sábado, 24 de julio de 2021

Voz de bajo

Título: Voz de bajo.
Autor: José César Álvarez García.
Editorial:
Círculo Rojo.
Año de publicación: 2016 (1ª edición con ayuntamiento de Cabra); 2019 (1ª edición con Círculo Rojo). 
Colección: Ficción Moderna y Contemporánea.
Género: Novela.
ISBN: 978-84-617-5658-2

 

 Entre los maestros y profesores que ejercen y viven en Alcalá de Henares ha habido y hay numerosos autores de todo tipo de libros. Ya hemos conocido algunos en estas notas de cíclopes libreros desde que empezamos a anotar. Hoy hay que presentar a José César Álvarez García, nacido en 1942 en Valdenuño, en Guadalajara. es licenciado en Filosofía y Letras, en concreto en filosofía y ejerció el magisterio en Alcalá de Henares. Afincado en esta misma ciudad, ha desarrollado su actividad literaria a la vez que su profesión educativa, aunque cuando más frutos dio esa actividad fue cuando se jubiló, ya que se dedicó de manera plena a escribir. Ganó el Premio Ciudad de Alcalá de Henares en narrativa en varias convocatorias, por las obras Sonatina, Las cartas de Mauro García, La noche de las estatuas y Letanía en la Iglesia Magistral. En un afán de cronista local también es miembro de la Institución de Estudios Complutenses. Ha colaborado además con la prensa y las radios locales. Mantuvo varias columnas periodísticas y artículos en el semanario Puerta de Madrid, algunas de estas secciones fueron "Salpicón de notas", "Ojo de buey", "Risas y llantos", "Diario de un alcalaíno", "En la punta de la lengua", entre otras.  

Sus libros son Sonatas Complutenses (2004), La disputada cuna de Cervantes (2005), Poeta en Alcalá (2012), Voz de Bajo (2016) y Cervantes desde la cuna. Artículos cervantinos (2016). En 2019 aseguraba estar preparando dos obras más: La noche salvaje (novela) y Travesía de pueblos (poesía).

Como se puede ver, es un autor que toca la narrativa, el género periodístico, la crónica histórica y la poesía, y en todos ellos se entrecruza un cierto sesgo de la canción y la música popular que le interesa. También podemos observar que sus publicaciones han tenido cierta protección, por así decirlo, o tal vez facilidad para que sean acogidas para su publicación por las instituciones complutenses, especialmente el ayuntamiento. 

Hoy le presentamos con una novela que terminó de escribir y presentó a concurso en 2015, Voz de bajo. Ganó el prestigioso Premio de Novela Juan Valera 2015, convocado por la Fundación Cultural Juan Valera, la cual además publicó la obra en papel conjuntamente con el ayuntamiento de Cabra (Córdoba) en 2016. El libro fue vuelto a publicar por él mismo otra vez en papel pero también en digital en 2019 a través de la editorial de autoediciones Círculo Rojo. Lo sacaron en la colección Ficción Moderna y Contemporánea.

Tal como la portada dejaba intuir a través de la ilustración de un cantante de cante popular metido en años, la novela giraba en torno a la música popular y a un personaje que cantaba. Ese personaje se llama Lotario y su voz no es la más apropiada para lo que él canta, es demasiado de tono de bajo. Rechazado en muchos sitios, una noche paseando por Santiuste la Vieja, que en realidad es Alcalá de Henares en un guiño a su nombre medieval en las primeras décadas de su reconquista por parte cristiana, bajan de sus pedestales las estatuas de sus personajes históricos más emblemáticos, Cervantes, Azaña, Cisneros, San Ignacio de Loyola y Juan Martín "el empecinado". El autor vive así una suerte de magia extraña que impregna al relato de una puerta de escape al realismo. No es realismo mágico, quizá se podría decir que cae en la fantasía para poder seguir esta novela un ritmo que a la vez presenta a la ciudad. 

Lotario recibe las observaciones y comentarios de estas estatuas en torno a su cante y a la ciudad, viviendo incluso un enfrentamiento entre Cisneros y Azaña, tan opuestos en lo político a pesar de ser de siglos diferentes. La novela irá abriendo caminos que a la vez irá cerrando como si de un ascenso y un descenso de una montaña se tratara. Impregnado todo de sentido del humor. Lotario habrá tenido una noche inolvidable que le dará múltiples claves para entenderse a sí mismo y sus objetivos dentro de la propia ciudad, porque nadie es ajeno a lo social ni aún dentro de sus pretensiones de lo que desea llegar a ser. 


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".


sábado, 17 de julio de 2021

Líneas paralelas

Título: Líneas paralelas.
Autor: J. G. Girón.
Editorial:
Círculo Rojo.
Año de publicación: 2021 (1ª edición).
Colección: Ficción Moderna y Contemporánea.
Género: Novela.
ISBN: 978-84-13980430

 

Otro autor novel alcalaíno surgido en 2021 es J. G. Girón, aunque actualmente tiene su residencia en el cercano pueblo de Meco. Girón nació en 1979 y realizó estudios en Alcalá. Despertó su gusto por escribir no de una manera inmediata pero sí constante. Se ha presentado a diferentes concursos de relatos breves de ficción, pero es a lo largo del año de la pandemia, 2020, que encauzó todo aquello en escribir una novela que al fin publicó en abril de 2021 a modo de autopublicación a través de la editorial Círculo Rojo, en su colección Ficción Moderna y Contemporánea. El libro se llama Líneas paralelas. Fue publicado en papel con cubiertas rústicas con solapas y una imagen de una carretera curva de montaña que asciende hacia el color de un atardecer o quizá un amaneces, o bien desciende a una ciudad grande y grisácea. Portada que nos da una idea relativa sobre un argumento en torno a la vida de un personaje y las cosas que ha de afrontar en una construcción de sí mismo. Sea como sea, la edición del libro es doble, pues también se sacó en edición digital. 

El libro trata de la vida de Adriana, una bailarina que frustra sus esperanzas tras ganar el Concurso Nacional de Danza de Brasil al ocurrirle un acontecimiento que cambia profundamente su vida tras un éxito que prometía para ella un rumbo diferente. Adriana no logra asumir el cambio radical que le corta totalmente su vida tal como se la había planteado. Tiene, lo que se dice, un problema psicológico no resuelto por falta de adaptación al cambio y el trauma que este mismo supone. Por ello mismo entra en una espiral autodestructiva que empeora su propia percepción de su vida. Parte del problema ocurre por haber confiado todo su futuro a una persona que la traiciona, por lo que desarrolla además una personalidad desconfiada, paranoica. Esto le ocurre a ella en su lucha interior cuando conoce a David, de quien se enamora, y él de ella, pero del que no puede evitar desconfiar también.

Así pues, se trata de la historia de amor entre Adriana y David y de esa lucha por reconducir una vida y devolverla algo de sanidad. Una construcción personal difícil y una historia de amor dura. David representa el personaje del amor con esfuerzo y comprensión, y Adriana es el amor atormentado, pero la historia evidentemente trata profundamente de los problemas psicológicos que aislan a la persona de su naturaleza social. Más aún, amor y dinero no significan lo mismo para esas personas, teniendo para cada una un valor diferente a costa de cómo han intervenido en sus vidas individuales de manera diferente en cada uno. El mundo de la noche y su sordidez también están presentes en el relato. 

Este primer libro publicado es el inicio de Girón que, con buena acogida, podría arraigar en esta trayectoria.

 

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu". 

sábado, 10 de julio de 2021

Historias de la Tierra Media

Título: Historias de la Tierra Media.
Autores: Alberto Cerezo y Santi Álvarez-Dardet.
Editores: Autoedición: Alberto Cerezo y Santi Álvarez-Dardet.
Año de publicación: 2021 (1ª edición).
Género: Cómic; Ilustración; Novela Gráfica; Arte; Pintura.
ISBN; Depósito Legal; Creative Commons: No consta

 

En este año 2021 se nos ha descubierto como autores de libros dos personas que en realidad ya estaban más que reconocidas como artistas plásticos desde la pintura desde hace años. Se trata de Alberto Cerezo y Santi Álvarez-Dardet. Alberto Cerezo es hijo del conocido fotógrafo a nivel local Cerezo, cuya tienda se ubicó en la Plaza de Cervantes y cuyo fondo fotográfico es un importante testimonio gráfico de la historia del siglo XX alcalaíno, aunque este fondo es privado, pertenece a la familia, aunque Alberto ha compartido varias de las imágenes de manera pública. Fue, además, el autor del himno de Alcalá de Henares innumerables veces cantado por la tuna complutense, Himno de Alcalá de Henares. Como sea, Alberto destaca por sí solo con un trabajo de años dedicado a la pintura y a la ilustración, así como se ha adentrado en el grabado, se puede leer de su trayectoria y ver algunas de sus obras en Noticias de un espía en el bar. Ya en aquel artículo de 2012, en una conversación entre quien esto escribe y Alberto, contestó que solo escribiría un cómic si tuviera un buen guión. En parte ya se vio algo de ello posteriormente en su propia bitácora, donde expone algunas de sus obras y a veces las comenta, Ilustromantica. Alberto pinta cuadros, grabados, a tinta, a acuarela, etcétera. Ha trabajado la ilustración de fotografías de personas que se cuentan entre sus amistades en redes sociales, de cuadros conocidos, de fotogramas de películas siempre un tanto oscuras, como Drácula o Blade Runner (serie a la que llama Cinematic, y por supuesto temáticas estrictamente propias de él, de lo que le mueve a crear con su percepción del mundo, que es muy rica y reflexiva, a menudo llena de planteamientos y cuestionamientos abiertos muy interesantes. Estas ilustraciones de películas, de historias que le atraen, podríamos entenderlas, de manera lejana, como un antecedente a lo que nos presenta este año. Aunque, incidamos en ello, como pintor de cuadros ha expuesto en varias ocasiones en diferentes lugares tanto institucionales como privados tipo bares, así como es Premio Ciudad de Alcalá de las Artes Visuales (antes Pintura) 2003, en el XXXIV palmarés. Como sea, entre los antecedentes a la obra que presentamos hoy, hay que hacer referencia tanto a esas ilustraciones, como a la citada Ilustromantica, donde a lo largo de los años ha mostrado algunas series de ilustraciones que a veces forman temáticas con historias, e incluso llegó a  crear allí y mostrar a lectura gratuita algunos de sus primeros cómic, como el de Historias románticas, publicado en red en 2016 y que, según la portada de su cuaderno original se lee 1991-1998. En todo caso, en esa bitácora se pueden encontrar otras historias creadas por él. Bucear en ese espacio es tener un encuentro agradable con la obra de un artista que no se ciñe solo al arte plástico más puramente de cuadros, sino más abierto a explorar la composición de imágenes e historias más allá.
 
Santi Álvarez-Dardet también ha expuesto sus cuadros en diversos lugares tanto institucionales como privados. Se puede ver parte de su obra en Artenet. Ella también tiende a lo multidisciplinar dentro de la pintura, aunque suele ahondar en las acuarelas, siendo sus aguadas muy ricas de matices. Ya previamente, juntos Alberto y Santi, habían expuesto dos de sus cuadros ni más ni menos que en la cumbre mundial de la Organización de Naciones Unidas sobre el cambio climático, COP25, que se celebró en diciembre de 2019 en el recinto ferial de Madrid, Ifema. Previamente, en ese mismo año o quizá finales de 2018, ya habían realizado una exposición conjunta en el desaparecido bar La Posada del Diablo, junto a la Puerta de Madrid. Fue un año productivo para ella, pues en ese 2019 también había sido llamada para participar de una exposición de artistas femeninas en el festival de La Escabechera, paralelo a las fiestas de San Isidro en Alcalá. En todo caso, en lo que respecta a Alberto y Santi, cabe mencionar que ambos, en la década de 2000 y parte de 2010, habían expuesto obras suyas de manera individual en exposiciones propias en el desaparecido bar La Vaca Flaca, en la calle del Postigo, bar que fue un punto de encuentro de creadores y artistas de todo tipo en la ciudad, regentado por Raúl Armenteros.

Alberto Cerezo se había planteado años antes publicar su obra en libro, creando expresamente para ello cosas como posibles adaptaciones de El Quijote de Cervantes. No prosperó. Durante unos cuatro años comenzó a trabajar con dibujo y pintura a acuarela en una serie de pinturas sobre la obra de J.R.R. Tolkien, las cuales iban a componer un proyecto cuidado y delicado, así como ambicioso, que es el presente libro, el cual es una novela gráfica, en principio, aunque es mucho más que eso, mucho más que un cómic. Se trata de Historias de la Tierra Media. En este trabajo de cuatro años colaboró en algunos fondos de paisaje Santi Álvarez-Dardet. Si la obra no se llama El Señor de los anillos, la novela publicada en 1954, es porque en realidad Historias de la Tierra Media es tanto esa novela como varios relatos que la completan y que Tolkien se refería a ellos como Legendarium. Ya en 1951 Tolkien hablaba del Legendarium por carta con Milton Waldman. No es tanto un libro de relatos, sino el compendio de todo lo que escribió para componer su mitología en torno a la Tierra Media. Así, novelas como El hobbit, publicado en 1937, o El Señor de los anillos son parte de ese Legendarium. Sin embargo, Tolkien escribió muchos más relatos e historias sobre esa Tierra Media. Pensemos que en realidad comenzó a escribir sobre ese mundo desde que en la Primera Guerra Mundial tuvo unas serie de vivencias como soldado combatiente y una serie de reflexiones en un hospital militar, sobre 1917. No obstante, el bombardeo de los bosques de Ypres le inspiraron personajes como los Ents. Había de fondo una preocupación sobre la destrucción de la Naturaleza por la acción violenta del hombre. Sea como sea, bastándonos con saber que Tolkien dedicó toda su vida a estudiar y crear todo aquel mundo mitológico como si de Historia real fuera y tuviera que contarlo desde la épica a lo largo de innumerables textos, Historias de la Tierra Media de Cerezo y Álvarez-Dardet  es El Señor de los anillos más relatos como la historia de Beren y Luthien, y la creación de Arda.

Si Tolkien le dedicó toda una vida de estudio a la composición de su Legendarium, incluido la invención de un idioma, Cerezo y Álvarez-Dardet, se han dedicado cuatro años de estudio y reflexión a la hora de poner gran cuidado y coherencia en cada una de las láminas que pintaban para que estuvieran no solo acorde a la obra de Tolkien, sino para que recogieran de manera minuciosa, y estaría por decir que visualmente poética, su visión de cómo entienden el relato de Tolkien. El propio Cerezo, recogiendo unas palabras del creador Peter Beagle en 1966, explica así que El Señor de los anillos adquiere en cada persona una patina diferente, una experiencia y comprensión diferentes. Ellos nos han querido mostrar la suya. La cual no es una visión del espectáculo a lo grande y la épica, como hizo el cineasta Peter Jackson entre 2001 y 2003, con añadidos e interpretaciones de él y de cara a la industria taquillera, ni tampoco es una visión de relato de aventuras, como la interpretó en dibujos animados el cineasta Ralph Bakshi en 1978, aunque puede que Cerezo se sienta más cómodo con esta visión animada que con la de actores de carne y hueso, aunque, he de anotar, a pesar de ser una visión muy personal de él y salida de su mente y reflexión, a veces me ha hecho pensar que algún personaje o escena ha tenido un paralelismo a la iconografía que han fijado esos largometrajes, aunque, subrayo, en nada tiene que ver con ellos la obra de Cerezo y Álvarez-Dardet.

El libro se intentó publicar a través de varias editoriales y sigue en ese proceso, o eso me parece, lo cual se merecería el premio de lograrlo y tener así mayor difusión, pues el resultado de un trabajo como este es inmensamente y notablemente de mayor calidad, y de manera desproporcionada, que muchos de los cómic que se publican a escala nacional e internacional y que se venden en librerías. Sin embargo, ante las circunstancias y el deseo de sacarlo adelante, Cerezo y Álvarez-Dardet han editado una autopublicación que ellos mismos promocionan, dentro de sus posibilidades, y comercializan a través de Ilustromántica

Fue editado en tapa blanda, sin más presentaciones, ni explicaciones, con la sobriedad del color negro en las cubiertas y en letras blancas el título del libro sin siquiera mostrar al lector quienes lo han escrito. Solo dentro del libro, en una pegatina en el revés de la cubierta frontal, se lee en letra pequeña que la ilustración ha sido creada por Alberto Cerezo y por Santi Álvarez-Dardet, mientras que el guión y la adaptación de la novela y los relatos que aparecen insertos en la historia han sido cosa exclusiva de Alberto Cerezo. Con lo cual el ritmo y la interpretación de esta novela gráfica es su visión, mientras que su interpretación visual es cosa principalmente suya, pero también de Santi. Curiosamente, la pegatina también nos indica que el título es obra de Julián Martínez. Contiene el libro 580 páginas a todo color con una calidad de buen papel con tonalidad sepia que le da al relato un sustrato a las imágenes y un aporte que ayuda a concebir que lo que se nos narra es una historia antigua y épica, y no tanto una historia nueva y de aventuras más, como podría hacer que la página tuviera un estricto color blanco que nos diera idea de producto nuevo alejado de lo antiguo. El concepto de antiguo juega en esta historia y la visión de los autores un papel importante, incluso en Tolkien, el autor original adaptado.

Es la ventaja de este libro al haber sido editado por los propios autores y que estos sean creadores plásticos. Han concebido no solo su visión sobre la obra de Tolkien, sino también cómo debía reflejarse, cuidando todos los detalles hasta de cómo debían ser recibidas sus ilustraciones por los lectores. En cierto modo, salvando las distancias, esto mismo hizo Goya cuando en el siglo XIX decidió imprimir sus grabados y venderlos al público en pequeños paquetitos tipo libro, pero con hojas sueltas. En todo este sentido hemos de observar que no han optado por la clásica página de cómic de seis viñetas, o de ocho. Tampoco han querido jugar con ese lenguaje del Noveno Arte donde las dimensiones de las viñetas y su disposición en la página juega como recurso visual y a la vez narrativo. Han apostado por la uniformidad de todas las páginas con dos viñetas por página, en total un golpe de vista de cuatro viñetas al abrir el libro. Todas ellas dan una tonalidad de calor o de frío determinada al guardar la uniformidad también para ambientar emociones o sensaciones de las cosas que se están narrando. Así, a la pálida luz azulácea de Caras Galadon que gobierna varias páginas, se llega desde el verde que desdibuja a los personajes previamente, absorbidos por la Naturaleza, pero a la vez todo ello se rompe con los colores ardientes del rojo y el naranja del siempre amenazante Sauron, la oscuridad que acompaña a los magos y los orcos, y las innumerables aguadas de acuarelas componiendo cielos turbios sobre paisajes más pintados que dibujados trasladando una poética que el lector asume de manera estética y no narrada, hasta meterlo dentro del relato. 

Las viñetas están apaisadas y ocupan todo el ancho de cada página, cada una en su mitad correspondiente, lo que nos hace concebir que no solo juegan como viñetas, sino que cada una de ellas es en sí misma un cuadro. Así trasciende la obra de Cerezo y Álvarez-Dardet del cómic a la exposición de la novela a través de toda una colección de cuadros que, puestos juntos, adquieren la lógica de una narración. No creo que sea desacertado destacar que el trazo dibujado no está presente en toda la obra, y este suele aparecer en los personajes (y no siempre) y en los detalles de construcciones o paisajes que son necesarios de retratar para comprender lo que Tolkien nos quería transmitir con un sentido de tradición e Historia pasadas que en el presente están justo en el punto de finalizar a pesar de que la historia narra justo el intento de salvar todo ese mundo. Cerezo recoge bien la idea en varios pasajes, se pretende salvar ese mundo, pero con el acto que se va a cometer, la destrucción del anillo, en realidad desaparecerá buena parte de todo ese mundo, porque ha de comenzar el tiempo de los humanos mortales y sin magia. La cuestión no parece tanto que el destino reserve ese final, si no si a ese final se llegará por el camino del bien o por el camino del mal de Sauron que, por otra parte, si uno lo reflexiona, quiere perpetuar ese mundo de fantasías solo que bajo su gobierno único, quizá como garante de que perdurará. Pensemos que el mago Gandalf, como cerebro que orquesta la misión para destruir el anillo, es tratado de traidor por sus antagonistas, otros magos. Una paradoja interesante y que en realidad se soluciona bajo el ideal de Gandalf que asumen todos sus seguidores: el destino es el único que puede tomar decisiones, resistirse a él es obrar mal. No obstante, que el anillo esté en manos de un hobbit y este tome las decisiones más vitales siempre reporta una y otra vez a que ha sido el destino aquello que así lo ha querido. Una idea del destino que aparece en múltiples mitologías heroicas desde la antigüedad y que Tolkien plasmó en su obra.

En las aguadas de la obra, a veces borrosa cuando aparecen determinados personajes, descubrimos también sombras y trazos que hacen pensar que si miras con detenimiento la viñeta no solo hay una imagen determinada hablando, sino que en origen se insertó otras imágenes que se han querido disfrazar o tapar pero siguen ahí. Así me refiero a posibles ojos ocultos a veces en los bosques, o personajes tenebrosos que pareciera que están como ocultos. Incluso parece que viéramos una mano en una pared de piedra indicando la puerta por la que se accede a las cuevas que han de acercar a los protagonistas a su objetivo. El juego con lo oculto y lo oscuro es una constante en la obra.

Hay fuertes contrastes de claroscuro y prima la oscuridad y la violencia ardiente, pero no es de despreciar las bellas pinturas paisajísticas. Muchas veces la viñeta abandona todo rasgo definido en un dibujo, y sin embargo se nos presenta a modo emocional, a modo de impresión, un paisaje, un ambiente, que retrata a la perfección la secuencia. Ahí está la mezcla del cómic desde la visión de los pintores.  Una mezcla muy enriquecedora y muy satisfactoria. 

Los autores trabajaron a la vez otro de los libros de Tolkien, con lo que puede que en breve se pueda completar este con esa otra historia. Fue un proceso paralelo o casi paralelo, por lo que los años de dedicación con seguridad volverán a notarse junto a la delicadeza perceptiva y las ideas claras de lo que conciben y reciben de Tolkien.
 
Una adaptación muy a tener en cuenta y que debería ser deseable tanto por los seguidores de Tolkien, como por los amantes del cómic, como para aquellas personas que les guste el Arte. De todo tiene. 

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

domingo, 4 de julio de 2021

Alcalá de Henares. Historia, tradiciones y leyendas

Título: Alcalá de Henares. Historia, tradiciones y leyendas.
Autores: Francisco Viana Gil, Raquel Viana de Frías Lourdes Viana de Frías.
Editor: Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
Impresor: Gráficas Ballesteros.
Año de publicación: 1997 (1ª edición) ¿1997? (2ª edición).
Género: Historia; tradiciones; cuentos; leyendas.
ISBN: 978-84-87914-26-8

 

Un tipo de libro que suele tener un público interesado en Alcalá de Henares, ya sea por los turistas o ya sea por los propios alcalaínos, es el dedicado a narrar leyendas e historias ligadas a la Historia de la ciudad. Por ese motivo este género de cuentos y leyendas ligados a la tradición histórica de Alcalá ha encontrado con facilidad a lo largo del tiempo diversos autores que lo recogen. El propio Miguel de Cervantes entre los siglos XVI y XVII recogía algunas de estas leyendas en varias de sus obras, como las ligadas al río Henares o bien aquella que hablaba de un tesoro y de los restos del trono de Salomón ocultos en el Zulema, hoy Gurugú, que siglos más tarde recogió Alfonso Dávila en su libro dedicado a los archivos en 2010. Arsenio Lope Huerta y Vicente Sánchez Moltó ya recogieron varias leyendas y refranes complutenses en su libro de 1982. Hacía lo propio Gonzalo Gómez en su libro sobre el Alcalá mágica y heterodoxa de 2011 y posteriormente en el dedicado a las brujas en 2017. Pero también en 1889 se había publicado ya un libro sobre las leyendas de las cuevas históricas de Alcalá de Henares, o bien se habían desprendido varias (muchas) de ellas en las crónicas escritas en los siglos XVII y XVIII sobre la Historia complutense, como la de León Portilla, o en las varias que se sacaron en el siglo XIX, la más destacada la de Esteban Azaña. El propio Lope Huerta volvió sobre las historias de Alcalá en un libro en solitario a comienzos del siglo XXI, Fidel Vela García recogía cuentos de ayer y de hoy en un libro de no hace muchos años, ni diez. Así pues, hay en Alcalá de Henares un afán tanto por volver a sus cuentos y leyendas, incluso hay aportaciones, como público interesado. No faltan incluso intentos actuales de cara a los turistas sobre todo, de editar historias de la Historia e intrahistoria, recogiendo relatos concretos reales, como hizo Manuel Peinado de su periodo de alcalde, o como cuando se editó un libro sobre un paseo romántico por la ciudad, recogiendo lugares de posibles historias literarias del romanticismo, y de ese mismo modo se han ido editando libros especializados en contar historias ligadas a mujeres, mundo obrero, personajes de la Iglesia, personas entrañables del siglo XX más reciente que contribuyeron a hacer el Alcalá de hoy día, personas ilustres de todas las épocas, etcétera.

Dentro de este género, tuvo su aportación Francisco Viana Gil, un autor muy activo en torno a recuperar la memoria más popular de Alcalá de Henares y Guadalajara, no obstante es miembro honorario de la Institución de Estudios Complutenses, a la vez ligada al Encuentro de Historiadores del Valle del Henares de carácter bianual y al Foro de Historiadores del Henares.  En este caso hablamos de su libro Alcalá de Henares. Historia, tradiciones y leyendas, que publicó en 1997 junto a sus familiares Raquel María y Lourdes Viana de Frías. No sería la única vez que sacase un libro con ellas. Dentro de la bibliografía de Francisco están los libros Problemas de matemáticas para la Enseñanza General Básica (EGB) aprobados por el Ministerio de Educación y Ciencia (1987),  Callejero de Alcalá de Henares (1987), Hijos ilustres de Alcalá, hombres que han dejado huella (1987), Calles de Guadalajara (1988), Efemérides de Guadalajara y provincia (1989), Peralveche, su Historia (1989), Distancias en kilómetros entre los pueblos de Madrid (1991), Mil ciento once días en la Historia de Alcalá de Henares (1991), Mejorada del Campo, de villa realenga a municipio de Europa (1993), Por las carreteras de España (1995, junto a Raquel y Lourdes), el citado Alcalá de Henares. Historia, tradiciones y leyendas (1997, con las citadas Raquel y Lourdes), Enciclopedia temática de Alcalá de Henares: calles (1999) y Toponimia menor de Peralveche (2009). Como se ve es un autor con unas mismas obsesiones en su trayectoria, a menudo ligadas a lo numérico y a los pueblos de Madrid y Guadalajara, en concreto a los municipios ligados a su vida. Se interesa por aquellos lugares que forman parte de su biografía. No sería tanto un historiador, sino un cronista, por el tipo de temáticas que le atraen y porque se intuye por la bastedad de algunos temas y la rapidez que le dedica para publicar partiendo de un libro anterior de diferente temática, lo que deja poco espacio para investigaciones humanísticas de Historia con todo el método científico y la deontología propios de la carrera.

Raquel y Lourdes se unen a la producción de Francisco en su interés por la municipalidad y por la narración de cuentos y leyendas de esa España no urbana o al menos no de gran urbe al estilo Madrid, Barcelona o Sevilla. 

Francisco nació en Peralveche (Guadalajara), de ahí su interés también por la Historia de este municipio. En 1966 obtuvo plaza como profesor en Alcalá de Henares para la educación escolar, que desde la reforma educativa de Villar Palasí pasó a ser Educación General Básica (EGB) la cual estuvo vigente hasta 1997, pasando a ser Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Hacia finales de los años 1980 o comienzos de los años 1990 pasó a ser profesor en el Centro Nacional de Educación Básica a Distancia de Alcalá de Henares. 

Su libro Alcalá de Henares. Historia, tradiciones y leyendas, fue publicado por el ayuntamiento de Alcalá de Henares usando los servicios de la imprenta Gráficas Ballesteros en 1997. Hay que recordar que Pedro L. Ballesteros, aparte de impresor, fue también un autor fecundo de la intrahistoria de Alcalá de Henares, recuperando y actualizando la Historia de la ciudad con temas, por ejemplo, como el cine en la ciudad. Autor también ligado a los historiadores del Henares, sin ser historiador profesional ni de carrera, y también autor por el cual el ayuntamiento se solía interesar para sacar adelante y promocionar sus obras.

El libro salió en una edición con cubiertas en blanco y negro y una fotografía del patio mayor de la Universidad histórica, el colegio de San Ildefonso, la cisneriana. Se veía desde dentro del pórtico que lo rodea. Sin embargo hubo una segunda edición o reimpresión, tal vez de ese mismo año 1997, en el que la cubierta cambiaba por otra en color muy luminosa con una vista en un día soleado de la calle Santa Úrsula en dirección a la Plaza de los Santos Niños, con sus respectivos coches aparcados de la época y un uso peatonal indebido en aquel año, aunque era, sin duda, una vista costumbrista de la ciudad a modo de pueblo, una visión que probablemente compartía el autor de manera positiva.

El libro se centraba evidentemente en las tradiciones y leyendas de Alcalá de Henares partiendo de su Historia. La ciudad es rica en toda una serie de mitos fundacionales desde el dios que vivía en el Henares en tiempos de Roma, o el gigante que al caerse formó sus montes. Otros mitos, como el citado de Salomón, hablan de las sagradas formas que desde el siglo XIX se mantienen incorruptas, la vera cruz que de aparecer rota, misteriosamente volvió a aparecer sin romper, la escultura de la Virgen del Val encontrada en un árbol y que llevada al centro de la ciudad iba ella sola al Val de nuevo, y así otras muchas que en la actualidad se han ido completando con otras historias menos ligadas a lo religioso. Aunque tradicionalmente también ha gustado mucho en Alcalá contar entre sus tradiciones y leyendas todo tipo de historias de las vidas de algunos de sus personajes, como Quevedo, del que se dice que en sus tiempos de estudiante estuvo más tiempo en la cárcel universitaria que estudiando, a costa de sus múltiples juergas y pendencias, también recordadas en el imaginario alcalaíno.

 

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".