sábado, 24 de abril de 2021

Cuentos para volar en la cama

Título: Cuentos para volar en la cama.
Autora: Chus López (textos e ilustraciones); Santiago Rosillo (ilustraciones); y Mario Misas (ilustraciones).
Editora: Chus López (autoedición).
Impresor: CimaPress.
Año de publicación: 2021 (1ª edición).
Género: Cuentos; Literatura infantil; Ilustración.
ISBN: 978-84-122149-8-7

Chus López publica este año 2021 su tercer libro, Cuentos para volar en la cama. Esta vez no lo edita con Pie Ediciones, editorial de corta vida, pues ya está extinta entre 2019 y 2020, si no que se lanza a la autoedición, tal como están haciendo cada vez más numerosos autores, lo que debería hacer reflexionar a las editoriales sobre su negocio y sobre lo justo y lo injusto de su trato a los autores para que cada vez más haya gente que prefiera tener otro tipo de relación directa con sus obras, su distribución, su trato y lo que estas le reporten. Recurrió a la maquetación y el diseño de portada de NASUS Publicity y a la imprenta Cima Press. Se trata esta vez del salto de Chus López de la poesía a la literatura infantil, a los cuentos infantiles, aunque ella sostiene que esta literatura puede ser leída también por los adultos, como así es, siempre y cuando el adulto esté abierto a recibir este tipo de literatura, donde también existen mensajes, aunque estos no estén en la misma complejidad que un texto de una novela rusa, todo tiene su equilibrio. También se lanza a la ilustración, así pues, Chus López es la escritora y en buena parte ilustradora del libro, aunque también aparecen ilustraciones de Santiago Rosillo y de Mario Misas. Más aún, más allá, en homenaje y en agradecimiento amistoso, Chus López ha incluido ilustraciones de monstruos simpáticos que hicieron especialmente para ella en encuentros por Alcalá amistades y familiares suyos, Anita, Iván, Val, Lúa, Daiko, yo mismo: Canichu, Jara, Arene, Nora, Pachús y Gorka, y aún deja abierta una página para que cualquier niño o niña pueda aportar su propia ilustración de monstruo al cuento al que están adscritos esas ilustraciones. 

Pero Chus López no solo es la autora y en buena parte ilustradora. Ha estado encima de  todo el proceso de creación dándole mucha dedicación y mimo. Ha tenido especial cuidado personal en las revisiones y rectificaciones tanto del texto, como de su formato, como de su maquetación, así como del trato y maquetado de todas y cada una de las ilustraciones del libro y su ubicación y retoques finales. 
 
Completaremos algunos datos biográficos a los ya dados en su segundo libro, Susurro de galerna (2017). Chus López nació en Madrid en 1974, aunque es alcalaína y vive en Alcalá de Henares, a pesar de que a lo largo de su vida también ha residido en algún momento en Navarra, Inglaterra y Vizcaya. En 2015 regresó a Alcalá de Henares y comenzó a participar de su muy activa vida cultural, especialmente poética, sobre todo a través de los bares El Laboratorio y el Deltoya, que esos años eran centros de la poesía en Alcalá. Actividad de los recitales que nunca ha abandonado, ya sea en otros bares o en espacios culturales como la librería Notting Hill, reconvertida y trasladada en espacio cultural en un centro ubicado donde el Parque de los Pinos. Suele acompañarse de músicos como Mario Misas o Juan Izardui, y suele colaborar con otros autores y autoras, actualmente invita a sus recitales de manera asidua a Maribel Domínguez y a Zia Mei. Aparte de poesía, de la cual ha publicado dos libros, Remolinos de hojarasca (2015) y Susurro de galerna (2017), también ha escrito teatro para su puesta en escena. En 2016 apareció en la antología Veinte poemas asoman... en un invierno...

El presente libro de cuentos fue una idea que le surgió a Chus López en 2019. Ya por entonces publicó en papel pequeños cuadernitos grapados con alguno de ellos suelto y los regaló a sus amigos más personales. Uno de aquellos lo tengo yo mismo. Ya por entonces pensé que apuntaba buena maneras en la literatura infantil. Le sienta bien el género, quizá por tener una mente abierta a las imágenes e historias sin necesidad de estar sujetas a códigos, normas o reglas. Tiene además una sensibilización hacia el mundo del niño. Puede que no sea pedagoga, pero desde luego sabe estar dentro del mundo infantil cuando de niños se trata. En ese año se produjo cierta complicidad con Mario Misas en cuanto a los dibujos que este aportaría, además de ser el año en el que al comentar el posible proyecto a amistades y familiares iba pidiendo un dibujo de un monstruo, el cual se lo hacíamos y regalábamos con mucho gusto.

Chus planeaba el libro para 2020, sin embargo, la pandemia de la Covid-19 y el confinamiento más austero entre marzo y mayo impidieron y dificultaron el proceso de la elaboración, aunque a ella le sirvió para escribir más, dibujar más y depurar más todos los detalles. La pandemia, restricciones y estado de alarma posteriores a mayo de 2020 y que seguimos viviendo actualmente seguían interfiriendo en ese proceso creativo, no solo ya en ella, sino también en el resto de personas que logró implicar en su proyecto. Al final, con mucho trabajo y mimo, logró sacarlo adelante y publicarlo en marzo de este 2021. Ha tenido gran acogida, pues la primera impresión, de cien ejemplares, se agotó en menos de media semana. Varios de estos ejemplares trascendieron las fronteras de Alcalá y fueron pedidos en otros lugares de España, especialmente del norte. Por ello ahora mismo hay una segunda impresión vendiéndose y ya se verá si Chus necesitará de más impresiones, tal vez sí. La literatura infantil es una de las literaturas más solicitadas para su venta en los últimos años.

Al menos la primera tirada del libro se ha vendido junto a marcapáginas dibujados y pintados a mano personalizados por la propia autora para la persona que se iba a llevar dicho ejemplar. El libro está en un formato de tapa blanda y dimensiones inusuales, al igual que su primer libro. Esta vez el libro es prácticamente un cuadrado, aunque por poco es en realidad un libro apaisado y ligeramente alto respecto al tamaño corriente de los libros en estantería. Todas las ilustraciones están a color, salvo las de Mario Misas, que están realizadas en blanco y negro con algún toque breve de color, y ocupan páginas completas. Las Chus López tienden a un estilo näif compatible con los dibujos de los niños, siempre con un toque simpático y humanizador, lleno de sonrisas y guiños probablemente a un mundo infantil de la propia autora, como puedan ser campos, montes, lluvias, nubes, coletas, animales de ese mismo campo, camisas a cuadros de franela muy a la moda del norte de España en los años de la década de 1990, etcétera. Su dibujo es un dibujo claramente elaborado tradicionalmente, a mano, rotulado, quizá haya recibido algún retoque posterior a ordenador al ser maquetado, pero se mantiene fiel a lo que salió de la mano de la mano de la autora en papel. El de Santiago Rosillo y el de Mario Misas, personas cuyo desarrollado profesional es precisamente dentro de la ilustración y el diseño, son dibujos que si bien nacieron bocetados a mano, están creados y tratados por ordenador, informáticamente. Así por ejemplo, los dibujos de Rosillo tienden al relleno completo de la página, aunque sea a base de gamas cromáticas, sin embargo los de Mario Misas tienden a centrarse en mostrar el elemento principal de lo que la página del cuento está hablando en ese momento, ya sea el monstruo de debajo de la cama o la niña que vive con él. Chus, por otra parte, varía entre centrarse en los personajes o bien rellenar la página con el paisaje donde estos se desenvuelven, llamando así la atención a través de los dibujos sobre lo que ella estima que es, al menos para ella, donde hay que centrarse en esa parte de la narración. 

Ilustraciones claras, no obstante, sencillas de entender, directas, y llenas de color y de personajes amables que puedan simpatizar con el joven o la joven lectora. Aunque, como anuncia Chus en una nota introductoria, puede que los cuentos lleguen a manos de niños y niñas que aún no sepan leer o les cueste, por lo que necesitarán de la ayuda de los padres, madres u otros familiares. La idea de las ilustraciones, como es bien sabido en los cuentos infantiles, es poder ayudar al niño a centrarse y ser atraído por las historias a contar. Estimula además su imaginación al ayudarle a poner cara a determinados personajes. Aún con todo, la idea de Chus es que el libro pueda en algún momento ser leído por los niños y niñas para los que haya sido comprado el ejemplar. No obstante, en todo el libro hay una preocupación pedagógica y de libre desarrollo del niño, no tanto por ser guiado (paradójicamente en un libro que guía en lo pedagógico), sino por ayudarle a desarrollar su libertad entre otras cualidades, como el de despertarle la curiosidad por el mundo, reforzar la idea del valor de la amistad y el respeto, y, sobre todo, mantener vivo en ellos la ilusión por la vida, traducida esta en mantener viva la imaginación, que es algo psicológicamente ligado en este libro a ser abiertos de mente, receptivos y respetuosos hacia lo diferente y el o la diferente.     

El libro se compone de cuatro cuentos, "Bruna, la nube globo", "Tinín y el mundo de los calcetines perdidos", "El monstruo mocoso" y "Nina, la hormiga viajera". De todos ellos, para quien esto escribe, el que más me gusta es "Tinín y el mundo de los calcetines perdidos", y tengo la impresión de que probablemente sea el que más dedicación le ha dado la autora y puede que también le tenga cierto cariño especial.

Todos los cuentos son presentados por la autora con unas breves palabras introductorias dirigidas a los niños que me recuerdan a las introducciones de revelación de secretos y aventuras vividas que los personajes de la serie de dibujos animados David, el gnomo (1985-1986) les hacían a los niños como en confidencia. Puede que este hecho esté presente en Chus López de manera consciente o subconsciente a la hora de elaborar el libro, ya que ella misma fue una de aquellas niñas de la década de 1980 que tuvieron acceso a esa serie, aunque en los años de su emisión su edad ya era un poco más avanzada. No obstante, esa misma serie anunciaba en el encabezado escrito de su introducción de cada capítulo que todo lo que se contaba estaba en el libro secreto de los gnomos y que estos, por primera vez, se lo dejaban ver a los niños humanos. 

En "Bruna, la nube globo" se desarrolla la historia de una nube recién nacida, pero rápidamente transformada en niña consciente y en edad de aprender, que se pierde de su madre por separarse de ella a causa de un accidente. En ese viaje encuentra a un grupo de globos que le explican las diferencias entre las nubes y los globos. En eso está cuando un niño que descubre que las nubes hablan decide comprarla y llevarla a su casa. Se inicia una amistad fuerte y profunda. El cuento viene a reforzar como idea principal la idea de la amistad y la ayuda y confianza entre los amigos. Colateralmente hay otros aspectos, como las consecuencias de la desobediencia a una madre, o los beneficios de explorar y experimentar el mundo, paradójico, pero a la vez compatible. Pero también explica a los niños las diferentes clases de nubes  e incluso el funcionamiento más básico del clima y los problemas de la contaminación en el medio ambiente. 

En "Tinín y el mundo de los calcetines perdidos", el cuento más largo, dividido por capítulos, y quizá el más depurado y trabajado del libro, Chus demuestra una riqueza imaginativa amplia y sana. El cuento sale de los cánones oficiales y rompe algunos de los esquemas habituales. Puede que se alimente de la idea de la animación de seres inanimados del tipo El soldadito de plomo (1838), de Hans Christian Handersen, tantas veces referencia para otras historias, especialmente ideadas por Walt Disney y sus estudios cinematográficos, como por ejemplo Toy Story (1995), de John Lasseter, o Cars (2006), del mismo autor, pero Chus lo lleva al extremo haciendo de los personajes protagonistas ropa común y corriente, en concreto principalmente ropa sucia en su proceso de colada. No deja de tener cierto sentido del humor sutil esta idea. Desde el tópico común que tantas bromas ha provocado sobre los calcetines que se pierden en la lavadora, en realidad en algún momento de la colada, Chus realiza toda una historia donde nace un mundo alternativo al que va a parar toda la ropa que se pierde cuando se va a lavar. Una pareja de calcetines, chico y chica, se ve separada cuando ella es olvidada en el cesto de la ropa y conoce a otras prendas, y él, en medio de una depresión mientras es lavado en la lavadora y centrifugado, cae en medio de un mundo alternativo y fantástico lleno de luces y estrellas de colores donde vive numerosa ropa perdida que decide vivir sola, o en compañía de otras ropas que no son iguales que ellas o que son exactamente iguales que ellas, o que deciden recoserse para ser otra cosa o la contraria a la que ellas son en origen, pero que sin embargo se sienten ser en realidad. El símil y las metáforas de esta historia es bastante claro sobre las relaciones personales, las identidades propias y los sentimientos individuales. Es una historia que invita al crecimiento personal pero también a la aceptación al cambio y a la autoaceptación, así como la aceptación al diferente. Todo imbuido de esas relaciones sociales que crea la amistad que ayudan a avanzar y superar los problemas que la negación al cambio puedan provocar. La historia evita el conflicto y la negatividad, dando un modelo positivo de observar incluso las separaciones traumáticas y aceptarlas, a pesar de que en principio provoquen dolor y rechazo. La historia, original de Chus López, fue animada a ser desarrollada y escrita por su hermana, Ana María López, y por el mejor amigo de Chus, Óscar García-Abad, según cita la autora al comienzo del relato. 

En "El monstruo mocoso", idea que provocó el resto del libro en 2019 y que tiene el apoyo de Mario Misas en su origen, la historia muestra a una niña que tiene miedo a un monstruo que vive debajo de su cama. Cuando llega el momento de enfrentarse a este monstruo descubre que el monstruo tiene más miedo de ella porque su falta de miedo le vuelve débil y eso podría matarle. En ese momento crece otro monstruo sobre su mesita de noche, este es el monstruo que crece cuando crece su valentía. Si ella no tiene miedo, se debilita y podría morir su nuevo amigo monstruo de debajo de la cama, pero si ella tiene miedo se debilita y podría morir su otro nuevo amigo monstruo de la valentía de encima de su mesita de noche. Sin embargo, la niña descubre que siempre tiene un equilibrio entre el miedo y la valentía porque siempre hay cosas que le dan miedo y cosas que la hacen sentir valiente y fuerte. Sus dos amigos sobreviven de esta manera y va descubriendo otros monstruos mientras crece. Así hasta que en el colegio se produce otro desequilibrio que casi mata al monstruo de su valentía, cuando unos niños la acosan. Para salvar a su amigo debe enfrentarse a sus acosadores, con la ayuda de su madre y los profesores. Mucho más tarde, ya de adulta, sus amigos siguen con ella, pues otros miedos y otras valentías siempre los mantienen con vida, siendo el equilibrio algo sano que la ayuda a avanzar siempre con ayuda de sus amistades, que la aconsejan. El mensaje vuelve a ser claro. Quizá sea la historia más apetecible para maestras y maestros actuales en la educación transversal, tal vez como lectura recomendada por algún psicólogo infantil. La historia recuerda, salvando las distancias, el planteamiento de otra película infantil de Walt Disney, Monstruos S.A. (2001), de Pete Docter.

Por último, "Nina, la hormiga viajera" es una historia originariamente ideada por Cristina Moya, según agradece Chus López en la dedicatoria, a la que Chus da cuerpo y forma. El cuento humaniza a todo tipo de insectos del campo, al estilo de los dibujos animados La abeja Maya (1975-1976), siendo esta vez la protagonista una hormiga. Esta hormiga, como le pasara a la nube del primer cuento, desobedece a su madre y se separa demasiado de su hogar par irse a jugar con un escarabajo amigo suyo. Mientras juegan y van encontrándose con otros amigos, se ven envueltos en un accidente que provoca que la hormiga Nina sea llevada por la corriente de agua de un río. En el intento de rescatarla sufren otros tantos accidentes otros insectos y animales del campo, mientras el escarabajo sufre un ataque de miedo y abandona a su amiga y al resto y huye. eso no impide que intervengan amistades como una rana, un pájaro, una vaca, un conejo y demás. El cuento, de esta manera, presenta a los insectos y animales que nos podríamos encontrar en el campo, a la vez que una vez más nos habla de la importancia de la amistad y también de la ayuda mutua. La hormiga será rescatada al final y organizará una fiesta en su casa para celebrarlo. Ahí se produce el reencuentro con el escarabajo, que regresa avergonzado pidiendo perdón tras confesar su actitud. Ahí se produce una última lección del cuento, la del valor de la sinceridad y el perdón. 

Los cuentos, según dice Chus a lo largo de la obra, tienen en parte un poco de algo de sus propias vivencias, incluso de su biografía infante o juvenil. No dice qué en concreto, pero nos sirve como referencia de que estos cuentos probablemente es la lección que la propia autora desea trasmitir a fecha de hoy a los niños y niñas aportando su propia experiencia desde su adultez, pero sin perder su sensibilidad de ver el mundo desde los ojos de la infancia. 

Libro cuando menos a tener presente como libro de cuentos y como libro pedagógico desde la sensibilidad de una persona que no ha cerrado los ojos a la infancia y lo que de ella se puede derivar en el crecimiento hacia la edad adulta.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 17 de abril de 2021

Poesías

Título: Poesías.
Autor: Miguel de Cervantes Saavedra.
Editorial:
Cátedra.
Año de publicación: 2016 (1ª edición, editado por Adrián J. Sáez).
Colección: Letras Hispánicas.
Nº de volumen en la colección: [No hallado, ¿350?].
Género: Poesía.
ISBN: 978-84-376-3539-2


Entramos en la semana cervantina por excelencia en Alcalá de Henares. Como es conocido el mes de abril y el de octubre son los dos meses cervantinos por excelencia. En el caso de abril porque Miguel de Cervantes murió el 22 de abril de 1616, coincidiendo en día y año con la muerte del autor inglés William Shakespeare. Alcalá de Henares ocupa el mes completo con un festival llamado de la palabra donde se realizan diversos actos dedicados a la Literatura y otros tantos en concreto a Cervantes o su obra. Se realiza la Feria del Libro Nuevo y de Ocasión, este año por segunda vez suspendido por la pandemia de la Covid-19, y se entrega en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares el Premio Cervantes de Literatura, con presencia de los reyes, el cual es el galardón de literatura más importante de habla española desde su fundación en 1976, en igualdad de equivalencia (dentro del mundo hispanohablante) al Premio Nobel de Literatura (que abarca todos los idiomas). También esta entrega de premio ha sido aplazada por la Covid-19, debería recogerlo Francisco Brines, aunque hay que recordar que el anterior galardonado, Joan Margarit, no pudo recogerlo por la mencionada suspensión de la entrega en 2020 y se le tuvo que llevar a Barcelona meses más tarde, Margarit murió en febrero de este 2021 sin que hubiera asistido a ningún acto oficial que oficializase ese galardón.  Como sea, siguiendo las notas de esta bitácora en consonancia con años anteriores, en esta semana en la que comenzará la veintena de abril, toca hablar de una de las obras de Miguel de Cervantes. Esta vez no es exactamente una obra suya, en tanto en cuanto a que nunca escribió lo que hoy vamos a tratar como libro ni publicó en libro los siguientes textos a comentar. Se trata de su obra poética. Sus poesías fueron hechas públicas de manera irregular desde el último tercio del siglo XVI en adelante, e incluso publicadas parcialmente en diversos libros. El libro que recoge todas ellas e incluso suma algunas que se le han atribuido como posiblemente suya, se ha llamado Poesías, en una edición de Adrián J. Sáez, que las analiza y comenta, salido a la luz en 2016 por primera vez, dentro de la colección Letras Hispánicas de la editorial Cátedra, especializada en ediciones críticas muy valiosas en información investigadora. Era una publicación dentro del 400º aniversario de la muerte del autor.

Previamente se había dedicado a compilar una selección de sus poemas y a publicarlos comentados el escritor Caballero Bonald, que sacó una edición llamada Poesía, con la editorial Austral, y otra edición más de selección comentadas con el mismo título con la editorial Seix Barral. Más aún, en aquel 2016 en el que Cátedra sacaba todas las poesías completas que vamos a tratar, el llamado Poesías, Caballero Bonald sacaba digitalmente a través de la Biblioteca Cervantes Virtual un pequeño libreto llamado Poesías Inéditas

El Poesías sacado por Cátedra e investigado por Adrián J. Sáez contenía todos los poemas reconocidos de Miguel de Cervantes, más los atribuidos como posiblemente suyos, como ya se ha dicho. Hay que recordar que Cervantes nunca publicó sus poemas, salvo el que fue un libro en sí mismo, Viaje al Parnaso, que publicó en 1614, muy cerca de su muerte, y otro poema extenso que fue incluido como parte de su novela La Galatea, publicado en diciembre en 1580, el llamado poema "Canto de Calíope". Estos dos poemas extensos también los incluye Cátedra en su obra.

El libro responde estéticamente a los cánones de su muy reconocible colección, en tapas blandas negras que contienen en un recuadro franqueado por título, autor y editor un cuadro, en este caso un retrato de una persona que personalmente me recuerda al siglo XIX, aunque debe ser del siglo XVII. Como toda la colección, todos los poemas tienen detrás de sí un cuidado y detallado estudio y trabajo de análisis e investigación, así como la introducción encuadran la biografía, época y contexto del autor y de los poemas. 

Miguel de Cervantes comenzó su recorrido como escritor, que se sepa, como escritor de poesías. Sus primeros poemas conocidos son cuatro poemas que escribió a las exequias de la reina Isabel de Valois, esposa difunta de Felipe II. Esta mujer murió en 1568, Cervantes tendría por entonces 21 años de edad. Miguel de Cervantes siempre se tuvo por escritor de poesía y de teatro, si bien en ambos géneros no estaba a la altura de otros autores de la época que estaban, igual que él, en plena revolución literaria defendiendo diferentes puntos y corrientes estéticas. Quevedo, por quien Cervantes dice sentir amistad en Viaje al Parnaso, en 1614, Góngora, Garcilaso de la Vega o Lope de Vega son algunos de esos autores. Precisamente Lope de Vega, al margen de sus problemas personales entre ellos, era enemigo de Cervantes, o al menos estaban discutidos entre sí, a costa de la literatura como mínimo. Tanto en poesía como en teatro, Cervantes era tenido en menos por todos ellos, siendo Lope de Vega especialmente duro con él. Cervantes está claro que destacó sobre todo por la prosa y por revolucionar la literatura creando la novela moderna. Es en su ancianidad, en Viaje al Parnaso, que el propio Cervantes llega a confesar que daba a leer sus composiciones a otros autores con desigual acogida, a menudo contrarios al reconocimiento de su calidad. Sabemos también que posiblemente esto le llevó a numerosos enfados con conocidos y amigos. Pero en esa misma obra podemos leer que Cervantes reflexionó sobre sí mismo de manera introspectiva y en cuanto a su faceta de poeta dijo de sí al final: 


"Yo, que siempre trabajo y me desvelo
por parecer que tengo de poeta
la gracia que no quiso darme el cielo."
 

Con esto queda claro que al final de su vida el propio Cervantes reconocía que no había sido buen poeta. La verdad es que los poetas de su época en pleno Siglo de Oro de la Literatura Española tenían el listón muy alto para igualarles. Los poemas de Cervantes puede que no alcancen las virtudes de los culteranistas ni de los conceptistas, que no lleguen a la llaneza de los castizos ni tampoco se ganaran los favores del público que se ganaron los autores de la poesía de romance pastoril, poetas estos a los que Miguel de Cervantes parece sentirse más unido y de entre los que tiene bastantes más amigos que entre las otras corrientes, dos de ellos, además, de Alcalá de Henares, como él, Francisco de Figueroa y Pedro Laínez. En su propia época puede que no llamaran la atención y que sus temáticas y forma de estar compuestos no animaran a ser publicados, sin embargo a fecha de hoy podríamos decir que sus poemas tienen calidad, si bien son poemas muy directos para lo que en aquellos momentos se escribía, y cuyas temáticas parecen temáticas muy personales de Cervantes o bien reflexiones de él, y eso no se hará popular hasta el romanticismo del siglo XIX. 

Si bien empezó a escribir poesía en 1568, como se ha anotado ya, pensemos que en los años sucesivos Cervantes estará imbuido en su vida militar y en las guerras y batallas contra el Impero Turco. Esta vida bélica le trasladará al Mediterráneo oriental y al central, siendo el colofón su participación en la batalla de Lepanto, donde será herido en 1571. La batalla de Lepanto no será su final militar. Seguirá actuando en todas las cuestiones de estas guerras hasta que es apresado y encarcelado en Argel en 1575. Mientras su madre y hermanas se movilizan en Alcalá de Henares para reunir el dinero de su rescate a través de la orden de los trinitarios asentada en la misma ciudad, y Cervantes mismo ejercía a su modo de espía en aquel Argel, el soldado empezaría a comenzar a ser escritor en esos momentos. Es en la cárcel argelina en donde empieza ya a escribir totalmente dedicado a la prosa. Es liberado en 1580, que es la fecha en la que regresa a España y empieza a publicar a finales de año. En esos momentos empieza a escribir poesía de manera más fluida, aunque, como hemos visto, sin lograr la repercusión que él deseaba ni el reconocimiento. Ese reconocimiento le vendría con su prosa. Podríamos decir que a pesar de su éxito en prosa, era un autor fracasado (y se sentía como tal) en verso y en teatro, razón por la cual la gran mayoría de sus poemas no trascienden más allá de la gente a la que él mismo pudo enseñarles alguno de sus escritos. 

En esa década de 1580 comienza a renovarse la poesía española dentro de sus diferentes corrientes ya citadas, más las ascetas, aunque en las décadas precedentes ya habían existido algunos autores muy notables. Pero es en torno a esa década que se produce lo que se conoce como el nuevo romancero castellano. Ese nuevo romancero se compone con todos los autores conocidos de la época, los cuales se ponen manos a la obra a actualizar la obra poética romancera española, llevados por la moda del momento de la literatura medieval. Muchos lectores de esos años eran muy aficionados al viejo romancero, que eran los poemas romances de la Edad Media, la gran mayoría anónimos, y que contenían un lenguaje y unas formas propias de los siglos anteriores. Son las mismas épocas en las que las novelas de caballería de corte medieval están en pleno éxito de ventas. Cervantes, con su espíritu moderno y avanzado a sus épocas, comienza su revulsivo contra esos gustos renovando precisamente ese romancero, componiendo romances de manera moderna tanto en temáticas, como en lenguaje, como en formas. Con el tiempo le llegaría el turno a la prosa. Él no era el único en participar de esa revolución literaria. El propio Góngora era la cabeza más visible de ese mundo poético, en plena batalla contra los Quevedo.

Cervantes busca la claridad y busca que el lector entienda el mensaje que le cuenta, eso hace que Quevedo y Góngora, con sus corrientes, le queden algo lejanas. El casticismo aún estaba en sus comienzos, aunque estaba en marcha y Cervantes lo toca, su principal representante, Calderón de la Barca, nacería en 1600, recordemos que Cervantes moriría en 1616. Posiblemente Cervantes se hubiera sentido más cómodo poéticamente en esa corriente, pero en su época el mensaje sencillo y directo estaba representado por Lope de Vega y sus obras de teatro, en verso, pero Lope de Vega se reía de la obra de Cervantes. 

Cervantes no es un autor que busca lo barroco en su poesía, no es oscuro, no busca enrevesadas referencias muy cultas. Quiere ser claro. Conoce la mitología clásica y la usa, pero no la hace accesible solo para unos pocos. La poesía de Cervantes, de haber sido publicada, hubiera sido una poesía para las masas, al no ser una poesía que requiriera de amplios conocimientos, sin embargo, la poesía que publicó, especialmente la de Viaje al Parnaso, es todo lo contrario, es muy compleja de leer, totalmente llena de referencias cultas y guiños a conocimientos extensos de su época.

Los poemas que más escribió Cervantes fueron romances, pero también abundan en él redondillas y sonetos, que eran fórmulas muy populares y que gustaban mucho a la gente de la época. Aún con todo, el propio ser de Cervantes no podía evitar salir a la luz en estas composiciones que habitualmente salen del interior del poeta en sí, así pues, la gran mayoría de sus poemas no pueden evitar ser poemas cómicos y satíricos. Su humor sarcástico no era bien entendido o recibido a menudo por muchos de sus destinatarios, ya que en sus poemas hay infinidad de referencias a personas. Si en su último poema, Viaje al Parnaso, repasa los nombres de todos los poetas de su época y en sus primeros poemas hay una dedicación a Isabel de Valois, también encontraremos poemas a Felipe II, Juan Rufo, Fernando de Herrera, fray Pedro Padilla, Antonio Veneziani, el médico Francisco Díaz, M. Vázquez, el capitán Becerra, Diego de Mendoza, la poetisa madre reverenda Teresa de Jesús, Diego Rosel, sor Alfonsa González, etcétera. Muchas veces hacía dedicatorias a nobles o incluía alguno de esos poemas para dedicar sus novelas a esos nobles, tal vez con la intención de ganarse su favor y con él su patrocinio.

Junto a lo satírico y a los poemas dedicados y en homenaje a alguien, también abunda en Cervantes una temática algo inusual para los gustos generales de su tiempo, los poemas descriptivos de acontecimientos de su época. Como soldado que fue y como hombre avanzado en ideas en su época que incluso llegó a proponer en una novela ejemplar que el problema de la guerra con el turco se solucionaría con matrimonios mixtos entre cristianos y musulmanas y al revés, que en realidad creía en que la guerra era un gran mal que evitar y que en El Quijote dejaría claro sus ideales de justicia social y su crítica a los tiempos en los que vivió y su corrupción o denunciaba los males que vivían las clases populares, Cervantes escribiría en 1588 a consecuencia de la gran catástrofe de la Gran Armada mandada contra Inglaterra y hundida en el Canal de la Mancha un poema llamado "Canción nacida de las varias nuevas que han venido de la católica armada que fue sobre Inglaterra, de Miguel de Cervantes Saavedra". En este poema extenso se lee:


"(...)
Di (que al fin lo dirás): «allí volaron
por el aire los cuerpos, impelidos
de las fogosas máquinas de guerra;
aquí las aguas su color cambiaron,
y la sangre de pechos atrevidos
humedecieron la contraria tierra»;
cómo huye, o si afierra,
este y aquel navío; en cuántos modos
se aparecen las sombras de la muerte;
cómo juega Fortuna con la suerte,
no mostrándose igual ni firme a todos,
hasta que, por mil varios embarazos,
los españoles brazos,
rompiendo por el aire, tierra y fuego,
declararon por suyo el mortal juego.
(...)"

Es un poema muy descriptivo. Cervantes no era ya militar en 1588 y no fue a la Gran Armada, pero conocía bien la ambientación de las batallas navales a través de su servicio en el Mediterráneo en el final de la década de 1560 y hasta la mitad de la década de 1570. Es un poema muy descriptivo

En otros poemas se quiere acercar a lo pastoril, como aquel en el que describe fantasmagóricamente la entrada de una cueva donde aparentemente vive un fantasma que lanza gemidos y suspiros, pero luego nos descubre que se trata de una cueva donde viven los celos de amor y los engaños, pero esos gemidos vienen del enamorado que sufre por esos celos. No deja de tener cierto humor, pero a la vez se acerca a ese género que era, lo repetiré, el género poético que más éxito tenía en esos momentos en las clases populares. Eran poemas que contaban amores idealizados entre pastores y gente humilde del campo, a veces gente noble que se va a vivir al campo cautivos de sus amores y desamores.  

Sirva esta nota como suficiente para acercarnos a esta faceta de Cervantes.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

domingo, 11 de abril de 2021

Azaña, memoria gráfica 1880-1940

Título: Azaña, memoria gráfica 1880-1940.
Autores: Varios autores. Comisarios de exposición y de edición del libro: José María Marco y Vicente Alberto Serrano.
Editor: Fundación Colegio del Rey.
Año de publicación: 1990 (1ª edición; introducciones de Florencio Campos, alcalde; y los comisarios José María Marco y Vicente Alberto Serrano, así como Fundación Colegio del Rey)
Género: Fotografía; Historia; Biografía.
ISBN: 978-84-87153-24-0
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Título: Azaña, una biografía.
Autor: José María Marco.
Editorial: Mondadori España.
Año de publicación: 1990 (1ª edición)
Colección: Omnibus
Género: Ensayo; Historia; Biografía.
ISBN: 978-84-39717261

En la semana en la se cumple el 90º aniversario de la proclamación de la Segunda República Española el 14 de abril, este año los cíclopes volvemos a anotar un libro sobre Manuel Azaña, quien fuera uno de sus ideólogos, ministros, jefe de gobierno y jefe de Estado, presidente. En esta ocasión, el azañismo lo abordamos desde un autor que no es alcalaíno y no residió en Alcalá, pero el cual sacó un libro en Alcalá de Henares muy directamente relacionado con Azaña y con Alcalá. Se trata del intelectual, profesor universitario, columnista periodístico y político José María Marco. Una persona reconocida a nivel estatal. En 1990 sacó adelante un libro llamado Azaña, memoria gráfica 1880-1940, este libro era la publicación que acompañaba una exposición que él mismo había dirigido en la ciudad junto a otra persona que también dirigió ese libro, Vicente Alberto Serrano, periodista que, este sí, está muy relacionado con Alcalá de Henares, escribe en su prensa local, vive en ella y participa de su vida cultural. No obstante, José María Marco aprovechó aquellos actos de 1990 para presentar a la vez su segundo libro en la ciudad, Azaña, una biografía, por lo que hoy anotamos dos libros a la vez, ya que en su momento se vieron unidos íntimamente, si bien el de Azaña, una biografía se puede adquirir independientemente del de aquella exposición de 1990, por ser un libro biográfico y no ligado a una naturaleza de catálogo de exposición. Tenemos en este noventa aniversario esa tarea de homenaje a Azaña que vino de la mano de un autor que le dedicó mucho tiempo y que, en la actualidad pareciera paradójico que por su perfil ideológico de hoy día le dedicase tanto tiempo, pues está en las antípodas del pensamiento de Azaña, si atendemos a su pertenencia política más reciente. 
 
José María Marco (Madrid, 1955) estudió en Madrid y en París, haciéndose filólogo y doctor en Literatura. Entre 1979 y 1981 fue secretario de redacción de la revista Dezine. Comenzó a ser profesor en institutos de bachillerato desde 1982 en Madrid capital. En 1983 se afilió al PSOE y al sindicato UGT, hay que recordar que los afiliados al PSOE están obligados por su reglamento a afiliarse en UGT, si bien los afiliados a UGT no están obligados a afiliarse al PSOE. En 1986 dejó de ser profesor de bachillerato para dar el salto a ser profesor universitario en la Universidad Pontificia de Comillas y, dentro de esa trayectoria, a ser investigador en la Universidad de Georgetown, de Estados Unidos, en el curso 2004-2005. Se afilió a la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales. En 1988 sacó su primer libro dedicado a Manuel Azaña, Inteligencia republicana: Manuel Azaña 1897–1930, dedicado a su pensamiento republicano. Fue en esta época que se lanzó a organizar y ser comisario de la exposición llamada Manuel Azaña, expuesta por el Ministerio de Cultura en el Palacio de Velázquez, en el Parque del Retiro de Madrid, en La Coruña, en Valencia y en Alcalá de Henares, turnando estos sitios entre 1989 y 1990. Fue de esta actividad que surgió el catálogo del que hablamos hoy y publicó el libro biográfico de Azaña del que también hablamos hoy. Sin embargo, abandonó el PSOE en 1989, en ese mismo periodo que nos ocupa. En ese 1990 comienza a dedicarse a la traducción parte de su actividad. Pero es a partir de ahí que José María Marco comenzó a impartir cursos, a dar conferencias, a participar de informes para consejerías de la Comunidad de Madrid, a dedicarse más en su actividad intelectual y de escritor investigador, así como fue haciéndose cada vez más conocido en el mundo periodístico. Aunque escribió en  las páginas del periódico socialdemócrata El País, lo cierto es que cada vez más sus escritos aparecieron casi en exclusiva en periódicos de tendencias conservadoras, cuando no totalmente alineadas con la derecha más estricta. ABC, La Gaceta, El Mundo, Diario 16, la emisora de radio COPE, La Ilustración Liberal, Telemadrid, Revista de Occidente, etcétera. Hasta el punto que fue uno de los fundadores del periódico Libertad Digital, alineado en las ideas de derechas más extremas. Llegó a ser miembro asesor del consejo de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), la fundación creada por el expresidente José María Aznar desde la cual comenzó un revisionismo histórico del que salieron y se impulsaron varios historiadores no formados en tal licenciatura y que venían a reforzar algunas de las ideas que el franquismo ya lanzara en su revisión de la Historia de la República y de la guerra civil desde los años de la década de 1940. Él mismo es uno de los que comenzaron el revisionismo histórico de la década de 1990 que también es conocido en algunos ámbitos como neofranquismo, en el sentido de vuelta a las explicaciones históricas del franquismo sobre la necesidad de sí mismo. Su cuarto libro, La libertad traicionada, publicado en 1997, da clara cuenta de este viraje ideológico en el autor. Es su libro más conocido y más popular. En él se comenzaba a alentar la idea de poner las culpas del fracaso de la democracia en los propios errores y contradicciones de las personas que a comienzos del siglo XX eran líderes de la izquierda. No dejará de hacer otros libros de revisión de personajes de la izquierda, como Giner de los Ríos, aunque desde 2007 publica libros en torno a las ideas de nacionalismo y patriotismo, disociándolos, haciendo reflexiones sobre el futuro más apropiado para las ideas más ultraconservadoras. En las elecciones autonómicas de 2019 se presentó por Madrid con el partido político de ultraderecha Vox. No recogió su acta y desde entonces, a fecha de hoy, 2021, no se le conoce afiliación política clara con un partido político concreto. 

El otro autor a título de comisario de exposición en 1990 en Alcalá de Henares, Vicente Alberto Serrano, es un intelectual de Alcalá de Henares muy asiduo de su prensa local desde hace muchos años. Escribe también sobre teatro y participa de la actividad cultural de la ciudad. Actualmente es común leer artículos suyos en el periódico digital La Luna de Alcalá, donde es común que repase y mantenga vivas las biografías de alcalaínos destacados de los tiempos actuales dentro de la Literatura. Su tema predilecto es, siempre ha sido, la cultura. Sus temas más políticos siempre rondan en torno a la socialdemocracia, aunque es la cultura lo que realmente más le mueve a escribir. En 1980 ya había escrito junto a otro autor complutense, José María San Luciano, el libro Azaña. Ese mismo libro se volvió a editar en 1990 con motivo de la exposición que hemos citado. Este historiador participó de este libro también.

El catálogo de exposición Azaña, memoria gráfica 1880-1940 tenía como motivo el 110º aniversario del nacimiento de Manuel Azaña en Alcalá de Henares. Era parte de la exposición que había logrado montar José María Marco que hemos citado y la cual estaba girando por España desde 1989. A Alcalá de Henares llegó en 1990 y permaneció visitable hasta 1991 en el espacio de la Capilla del Oidor, que por entonces era una sala de exposiciones temporales y no una sala de exposición permanente sobre el Quijote a costa de estar allí la pila bautismal de Miguel de Cervantes. La exposición y el catálogo venían avalados en Alcalá de Henares por la Fundación Colegio del Rey, que fue el editor, así como por el ayuntamiento de Alcalá de Henares, a través de su Servicio de Archivos y Bibliotecas, la Comunidad Autónoma de Madrid, el Ministerio de Cultura y el Congreso de los Diputados. A José María Marco se le sumaba como comisario en esta exposición concreta el alcalaíno Vicente Alberto Serrano.

Este catálogo hoy día es una rareza difícil de encontrar, pues su edición fue limitada, ya que fue creado para quienes visitaban esa exposición fotográfica y deseaban tener el ejemplar. Pero también es una rareza porque los comisarios de exposición lograron la colaboración de varios familiares de Manuel Azaña, incluidos los que viven en Alcalá de Henares, por lo que aparecía mucho material fotográfico totalmente inédito hasta la fecha del expresidente de la República. Algunas de esas fotos inéditas son ahora muy populares, pero en aquel 1989-1991 eran totalmente novedosas y aportaban información visual tanto biográfica como histórica en la figura de Manuel Azaña. Otras tantas de esas fotografías no se encuentran hoy por hoy en ningún otro libro. Al menos, de manera autorizada.

Se repasa toda la vida de Manuel Azaña desde su nacimiento hasta su muerte, pasando tanto por sus facetas políticas y literarias, como las periodísticas y las más íntimamente familiares. No está exento de imágenes infantiles.

La Fundación Colegio del Rey hacía una gran labor cultural, a ella estaba ligada la actividad de Vicente Alberto Serrano, junto a la de otras personas. Gracias a ella nos llegan aún hoy día publicaciones como esta de un gran valor informativo e investigador y que, en su momento de publicación, tenían un valor mayor de redescubrimiento de nosotros mismos y revalorización de Alcalá de Henares. 

El catálogo incluye en su portada blanca una de esas fotos inéditas con un Manuel Azaña totalmente humano, alejado de su visión política e intelectual, dedicándose a tareas de jardinería en su casa. 

Si bien Vicente Alberto Serrano volvió a sacar su libro Azaña, junto a San Luciano, escrito en el 100º aniversario del nacimiento de Azaña. José María Marco, artífice de este trabajo arduo de investigación visual que dio fruto a la exposición itinerante, sacó el citado Azaña, una biografía, que se publicó en 1990 con la editorial Mondadori. Era evidentemente un libro que aprovechaba el conocimiento adquirido por el autor en su tarea investigadora para la exposición itinerante comenzada en 1989. se publicó dentro de la colección Omnibus y era en ese momento una de las biografías más completas, aunque ya está ampliamente superada. Recogía en su cubierta una fotografía de Azaña dando un mitin electoral y cambiando la escala de grises por una escala de rojos.

Con este recordatorio de estos libros monográficos sobre Azaña, de los cuales hoy día el más importante es Azaña, memoria gráfica 1880-1940 por su aportación fotográfica, queda hecha la nota bibliográfica de esta semana del 90º aniversario de la Segunda República. 


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 3 de abril de 2021

Cuando todo va bien

Título: Cuando todo va bien.
Autor: Alfonso Rubio Domingo.
Editor: Pablo Alfonso Rubio Domingo (autoedición).
Impresor: Lozano Impresores.
Año de publicación: 2020 (1ª edición); 2021 (2ª edición; prólogo y epílogo del autor, revisada y ampliada).
Género: Novela.
ISBN: 978-84-18287-40-4

Pablo Alfonso Rubio Domingo, que firma como Alfonso Rubio Domingo y que en general es conocido por Alfonso, por Domingo o por motes según el ámbito social en el que se pregunte, es el autor alcalaíno más inesperado de entre los autores recientes. Es uno de los antiguos dueños del bar de rock La Ruina, de la calle Victoria, uno de los bares de rock de Alcalá de Henares más longevos, fundado a mediados de la década de 1990. Cursó estudios en la Universidad de Alcalá previo a eso y es un servidor público en la actualidad que, además, reparte su tiempo con una pequeña granja donde cuida animales y viaja por el mundo cuando puede, junto a su pareja, que es otro personaje conocido de la ciudad a través del mítico La Ruina. El dato del bar de La Ruina no es baladí, pues fue en la terraza al aire libre de este bar, en la Plaza Victoria, donde Alfonso Rubio (yo estoy acostumbrado a oírle nombrar como Domingo) decidió sorprender a propios y a extraños presentando en el que es su primer libro entre finales del verano y principios del otoño de 2020, guardando las preceptivas normas de seguridad dictadas por el gobierno para combatir, frenar y acabar con la pandemia de la Covid-19. Hubo allí numerosas personas de su entorno familiar, laboral, de amigos y de gente que le conoce de La Ruina para darle la bienvenida a ese comienzo como autor literario tan inesperado como sorpresivo. Acostumbrado a escribir opiniones personales a veces polémicas en las redes sociales, nadie esperaba que fuera a escribir un libro, pero lo hizo durante el periodo de confinamiento más estricto en nuestras casas por la pandemia de la Covid-19, que se produjo entre marzo y mayo de 2020. En verano terminó de darle forma con ayuda de su familia y en cuanto a lo técnico ha de confesar quien esto escribe que fui consultado en cuanto a algunas dudas sobre el registro de la propiedad intelectual y cómo se podía editar el libro. Por amistad, por viejos conocidos desde el comienzo de La Ruina, y por curiosidad, no pude menos que ir a aquella presentación y comprar un ejemplar de aquella primera edición. Fue una sorpresa grata para mí saber que sacaría una segunda edición revisada y ampliada dado que se agotó la primera edición, y que para ello me pidió contribuir con unas fotografías que yo mismo había hecho el 1 de enero de 2021 y había publicado en red social. Cedidas las fotos, el propio Alfonso apareció un día en mi casa, en febrero, para darme un ejemplar dedicado de esa segunda edición.

El libro es una novela que se llama Cuando todo va bien. La primera edición de 2020 fue publicada en rústica con fotografías personales en blanco y negro a las que se sumaban fotografías cedidas al autor para la novela por parte de amistades y amigos, entre ellos el fotógrafo profesional Miky Díez, que también trabajó en La Ruina. La portada, de hecho, es una fotografía de uno de los viajes del autor por el mundo junto a su pareja y que viene bien para transformar sus sombras en las de los personajes protagonistas de esta historia. La segunda edición de 2021 se hizo en cartoné, revisada, corregida, ampliada, con más fotografías cedidas y texto, algún personaje nuevo con un prólogo explicativo del autor que recoge en cierto modo sus palabras de presentación en 2020 y un epílogo también del autor donde trata de explicar su intención compositiva del libro haciendo referencia a usos metafóricos de las partes en las que se compone la obra, usos que yo más que metafóricos diría que son alegóricos. La calidad del papel era algo mejor que la de la primera edición, si bien, por error en el encargo como me explicaba Alfonso, se usó un papel con brillo cuando en realidad debía haber sido en mate como la primera edición. Efectivamente, de todos los detalles de ambas ediciones se ha encargado también el propio Alfonso, que así ha pasado a ser autor, autoeditor, promotor y distribuidor.
 
Aunque hay dos ediciones, al menos de momento, no hay muchos ejemplares, aunque sí más que en ediciones de otros libros sacados por editoriales. El agotamiento de la primera edición gastó más ejemplares que muchas de las presentaciones de otros libros por editoriales profesionales. Alfonso no sacó el libro tanto por rentabilizar ganancias, sino por dar a conocer esta faceta suya, de hecho, muchos de los ejemplares de la primera edición fueron regalados a familia y amigos, si bien otros muchos fueron vendidos. Tal como él mismo declaró en su presentación, el libro estaba destinado en origen a su familia y amigos, sin pretensiones reales de competir en librerías con otras publicaciones, aunque a la vista del resultado está a la altura de poder hacerlo. Está claro que el libro, dentro de su modestia, ha trascendido en difusión más allá de ese círculo de familia y amigos de Alfonso.

Durante el confinamiento domiciliario de 2020 Alfonso Rubio veía películas de sobremesa de serie B habituales en canales de televisión como Antena 3, donde básicamente son telefilmes básicos donde ocurren crímenes o dramas familiares a menudo rocambolescos al estilo de la más pura telenovela sudamericana. Alfonso terminó harto de estas historias y se decidió a competir con ellas asegurando a su pareja que podía hacer un guión mejor hasta él. Paseando a su perro se le ocurrió el argumento a la primera. Luego solo tuvo que ir desarrollándolo y limándolo. Añadió, como todos los autores nóveles, hasta los famosos, referencias autobiográficas e incluso fragmentos de momentos vividos por él mismo para enriquecer a sus personajes con su propia experiencia. Además, en un principio era una historia solo para el disfrute de su pareja y de él, por lo que los guiños a sus propias vivencias eran parte de un juego con el que disfrutar. 
 
Los personajes que aparecen toman también referencias a amistades comunes y a familiares de él. Su pareja, llamada Ivana, le corrigió bastantes partes en el desarrollo de la historia e incluso ejerció un poco de censora de algunas escenas subidas de tono que a otro lector podría hacerle pensar en ellos mismos, pudiendo ocurrir que esos lectores fueran sus propios padres o hermana. Así pues, la pareja de Alfonso cobra importancia vital en la creación de la obra, dado que a sabiendas o no de ello, ejerció el papel de editora, sin ser ella quien editara el libro, sino Alfonso. En modo humor, Ivana llegó a decir que quitaba las partes chabacanas, a lo personaje cinematográfico de "Torrente", con la frase "lo que se puede sacar de la mente de un pervertido". Corregida y limada, Alfonso vio posibilidades a la historia para pasarlo a libro que compartir con su gente, por ello, antes, volvió a pasarlo a otro familiar para que le diera otra revisión. El elegido fue su cuñado, más acostumbrado a lecturas de novelas. Este, llamado Chema, fue el que le dio la revisión más fuerte. La historia pasó a recibir los consejos de Chema, que ejercía de segundo editor, por así decirlo, y por ello Alfonso cambió algunas cosas, le dio un concepto y comenzó a corregir. Se escribió en dos meses. 
 
Es un libro aparentemente llano, según dijo Alfonso en su presentación, y aunque contiene referencias a una enfermedad a menudo letal que él mismo superó cuando dejó La Ruina, el cáncer, probablemente sea la primera novela y con seguridad de las primeras, que contiene referencias también a la enfermedad de la Covid-19. De hecho, cuando se menciona esta enfermedad se menciona como una enfermedad pasada y superada no hace mucho, por lo que aunque es una historia que perfectamente podría ubicarse en el tiempo actual, está ubicada en un futuro tremendamente inmediato, como pueda ser los propios meses de este verano aún por venir de 2021, o quizá el de 2022. El año no se menciona, pero esa referencia a la Covid-19 y tal como se hace, nos hace pensar en ese espacio temporal. Tengamos en cuenta lo comentado de que la historia se escribió en la primavera y verano de 2020.
 
La historia además tiene una intencionalidad propia de escritor, no solo de escritor que quiere narrar una serie de hechos que terminan saltando de "guión" para película a novela. Esto queda reflejado en el epílogo de la segunda edición, cuando el autor nos comenta que las dos partes en las que se divide de manera clara el relato, incluido el intermedio con un episodio en el bosque que las divide, son en realidad alegorías a su propia experiencia y percepción de la vida antes de su enfermedad, durante ella y tras ella. Esa lucha personal ante los problemas más profundos, el verse ante el abismo del fin de la vida y la superación de la enfermedad que le dieron nuevas perspectivas y valores de lo que era la vida, así como lo frágil que puede ser esta, que se puede ir en cualquier momento, sin estar previsto ni avisado. La segunda oportunidad como oportunidad de vivir la vida en su sencillez emocional y no tanto en su complejidad material de cartón piedra. 

Ahora bien, esa dirección intencional con la que construyó la historia Alfonso no es tan obvia ni evidente en el desarrollo del relato, ayuda y se agradece conocer de ella en el epílogo. Sí podríamos decir que si tras leer el libro se quiere reflexionar sobre lo relatado, es sin duda una historia de ruptura con la buena vida y de superación de los problemas ante el instinto de sobrevivir a estos.

Escrito de manera sencilla y directa tiene también el don de ser una novela de su tiempo. El autor no se mete en vericuetos, ni en grandilocuencias. Sabe lo que quiere contar, mide los ritmos y habla de los que conoce, se mueve bien en ese espacio. No escatima en el lenguaje coloquial actual de este siglo XXI, ni en su tecnología, ni en el comportamiento social de una pareja media que recomienza la vida por partida doble, por un lado por el premio de la vida al protagonista varón, el cual acaba de superar un cáncer que se creía que iba a ser terminal, por otro lado, porque a él y a su pareja femenina les ha tocado un gran premio económico en la lotería. En ese paralelismo sí hay metáfora, pero es algo totalmente necesario en el argumento.

El protagonista es un policía nacional que decide irse a dar una vuelta al mundo con su pareja, empezando por Europa. No escatiman gastos ni todo tipo de caprichos, extravagancias, derroches y lujos. Mantienen algunas costumbres propias de su vida anterior más humilde, mezclados con caprichos de nuevos ricos y de persona que ha vencido a la muerte misma y se siente nacido por segunda vez. Toda la primera mitad de la novela se moverá de este modo en un sentido de romanticismo actual donde lo romántico queda relegado a la vida moderna, con toda su tecnología, su gusto impuesto por la cultura del consumo y de masas, y las costumbres sociales que los diferentes medios de comunicación han hecho aceptar en general a la sociedad joven occidental como el modelo de vida ideal, empezando por el mismo hecho del turismo mezclando el lujo con la naturaleza o con los deportes, véase comprar en tiendas de ropa caras (con perjuicios sociales incluidos), comer en restaurantes reservados a las fortunas más adineradas, tener un coche deportivo apto para millonarios, alquilar casas rurales en parques naturales o volar por todo el planeta, y a la vez pretender hacer senderismo, mantener un puesto de trabajo humilde, querer hacer las mismas cosas que hace un turista medio sin tanto dinero, tener la misma educación, gustos y comportamiento que antes de los lujos y darse los auténticos lujos de la vida como son ver una película con tu pareja, tener la confianza del aseo o no o de las ventosidades con la otra parte de los dos, mantener la complicidad y el conocimiento con el otro, o el mero gusto de darse la mano paseando o tener sexo.
 
Esta primera parte es un buen retrato de la sociedad media joven y occidental de comienzos del siglo XXI, al margen ya de que los protagonistas sean millonarios. Con sus contradicciones, sus alienaciones y también sus sinceridades, donde el amor se vive en una perspectiva menos idealizada y más humanizada.

Viene entonces un episodio intermedio en un bosque en el centro de Europa que cambiará todo el panorama de cuando todo va bien. Es, alegóricamente, la enfermedad más terrible de la que se puede salir o no y la soledad del que la padece. No se trata de una enfermedad en sí, si no de la presencia de unos lobos en el bosque. Sin desgranar este intermedio ruptor del relato, la novela, que era una ejemplar novela romántica de los tiempos actuales (no la verán así quienes suelen leer novela romántica tradicional), pasa a ser una novela de relato negro y acción.

El paso de lo romántico al relato negro se da mediante un hecho trágico en el que además Alfonso, ignoro si a sabiendas o no de ello, usa de un recurso que ya usara Alberto Vázquez-Figueroa en su novela La Iguana, de 1982. Alfonso lleva ese recurso más al extremo aún y a una mayor truculencia. Desvelarlo aquí sería estropear la sorpresa al lector futuro. Sirva esta referencia solo para reflejar su uso. Tal vez Alfonso usa más de su conocimiento de cine de acción, que también se nombra en el libro, y de sus conocimientos como servidor público. Sea como sea, a partir de ese momento comienza una segunda parte que se podría relacionar alegóricamente con esa lucha y superación de la enfermedad, aunque queda encubierto como un giro argumental hacia lo agobiante y hacia la venganza al más puro estilo del médico que desea estirpar el cáncer completo y eliminarlo.

Sinceramente, para mí ha sido una sorpresa este libro y la cualidad de Alfonso para crear novela. Se lee fácil y a gusto. Siendo la primera vez que escribe, haciéndolo además con una novela, en lugar de con un relato breve o poesía, hay que reconocer que no solo tiene mérito sino que además no tiene mucho que envidiar a algunos autores. El género le sienta bien, anda este entre las típicas novelas de bolsillo. Quizá le ha ayudado no haber tenido grandes pretensiones para escribirlo, el haberse mantenido en lo que conoce, y el haberlo disfrutado al implicarse él mismo y a todos sus allegados, esto es importante, puesto que esta historia rezuma la sensación de que el autor la disfrutó al escribirla, eso se transmite al lector.

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

jueves, 1 de abril de 2021

La rana Chiclota

Título: La rana Chiclota.
Autoras: Susi Corrales "Suko" (texto), Abril Pérez Corrales (idea original) y Javier Darío García Fernández (ilustraciones basadas en dibujos y personajes de Abril). 
Editorial: La Fragua del Trovador.
Año de publicación: 2021 (1ª edición)
Género: Cuento; ilustraciones; Literatura infantil.
ISBN: 978-84-17395-33-9

 

A muy pocos meses de publicar a finales de 2020 su libro más reciente, Corazones a la deriva, Susi Corrales "Suko" ha vuelto a publicar un nuevo libro, que podríamos llamar librito. Lo hace otra vez junto a su hija, Abril Pérez, igual que pasara cuando sacaron Cosinas de Abril en 2019. Suman a su autoría una tercera persona, Javier Darío, como ilustrador. En realidad se trata de un cuento infantil de unas cincuenta páginas ilustradas. Lo publicó en el mes de marzo de 2021 la editorial La Fragua del Trovador, que es en la cual Susi Corrales suele publicar sus obras y en la que se siente a gusto y bien cuidada. El formato es en apaisado y a color. Aunque quien escribe sospecha que no es la primera vez que Suko se acerca al mundo infantil, sí es la primera vez que publica un cuento infantil, pero la idea original no es exactamente suya. En el reparto de autorías hay que comentar que la idea original parte de Abril Pérez, que en pleno mes de abril de 2021 recién comenzado tiene cuatro años y medio de edad. 

Suko se encontraba en plena promoción de su libro Corazones a la deriva, cuando Abril le señaló que solo escribía para adultos y la retaba a escribir algo para niños. Suko tuvo dudas al respecto, según cuenta ella misma en redes públicas, pero se decidió rápido a ponerse a trabajar cooperando con su hija. Pensaron en los personajes en un primer lugar y llegaron al acuerdo de que la protagonista debía ser una rana. Suko empezó a escribir sobre la rana, pero debía tener nombre. Barajaron varios, pero al final se impuso el criterio de Abril, que alegando que le recordaba a un chicle la llamó Chiclosa, a lo que Suko negoció con ella un ligero cambio y terminó llamándose Chiclota. De ahí surge el actual librito, La rana Chiclota. Suko siguió escribiendo la historia y esta fue revisada minuciosamente por Abril, que la escuchaba y señalaba lo que le gustaba y lo que no, y lo que le hacía gracia y lo que no. Así, Suko fue modificando la historia acorde a lo que le iba gustando más a Abril. Fue en cierto modo una coautoría. 

A la rana Chiclota se le fueron sumando otros personajes, como Toni el pony, Beatriz la lombriz y Tina la golondrina; hay que anotar que Chiclota es un nombre sobrevenido porque el primer renglón del cuento terminaba en -ota. Hay con ello un cierto sentido de rima sencilla y fácil que ayuda en toda fácula infantil a una musicalidad que suele atraer la atención de los niños. Abril dibujó los personajes y Suko pasó estos dibujos a su amigo ilustrador Javier Darío para que los adaptase de cara a la publicación de este cuento y los sacara del estilo näif propio de todos los niños para meterlos en ese otr estilo propio de los cuentos ilustrados tan popularizados desde el siglo XIX en adelante. 

El libro está pensado para un público lector de 1 a 6 años de edad. Pone en alza la amistad, el aprendizaje, el descubrimiento experimental del mundo y la comida sana como algo positivo para la salud. Esta pensado para fomentar la cooperación física y la Naturaleza.

Con este cuento de personajes animales humanizados y en fábula, Suko y Abril se aproximan a la propuesta que ya publicara Antonio eMe en 2014, Un cerdito en la pecera. Igualmente, la elección de la vida natural y campestre con animales salvajes comunes en el campo europeo, nos recuerda a diversos dibujos animados con los que han crecido diversas generaciones desde el último cuarto del siglo XX, como por ejemplo el intermitente Calimero (1961-1963, 1974-1975 y 1992-1993), La abeja Maya (1975-1976), David, el gnomo (1985-1986), La aldea del arce (1986-1987), Mofli, el último koala (1986-1987), Los trotamúsicos (1989-1990), o la muy actual La oveja Shaun (2007 y actualmente se sigue creando), a la cual le han hecho película en 2020 y está nominada al premio Oscar de cine este año 2021.

La fabula antropomórfica es antigua en la literatura, hay algunos ejemplos conservados de ella en la Edad Antigua, pero su apogeo fue durante la Edad Media, siendo en España don Juan Manuel uno de sus cultivadores. Los siglos XVII a XIX traerá grandes autores trabajando esos cuentos infantiles con personajes animales antropomorfizados, como La Fontaine, Charles Perrault o los hermanos Grimm. Desde finales del siglo XX la literatura infantil ha ido cobrando fuerza. Las librerías del siglo XXI han visto aumentadas en mucho sus ventas en libros pedagógicos y cuentos infantiles, así como novelas juveniles. Pero es el libro infantil, no tanto el juvenil, el que más éxito en papel está teniendo.

Susi Corrales "Suko" por su trayectoria y dedicación a Abril, y la propia Abril, por su precocidad creativa, era obvio que tarde o temprano estarían en este género. Del mismo modo, Suko va sumando géneros diferentes a su obra.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".