sábado, 28 de marzo de 2020

El día que me enamoré de mi BMW

Título: El día que me enamoré de mi BMW
Autor: Raúl Quirós Molina. 
Editorial: Vitrubio.
Año de publicación: 2008 (1ª edición).
Colección: Baños del Carmen.
Nº de volumen en la colección: 167.
Género: Poesía.
ISBN: 978-84-96830-70-7

Raúl Quirós Molina (Madrid, 1980) es uno de los autores actuales más exitosos salidos de Alcalá de Henares, merecida y trabajadamente. Él vivió en Alcalá de Henares y fue aquí donde presentó su primer libro, un poemario llamado El día que me enamoré de mi BMW, en noviembre de 2008. Lo presentó en la veterana Librería Diógenes, justo compitiendo con las proyecciones de cine del festival Alcine en su edición 38ª. Ha vivido en Londres, Dublín, Lyon, Madrid capital y Barcelona, donde reside actualmente y desde hace varios años. Este ingeniero de Telecomunicación por la Universidad Complutense de Madrid se hizo fundador y productor teatral de la compañía Los Sueños de Fausto, en Madrid, al año siguiente de aquel libro, en 2009. Labor de la que seguía estando al cargo hasta 2018. Después, se fue a vivir a Londres para realizar un Master en Artes en 2011, el cual acabó en 2013 en la City University London. Entre 2013 y 2015 pasó a ocupar diversos cargos de la producción teatral en la propia Londres, como pueda ser productor, director, asistente, director de comunicación, etcétera, a veces sacando adelante proyectos comprometidos y polémicos, como una obra teatral feminista sobre el derecho a elegir abortar. Ello lo acompañó con trabajos de traducción. A su regreso a España en aquel 2015 pasó a ser profesor de escritura creativa en el Ateneo barcelonés hasta 2017. Este trabajo como profesor de escritura lo siguió desarrollando en 2016 y en adelante hasta la actualidad en diversos talleres de escritura combinándolo con ser también profesor de teatro y emplearse con otros trabajos de corrección, traducción y redacción, así como algunos empleos que tienen que ver con la informática y las telecomunicaciones, entre Madrid y Barcelona, aunque hace años que está afincado en Barcelona, repetimos, desde 2016 actualmente. Son las cosas de tener que ir ganándose la vida con sueldos.

Quirós escribe teatro, novela y poesía. Si su primer libro fue el poemario El día que me enamoré de mi BMW (2008), sus otros libros hasta el momento son Un hombre cae de un edificio (2010), El placer de escribir (2013, por fascículos en editorial Planeta), Aquellas niñas que reconocimos en fotos (2018, ni más ni menos que novela finalista del Premio Nadal), El pan y la sal. Flores de España (2019) y Los caballos inocentes (2019, novela ganadora del XXXIX Premio Felipe Trigo).

Como obras de teatro escritas por él, tiene The Last Hour of Antigone (dirigida por Sarah Provencal, CPT, Londres, 2013), Cuerpo Dividido (dirigida por su hermano Miguel Ángel Quirós Molina, Bululú, Madrid, 2013), Little Stitches (dirigida por Alex Crampton, Theatre 503, Londres, 2014), Carrera de Ratas (dirigida por Patricia Gorlino, Sala Tú, Madrid, 2014), Springtime (dirigida por Pamela Schermann, Greenwich Theatre, Londres, 2014), The indictment of Pinochet by Donald Duck (dirigida por Sergio Amigo, Calder Bookshop and Theatre, Londres, 2015), El Pan y la Sal (Lectura dramatizada dirigida por Andrés Lima, Teatro del barrio, Madrid, 2015), Flores de España (dirigida otra vez por su hermano, Teatro Santos de la Humosa, Madrid, 2015), The Dinner (dirigida por Simon Evans, The Vaults, Londres, 2015), El Sopar (dirigida por él mismo, Teatre del Raval, Barcelona, 2017), La piel de las mujeres (dirigida por Francesca Viana y él mismo, Barcelona, 2017), Sexos en Llamas (dirigida por Sergi Belbel, Sala Beckett, Barcelona, 2017) y Ubú Le Roi (dirigida por su hermano de nuevo, en el Teatro de Aranjuez, Madrid, 2018). 

Raúl Quirós es una de esas voces jóvenes que cada vez van cobrando más relevancia en las Letras españolas. ha sido entrevistado en Radio 3, M21 Radio y La Tundra, a la vez que ya ha sido reseñado en medios de tirada nacional tales como los periódicos El País, ABC, El Confidencial, El Cultural, The Guardian, Time Out London, The Independent y The Evening Standard. Así pues, no estamos ante un autor cualquiera, no estamos ante uno más.

Hoy vamos a hablar de aquel primer libro, el poemario El día que me enamoré de mi BMW. Fue editado por Vitrubio con cubiertas negras y letras blancas, en rústica, sin solapar. Se hizo dentro de su colección "Baños del Carmen", con el número 167. Estaba dedicado por el autor a Alejandra y Bea "como instigadoras". Como se dijo antes, fue presentado en aquel 2008 en noviembre, en la librería Diógenes de Alcalá de Henares, al atardecer. El editor decía en apenas muy pocas líneas iniciales que se trataba de un libro cargado de ironía y cargado de lenguaje contemporáneo y actual. Ciertamente algo de eso tiene.

Personalmente me pareció y me sigue pareciendo el mejor poemario de 2008. Está inmerso en el postmodernismo, pero sobre todo en la contracultura, a pesar de que no puede evitar hacer referencias cultas a Hölderling o a Adonai, estas son las mínimas y se escriben dentro de un contexto que las hace asequibles hasta para el lector que no conozca a los referenciados. No obstante en el libro se desarrollan referencias al mundo actual, como pueda ser la marca "Xerox" de las impresoras informáticas o al dictador iraquí Sadam Husein, ahorcado en 2006 y protagonista esencial del paso del siglo XX al XXI, o si se prefiere del final de la Guerra Fría al ultracapitalismo o neoliberalismo posterior. Tiene en esto numerosas referencias populares, por lo que algo de cultura pop también contiene en sí. Por supuesto hay ironía y sentido del humor ácido, el mismo título disfruta de todo ello, pero todo ello es en sí mismo duras críticas al mundo materialista, consumista y hedonista en el que se ha transformado Occidente y que exporta al resto del mundo. Se abandona lo inmaterial a manos de lo material, se identifica los estados de ánimo, las ideas o las emociones con la materialidad. Incluso la normalidad en la vida individual o en la social, el éxito y el fracaso, es medido en nuestra sociedad actual por cuestiones materiales, cuestiones que a menudo hacen pasar a los unos por encima de los otros, volviéndonos más clasistas dentro de las propias clases sociales ya existentes y haciendo así un mundo más insolidario en contradicción con sus propios valores y argumentos. Quirós se ríe de ello y lo señala con dureza en este libro. 

Porque yo te cocino
no sé si tú eres hamburguesa.
Te preparo y te cocino todo el año,
cual promesa de pan, tomate
y carne, desde las ocho hasta la una,
para niños y padres
cuya desgracia paga puntualmente
la mía de fin de semana.
Hay quien te encuentra bella.
Simbólica.
Artífice económica.
Pero tú sólo eres una hamburguesa.
Yo te preparo:
comida basura eres para un mundo basura.
Por eso te escupo en la entraña.
Para que el mundo
tenga un pedacito
de sí mismo que llevarse a la boca.

Las interrelaciones personales aparecen en el poemario, tanto las amorosas como las no amorosas, desde una perspectiva siempre mordaz y siempre alerta de aquello que no está funcionando correctamente desde esta sociedad actual. Tal como hacen los poetas de la nueva sensibilidad, abanderados por García Montero, dota a veces de poderes metafóricos y simbólicos a los objetos inanimados dándoles un poder vital y narrativo sorprendente. Así por ejemplo una manta que cubre del frío a una pareja esconde en sí el frío espectro de la figura de la madre de ella sobre ellos. El resumen de una vida en pareja a través de la monotonía del uso frecuente de unos objetos en los que gastan el tiempo libre para estar juntos que les deja sus trabajos dibuja una realidad social actual y de pleno llamando a las puertas de la realidad de todos.

Te escribo desde el sofá de escai
donde tú y yo solíamos ver tele
bajo la manta de tu madre,
con el frío mordiendo duro
en la calle y un fin de semana largo
por delante, como de cien kilómetros. 
(...)

Pareciera reflejar de fondo que cada uno de los que somos trabajadores somos lo que nos han dejado o lo que nos han guiado ser aquellos que nos han suministrado esta vida de trabajos para ir viviendo y objetos para usar en nuestras vidas. Como si los individuos fueran objetos pensantes al uso de quien crea los objetos que usan, pero objetos a fin de cuentas con emociones y sentimientos, tal vez absorbidos por la alienación del mundo actual, tal vez totalmente inconscientes de la excesiva materialización que hemos hecho de la comprensión de lo que es la vida, pero en el fondo con un algo de "nosotros somos otra cosa, la felicidad no debe ser esto exactamente, aunque me la esté proporcionando, porque así me he convencido de que me la proporciona".

Y dieron gracias los oídos
por el atardecer de piedra
que en círculos caía
sobre la estatua de neón.

Largos pasillos de moqueta,
lámparas de latón que apenas iluminan
la vida a la que nos mudamos.

¡Mayo! No hemos perdido
el sentido de la geometría
entre el chop-suey
y los patos asados
que, desnudadamente ahorcados,
penden de los escaparates.

Algo
trata
de abrirse camino
a través de esta piel.

La libertad de Mayo de 1968, traducida como búsqueda de solidaridad y caminos humanos entre las personas para refundar la sociedad, aparece en estos poemas, con todo su marxismo, con todo su anarquismo implícito, para hacer autocrítica en pleno 2008 de aquello que pudiendo ser, no lo es o no lo es del todo. El mundo del capitalismo, del consumismo, de lo material, de la individualidad liberal, de la globalización que coge trozos comercializables de una cultura, los despoja de su cultura y los vende en otro lugar como una experiencia plena de esa misma cultura que le despojó, se impone, y sin embargo entre las cosas que brinda la sociedad de consumo sigue en los espíritus individuales el afán de libertad de Mayo del '68. "¡Mayo! No hemos perdido / (...) /entre el chop-suey / y los patos asados", dice. 

En la actual crisis sanitaria mundial del 2020 por la pandemia de la enfermedad Covid-19 se extienden los confinamientos, las autarquías y los cierres de fronteras. Mientras se pide solidaridad a los ciudadanos entre ellos, a la vez los Estados y los bancos internacionales muestran su cara más insolidaria entre sí, y por ende con los individuos. El mercado ultraliberal y globalizador triunfador de la Guerra Fría tras 1991, simbolizado en el poema que le dedica a la pérdida de valores de la sociedad al ver televisado el ahorcamiento de Husein en 2006, se ha demostrado estos días ineficaz, problemático y en caída libre en cuanto a que el cierre de fronteras de algunos países ha provocado el caos de los abastecimientos de otros países y la caída en tromba de todos los materialismos posibles. Estos días se vuelve a hablar del Estado del bienestar y de las políticas sociales que propugnaban los socialistas en aquel Mayo de 1968. El propio Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, declaraba estos días cómo el neoliberalismo ha socavado la democracia en los últimos cuarenta años y como las clases trabajadoras han sido explotadas y mermadas en sus derechos y bienestar en favor del enriquecimiento mayor de los que ya eran ricos, por lo que considera que la etapa neoliberal abierta tras 1991 llega a su fin al ver como ella misma lleva al colapso y el caos cuando la globalización que defendía trae consigo una crisis humanitaria global. Todo este debate actual está inserto en este poemario de 2008 de Raúl Quirós. Es un poemario de su época, en un sentido amplio, pero es un poemario actual.

Ni la Guerra del Líbano,
ni la licencia GPL,
ni el cáncer que secretamente 
incuban tus cojones
cambiarán el sabor
del café de oficina
durante los próximos
treinta y cinco años.

Así denunciaba Quirós la realidad del mundo occidental actual. Un poemario necesario de estar en la biblioteca del lector de poesía actual. El mejor de 2008.

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

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