Título: La muerte no tiene color.
Autora: Hugo Sanz Rodero (Ugo Sanz).
Editorial: Ediciones Eunate.
Año de publicación: 2024 (1ª edición).
Colección: Narrativa.
Nº de volumen en la colección: [sin número].
Género: Novela.
ISBN: 978-84-7768-485-5
Este año 2024 se incorpora como escritor alcalaíno alguien que ya lleva varios años siendo creador, salvo que lo ha venido siendo como cineasta. Se trata del realizador de cine, director y guionista, Ugo Sanz, que ahora como escritor firma Hugo Sanz Rodero. Una persona, por otra parte, amiga desde hace años, desde los tiempos del bar La Vaca Flaca, donde tantas personas de los diferentes ámbitos de la creatividad de Alcalá de Henares coincidimos muchos antes de la existencia de El Laboratorio. A través de esa amistad yo mismo asistí a ver sus películas en sus estrenos en Alcalá de Henares e incluso en el cine Capitol de Madrid, en la Gran Vía, durante un festival de cortometrajes. El libro con el que se estrena como autor literario es La muerte no tiene color, aunque ni decir tiene que previamente tiene muchos guiones de cine escritos, principalmente cortometrajes y mediometrajes, tal vez en cifra aproximada de cien. Entre esos cortometrajes, totalmente escritos y dirigidos por él, están Los ojos de Alicia (2005), El prestidigitador (2006), No es una buena idea (2007), Adiós, muñeca (2009) y Ya no voy a hablar más (2009), entre otros. Se han estrenado en el propio festival de Alcine, en Alcalá de Henares, pero también en otros festivales de Madrid, Almería y otras ciudades tanto españolas como europeas, e incluso en Nueva York. Como cineasta se disponía a dar ideas para el "book tráiler" a la editorial, tras visionar algunos que esta misma hizo con otros autores, pero decidió respetar el realizado tras verlo y convencerle de ser apropiado. De todos los citados quepa destacar el primero de todo, Los ojos de Alicia, pues su argumento y temática está muy ligado a la novela que ahora escribe, una historia de un psicópata que practica el secuestro y la tortura, especialmente mental.
Hugo Sanz nació en San Sebastián, en el País Vasco, en 1973, pero vino a vivir a Alcalá de Henares con sus padres en 1979, con seis años de edad, y desde entonces vive aquí y ha desarrollado su vida aquí. Sus estudios y su carrera cinematográfica, aunque esta le haya llevado a otras ciudades ya por estrenos, festivales o motivos de trabajarlos. Ya hemos comentado su conexión con La Vaca Flaca, ya desaparecida y con los festivales de la propia ciudad, como Alcine. También formó aquí su propia familia, cuya particularidad en la visión de su pareja, Beatriz, le ha dado una de las características principales de la protagonista de esta primera novela. Quepa decir en estos apuntes biográficos que él lleva toda un a vida firmando como Ugo Sanz, no por la eliminación de la letra "H" en el nombre de Hugo en algunos lugares de lengua vasca, sino, según confesó él, porque le pareció diferenciador como algo artístico. Así era como iba a firmar su primera novela, pero los maquetadores de la primera versión promocional de la portada del libro para los medios de comunicación creyeron que había un gazapo y corrigieron Ugo Sanz a Hugo Sanz. Por lo que hubo una primera versión muy mínima circulando así. Llegados a ese punto donde ya estaba difundido, Hugo decidió mantener la autoría Hugo Sanz. Sin embargo ocurrió otro imprevisto. Rastreó si existía ya otro Hugo Sanz escritor y efectivamente existe. Se trata de un prolífico escritor de novelas de corte erótico o sexual, por lo que para diferenciarse del todo decidió añadir como autor su segundo apellido, Hugo Sanz Rodero. Las cuestiones del azar a veces son así.
No fue lo único que varió. El primer título que el propio autor había elegido era Cien espadas de Damocles. Con ese título trabajó en todo momento el manuscrito original e incluso fue con el que lo envió a concursos y editoriales. Más aún, fue finalista del Premio Azorín 2022. Con ese distintivo incluso se presentó a la gala de premios y se presentó a dos agencias editoriales. En la primera agencia le pidieron reescribir parte de la obra. Para ello una de las agencias, de prestigio, le recomendó acudir a un editor que le pasó un informe de lectura que al propio Hugo le hizo sospechar sobre la seriedad o no con la que se habían tomado su libro. No le gustó y siguió reescribiendo mientras mandaba la obra a esa segunda agencia editorial. En este caso el agente editorial ni contestó. Suele ser habitual en el mundo editorial este tipo de actitudes entre editores. Denotan cierto menosprecio a los autores, especialmente no conocidos o no reconocidos. Con estos precedentes y parte de la obra reescrita se presentó a la Ediciones Eunate. Una editorial de Navarra que se dedica principalmente a escribir novelas en Pamplona y su entorno, especialmente de novela histórica y de misterio. María Oset, la directora, quedó enganchada a la obra. Prácticamente no le pedía cambios, salvo el título. Iba a arriesgar a publicar un libro que no era de su área editorial habitual, sino de Alcalá de Henares, y por tanto de Madrid, donde hay gran competencia editorial y de publicaciones. Otras amistades dudaron del título original y al final fue Beatriz, su pareja y a la vez profesora de Literatura, quien no sólo le hizo recomendaciones de escritura, sino que además le aportó el título a raíz de una peculiaridad física que tiene ella y comparte con la protagonista de la obra, una sinestesia que hace que vea tonalidades de colores según los días y espacios de tiempo, así como situaciones de la vida o vivencias. Una rareza que no por rara no existe. Existe. De ahí surgió el título La muerte no tiene color, que es un título por otra parte con un gancho muy cinematográfico, el de asociar a la muerte alguna cuestión material o mental, múltiplemente utilizado. El título gustó y además aportó la portada negra con manchas de colores, idea de Oset y que es la portada que le viene perfecta como novela negra, de suspense, policíaca, de crímenes.
La novela también contó, aparte de los conocimientos de Beatriz y de su editora, con el asesoramiento de amigos de Hugo del mundo de la cinematografía, la sexología, el cuento narrativo, un miembro policial del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y otro de la Sección de Análisis de la Conducta, de la Policía Nacional, el cual es por fuerza, además, psicólogo. Todo esto según comenta Hugo Sanz en agradecimientos. Además, la inspiración el viene también por una sección de un periódico dedicado a dar casos de análisis de la conducta en crímenes. Lo que me recuerda un pasatiempo en el diario El País que en la década de 1990 era precisamente eso, intentar dar la solución a un crimen ficticio a través de conductas y de sucesos entre las personas implicadas. La influencia de todos ellos se nota mucho en la obra, especialmente el peso de la construcción psicológica de todos y cada uno de los personajes, logrando una diferenciación entre ellos muy bien estudiada.
No olvidemos tampoco que Hugo Sanz lleva mucho tiempo escribiendo guiones, por lo que también se nota en la novela ese peso y se infiltra muy descaradamente un estilo narrativo muy de guion cinematográfico o televisivo en lo que sería narración de novela, pero hace que este sea parte del estilo propio del autor en esta obra, por lo que no es algo rechazable, porque es como su propia esencia de autor. El uso de la tercera persona del presente para narrar la historia nos recuerda a los guiones de cine y teatro. Sólo aparece la primera persona cuando en muy contadas ocasiones entra en la mente de la persona psicópata. El pretérito sólo se usa cuando se hace referencia a los hechos conocidos a través de informes, interrogatorios, un diario personal, o recuerdos. El refuerzo de una narrativa heredera de un lenguaje de guion está en la brevedad de los capítulos y en el carácter secuencial, a veces con saltos temporales breves, y a menudo simplemente para narrar una escena muy concreta que ayude a encuadrar a cada personaje en un momento determinado, algo muy de construcción de escenas en las secuencias. Enriquece, eso sí, la introspección reflexiva de los personajes, no se ciñe a la mera acción. Otro pequeño truco de guion es la tendencia a cerrar cada parte con un posible gancho que incite a querer seguir leyendo lo siguiente por curiosidad de algo que puede haber creado impacto en el lector. Por mi parte, a mitad de la novela es cuando más enganchado a la lectura me quedé. Va ganando fuerza ahí. Sea como sea, aunque puede ser una historia única y cerrada, el final no es tan cerrado como para no dejar una puerta abierta a una continuación, a una segunda parte, o quizá una saga, como las de las novelas negras de Gómez Jurado, Vázquez-Montalbán, Pérez-Reverte o, por citar clásicos del género, Arthur Conan Doyle o Agatha Christie.
El propio autor, Hugo Sanz, dijo en la presentación del libro en el comienzo de marzo de este 2024 en Alcalá de Henares, en la librería Diógenes, en febrero lo había presentado por primera vez en Pamplona, que le veía posibilidades para pasar la historia a cine, tal vez a mediometraje o incluso a serie de televisión, pero que si hay continuidad o que si la obra pasará a cine es algo que ya se verá.
El argumento base, pido perdón a Hugo Sanz por comentar esto, me recuerda mucho al relato breve Un mal buen inicio, que yo mismo, Canichu, escribí junto a Luis Abad en 2015 y que fue publicado en trece capítulos en Noticias de un espía en el bar, por entregas ilustradas por Zia Mei y Chechu, ese mismo año. Las similitudes del planteamiento de la base sobre la que se construye el relato son muy evidentemente grandes. En descargo de Hugo Sanz diré también que no me consta que él se haya leído tal relato, ni que lo conozca siquiera y que si lee estas notas probablemente se está enterando de su existencia en estos momentos. O al menos eso creo o eso me parece. Hay una distancia de nueve años entre un relato y otro. Hugo Sanz ha trabajado muy bien su obra y está micho más elaborada y profundizada. Lo nuestro era para una lectura breve y lo suyo es toda una novela.
Básicamente parte de la llegada de Coral a la Sección de Análisis de Conducta, de la Policía Nacional. El primer caso en el que ha de participar es probablemente el más duro de toda su vida. Un asesino en serie actúa en Alcalá de Henares, el Alcalá de Henares actual de este primer cuarto del siglo XXI, y en algunos barrios de Madrid capital, los ubicados hacia el Este, que dan a la carretera que lleva a Alcalá, como Vallecas, Barajas y Alameda de Osuna, aunque aparecen otras localizaciones siempre muy relacionadas a Alcalá, como Guadalajara, Santos de la Humosa, Torrejón de Ardoz y Azuqueca de Henares, entre otros. Se hablará y distinguirá numerosos lugares de Alcalá, evidentemente Hugo Sanz conoce a la perfección la ciudad. La cosa es que el asesino en serie es un asesino muy peculiar que usa de un sadismo desmedido al poner en práctica ejecuciones mediante torturas sacadas de la Inquisición española, dejando además una serie de objetos de tortura a modo de pistas en esa dirección. En medio de estos crímenes interactúa el papel de los medios de comunicación, los posicionamientos sociales y la política, pues se hace mucho más que evidente que aunque no se mencionen se hace referencia directa a la actualidad. El actual gobierno en 2024 es del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez en coalición primero con Unidas Podemos (2019-2023) y desde final de 2023 con Sumar, del mismo modo que se hace referencia al Partido Popular (PP) como oposición y a Vox como extrema derecha. Ahora bien, el libro está escrito originariamente en 2019, año en el que gobernaba el PSOE en solitario, pero con un acuerdo de apoyos políticos con Unidas Podemos. Quizá en esto Hugo Sanz no ha tenido la valentía de nombrarlo con nombres y apellidos (partidos) tal como otro clásico del género sí hace, Eduardo Mendoza, Premio Cervantes, por ejemplo en La verdad sobre el caso Savolta. Lo que sí me da la sensación con la lectura a través de algunas pinceladas expresivas y argumentativas de Hugo es que pareciera que deja clara la validez de los planteamientos del PSOE, la respetabilidad del PP y la censura a Sumar y Vox. Que no nombre a cada uno por su nombre no nos evita que sepamos como lectores lo que nos dice y cómo se posiciona a través de sus personajes principales. Por ello mismo, es probable que esta novela no le sea cómoda a lectores de Vox, que los de PSOE y PP la vean entretenida y el PSOE la vea recomendable, y que los de Unidas Podemos-Sumar la vean entretenida, recomendable en cuanto a lo que respecta la defensa de los derechos de identidad de género sexual, pero a la vez sumamente injusta con ellos, por cuanto esos mismos derechos, como otros, no hubieran avanzado si no hubiera habido coalición, tenemos de ejemplo para contrastar desde 1977 hasta la actualidad en cuanto qué se ha hecho y cómo y porqué y quién.
Saliendo de la novela, pensemos que la homosexualidad no dejó de ser un delito con la muerte de Franco, tampoco lo dejó de ser con las reformas de 1976, ni con las de 1977. Precisamente parte de las protestas de la asociación de presos en lucha COPEL, fundamentalmente dirigida por anarcosindicalistas de la CNT, era en torno a la despenalización de la homosexualidad y una amnistía para presos comunes; no era su única reivindicación, pero despenalizar la homosexualidad estaba en una de sus bases, incluido cuando se amotinaron y se cortaron las venas. A Adolfo Suárez le pusieron contra la cuerdas en los telediarios y el PSOE aprovechó para echar leña al incendio poniendo una proposición de derogación de la prohibición en 1978, pero no hicieron nada ni con la Constitución aprobada a comienzos de diciembre de 1978. En País Vasco mataron a un homosexual en Rentería, en una discoteca, y al votar el ayuntamiento en su condena la policía nacional entró soltando pelotas de goma contra los concejales. Se puede rastrear en prensa y en el Archivo General de la Administración, a eso se sumó una manifestación homosexual por Madrid y al final, el 26 de diciembre de 1978, Suárez tuvo que despenalizar la homosexualidad y fue en los comienzos de 1979, con la publicación en el Boletín Oficial del Estado, que quedó, así, despenalizada la homosexualidad en España. La iniciativa primera partía de COPEL, liderada por el anarcosindicalismo.
Volvamos al libro. el libro toca temas sociales, políticos y de la gestión de la información. Es muy actual y de fondo tiene sus mensajes reivindicativos y explicativos de cómo funciona el mundo, pero no va de eso. Es un libro fundamentalmente de novela negra. Va muy en el estilo de las series de investigadores criminales y, aunque sale mucha carnicería propia de las series de policía forense muy de moda en los últimos veinte años, es más deductiva, pero no tanto al estilo de las pistas de misterio al modo Sherlock Holmes y otros detectives deductivos. No. Se aproxima más a la serie televisiva El mentalista, donde una persona con grandes dotes para analizar la inteligencia emocional y la psicología ayuda a desentrañar crímenes. En medio de esto, de la Inquisición, la política, lo social y el tema homosexual, aparece la historia de tensión sexual entre sus dos principales protagonistas, Coral y un viejo amigo suyo del colegio que, ahora, es agente de los GEO. Esto nos aproxima también a un clásico recursos de las series televisivas. La subtrama, que a menudo parece la auténtica trama real del relato, la conductora. De hecho, si hay trascendencia a una segunda parte, por lógica esa subtrama es el hilo que cose, al margen de la puerta abierta en el mundo criminal.
Creo que es muy buena novela. Engancha y te hace leer más y más. Personalmente me gusta especialmente la construcción psicológica de todos los personajes. Creo que es algo complejo y que está muy bien realizado. Pero creo también que la historia principal, la trama de crímenes, tienen mucho jugo y será de especial gusto a los lectores de novela negra, aunque no sea una novela negra al uso. Una de sus características que la diferencian es mostrarnos que más allá de la vida de criminalistas de la policía, también tienen historias personales y vidas privadas donde les ocurre lo mismo que al resto de personas. De acuerdo que alguien dirá que esto ya estaba en series de televisión como Colombo o Los misterios de Laura, pero de verdad que merece mucho la pena cómo está construido y narrado todo ello en esta novela. Muy recomendable.
Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".
Pues solo hice una ilustración para «Un mal buen comienzo», ya que lo mencionas, pero lo gocé. Recopilé las entradas aquí:
ResponderEliminarhttp://catorcecosaspendientes.blogspot.com/2015/09/colaboracion-para-un-mal-buen-inicio.html
Muchas ganas de leer el libro de Ugo, y después de leer este comentario muchas más. Gracias, Canichu.