Título: En la maduración del caos.
Autor: Samuel Santos.
Editor: Autoedición del autor por micromecenazgo de los lectores.
Impresor: Gráficas de Diego.
Año de publicación: 2017 (1ª edición; prólogo de Daniel L.-Serrano "Canichu".); 2018 (2ª edición, revisada y ampliada).
ISBN: [Sin ISBN, autoedición libre.]
Samuel Santos (1993) quizá sea actualmente el poeta más joven de Alcalá de Henares que ha publicado un libro. Lo hizo en septiembre de 2017 gracias a una campaña de micro financiación con las nuevas tecnologías de Internet, por lo que muchos de sus lectores y amistades pudieron aportar dinero para que pudiera publicar en principio unos cien ejemplares en una imprenta de Madrid capital, Gráficas de Diego. El libro, de hecho, se ha promocionado y repartido sobre todo en recitales dados en Madrid capital, así como entre las personas de Alcalá de Henares que aportaron algo a la creación de esta obra. Samuel Santos es conocido precisamente por su participación en múltiples recitales grupales, especialmente los que han tenido motivaciones reivindicativas y altruistas, ya sean con objetivos de igualdad de derechos en la cuestión del género sexual, o bien de protección de los animales y defensa de una vida vegetariana, en su vertiente vegana. Y esto ha sido así tanto en Alcalá de Henares, donde se le vio mucho en el ambiente del bar El Laboratorio entre 2015 y 2016, como en Madrid, donde se le ha visto desde 2016 mucho más, sobre todo en lugares asociativos autogestionados. Planea aparecer en otros lugares de España, especialmente el norte peninsular.
Samuel Santos, aparte de ser un espíritu joven, es un espíritu libertario. Toda esa concepción de la vida, lo igualitario, el animalismo y lo libertario, queda totalmente reflejado en esta obra, su primer poemario de una manera clara, patente, directa y evidente, sin pretender ocultarlo en absoluto, pero sin rendir la función de la poesía a la ideología, sino siendo la poesía un motor de expresar su modo de entender la vida. Más aún, el mero hecho de haber optado por el complicado camino, y modesto, de eludir el control y el colador de una editorial, ha optado por poder controlar su propia obra para poder ser una expresión más de su deseo de libertad. Samuel ha llegado incluso a diseñar y maquetar el libro por sí mismo. El resultado editado tiene un nivel alto, lo que es de gran valor y mayor aún atendiendo a su edad y a que es su primer libro. Se refleja en él una fuerza, un nervio, vital.
La portada es una ilustración de Andrea Angelina, mientras que la contraportada cuenta con un texto de Carlos "el Cebolla", escrito en una espiral un tanto anárquica en una fingida caligrafía humanística cursiva. En un entramado de color térreo salta a la vista la potencia de unos trazos como de tinta negra formando formas entre vegetales y una cara, dando lugar a algo muy vital y muy confuso, como si de un caos estuviera naciendo algo, lo que está al servicio el título del libro: En la maduración del caos. El libro cuenta además con un prólogo del también escritor alcalaíno Daniel L.-Serrano "Canichu", el que escribe esta reseña. Prólogo mutilado por el autor por cuestiones económicas para lograr la edición, razón que expresa la dificultad eterna de los escritores para sacar adelante sus proyectos. No es el dinero quien más fácil se lo pone a los poetas.
La poesía de Samuel, pese a su joven edad, parece la poesía de un hombre muy mayor lleno de experiencia de la vida. Un hombre muy mayor rebotado de vuelta de todos los caminos idos por la vida. Aún así, en esos versos, se descubre que es un hombre joven justo en todos los espacios que deja abiertos al sueño, a la utopía por realizar, a la esperanza en un algo aún por probar, aunque sus versos nos quieran decir que ya fue probado. Es una poesía altamente barroca, compleja. Necesita de una lectura lenta, pausada, reflexiva. Un poema, para entenderlo plenamente, requiere no de una sino de varias lecturas y su consecuente reflexión. Una reflexión que reclama lo intelectual, pero también lo sensorial, porque la poesía de Samuel contiene mucho de filosofía, pero mucho también de intuición visceral que para entenderla hay que leerla con los sentimientos que lanza, con lo emocional. Es un libro muy meditado y muy trabajado, lo que es también sorprendente para ser un primer poemario. Hay un claro reclamo de justicia social y de justicia con la vida, un claro reclamo de la libertad total para el individuo, pero se intuye en los versos reflexionados que eso no es posible si en la vida en sociedad el otro no comprende, acepta y asume esa libertad individual para el otro y para sí. Es probablemente el poeta libertario más claramente posicionado en esta vertiente de entre todos los poetas libertarios actuales de Alcalá de Henares, y probablemente de Madrid. Y ello sin que la ideología se coma al poema, si no que el poema es sólo expresión de su sentir y su reflexión, que es libertario. Lo que es un resultado muy complejo de lograr, a menudo imposible, ya que las ideologías suelen pervertir la Literatura con una facilidad suprema. En muchos de los poemas de Samuel no es así, aunque siendo sincero, en algunos sí, pero esos algunos no son la mayoría.
Como primer poemario que es recoge una selección de sus primeros poemas compuestos por años y recitados en muchos recitales previos en público. Se dividen en diferentes bloques que se diferencian con ilustraciones oscuras y lúgubres mezcladas con textos de reflexiones que invitan a pensar en una interiorización del conflicto y el caos personal que evoluciona hacia un algo impreciso, pero que claramente apunta a una salvación personal al creer en uno mismo tras descubrirse a uno mismo. Es por tanto una maduración del caos de la persona, que en medio de la zozobra de una época de cambio se comprende a sí mismo en caos, lo acepta y se forma dentro de él para superar la fase y ser algo más que un caos, algo maduro. Es un caos también porque se rebela contra el orden establecido, todo tipo de orden, y denuncia en diversos poemas todas aquellas convenciones sociales que nos cohíben como persona, o que se expresan en violencia contra otras personas o seres vivos.
El libro denuncia el orden social y económico, y denuncia toda barbarie contra los demás seres vivos. Busca una justicia social al mismo ritmo que ahonda en lo más profundo del alma del poeta, que tiene su propia zozobra interna, su caos interior. Sirve en ello una metáfora transversal en varios poemas a lo largo del libro sobre una enfermedad atroz, no sabemos si una enfermedad que periódicamente hace rozar la muerte o pensar profundamente en ella. Una enfermedad que hace que el autor cante y abrace la vida, la vida sin normas, la vida por la vida, la vida sin ataduras ni corsés, ningún corsé ético ni moral que cohíba la vida. El único límite es el respeto a toda vida, el respeto a lo que debería ser lo justo, la justicia. Es estremecedor leer los versos donde se habla de lo que quema respirar o latir. Pero es liberador leer a continuación como con rabia se defiende la vida.
Una de las palabras más usadas en el poemario es "sinestesia", que es la sensación secundaria de una parte del cuerpo ante el estímulo que se produce en otra diferente, según el diccionario, y también "sinergia", que es la acción de dos acciones que, al juntarse, provocan una sola acción o una acción derivada. En esas dos palabras se haya la clave y el resumen de En la maduración del caos. Toda lectura del poemario o de poemas sueltos del poemario deberían atender a esta clave, pues ahí hay mucho de la explicación. Probablemente el libro busca una reacción en el lector más allá de la poesía.
"(...)
Entonces:
¿me resigno a respirar los vapores
de una sociedad corrompida
por una realidad insana y artificial?
(...)"
Samuel Santos es una de las jóvenes promesas de la literatura alcalaína actual que más promete, aunque, por este camino, lo hace en un camino enrevesado, barroco, complejo, de lectura que necesita de reposado para su reflexión, y, creedme, merece la pena parar a pensar, aunque el libro, de algo más de ciento cuatro páginas, termine siendo leído en el mismo tiempo que un libro de mayor volumen de páginas. Samuel Santos, el poeta experimentado de corta edad.
Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".
NOTA SEGUNDA (26 de mayo de 2018, por Canichu): En mayo de 2018 Samuel ha editado una segunda edición donde se han suprimido algunos poemas que no terminaba él de sentir que debían estar en este poemario. Además, ha cambiado algunos versos de otros poemas. La portada y contraportada ha cambiado de color y ligeramente el dibujo. Se pierde el texto en espiral de la contraportada y aparece otro de Juan Ángel Asensio. La tipología de la letra queda más a gusto del autor, que le interesaba tener una tipología tipo máquina de escribir antigua. Las ilustraciones del interior también cambian, ahora son obra de Rubén "Ruru", en color. La estructura del libro original queda igual, pero mejor señalada: cuatro partes donde del caos nace la vida, con la semilla y su fruto como metáfora. Además, aunque sigue teniendo una fuerte carga filosófica en estos poemas, ahora apoya su peso un poco más en el dharma del hinduismo y el budismo.
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