martes, 30 de abril de 2019

Cosinas de Abril

Título: Cosinas de Abril
Autoras: Susi Corrales "Suko" y Abril Pérez Corrales. 
Editorial: La Fragua del Trovador. 
Año de publicación: 2019. (1ª edición; con prólogo de Arantxa Oteo Ugarte; y nota de la Asociación DEBRA-Piel de Mariposa.)
Género:  Aforismo, Humor, Infantil. Ilustración
ISBN:  978-84-17395-07-0

Dystrophic Epydermolysis Bullosa Research Association, conocida como DEBRA, es la asociación que en 1978 creó un grupo de padres en Reino Unido para ayudarse mutuamente y ayudar a combatir los efectos y consecuencias de una enfermedad rara, de carácter genético, que en esos momentos sólo estaba diagnosticada en unos doscientos niños, la llamada epidermólisis bullosa, popularmente conocida como "piel de mariposa". Desde entonces la asociación se ha extendido a muchos más países, entre ellos España desde 1993, y se han detectado muchos más casos en niños y adultos. Se trata de una enfermedad contraída desde el nacimiento para la que no hay cura y por la cual se movilizaron no hace muchos años una cantidad de actores, escritores y cantantes para realizar una campaña de solidaridad e información social. Esta enfermedad consiste en el desprendimiento de la piel al más mínimo contacto, creando todos los problemas imaginables de llagas lacerantes, sangrados y otras consecuencias, a cada cual más grave, incluida la complicidad con secuelas psicológicas y todos los trastornos de afectividad, empatía, comprensión y afectividad social que puedan contraer. Los que la sufren necesitan vendar sus cuerpos constantemente y ayuda por parte de otras personas, habitualmente sus familiares, ocasionando aquí otra serie de problemas de orden económico y medios de vida. Entre la corriente de solidaridad que ha despertado se encuentra la escritora Susi Corrales "Suko", que esta vez publicó su tercer libro en coautoría junto a su hija Abril Pérez Corrales. Efectivamente, el que es su tercer libro tiene relación directa con DEBRA-Piel de Mariposa. 

El libro se llama Cosinas de Abril, y está publicado por La Fragua del Trovador, con quien Suko ya había publicado Más allá del pensamiento, su segundo libro. En el caso de Cosinas de Abril, la editorial puso todo de su parte para crear una edición de bolsillo en rústica y solapada, con cubiertas forradas en plástico de brillo e ilustración de la pequeña Abril, una de las dos coautoras citadas, así como una gran fotografía interior de la madre y la hija. Es más, entre sus páginas incluyó ilustraciones infantiles de Abril impresas en color. Todo este despliegue no sin costo de producción editorial se hizo de manera altruista, pues los beneficios del libro se donan a DEBRA. Fue idea de la pequeña Abril, de cuatro años y medio de edad, cuando su madre, Suko, y su padre, el también escritor Lolo Rovira, le dijeron que iban a publicar en libro sus ocurrencias. A la pequeña Abril, con tan temprana edad, le salió de sí decirles a sus padres que fuera para ayudar a otros niños. Puestos a buscar causas, Suko y Lolo encontraron la causa de los niños afectados por Piel de Mariposa, ya que conocen a un niño con tal afección, amigo de Abril, y, tras contactar con DEBRA, encomendaron el libro a ellos. Su coste es barato, diez euros, lo que permite además una mejor difusión y por tanto una mejor recaudación benéfica.

"Ya he escrito un libro y todavía no se leer", dijo la pequeña Abril el día de la presentación en Alcalá de Henares, dentro de los actos literarios del mes de abril de este 2019 que celebró la Universidad de Alcalá de Henares. Lleva razón. Y probablemente aún no sepa ni escribir todo lo adecuadamente que algún día llegará a saber. El libro fue compilado por su madre, Suko, a través de sus cuatro primeros años de vida. Se trata de un libro de aforismos y de anécdotas de la vida diaria de una pequeña que va descubrimiento el mundo y el lenguaje, pero también de las interacciones de este mundo infantil con el mundo de la madre respecto al cuidado de la  niña y en menor medida también aparece el mundo del padre respecto a ese mismo aspecto. Abril es el centro, la protagonista de la obra. De hecho ya lo es de por sí a través de los escritos instantáneos en la red social que publica Suko. Abril es autora y a la vez personaje, por lo que a pesar de su corta edad podríamos decir que realiza lo que se llama metaliteratura.

Realmente Suko no hace nada muy diferente a lo que hacen otras madres y padres, anotar todas aquellas cosas que le parecen graciosas o significativas de lo que dice o hace su hija. Suele ser un ejercicio de intento de apresar un momento vivido que se sabe se va a perder con el paso del tiempo. Del mismo modo que se realizan fotografías y videograbaciones, suele ser común los cuadernos y libretas donde algunas madres y padres anotan todo tipo de cosas de sus hijos e hijas. No todos lo hacen, aunque todos vivan situaciones similares, especialmente con todo tipo de gracias surgidas de un uso del habla que está comenzando y comete sus equivocaciones infantiles a las que se les suma el desconocimiento del mundo en toda su complejidad adulta y a veces en toda esa crudeza que algún día les hará perder su infancia. Muchos son los programas de radio y de televisión dedicados a mostrar varias de estas situaciones, con la colaboración de los padres. Sin embargo, no son tantos los libros publicados que compilen o muestren todo ese conjunto de situaciones. Este es uno de ellos.

Abril es una niña muy despierta e inteligente que analiza el mundo y lo comprende desde una perspectiva de imaginación viva que, de fondo, demuestra una educación recibida donde la niña maneja cuestiones del mundo infantil pero también del adulto, siempre siendo inocentemente niña. Muy lista y perspicaz para su edad, tenemos en esta obra una especie de aforismos de una Mafalda real, más allá de la imaginación del gran creador de cómic que es Quino. 

Encontramos todas las anécdotas agrupadas en capítulos correspondientes a la edad por meses de la niña y a las temporadas estacionales del año. Lo habitual es que se presenten en forma de pequeños diálogos, siendo los mayoritarios los habidos entre la niña y la madre, en menor medida entre la niña y el padre, alguno con la aparición de la abuela o el abuelo, y las menos frases sin más de Abril. 

Con la lectura de este libro es fácil sonreír diversas veces, aunque su lectura debiera ser pausada y espaciada en el tiempo, para saborearlo mejor. Podemos ir más allá de lo que anota y reflexionar sobre la educación infantil en la España del comienzo del siglo XXI, hacer comparativas con otros periodos, así como una aproximación sobre la familia joven más o menos de clase media trabajadora, con estudios superiores, en esa misma España y en este mismo periodo. Pero el libro, muy obviamente no va de eso en concreto, va de todo ese mundo infantil y, ya que se nos propone dispuesto cronológicamente según crece Abril, sobre la evolución de una infancia en sus primeros años. Sobre el choque de todo un universo muy sencillo con su complejidad real, a pesar de que, dada la corta edad de Abril, siempre es con ojos divertidamente de niña. Abril es una pequeña Mafalda y tiene su cosmovisión de la vida y de la gente, de las costumbres sociales, de lo que es espontáneo y de lo que es artificial, de los sentimientos y emociones, de los deseos, de la ecología a través de los ojos del niño, de lo que es amar, de lo que se intuye que debe ser la muerte, de lo que merece la pena ser puesto en valor y no a través aún de la inocencia, etcétera.

Abril deja al descubierto los dobles argumentos de los adultos, los egoísmos (que también aparecen en el mundo infantil), lo que en realidad queremos y lo que en realidad hacemos, lo justo y lo injusto, e incluso tiene una filosofía muy sencilla y simple, al modo de algunos antiguos griegos, que choca con la complejidad del mundo que nos hemos ido creando. El choque de intereses, sobre todo entro lo ideal y lo pragmático, es una constante.

Cuenta con todo el corolario de recursos humorísticos que usaron los surrealistas en los años 1920-1930. Si hubieran dejado a Abril con Miura, Poncela o los hermanos Marx, de seguro hubieran tenido personaje para alguna de sus obras. Obviamente este fenómeno es algo que le sale a Abril de manera natural, como a muchos otros niños, sin haberlo trabajado ni estudiado. Aunque desde luego, donde más insiste en el humor, es justo en la confrontación del mundo adulto con el infantil, tal como lo comprendió Quino en la más que citada Mafalda, y en La pequeña Lulú que creó Marjorie Henderson Buell. Los tres personajes son pequeñas contestatarias, pero Abril es, además, real. Hay, en todas ellas, además, un poso de igualdad de género, de feminismo, de libertad, de reivindicación y de solidaridad.

Llegó el temido día de las vacunas.
-Mamá, cómo me ha dolido. He llorado mucho, ¿verdad? Y tú, ¡cómo sudabas!
-Ya cariño, sufría mucho por ti. No te podíamos sujetar entre las dos enfermeras y yo.
-No te creas, yo sí que sufría por mí.
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-Y digo yo, ¿si ya no creces, por qué sigues cumpliendo años?
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-Mamá Susi, ¿puedo tener más de un novio?
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Cuando hablo por teléfono, Abril siempre aprovecha para liarla parda, para chillar justo a  mi lado o para no parar de preguntarme cosas, y da igual con quién esté hablando. 
Ayer le intenté explicar, una vez más, que cuando mamá habla por teléfono debe portarse bien y dejar que hable tranquilamente porque puede ser algo importante.
-Abril, y si es algo importante, ¿qué?
-Pues le dices a quien sea: "espera un momentito, que mi hija me está preguntando algo importante", y luego sigues hablando.

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

2 comentarios:

  1. Solo puedo estar agradecida y desearte tanta suerte como la ilusión y el esfuerzo que pones en lo que haces.
    Un precioso regalo para Abril. Una gran ayuda para visibilizar la enfermedad de piel de mariposa.
    ¡Gracias!

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