el tema y ha logrado por resultado una obra incuestionable, bien asentada en documentación de archivo que no había sido consultada, puesta en relación entre sí y publicada hasta ese periodo de trabajos del autor entre 2014 y 2016.
Los hallazgos de ese periodo de la Historia complutense entre 1520 y 1521 nos habla de una revisión de la Historia de la ciudad que afecta al conjunto del centro peninsular, por ende de la política central española, que pone en entredicho algunas de las afirmaciones tópicas sobre Alcalá y reescribe la Historia al aportarle los hechos que hasta ahora no se habían narrado. Repito: no se habían narrado, que no es lo mismo que no ocurrieran. Es por ello que afirmo que es uno de los libros de Historia que recientemente más ha aportado al conocimiento de lo pasado.
El movimiento comunero se produjo en 1520 en el Reino de Castilla, casi a la par que las germanías en el Reino de Aragón, cuando Carlos I acumuló contra su modo de ejercer el poder una serie de descontentos, tales como dar altos cargos a extranjeros, aumentar los impuestos para conseguir la corona imperial, desplantes a algunos usos y a algunas familias poderosas del periodo anterior, etcétera. En el movimiento comunero se ha querido ver desde un preludio de predemocracia o incluso de República, cosa muy cuestionable hoy día, hasta un choque final entre los conatos de la Edad Media con el poder centralizado de la Edad Moderna. Como sea, los comuneros en general no renunciaban a tener monarca, si bien los principales cabecillas reconocían a Juana I, así como tampoco renunciaban a la religión católica y su jerarquía. Entendían el poder de otro modo, más asambleario, más descentralizado y más lleno de controles y límites al poder del monarca. Ahora bien, entre los propios comuneros existían unos más moderados y otros más revolucionarios, dando por caso que las clases populares encabezados por algunas personas con autoridad, vieron en el movimiento comunero la posibilidad de escapar de algunos de los impuestos y órdenes sociales que hasta la fecha les había impedido progresar en sus condiciones de vida. Fue esto lo que dio miedo a muchos nobles que inicialmente se comprometieron con los comuneros y posteriormente cambiaron de bando, apoyando al poder de Carlos I. De este modo, habiendo recogido el gobierno del Reino Hispánico del difunto Cardenal Cisneros en 1518, en 1521 Carlos I se vio en condiciones de sofocar duramente a los comuneros e imponer sus condiciones, teniendo vía libre para ejercer de rey de España y emperador de Alemania.
El libro expone la importancia de la recién fundada Universidad de Alcalá de Henares en aquellas épocas, tanto en su personal docente como estudiantil, en la rebelión comunera en estas tierras. A estos se unieron una serie de personas de cierto poder adquisitivo y también de la nobleza apartada de los poderes locales. Ellos hicieron suyas las reclamaciones de los principales cabecillas de los Comuneros e incluso aportaron hombres para las milicias que fueron a socorrer los enfrentamientos en Madrid y en Villalar. Este foco alcalaíno se une así a un triángulo insurrecto entre Madrid, Toledo y Guadalajara. En Alcalá de Henares se depuso a los Mendoza, que huyeron a Guadalajara, e incluso también se acogió al obispo Acuña, momentos en los cuáles se asaltó el Palacio Arzobispal, así como casas de Santorcaz o se llega a entrar con violencia en lugares como la Universidad. El movimiento, en nombre de Dios y siguiendo un procedimiento propio que pretendía la legitimidad, instauró una especie de asamblea de gobierno, una comunidad, que duró varios meses. Cuando las clases más populares hicieron sus propias reivindicaciones dentro del movimiento comunero, se produjo una división interna, no exenta de forcejeos y una imposición del sector más oligárquico, que terminará rindiéndose a los realistas según saben de las derrotas de los principales comuneros en 1521. También en Alcalá hubo represión de aquellos que más se destacaron.
El libro está elaborado previa consulta de una amplia cantidad de fuentes primarias y bibliográficas, así como una amplia aportación de documentos de diversos archivos históricos. El trabajo se desarrolló, como se ha dicho, a lo largo de varios años, lo que hace que sea un trabajo profesional y claramente científico dentro de la Ciencia Humana que es la Historia. Determinados gráficos e ilustraciones aportan además una información numérica y visual que informa de la temática de manera rápida y accesible. Fácil de comprender. El estilo que elige el autor no resulta complejamente técnico, es más bien un estilo accesible a cualquier tipo de lector, lleno de datos fáciles de asumir por el lector interesado menos versado en lecturas de Historia. Es interesante la consulta de los diferentes listados de las personas que intervinieron o fueron afectados por la rebelión de uno u otro modo, o bien los cargos que les fue asignado o quitado durante el periodo de la Comunidad en Alcalá de Henares. Es un estudio muy completo y que dignamente debe estar dentro de las bibliotecas de Historia de Alcalá de Henares.
La rebelión comunera no fue algo inédito en la época. Ya a finales del siglo XIV, en 1378, en la ciudad-Estado de Florencia, los trabajadores del gremio de la lana, los ciompi, sufrieron un descontento grave al ver que su poder político era muy limitado, a pesar de que eran personas que daban grandes aportaciones económicas por sus negocios. Cuando en 1379 un Medici accede al gobierno de Florencia, se produce un tumulto y una represión de las cuales hasta Maquiavelo se hizo eco. Y en la propia década de 1520, en Alemania, el posicionamiento de Lutero con los grandes señores en las guerras y revueltas que se vivieron contra Carlos I, mezclando y aunando religión y política, hizo que un Müntzer, uno de sus discípulos cristiano protestante encabezara una revuelta popular que reivindicaba el fin de los impuestos altos, y poder cazar, pescar, pastar y cultivar libremente. Fueron reprimidos con gran dureza por los señores luteranos. Y de este modo podemos citar varias revueltas y rebeliones de la Edad Moderna en el mismo sentido. El poder absoluto era cuestionado, con ningún éxito, antes de que este cayera con la revolución francesa de 1789-1799.
Ángel Carrasco Tezanos es un autor alcalaíno de adopción que se ha especializado en las investigaciones y estudios de la Edad Media. Tiene estudios en la Universidad de Alcalá de Henares, la Universidad Autónoma de Madrid y la Universitá degli Studi di Bologna. Ha realizado diversas publicaciones colectivas e individuales como resultado de sus inquietudes, tanto en libros, como en artículos, conferencias o comunicados. Es fundador del grupo Transierra, colaborador de la Asociación Cultural Al-Mudayna (ambos grupos dedicados a la investigación de la Edad Media de la región de Madrid) y participa del Grupo Taller de Historia Social de la Universidad Autónoma de Madrid. En los últimos años ha realizado numerosos estudios y publicaciones sobre Alcalá de Henares entre los siglos XV y XVI, esto es: en el tránsito de la Edad Media a la Edad Moderna. Pone especial interés en la Historia social, como es la de las familias, los artesanos, los niveles de vida, la mujer o los conflictos sociales.
La dedicación de Ángel Carrasco por el conocimiento de la Historia de Alcalá de Henares encontró perfecto encaje en los intereses de la librería y editorial Domiduca (Plaza de San Felipe Neri, Alcalá de Henares). Domiduca es esa clase de librería clásica que se está transformando en una rara ave que encontrar en el panorama de las librerías comerciales. Si bien ellos se dedican prioritariamente a la venta de libros antiguos y de ocasión, tiene una muy destacada actividad cultural en la ciudad en su faceta de editores y promotores del conocimiento de la Historia y de la Literatura local. En 2016 iniciaron un nuevo proyecto dentro de sus líneas editoriales, se trataba de la colección Alcalá y su tierra en la Historia, la cual abarca la idea de explorar y ahondar en la Historia complutense y del Valle del Henares que le afecte en aquellos aspectos que sean novedosos y completen vacíos hasta la fecha en la historiografía conocida de la localidad y la región. Fue por ello que la investigación avanzada, completada, aumentada y desarrollada de Ángel Carrasco sobre el movimiento comunero en Alcalá se transformó en el primer volumen de ese proyecto, dentro de una edición cuidada y elegante de tapas blandas, pero pensada para crear biblioteca propia.
La historia del movimiento comunero es ampliamente conocida y estudiada sobre todo en lugares como las regiones de Toledo, Ávila o Segovia, e incluso en la que por entonces era la villa de Madrid. En Alcalá de Henares la historiografía apenas se había detenido en estos hechos. Había pocas y deficitarias referencias, si bien buena parte de lo aquí ocurrido había sido incluso negado por parte de algunos historiadores e historiografías, incluso en las fechas recientes del comienzo de este siglo XXI. Aparecía Alcalá como una ciudad conservadora que nada hizo de manera relevante cuando los comuneros se levantaron contra las pretensiones del rey Carlos I en 1520. A pesar de que sí existían pequeñas referencias sobre la existencia de comuneros en Alcalá, el periodo era desconocido y hacía que la historiografía oficial negara la mayor: que en Alcalá hubo una importante rebelión comunera que tuvo conexiones con los principales cabecillas del levantamiento a nivel estatal. Carrasco Tezanos investigó sobre el tema y ha logrado por resultado una obra incuestionable, bien asentada en documentación de archivo que no había sido consultada, puesta en relación entre sí y publicada hasta ese periodo de trabajos del autor entre 2014 y 2016.
Los hallazgos de ese periodo de la Historia complutense entre 1520 y 1521 nos habla de una revisión de la Historia de la ciudad que afecta al conjunto del centro peninsular, por ende de la política central española, que pone en entredicho algunas de las afirmaciones tópicas sobre Alcalá y reescribe la Historia al aportarle los hechos que hasta ahora no se habían narrado. Repito: no se habían narrado, que no es lo mismo que no ocurrieran. Es por ello que afirmo que es uno de los libros de Historia que recientemente más ha aportado al conocimiento de lo pasado.
El movimiento comunero se produjo en 1520 en el Reino de Castilla, casi a la par que las germanías en el Reino de Aragón, cuando Carlos I acumuló contra su modo de ejercer el poder una serie de descontentos, tales como dar altos cargos a extranjeros, aumentar los impuestos para conseguir la corona imperial, desplantes a algunos usos y a algunas familias poderosas del periodo anterior, etcétera. En el movimiento comunero se ha querido ver desde un preludio de predemocracia o incluso de República, cosa muy cuestionable hoy día, hasta un choque final entre los conatos de la Edad Media con el poder centralizado de la Edad Moderna. Como sea, los comuneros en general no renunciaban a tener monarca, si bien los principales cabecillas reconocían a Juana I, así como tampoco renunciaban a la religión católica y su jerarquía. Entendían el poder de otro modo, más asambleario, más descentralizado y más lleno de controles y límites al poder del monarca. Ahora bien, entre los propios comuneros existían unos más moderados y otros más revolucionarios, dando por caso que las clases populares encabezados por algunas personas con autoridad, vieron en el movimiento comunero la posibilidad de escapar de algunos de los impuestos y órdenes sociales que hasta la fecha les había impedido progresar en sus condiciones de vida. Fue esto lo que dio miedo a muchos nobles que inicialmente se comprometieron con los comuneros y posteriormente cambiaron de bando, apoyando al poder de Carlos I. De este modo, habiendo recogido el gobierno del Reino Hispánico del difunto Cardenal Cisneros en 1518, en 1521 Carlos I se vio en condiciones de sofocar duramente a los comuneros e imponer sus condiciones, teniendo vía libre para ejercer de rey de España y emperador de Alemania.
El libro expone la importancia de la recién fundada Universidad de Alcalá de Henares en aquellas épocas, tanto en su personal docente como estudiantil, en la rebelión comunera en estas tierras. A estos se unieron una serie de personas de cierto poder adquisitivo y también de la nobleza apartada de los poderes locales. Ellos hicieron suyas las reclamaciones de los principales cabecillas de los Comuneros e incluso aportaron hombres para las milicias que fueron a socorrer los enfrentamientos en Madrid y en Villalar. Este foco alcalaíno se une así a un triángulo insurrecto entre Madrid, Toledo y Guadalajara. En Alcalá de Henares se depuso a los Mendoza, que huyeron a Guadalajara, e incluso también se acogió al obispo Acuña, momentos en los cuáles se asaltó el Palacio Arzobispal, así como casas de Santorcaz o se llega a entrar con violencia en lugares como la Universidad. El movimiento, en nombre de Dios y siguiendo un procedimiento propio que pretendía la legitimidad, instauró una especie de asamblea de gobierno, una comunidad, que duró varios meses. Cuando las clases más populares hicieron sus propias reivindicaciones dentro del movimiento comunero, se produjo una división interna, no exenta de forcejeos y una imposición del sector más oligárquico, que terminará rindiéndose a los realistas según saben de las derrotas de los principales comuneros en 1521. También en Alcalá hubo represión de aquellos que más se destacaron.
El libro está elaborado previa consulta de una amplia cantidad de fuentes primarias y bibliográficas, así como una amplia aportación de documentos de diversos archivos históricos. El trabajo se desarrolló, como se ha dicho, a lo largo de varios años, lo que hace que sea un trabajo profesional y claramente científico dentro de la Ciencia Humana que es la Historia. Determinados gráficos e ilustraciones aportan además una información numérica y visual que informa de la temática de manera rápida y accesible. Fácil de comprender. El estilo que elige el autor no resulta complejamente técnico, es más bien un estilo accesible a cualquier tipo de lector, lleno de datos fáciles de asumir por el lector interesado menos versado en lecturas de Historia. Es interesante la consulta de los diferentes listados de las personas que intervinieron o fueron afectados por la rebelión de uno u otro modo, o bien los cargos que les fue asignado o quitado durante el periodo de la Comunidad en Alcalá de Henares. Es un estudio muy completo y que dignamente debe estar dentro de las bibliotecas de Historia de Alcalá de Henares.
La rebelión comunera no fue algo inédito en la época. Ya a finales del siglo XIV, en 1378, en la ciudad-Estado de Florencia, los trabajadores del gremio de la lana, los ciompi, sufrieron un descontento grave al ver que su poder político era muy limitado, a pesar de que eran personas que daban grandes aportaciones económicas por sus negocios. Cuando en 1379 un Medici accede al gobierno de Florencia, se produce un tumulto y una represión de las cuales hasta Maquiavelo se hizo eco. Y en la propia década de 1520, en Alemania, el posicionamiento de Lutero con los grandes señores en las guerras y revueltas que se vivieron contra Carlos I, mezclando y aunando religión y política, hizo que un Müntzer, uno de sus discípulos cristiano protestante encabezara una revuelta popular que reivindicaba el fin de los impuestos altos, y poder cazar, pescar, pastar y cultivar libremente. Fueron reprimidos con gran dureza por los señores luteranos. Y de este modo podemos citar varias revueltas y rebeliones de la Edad Moderna en el mismo sentido. El poder absoluto era cuestionado, con ningún éxito, antes de que este cayera con la revolución francesa de 1789-1799.
Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".
No hay comentarios:
Publicar un comentario