Título: Ana contra Gürtel.
Autor: Javier Bardón.
Editorial: Alrevés.
Año de publicación: 2025 (1ª edición; nota del autor).
Género: Novela; Novela histórica; Biografía; Memorias.
ISBN: 978-84-10455-43-6
Javier Bardón sacó en 2022 su muy notable primera novela, Retales de una bandera blanca. Ahora en 2025 ha sacado su segunda novela, tan o más notable, Ana contra Gürtel. La primera novela era una ficción con aire de novela histórica en torno a los acontecimientos políticos y las conspiraciones de poder en torno a políticos municipalistas nacidos con el impulso del Movimiento 15 de Mayo de 2011, y al calor de nuevos partidos como Podemos, nacido en 2014-2015. En concreto se centraba en los políticos locales de Alcalá de Henares que formaron Somos Alcalá aunando ciudadanos interesados en el cambio y partidos como Podemos, Izquierda Unida, Equo y otros. Se hablaba entonces tanto de los forcejeos de poder dentro, como de los zarandeos por parte de la derecha, Partido Popular (PP) y Ciudadanos, como por parte de la otra izquierda, Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Aunque contenía partes ficticias de las vidas de los protagonistas, se intuía muchos sesgos biográficos reales de aquellas personas que estuvieron en la política local de Alcalá de Henares en la década de 2010. Era incluso un retrato de la sociedad alcalaína del momento y de sus acontecimientos. Por ello era también una especie de novela histórica, de Historia actual. Ahora Bardón continúa por ese camino de novela de ficción que a la vez es novela histórica y en parte biografía... sólo que ahora también tiene una profundidad de memorias y hasta de trabajo periodístico. No se ambienta ahora en Alcalá de Henares, aunque sí en las políticas municipales de aquella misma década de 2010, e incluso del 2000. En realidad nos trata un capítulo importante de la España de la monarquía parlamentaria actual, y uno de los sucesos políticos de gran relevancia en el siglo XXI: la trama de corrupción más grande vivida de este periodo histórico por su magnitud y alcance, hasta el punto de lograr la caída del gobierno central del PP por una moción de censura interpuesta por el PSOE y secundada por Unidas Podemos y el resto de grupos políticos, salvo los más cercanos al PP. Una trama de corrupción que comenzó a ser destapada desde dos focos, uno valenciano, pero el otro esencialmente madrileño por las corruptelas inmobiliarias que a través de las políticas municipales esquilmaron millones de euros e implicaron desde simples ediles a gente posicionada en las más altas esferas del poder en España. Se trata en este caso de la trama Gürtel, que se empezó a destapar en un pequeño pueblo cuyo crecimiento y renta per cápita aumentó en muy poco tiempo a costa de todo ello, Boadilla del Monte. Aunque esta trama se subdividió en otras numerosas tramas y se complicó con otros casos relacionados en los que algunos nombres se repetían. Aunque el caso comenzó a ser investigado en los años de la segunda mitad de la década de 2000, saltó a los tribunales a comienzos de la de 2010, aumentando la indignación social canalizada en el 15M y aún a fecha de hoy, en pleno 2025, siguen los juicios de varias de sus partes.
Como se ha apuntado, Bardón hace novela de ficción y a la vez novela histórica, pero se ha dicho que vuelve a caer en la biografía ficcionada y en parte las memorias y el trabajo periodístico. Se debe a que la protagonista es Ana Garrido, una funcionaria que fue destinada tras probar una oposición sin un puesto asignado al ayuntamiento de Boadilla. Allí coordinó durante años las actividades del área de juventud en un gobierno municipal presidido por el PP. En su trayectoria conoció y vio cómo funcionaba la vida política y cómo creció un pueblo pequeño en tamaño y también en numerosa población enriquecida. Al no cuadrarle algunas de las situaciones que le afectaron a su trabajo comenzó a hacerse preguntas hasta que chocó frontalmente, pues estaba ante lo que era de hecho una serie de actos de corrupción que terminarían siendo denunciadas por ella misma sin saber que, de fondo, no era un mero suceso municipal, sino que tenía una alcance nacional tan profundo que alteraría en los años siguientes toda la vida del país... y su propia vida personal. Su denuncia ocurrió paralela sin que ella supiera que a la vez que ella realizó su investigación y denuncia, el juez Garzón realizaba su propia investigación sobre el caso. El juez fue inhabilitado por presunta prevaricación ante un sumario acerca de la memoria histórica, aunque ya en su día, como se cita en el libro, se intuía que de fondo era por investigar la Gürtel y sus conexiones empresariales y políticas. En la década de 2020 la Unión Europea ha declarado que la inhabilitación fue improcedente y se le debe indemnizar. Esta noticia no ha sido tan trascendida por los medios de comunicación de derechas, en comparación cuando fue acusado desde ellos de prevaricar.
El libro de Javier Bardón ha tenido un gran peso mediático a nivel nacional, e incluso ha sido presentado en la Casa del Libro de Madrid en septiembre. A finales del mismo mes lo ha sido en Alcalá de Henares en el salón de actos de la Sala de Exposiciones del Antiguo Hospital de Santa María la Rica, y un poco más tarde en Boadilla del Monte, mientras las radios de mayor audiencia en España, como Cadena Ser, o periódicos de tirada estatal, como El Diario, y otros grandes medios ha entrevistado al autor, el cual, en todas las ocasiones se ha visto acompañado por Ana Garrido. No obstante, fue Ana quien quiso que él le hiciera un libro sobre lo que debían ser sus memorias acerca de lo que vivió y sigue viviendo, animada porque él no es periodista, sino psicólogo, y por cómo trató en novela el anterior caso que noveló Bardón, ya citado. De hecho, si la primera novela es de 2022, fue en torno a 2023 que debieron entrar en contacto, y en 2024 trabajar ya plenamente en esta obra, que Bardón planteó que fuera igualmente en novela de ficción, aunque llevara ahora una carga importante de memoria. El libro, incluso está escrito principalmente en primera persona del singular, como si Ana Garrido hablara a Javier Bardón rememorando, aunque se alterna con una primera persona del singular como si un alter ego de Bardón, con otro nombre y como si fuera periodista, habla de sí como escritor de ese libro y su proceso y contactos con Ana, alternando estos textos con anexos a modo de correos electrónicos, artículos de prensa y otros documentos, lo que hace que la estructura de la novela pase a ser una especie de cuaderno de trabajo del protagonista, que dice que tiene que escribir la novela con todo ello, pero en realidad la novela es todo ello.
Ha sido publicado por la editorial Alrevés, la cual también ha publicado voces de otras personas muy conocidas con algo que reivindicar social o políticamente, como Mabel Lozano, Pepe Rubianes o Carlos Quílez, entre otros. En un tono ocre aparece una ilustración informática y casi de arte popular del videojuego, una figura de mujer rubia con blusa y faldas azules que sujeta lo que pudiera ser una carpeta, indudablemente un retrato de Ana Garrido. Se encuentra con la carpeta frente al avance de dos carros de combate que parece que se dirigen hacia ella. Se enfrenta a ellos. Es una referencia en metáfora y símil a la fotografía "El hombre del tanque" o "Fotografía Tiananmén", que realizó Jeff Widenner el 5 de junio de 1989, y que con 10 años de edad yo vi en reportaje de televisión en un Informe Semanal de Televisión Española, imagen que se quedó grabada en mi recuerdo. La fotografía es muy famosa y es parte de la Historia del siglo XX y los libros sobre ella. La población de China protestó por primera vez de manera enérgica contra el gobierno de la dictadura comunista de manera multitudinaria. Un hombre en la Plaza Tiananmén se puso delante de un tanque para impedir el avance de una columna de ellos enviados contra la multitud. Fue todo un símbolo para generaciones de la lucha del pueblo simple por su libertad, aún a pesar del poder del enemigo. No se sabe nada del hombre, que es anónimo aún en 2025. Se cree mayoritariamente que fue detenido y sigue preso de manera oculta, o bien que fue ejecutado (es la teoría más aceptada ya que China es el país del mundo con el mayor número de ejecuciones políticas, según se estima), aunque los más optimistas o soñadores creen que logró huir.
El libro está escrito principalmente de manera lineal, pero contiene en algunas de sus partes saltos temporales que nos llevan adelante o atrás del grueso lineal de la narración (la voz de Ana). Una forma de narrar que nos ayuda mucho a tener dos visiones de una misma situación y a abrir nuestras reflexiones. Aunque pareciera un recurso cinematográfico, no es tanto así, en los siglos XIX y XX esta forma está explorada, aunque en realidad es más antigua, Homero escribió así La Odisea en el siglo VIII antes de Cristo. Quien haya leído la gran obra épica, fundacional de la Europa antigua, sabe que la historia de Odiseo (Ulises) no empieza con el final de la Guerra de Troya y el comienzo de su viaje de regreso a Ítaca, sino con la historia de Telémaco, su hijo, ya algo mayor, que indignado por la situación de su madre y su palacio se va en busca de su padre, cuya historia comienza varios cantos más tarde como cautivo "enamorado" de Calipso, será más adelante, cuando ya no esté con Calipso, cuando narra con su recuerdo el inicio de su historia. Algo así ocurre en Ana contra Gürtel. Bardón no nos plantea la historia de Ana desde su inicio, que se contará más adelante, si no que nos la muestra en una etapa de su vida en la que decide irse a a vivir a Costa Rica al verse sobrepasada por todo lo que ha visto de corrupción y lo que esto ha afectado a su vida, pero un poco antes de que su denuncia y declaración en un juzgado se produzca plenamente. Hay algo de similitud existencial entre Ulises y Ana, perdidos en un mundo paradisiaco, donde su vida aparenta ir mejor, a pesar de que sus problemas siguen existiendo y estos reclaman su particular regreso a Ítaca. A Ulises le espera una horda violenta de pretendientes a su esposa y bienes, a Ana le espera un escenario de acoso laboral y personal que la llevara a una espiral de depresión, pero también de acoso y presiones personales y mediáticas. Ulises tomado por vagabundo retará a sus enemigos a un juego deportivo que acabará fatalmente para ellos; Ana encontrará el hundimiento económico y emocional pero llevará a las últimas consecuencias su paso por los tribunales, dando a sus denunciados condenas de diversa índole.
Los primeros capítulos me recuerdan las novelas de aventura hasta cierto punto política de Alberto Vázquez-Figueroa, un periodista pasado a novelista acostumbrado a crear novelas de ficción sobre acontecimientos históricos recientes de su época o de otros momentos del siglo XX, como Sha (1980), Matar a Gadafi (1981), ¡Panamá, Panamá! (1977), ¿Quién mató al embajador? (1974), Manaos (1975) o Tuareg (1980), entre otras. Javier Bardón no es seguidor de Vázquez-Figueroa ni lo ha leído, según dijo a quien esto escribe, pero en esos primeros capítulos hay algo intuitivo de esa esencia de narrar, directa, exótica, preocupada por lo humano de los personajes, que a la vez tienen algo público en los hechos principales de su vida conocidos. Que haya una voz narradora periodista nos acerca incluso un poco a esa voz de Vázquez-Figueroa, cuyo estilo novelista, aún hoy día con varias décadas de oficio de escritor, algo conserva.
La prosa ágil y con toques de lenguaje actual, aún cuando la novela está construida a modo de dossier del periodista protagonista, aún cuando casi toda la novela es en realidad la reconstrucción de la voz de Ana Garrido en confesiones personales, hace de esta lectura algo deseable de no parar, de no interrumpir. Bardón logra darle a la parte confesional de Ana unas palabras y formas de expresarse que, tras escuchar a la Ana real hablar en persona, descubres que es ella. Ha logrado mimetizar en su prosa la psicología de ella en su modo de expresarse. Las miradas temerarias de sus excompañeras, o las habidas de poder de sus jefes, las sedientas de información de los periodistas policías, los personajes de juzgado de toda calaña, enriquecen de perfiles propios y diferentes un relato que se nos vuelve real, y no cartón.
Todo el relato se transforma incluso en un relato de misterio en torno a los males que le pasan a ella, un misterio cuya solución sabemos, porque el final del libro es algo pública e históricamente conocido, más por nosotros que estamos temporalmente aún al lado del segundero de estos acontecimientos. Así que es una especie de Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez, si bien aporta como punto de vista novedoso algo no tan tratado en prensa en aquellos días, el desgaste psicológico, emocional y económico de Ana Garrido a lo largo de los años, levantado en dos ocasiones, una por alejamiento físico y mental al irse a Costa Rica y otra al ser aceptada y apoyada por grupos del 15M cuando los medios de comunicación más la presionaron y sufrió acoso laboral, personal y mediático, justo cuando el coste material del proceso la llevaba igualmente a la ruina. Queda mencionado en este contexto en un único párrafo escueto y vago la existencia de un rumor de toda la sociedad española en torno a la Gúrtel. Un rumor atado al hecho periodísticamente comprobable en hemeroteca y nacido de los innumerables suicidios y muertes naturales de gente implicada de un modo u otro en los procesos judiciales y que debían testificar antes de morir. Un rumor.
Tiene la novela otra cualidad más allá de lo literario y más allá de la memoria histórica de la protagonista, más allá de su propia voz biográfica. Es un libro que me resulta terapéutico. Es ahí donde se hace notar que el autor es psicólogo, cuidado, también trabajo en diseños de publicidad, si no recuerdo mal, pero es fundamentalmente psicólogo. Conoce bien el alma humana por sus estudios y desempeño. se notaba ya en el anterior libro, pero quizá por haber tenido un contacto estrecho con Ana Garrido, este libro en parte pareciera también lo que ha podido ser una terapia para ella, tan traumatizada por una vida truncada por todos estos acontecimientos. Pero precisamente porque habla de fracasos personales, de soledades involuntarias, de una vida insospechada de desempleo, de ruina económica irrefrenable y sus efectos, de adiciones como la alcoholemia y cómo empieza en fiestas locas que buscan desahogo, en el encuentro de personas que nos alivian, pero no están ubicadas realmente ni entre los que nos son cercanos ni entre los lejanos, de nomadismos físicos e interiores, refleja a la vez todo un estado de ánimo que puede coincidir con numerosas personas de vidas truncadas, especialmente por todo aquello que se prometió ser y no sólo no fue, sino que el camino es contrario. Quien esto escribe tuvo un capítulo emocional que sólo había vivido una vez anteriormente con otro libro hace muchos años, Crimen y castigo (1866), de Dostoyevski. Por entonces desarrollé una identificación tal con el protagonista, aunque no he cometido ningún crimen, que compartí fiebres y ansiedades. Ahora, con Ana contra Gürtel, llegué a alcanzar una noche y un día de ansiedad, insomnio, fiebre y malestar, sin poder parar de pensar en lo que le sucedió y su voz de confesión personal en el libro, alternándolo con lo que en mi vida he vivido y sigo viviendo, identificando problemas psicológicos y emocionales descritos en el personaje, y sus causas, lo importancia de las causas. Tiene por ello un carácter terapéutico que te invita a interiorizar en ti.
Quizá la novela no sea una simple novela que nos regala unas memorias de la Historia reciente. Es una novela de viaje al interior. Una historia de la caída de la heroína. Una heroína cuyo comportamiento a veces no es tan heroico, pero es humano. Es la novela de que no todo tiene recompensa ni buen final. Es la historia de los efectos de lo adverso en la persona. En la persona heroica, en el que se sabe solo frente a algo tan grande que no sólo no lo imaginaba, sino que además no esperaba, pero cuyos pasos hacia delante ya no tienen recorrido para volver atrás. Un camino en soledad. Un David contra Goliath. Una Ana contra la Gúrtel.
Javier Bardón ha continuado su trayectoria con esta segunda novela de manera muy bien encaminada. De seguir así, puede que sea alguien que nos dé aún mejores momentos y podamos brindar con él sus triunfos al hacernos llegar las historias tan humanamente como lo hace, desde la realidad de sus personajes, humanos, plenamente humanos.
Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".
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