Título: Provisión para el camino (también: Viático para el camino; Sedá la dérek o Sefer Tsedah la-derekh (Halakhic compendium)).
Autor: Menahem ben Aarón ibn Zerah (Menahem ben Zerah).
Editor: Abraham ibn Usque.
Año de publicación: 1373 (manuscrito); 1554 (1ª edición, en Ferrara -Italia-).
Género: Jurisprudencia; Religión; Historia; Memorias.
ISBN/Depósito Legal/Creative Commons: [Estas opciones solo comienzan a existir a partir de los siglos XX y XXI, dependen de cada publicación].
Alcalá de Henares como ciudad que se llama a sí misma de las tres culturas (cristiana, judía y musulmana), razón histórica por la cual fue una de las razones por la que le dieron el título de Patrimonio de la Humanidad en 1998, también cuenta con un autor judío destacado al que mencionaremos hoy tras haber hablado de autores de religión clásica antigua romana, cristianos, musulmanes y mozárabes. Se trata de Menahem ben Aarón ibn Zerah, popularmente conocido como Menahem ben Zerah. Vivió en el siglo XIV, entre 1308 y 1385, por lo que su obra es obligadamente de ese siglo, aunque no se editó en ese siglo. Para poder hablar de su biografía hay que tener en cuenta que tras un siglo medieval más bien próspero como fue el siglo XIII, el siglo XIV fue un siglo donde la guerra se generaliza en Europa, siendo la principal el comienzo de la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, pero con intervenciones de otros Estados, como varios de los de la península Ibérica. En consecuencia hubo grandes hambrunas, campos arruinados, la extensión de la peste bubónica que acabó con un gran porcentaje de la población, se generalizó la inseguridad en las zonas rurales, hubo despoblamiento de algunas grandes urbes, se produjo una crisis climática conocida como pequeña glaciación, y todo esto se tradujo en una culpabilización irracional de los judíos, por lo que se extendió el antisemitismo en toda Europa y la persecución de estos. Destacan varios actos de barbarie y persecución en los territorios de los Estados alemanes, pero también se produjo en Francia, Italia, Castilla, Aragón, Portugal... En ese contexto, en 1306 la familia de Menahem fue desterrada de Francia por Felipe IV y se exiliaron al Reino de Navarra, donde en 1308 nació nuestro autor, en Estella, donde había una gran judería.
Siendo veinteañero tomó por pareja en 1326 a la hija del rabino Benjamín Abiz. Dos años después, en 1328, un fraile franciscano llamado Pedro de Olligoyen instigó a los cristianos al antisemitismo invitando a atacarles. Logró que se creara un grupo que se hizo llamar "Los matadores de judíos" y a ello se entregaron precisamente ese año. Consecuencia de ello fue que el padre, la madre y los hermanos de Menahem fueron todos asesinados. Él sufrió graves torturas de tal calibre que fue dado por muerto, pero pudo escapar con la ayuda de un amigo cristiano de su padre que era caballero. Una vez curado y recuperado, huido de allí, se formó teológicamente y en ciencias durante dos años más con el rabino Josua ibn Shu´aib (Joseph ibn-´Aish), que le tomó bajo su protección. Fue su deseo tras reflexionar que la muerte de cientos de personas y la de su familia sintió que su deber era conservar la fe judía y sus tradiciones. El rabino Josua ibn Shu´aib le llevó a Alcalá de Henares en 1331, en el Reino de Castilla, donde fue recibido como héroe superviviente de las matanzas de Navarra. Allí el rabino le puso como maestro al talmudista alemán Judah ben Asher, que se encontraba en la ciudad. Estudió el Talmud y el Tesafod. Sus estudios le llevaron a irse a Toledo, donde existía la comunidad intelectual judía más grande e importante no solo de Castilla, sino de Europa entera ya que era un epicentro de cultura gracias a la Escuela de Traductores compuesta por cristianos, judíos y musulmanes con protección de arzobispos y reyes. Allí le tuteló y le tomó por alumno el rabino Judah ben Asher, que sería quien más peso intelectual le influyó. Alcalá de Henares pertenecía al arzobispado de Toledo, por lo que Menahem regresó a Alcalá en 1350, donde recibió el encargo de dirigir la escuela judía. Fue su labor de años en esta escuela la que logró que en 1361 se cumpliera uno de sus sueños: ser rabino, y lo fue, fue rabino de Alcalá de Henares a la vez que dirigía la escuela.
Hay que retroceder de nuevo un poco en el tiempo para volver a poner en contexto todos estos hechos de su vida, pues en 1351 había comenzado una larga guerra civil en Castilla, la Primera Guerra Civil Castellana que enemistaba a los dos hermanos que iniciaron la dinastía Trastamara, Pedro I "el Cruel" y Enrique II "el Fratricida". Los años más virulentos de esa guerra serán los últimos de esa guerra, con el asesinato de Pedro I incluido. En 1367 se produjo la decisiva y muy violenta batalla de Nájera, que a la vez provocó pogromos antisemitas en algunos lugares de Castilla, pues si Pedro I más o menos había protegido a la comunidad judía, Enrique II tenía muchos partidarios antisemitas. A pesar de que desde Turismo en Alcalá de Henares se lanza la idea de la convivencia pacífica de las tres culturas en la ciudad, lo cierto es que la ciudad tampoco se libró de alborotos y hasta de casas incendiadas, y si se repasa los fueros de la ciudad se puede ver que los judíos estaban muy claramente discriminados en las leyes y desprotegidos ante algunas cuestiones. Menahem fue despojado de todos sus bienes, salvo sus libros, y se le retiró su cargo de rabino en 1368. Una vez más tuvo que huir y lo hizo a Toledo, donde pasó a ser protegido del judío Samuel Abrabanel, tesorero personal y del Reino de Castilla de Enrique II primero y de Juan I después, dándose el caso que por sus intereses particulares se convirtió al cristianismo. En una etapa de vida tranquila en Toledo gracias a esa protección se dedicó a componer el libro Sedá la dérek, en castellano Provisión para el camino, que acabó en 1373. Murió en Toledo en 1385 sin parar de estudiar y protegido por el arzobispo Tenorio, de gran importancia en Alcalá.
Provisión para el camino lo escribió siguiendo la lógica que había conducido su vida desde la matanza de Estella y la de su familia, preservar la fe judía. Desde todas sus vivencias y teniendo reciente lo ocurrido en Alcalá de Henares, así como numerosas historias de otros judíos, comprendió que lo ideal sería escribir un libro que desde la observancia teológica judía diera leyes y normas para que las comunidades judías las siguieran desde la perspectiva de que vivían en un mundo dominado por cristianos, por tanto eran normas y leyes para comportarse dentro de ese mundo y a la vez no perder la esencia judía, o sea: para sobrevivir y a la vez para no tomar costumbres cristianas. Menahem era en lo religioso ortodoxo, pero en sus vida lo combinaba con un sentido práctico de sociabilidad con algún punto filosófico.
La obra estaba escrita en hebreo, pues esperaba que sus lectores fueran hebreos. Evidentemente en esos momentos solo estaba su manuscrito y como mucho alguna copia a usarse por estudiosos o en escuelas. Se la dedicó a su protector Samuel Abrabanel. Se dividía en cinco partes con trescientos setenta y dos capítulos. Su temática central, como se ha dicho, era la religión, la ética y el comportamiento pragmático en lo social dado que ellos eran minoría en un mundo de concepción cristiana. Las normas jurídicas y éticas fueron escritas de manera suelta, sin seguir cuerpos que las reuniesen en apartados según el aspecto a normativizar. Detallaba también cómo se debían hacer los ritos religiosos, marcaba los ritmos anuales de las vidas de las personas y de las comunidades de personas, creaba un calendario, trataba de astronomía, de medicina, de teología sin misticismos, especulaba con cuando llegaría el Mesías, tenía algunos apartados proféticos, aseguraba que la redención de Israel sería en 1403, afirmaba al hebreo como el pueblo elegido de Dios a la vez que afirmaba que un no hebreo que fuera fiel a su fe era mejor que un hebreo que no lo fuera con la suya, y entraba de lleno en detalles autobiográficos, reflexiones personales, memorias y repasaba como testigo directo la Historia de la matanza de Estella de 1328 donde murió su familia. Es por ello también un testimonio importante de la Historia desde el punto de vista de los judíos en aquellos tiempos.
La primera vez que fue editado impreso fue en 1554 en la judería de la ciudad de Ferrara, en Italia. El editor era Abraham ibn Usque. En ese momento la judería de Ferrara se había transformado en una de las más grandes del mundo al recibir a lo largo del tiempo varias comunidades judías perseguidas en el resto de Europa, como las alemanas desde el siglo XIV y de 1530, los españoles de 1492 y los portugueses de 1498. Eran protegidos de la familia cristiana Este. En 1627 la ciudad de Ferrara tenía un cambio de gobierno que hizo que la judería fuera segregada a modo de gueto. Esta situación no cambió hasta el proceso de unificación de Italia entre 1848 a 1871. La comunidad judía de Ferrara sufrió su peor momento con la deportación de judíos a los campos de concentración alemanes de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) a petición de Hitler a Mussolini, siendo una situación imposible de evitar desde 1942, cuando los alemanes intervienen en Italia ante el avance aliado por el sur.
Una segunda edición se produjo en Sabbioneta, en la Lombardía italiana, en 1567. La tercera edición tuvo partes censuradas en 1601, también fuera de España. La cuarta y última edición de este libro fue entre la comunidad judía de Varsovia, en Polonia, en 1880.
Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".