lunes, 11 de abril de 2022

Azaña

Título: Azaña.
Autores: Vicente Alberto Serrano y José María San Luciano. Varios autores, entre ellos hay texto de Azaña. 
Editorial: Edascal.
Año de publicación: 1980 (1ª edición)
Género: Historia; Ensayo; Política; Biografía.
ISBN: 978-84-74500184
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Título: Azaña.
Autores: José María Marco. Vicente Alberto Serrano y José María San Luciano. Varios autores, entre ellos hay texto de Azaña. 
Editor: Fundación Colegio del Rey.
Año de publicación: 1990 (1ª edición; prólogo de Florencia Campos, alcalde de Alcalá de Henares por el PSOE)
Género: Historia; Ensayo; Política; Biografía.
ISBN / Depósito legal: [No localizado]

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Título: Azaña.
Autores: José María Marco. Vicente Alberto Serrano y José María San Luciano. Varios autores, entre ellos hay texto de Azaña.
Editores: Fundación Colegio del Rey; ayuntamiento de Alcalá de Henares.
Año de publicación: 1991 (2ª edición revisada y corregida; prólogo de Florencia Campos, alcalde de Alcalá de Henares por el PSOE)
Género: Historia; Ensayo; Política; Biografía.
ISBN: 978-84-87153259
 

El libro que hoy anotamos ha tenido una amplia vida de reediciones locales con motivo de homenaje al también alcalaíno Manuel Azaña, escritor y presidente de la Segunda República Española. Se trata de Azaña, una obra que se publicó por primera vez en 1980, un año aún cercano a los años de la censura y la dictadura franquista, de los últimos años de la Transición política a la democracia y por tanto, aunque ya se habían publicado muchas cosas, aún era una temática novedosa para dar a conocer a mucha gente a la que se le había impedido conocer. Se publicó con motivo de ser aquel 1980 el año del centenario de su nacimiento, a la vez los cuarenta años de su muerte en el exilio. Hay que recordar que los Azaña es una importante familia de políticos, escribanos, notarios y gente de negocios en Alcalá de Henares desde el siglo XVIII. En la década de 1980 hubo numerosas iniciativas tratando de rescatar su memoria en este municipio. En este caso la iniciativa cayó en manos privadas por parte de un historiador local no por carrera universitaria, José María San Luciano, y un escritor habitual en prensa y que además también ejercía de editor de diversos tipos de libros, Vicente Alberto Serrano. Ambos ejercieron de editores a través de la editorial Edascal. 
 
Editaron en rústica esta obra imitando las tapas de color acartonado de comienzos de siglo. El nombre de Azaña presidía todo el libro subrayado con una banda anudada con los colores de la bandera republicana. A continuación, en dos columnas nombraban los nombres de los autores de todos los textos que habían logrado reunir, mostrando una obra muy ambiciosa al contener en sí muchos nombres importantes tanto como historiadores, como escritores, como políticos, algunos de los cuáles directamente relacionados con Azaña. Gente muy relevante en la cultura y la vida pública española en la segunda mitad del siglo XX. Eran Jorge Guillén, José Bergamín, Francisco Ayala, Ernesto Giménez-Caballero, Juan Marichal, Franco Meregalli, Gabriel Jackson, Hugh Thomas, Santos Juliá, Manuel Aragón, Paul Preston, Senén Llorensa, Jean Becarud, José Carlos Mainer, Manuel Tuñón de Lara y Francisco Villacorta. Todos ellos personalidades muy relevantes en la historiografía española para conocer la Historia actual. Más allá aún, el libro incluía la reproducción del discurso El problema español que escribió Manuel Azaña en 1911 para inaugurar la Casa del Pueblo, del PSOE, en Alcalá de Henares. El libro fue reeditado diez años más tarde, en 1990, esta vez a través de la Fundación Colegio del Rey y el ayuntamiento de Alcalá de Henares, con un prólogo del alcalde por el PSOE Florencio Campos. Se buscaba así homenajear los cincuenta años de su muerte de un modo solemne como se celebró en 1980 los cien años de su nacimiento. En este caso se modernizó la cubierta manteniendo la idea original de los textos de la página, pero encuadrándolos en un fondo blanco flanqueado por el color morado que se suele adscribir a los republicanos

La nueva edición de 1990 tuvo bastante aceptación, lo que llevó a que se hiciera una segunda edición revisada y corregida en 1991, la cual recuperaba la idea de la cubierta de 1980, pero eliminando la bandera republicana y suavizando el color acartonado. Recordemos que en parte ya habíamos hablado algo de esta reedición cuando escribimos sobre Azaña, memoria gráfica 1880-1940, que en 1990 publicaron José María Marco y el propio Vicente Alberto Serrano con motivo de una exposición fotográfica que se hizo sobre Azaña en aquel aniversario. 

Se trataba de un libro que contó con historiadores en su mayoría bastante jóvenes en ese momento en su mayoría que estaban trayendo toda una revolución de nueva metodología y nuevos puntos de vista en la investigación de la Historia de España. Todos ellos inmersos en recuperar y reconstruir la Historia más reciente, prohibida e interpretada desde la condena desde 1939 hasta el fin de la dictadura. Pensemos que si por primera vez se publicó en 1980, la Constitución y todas sus garantías de libertades no se aprobaron hasta diciembre de 1978, pero, aún así, en febrero de 1981 llegó a haber un intento de involución con un intento de golpe de Estado fallido cuyo nombre más famoso es Tejeros. Por tanto es un libro que apareció en una época donde Azaña no solo era un gran desconocido, sino que además para muchas personas podía resultar un tema espinoso, para otras un tema enojoso y para otras un tema del que tener cierto miedo por si alguien no deseado les oía. Esto en un año en el que parecía que se habían recuperado muchas libertades de manera rápida y amplia. Un libro interesante también por la participación de literatos como Jorge Guillén o José Bergamín, que enraizaba la obra directamente con gente del tiempo de Azaña. Era una recuperación de la figura de Azaña desde su propia ciudad natal, que a la vez supone un repaso a sus aportaciones a la República y la democracia, asuntos, insisto que se daban a conocer por primera vez para mucha gente en esos años. Pensemos que incluso en los colegios era común en la década de 1980 que los profesores de Historia por lo general evitaran explicar el siglo XX, en muchas aulas nunca se llegó a enseñar ya no solo la República, la guerra y la dictadura de Franco, a menudo tampoco la de Primo de Rivera en 1923-1930. Para muchos profesores los temarios se agotaban en la pérdida de Cuba y Filipinas en 1898. Evidentemente la obra va destinada a un público adulto, más que a un público escolar, pero es en ese ámbito social, en ese contexto de reencuentro con el pasado, en el que la obra cobraba una especial relevancia e importancia no solo en Alcalá de Henares. De hecho se publicó en Madrid y, dados nombres como Hugh Thomas, primer historiador de la guerra civil, Paul Preston o Gabriel Jackson, es evidente que fue una obra de referencia entre las primeras obras que se publicaban tras la dictadura para conocer la Historia más reciente del momento.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

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