sábado, 25 de agosto de 2018

Leyendas y refranes complutenses

Título: Leyendas y refranes complutenses.
Autores: Arsenio E. Lope Huerta y M. Vicente Sánchez Moltó. 
Editor: Diputación Provincial de Madrid, Delegación de Cultura, Deporte y Turismo. 
Año de publicación: 1982 (1ª edición).
Género: Cuentos y leyendas, Refranes
ISBN: 84-500-8342-7

Alcalá de Henares vio trasladar su Universidad a Madrid en 1836, después de estar en funcionamiento desde 1499. Había pasado un periodo de decadencia en el siglo XVIII, junto al resto de Universidades españolas a costa del retraso científico y humanístico que sufrió España al aplicar el Concilio de Trento desde el siglo XVII. Aunque hubo varios intentos significativos de modernizar la Universidad española en aquel siglo XVIII, especialmente con Carlos III, lo cierto es que se entró en una fase de decadencia muy seria. Con Carlos IV, entre finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, se enajenaron y subrogaron diversos bienes mobiliarios y de renta a causa de la falta de alumnos, se aprovechó para decorar algunos de los palacios del monarca. Con la revolución francesa llegaron algunos aires revolucionarios, lo que llevó al afrancesamiento de muchos de los universitarios de la época. Sin entrar en detalles ni periodos, se vivieron diversos cierres de cursos enteros por cuestiones ahora también políticas, mientras los liberales además planeaban el traslado de la Universidad a Madrid para modernizar el modo de gestión de la educación en España. Fernando VII no llegó a cerrarla el todo, pero los regentes en nombre de Isabel II sí lo hicieron en 1836, como se ha dicho. Desde entonces se entró en un periodo de decadencia y pérdida de identidad de la ciudad que los vecinos trataron de frenar desde 1851 a través de la Sociedad de Condueños. El resto del siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX diversos vecinos adinerados o intelectuales trataron de darle una nueva vida cultural y recuperar parte de la memoria de su pasado. Son especialmente interesantes algunas iniciativas tomadas justo entre 1868 y 1936. En 1928, con la dictadura de Miguel Primo de Rivera, se creó el Patronato Nacional de Turismo, que desde comienzos de 1929 se fijó en Alcalá de Henares para promocionarla como lugar destacado de las Letras españolas. Se creó la Hostería del Estudiante y se recuperaron algunos actos solemnes de la Universidad Complutense en el Paraninfo de la Universidad, que se había llegado a usar de cuadra. Ferias del libro, homenajes a Cervantes, visitas y actos de personalidades altamente relevantes de la Cultura desfilaron por las calles alcalaínas, especialmente durante la Segunda República. Tras la guerra y con la dictadura de Franco el ambiente volvía a estar en franco deterioro hasta que desde 1968 se nombró a su casco histórico Conjunto Histórico-Artístico. Con Franco muerto, en 1977 se recuperó la Universidad, aunque era una de nuevo cuño en los viejos edificios de la que fue Universidad Complutense, que continuó en Madrid. Con las primeras elecciones municipales en el nuevo periodo democrático, en 1979, comenzaron una serie de ayuntamientos que se preocuparon por recuperar junto a la nueva Universidad los edificios históricos de aquel pasado cultural, así como iniciaron una labor de difusión a la sociedad sobre la riqueza de ese pasado cultural y tradicional alcalaíno. Con el nombramiento de Alcalá de Henares como Patrimonio de la Humanidad desde 1998, toda esta actividad se relanza con más fuerza.

En este largo contexto de recuperación de la cultura alcalaína se editaron por parte de las instituciones municipales, provinciales y universitaria a lo largo de los años 1980 y parte de los 1990 una serie de publicaciones sobre las tradiciones, los edificios, las obras de arte, las personalidades históricas y la Historia de Alcalá de Henares. Y es en ese contexto que en 1982 se publicó el libro Leyendas y refranes complutenses por parte de la Delegación de Cultura, Deporte y Turismo de la Diputación Provincial de Madrid. Las Comunidades Autónomas estaban comenzando su andadura como tales, la Diputación Provincial de Madrid estaba a punto de desaparecer, pero en ese 1982 aún existía y estaba en manos del Partido Socialistas Obrero Español (PSOE). En concreto en manos de José María Rodríguez Colorado, que cesó en diciembre y dio pasó en enero de 1983 a César Cimadevilla Costa, el último presidente de la Diputación, que lo fue hasta junio de 1983. Fue en enero de 1983, precisamente, que se registró en la base de datos del ISBN el libro citado, aunque había sido creado en 1982. Los datos pueden no ser irrelevantes, pues los dos autores del libro tenían que ver precisamente con el PSOE municipal de Alcalá de Henares, Arsenio E. Lope Huerta y M. Vicente Sánchez Moltó.

Arsenio E. Lope Huerta venía de una familia de varias generaciones de políticos locales, por lo general conservadores, comprometidos con la sociedad y la cultura complutenses. Él fue cofundador de la Agrupación Socialista de Alcalá de Henares en la clandestinidad política, en 1974. Lideró el PSOE local en la Transición. En las primeras elecciones municipales de la monarquía parlamentaria actual fue elegido concejal por el PSOE en 1979, pero también fue diputado provincial en la Diputación Provincial de Madrid. En 1983, año de registro de este libro, fue elegido alcalde de la ciudad. Como tal fue artífice de lo que se ha conocido como Convenio Multidepartamental de Alcalá de Henares, que desde 1985 implicó a varias instituciones de diferentes niveles jerárquicos de los gobiernos de España y a la Universidad, para recuperar edificios y Cultura en Alcalá de Henares. No obstante donó la casa y terrenos familiares para crear la Facultad de Ciencias Económicas ampliando un antiguo hospital del siglo XVII en la Plaza de la Victoria. Presidió la Sociedad de Condueños, y estuvo en diversas sociedades para recuperar la ciudad. Desde 1969 él había estado participando de encuentros y publicando en periódicos y revistas sobre la cultura alcalaína. Partícipe de la Enciclopedia Cervantina del Centro de Estudios Cervantinos, ocupó otros cargos políticos relevantes hasta que en 1994 decidió dejar la política para dedicarse a un trabajo bancario y volcarse en su actividad cultural complutense, quizá su gran pasión, pues llegó a adaptar a teatro El diálogo de los Perros, de Miguel de Cervantes, en 2009, que estrenó en el Corral de Comedias de la ciudad. 

M. Vicente Sánchez Moltó es cronista de la ciudad y Técnico Ayudante de Archivos y Bibliotecas de Alcalá de Henares, puesto que ejerce desde la Biblioteca Pública Municipal Cardenal Cisneros, donde se ubica el Archivo Municipal de Alcalá de Henares y la Hemeroteca Municipal de Alcalá de Henares, que contienen los fondos históricos de la ciudad. Eso le da cierta ventaja y mayor acceso a la documentación y la bibliografía antigua del patrimonio complutense, así como a las más novedosas aportaciones de otros autores. Comenzó a ejercer de cronista de la ciudad a la par que aún lo era García Gutiérrez, que murió en 2014.

Tanto la aportación bibliográfica de Arsenio E. Lope Huerta como la de M. Vicente Sánchez Moltó son aportaciones muy extensas que remontan a comienzos de la década de 1980, en cuanto a libros, y a finales de los años 1960 y principalmente los años 1970 con publicaciones de otro tipo, como son los artículos periodísticos, comunicados y conferencias. El libro que les une a los dos en esta labor, Leyendas y refranes complutenses, fue el primer libro que publicó Arsenio E. Lope Huerta y probablemente Sánchez Moltó. La base de datos del ISBN del Ministerio de Cultura indica que se vendió a unos 4'64€ de hoy, lo que en 1982-1983 debieron ser unas 770 pesetas, lo que era un precio elevado y caro por entonces, máxime siendo una publicación financiada íntegramente por las instituciones madrileñas, o sea: salido con los impuestos de los madrileños. Sólo se hizo una edición que con el tiempo se ha transformación en objeto deseado de los bibliófilos y coleccionistas alcalaínos. Es difícil de encontrar ahora, en 2018, pero se le puede encontrar en librería de viejo como edición rara o antigua a unos 30€ (unas 5.000 pesetas de las antiguas), aunque hay quien lo vende hoy día en la plataforma de venta por Internet Amazon a 19€ (en realidad 22€ si se incluye los gastos de envío postal), rompiendo el precio real que tendría en su mercado de antigüedad.

El libro está claramente desfasado hoy día. Buena parte de su contenido se puede leer, e incluso mejor documentado a estas alturas, en otras publicaciones posteriores que recogen parte de las leyendas que se cuentan como parte de la Historia social o cultural de los mitos fundacionales de la ciudad. Es más, algunas crónicas de los siglos XVII al XIX, como por ejemplo la de Esteban Azaña, ya contenían parte de las historias que aquí se cuentan, no obstante, debieron ser fuente de información para Lope Huerta y Sánchez Moltó. El libro fue novedoso en su época y hay que reconocerle como ventaja que incluso hoy día es un libro útil en cuanto que reune en un sólo volumen una determinada cantidad de estas leyendas y de refranes alcalaínos, algunos caídos en desuso o desconocimiento. Probablemente el libro trataba de recuperar y difundir todo este conocimiento popular y de las crónicas antiguas para darlos a conocer a una población alcalaína que estaba creciendo a base de emigrantes de otros puntos de España desde la fundación de la Universidad Laboral y de la venida de numerosas fábricas en los años 1960, así como en ese preciso momento histórico donde se estaba volviendo a crecer demográficamente de manera acelerada gracias a la creación y ampliación de la Universidad desde 1977. En otras palabras, probablemente se trataba de crear alcalaínos y conciencia de alcalaíno entre los nuevos ciudadanos, a la par que a los viejos alcalaínos se les daba conocimientos por escrito de sus leyendas y refranes más remotos que aún circulaban y que no estaban bien asentados en su narración y conocimiento por parte de todos.

Los autores hicieron una labor de compilación sin añadir ellos nada más que la forma actual de narrarlo y si acaso, a comienzo el libro, unas palabras introductorias. Se recogen historias como la del origen de las Santas Formas (que tienen procesión religiosa propia en esta ciudad), los Santos Niños, la pata de la mesa del Rey Salomón escondida en el monte Zulema (Gurugú), etcétera. Así como se repasa refranes del modo de ser alcalaíno o de entender la vida, mucho de los cuáles nos remontan a conocimientos y cultura popular propios de la vida alcalaína del siglo XVI, con la Universidad en su época más prolífica.

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

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