sábado, 30 de agosto de 2025

Memoria para la erección de un monumento a Miguel de Cervantes

Título: Memoria para la erección de un monumento a Miguel de Cervantes.
Autor: Esteban Azaña Catarinéu; [varios autores].
Editor: Esteban Azaña / Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
Imprenta: Establecimiento Tipográfico de F. García (Alcalá de Henares, calle de Santiago, nº 13 bajo).
Año de publicación: 1879 (1ª edición).
Género: Arte; Memoria.

 

Hemos hablado ya de Esteban Azaña y su familia, entre ellos su hijo Manuel Azaña, ambos políticos y escritores. Al hablar de su obra más afamada, Historia de Alcalá de Henares, publicada en dos volúmenes entres 1882 y 1883 (hoy en día se publican juntas en un sólo volumen), ya se dijo que llegó a publicar tres obras. Hoy comentamos brevemente la segunda obra, Memoria para la erección de un monumento a Miguel de Cervantes. Como ya indica su título tampoco era una obra literaria, y aunque no era un libro de Historia, lo elaboró en parte para la memoria, para la posteridad de lo que la gente de su época hizo en homenaje a Miguel de Cervantes. Sin embargo, en origen no era una obra para publicar, sino una memoria entre técnica y conmemorativa que él mismo impulsó y fue su autor principal, al punto de que fue él en persona quien, como alcalde en esos momentos, la presentó al ayuntamiento de Alcalá de Henares. Y fue él mismo quien la llevó a la imprenta del Establecimiento Tipográfico de F. García, que se encontraba en el número 13 bajo de la calle Santiago, para su publicación, la cual se produjo en 1879. Y aunque presumiblemente el autor principal era el propio Esteban Azaña, contenía también las sesiones literarias que en esos días de festejo se celebraron por la inauguración del monumento a Miguel de Cervantes, por lo que presumiblemente se recoge obra de otros autores. Este librito no se ha reeditado posteriormente, ni siquiera en 1979, centenario de la estatua, quepa ver si en 2029, ciento cincuenta aniversario, pueda que se le ocurra al ayuntamiento o a la Institución de Estudios Complutenses, aunque sea tras leer la idea por acá.

Esteban Azaña de por sí tenía un fuerte arraigo de la conservación artística de Alcalá de Henares, era el Presidente Tesorero en la Sociedad de Condueños, que hemos de recordar que se dedicaba a conservar el pasado arquitectónico, artístico y monumental de la antigua Universidad de Alcalá. Tenía trabajo de  juez municipal, pero también se metió en política tras el Sexenio Revolucionario, con la Restauración Borbónica. Él era liberal, aunque su padre, Gregorio, era partidario de la Primera República y su hijo, Manuel, sería Presidente de la Segunda República, tras ocupar otros altos cargos. Esteban llegó a concejal en 1875 y primer teniente de alcalde en 1877. Desde esos cargos comenzó a promover la creación de un monumento a Miguel de Cervantes, pues la ciudad no contaba con ninguno, a pesar de ser uno de los personajes nacidos en la ciudad más conocidos mundialmente. Su proyecto pudo realizarse materialmente al llegar a la alcaldía en 1879, puesto de alcalde que conservó hasta 1881, posteriormente concejal de nuevo en 1885 para volver a pasar a alcalde hasta su muerte en 1890. Aunque aportó una gran suma de dinero y fue él quien localizó al artista que consideró adecuado, quiso que esa obra fuera parte de todos los alcalaínos que lo desearan, por lo que abrió un proceso de suscripciones populares, lo que actualmente se llama de manera más difundida micromecenazgo, quizá por ignorancia de que tal acto ya recibía en castellano el nombre de suscripción popular, o sea: pequeñas aportaciones de dinero para crear algo propuesto.

La plaza donde se ubicó fue remodelada y renombrada Plaza de Cervantes. El artista contratado fue Carlo Nicoli Manfredi, que era Premio de la Orden de Carrara en 1864 y condecorado con la Cruz de la Orden de Carlos III. Escultor que por ello ya era afamado y que desde 1868 tenía un atelier en Carrara que hoy día sigue en activo en pleno siglo XXI. A la altura de aquel 1879 estaba afincado en España y trabajaba estatuas en bronce y en mármol junto a su padre y su hermano. Era el negocio familiar. Más aún, tenía relación con Alcalá de Henares, pues trabajaba en las obras de restauración del Palacio Arzobispal y las verjas. Ya había creado otras esculturas y bustos de Miguel de Cervantes, sin embargo, el encargo alcalaíno terminó siendo la más reconocida y mejor escultura que tiene del escritor, más aún, los estudiosos del Arte consideran que también es la mejor escultura que realizó Nicoli.

Fue realizada en bronce fundido en Florencia y colocada sobre un pedestal de piedra de Colmenar de Oreja que elaboró un artista de Alcalá que también llegó a ser alcalde, Manuel Laredo. Fue inaugurada con grandes festejos en octubre de aquel 1879. Con la reforma de la década de 1970 la peana original fue sustituida por la actual de obra rodeada de catenarias en lugar del ajardinamiento que llegó a tener. En 1994, otro artista local, colocó en el actual pedestal de la década de 1970 una serie de placas de bronce con imágenes de sus personajes del Quijote. Sin embargo, la obra fue vandalizada, pues se le robó la pluma de la mano, igual que a la estatua al arzobispo Carrillo se le robó su báculo. Por ello, siendo ya Patrimonio de la Humanidad y tras comprobarse que la obra necesitaba restauración, en 2007 se procedió a dicha restauración, que incluía la reposición de la pluma tal como se concibió en 1879, pues posteriormente se le había cambiado por otra con un diseño ligeramente diferente. 

Existe una pequeña estatuilla a modo de diseño previo conservada en la Capilla del Oidor.

El estilo sigue las líneas idealizadas de un romanticismo historicista tardío, aunque puesto de moda de nuevo por Benito Pérez Galdós, y como el historicismo de Galdós entra también en el realismo, en esta estatua se mezcla ese romanticismo historicista con el realismo. Cervantes aparece idealizado también en ropaje y actitud, aunque se parece en mucho al retrato posteriormente encontrado de él, que también se creó sin tenerle vivo como modelo en su época. Lo curioso de esto es que Nicoli no tuvo esa referencia visual, por lo que coincidió en el retrato con el pintor del cuadro. Probablemente Nicoli se ciñó a la autodescripción que hizo de sí Cervantes en sus obras y le dotó de la psicología que creyó conveniente tras la lectura de su obra y biografía. Psicología que queda patente cuando se observan los detalles de la cara.    

 Esteban Azaña, preocupado por recuperar la memoria y la Historia de Alcalá, así como recuperarla con aires de ciudad moderna de su época, dio con la publicación de esta memoria artística y de las celebraciones otro aporte para el futuro de un hecho histórico de la ciudad que él mismo fraguó.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 23 de agosto de 2025

Para que lo sepas

Título: Para que lo sepas.
Autor: Theo Acedo.
Editorial: Visión Libros / Visión Net.
Año de publicación:
2005 (1ª edición); 2006 (2ª edición).
Colección: Fondo
Nº de volumen en la colección: [sin número].
Género: Relatos; humor.
ISBN 1ª edición: 978-84-9821-221-1
ISBN 2ª edición: 978-84-9821-351-5
ISBN edición Net: 978-84-9821-351-7 


Theo Acedo, que aparte de escritor es autor de la Schola Cantorum de Alcalá de Henares, publicó en 2005 con Visión Libros un libro de relatos breves de humor llamado Para que lo sepas. Tuvo una segunda edición corregida y aumentada en 2006, que es la más difundida, y que a la vez tuvo una versión Net. La difusión se produjo fundamentalmente en Alcalá de Henares, aunque se comercializó también a nivel nacional a través de La Casa del Libro. Contenía una cubierta de color ocre con una ilustración de familia compuesta por un abuelo y una abuela leyendo de un libro para un niño, vestidos con una indumentaria no bien definida entre el siglo XVIII y comienzos del XX. Sea como sea, contenía un lenguaje con dosis de poesía y sintaxis de oraciones breves, pero barrocas. Esto le daba un tono parecido al de otras épocas diferentes al siglo XXI. Se alimentaba además del costumbrismo. Requería de una puesta de atención un poco mayor. El libro no era muy extenso, contaba con doscientas treinta y seis páginas, facilitando así que la colección de relatos no fuera excesiva y ayudara a una lectura más ágil. 


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".


sábado, 16 de agosto de 2025

Cómplices del 7º sueño, el afiche y su aventura

Título: Cómplices del 7º sueño, el afiche y su aventura.
Autor: Theo Acedo.
Editorial: Beturia.
Año de publicación:
2003 (1ª edición).
Colección: Colección de Arte Beturia.
Nº de volumen en la colección: [sin número].
Género: Ilustración; Cine; Arte.
ISBN papel: 978-84-873-11-25-3


De Theofilo Acedo Díaz, Theo Acedo, ya sabemos que estudió Arte y que se ha dedicado a escribir artículos en revistas especializadas y prensa local, si bien ha publicado otros libros a nivel local, de los cuales hemos comentado una obra de teatro y un recopilatorio de relatos. Hoy anotamos un libro que publicó con la asociación cultural Beturia en 2003, Cómplices del 7º sueño, el afiche y su aventura. En su cubierta se recuadraba una especie de sala de cine sobre cuya pantalla se proyectaba otra pantalla con un cartel de cine, El recuadro lo enmarcaba una serie de círculos que hacían pareces que era un sello. La palabra afiche está reconocida y es usada en España, si bien para el uso que aquí se le da ha quedado altamente anticuada y, en esa acepción, actualmente, es más usada en Hispanoamérica. Hace referencia a los programas de mano y carteles anunciadores de las películas de cine. Todo un arte que implicaba ilustrados y pintores, hasta que en los años 1980-1990 se popularizaron los carteles con fotografías y, actualmente, incluso con imágenes con ordenador. Aquellas personas eran consideradas en su época meros trabajadores a modo de artesanos con producciones en serie a tener lista cada semana. Puede que sea hacia los 1980 o finales de los 1990 que se comienza a considerar toda su obra como obras de Arte y a ellos artistas. Se guardan en archivos y en museos, se exponen a veces, se restauran si se puede, y se hacen incluso monográficos, biografías y documentales de cartelistas como los españoles Mac o Jano, aunque eran creadores de todos los países productores de cine. 

Los programas de mano, que alguno llegó anecdóticamente a algún cine en los años 1990, pero cuyo apogeo está en la primera mitad y décadas centrales del siglo XX, eran programas de cines concretos de las ciudades anunciando el horario y las películas por una cara y por la otra se reproducía el cartel o bien una escena promocional que el artista elegía y la distribuidora aprobaba. Hasta los años 1960 este trabajo era muy artesanal de cada lugar, siendo que desde esa fecha la tecnología reproductora permitió una mayor uniformidad de esta publicidad de mano, pasando la productora el papel con la imagen para que cada empresario dueño de un local de cine imprimiera la información oportuna por la otra cara, sin bien podían indicarles que resumen del metraje podían meter si lo deseaban. 

Theo Acedo selecciona aquí los carteles de cine y programas de mano que considera más destacables a la fecha 2003 en la que publica, por lo que, aún teniendo en cuenta que el cine comienza hacia finales del siglo XIX, lo que hace es seleccionar la cartelería que considera artísticamente mejores en el primer siglo del séptimo Arte. Siglo largo, evidentemente, pues aborda algunos años más de cien años. 

Para el año 2003 esta actividad de Theo Acevedo comenzaba  a dar a conocer una parte del cine no obvia a las generaciones más jóvenes, quizá las nacidas desde mediados de la década de 1980, a la vez que a las anteriores generaciones les hacia notar el valor artístico y emocional de imágenes y productos promocionales que, para ellos, previamente, los habían vivido como mero reclamo visual, pero no como Arte. Hay que suponer que para las generaciones nacidas desde el año 2000 todo esto además supone u mundo desconocido para ellos que pueda ayudarles a entender el pasado social y cultural más reciente, incluso rastreando en los diversos diseños de los carteles aquello con lo que se trataba de atraer, pues da pistas de los valores de la sociedad y sus cambios. Igualmente las películas y los diversos países de producción o / y de distribución, pues variaban de país en país y se adaptaban en diversas versiones.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 9 de agosto de 2025

Aventuras en Boscarasca

Título: Aventuras en Boscarasca.
Autoras: Abril Pérez Corrales (texto) y Alhambra Monje (ilustraciones principales). 
Editorial: Autopublicación (servicios editoriales de Amazon).
Año de publicación: 2025 (1ª edición)
Género: Cuento; ilustraciones; Literatura infantil.
ISBN: 979-8288438318

 

La autora más joven de Alcalá de Henares, Abril Pérez (2014), con 11 años de edad, publicó este año 2025 su tercer libro, esta vez sin la colaboración de su madre Susi Corrales "Suko", quien probablemente habrá aportado el coste económico y tal vez la maquetación. Participa de las ilustraciones Alhambra Monje, la cual realiza las principales. Se trata pues del primer cuento que íntegramente escribe Abril y llega, nada más y nada menos que casi a las cien páginas. Es una autopublicación con los servicios editoriales de Amazon. El libro se llama Aventuras en Boscarasca. Se trata de un cuento destinado a niños entre los 6 a 12 años y abierto a aquellos que lean literatura infantil y juvenil. Con un tono amable y positivo, estas aventuras combinan el mundo de la fantasía que gusta a los más jóvenes y, en este caso, precisamente salido de la imaginación de una niña. 

Se trata de una fantasía donde el mundo real y el irreal se entremezclan, apareciendo personajes fantásticos y criaturas portentosas. Estos aparecen en un bosque llamado Boscarasca, un lugar mágico prácticamente. En él se adentran dos hermanos, Carla y Martín, que son los dos protagonistas. Si bien nos recuerda el planteamiento de otras historias similares, también nos evoca en cierto modo algunos de los cuentos que nos narran los libros de Barco de Vapor. No obstante, esta historia es original y salida de Abril, lo que nos sigue indicando las cualidades creativas que tiene la autora desde muy joven. Bien orientada y educada por sus padres, en especial por su madre, también escritora, Abril demuestra su espíritu de creadora de historias que, de continuar, puede madurar a mayores cotas.


 Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 2 de agosto de 2025

Carne de luna

Título: Carne de luna.
Autor: Alejandro Palacios.
Editorial: Editores del Desastre (e-book) / Ediciones Oblicuas (papel).
Año de publicación:
2021 (1ª edición).
Colección: Alejandría.
Nº de volumen en la colección: 223.
Género: Poesía.
ISBN papel: 978-84-18397-39-4
ISBN e-book: 978-84-18397-38-7 

 

No hace mucho en estas notas hablamos del primer poemario de Alejandro Palacios, que fue en 2002 Desposesión. Decíamos de él entonces que después de aquello había escrito poco, más ligado al Arte o el ciclismo a modo de artículos, siendo su principal actividad otra. Hoy podríamos añadir de este alcalaíno que nació en Madrid en 1977 y que esas otras actividades son temas como economista, estudioso de la música y el ejercer de programador informático, así como colabora, como se dijo entonces con Rocío Arrebola, fotógrafa, dando algunos textos literarios a sus fotos. Su segundo poemario, sólo tiene dos hasta la fecha, llegó diecinueve años después de aquel primero. Se llamó Carne de luna, publicado en 2021 a través de la colección Alejandría que publica la editorial Ediciones Oblicuas en papel, la cual en libro electrónico (e-book) se hace llamar Editores del Desastre. Fue una primera edición doble en papel y en electrónico. Diseñó la cubierta María Sanz León en un tono de noche oscura y negra sobre lo que parecen dólmenes sobre los que baila entre nubes una misteriosa y desdibujada figura con una luna negra de fondo, una presentación visual misteriosa y mística. El libro fue dedicado al poeta complutense Pedro Atienza, bien conocido de estas notas y el cual había fallecido relativamente hacía poco. No obstante, aparte de la dedicatoria, el primer poema se titulaba "Epitafio", en él evoca el recuerdo de la última vez que vio a alguien, se puede pensar a Atienza.

La obra tuvo repercusión mediática en la prensa local de Alcalá de Henares, anunciando su presentación y hablando de él. Pero también lo reseñó el diario catalán a nivel nacional La Vanguardia

Se estructuró en varios capítulos organizados y nombrados como una sinfonía musical, siendo que incluso el poemario en sí se organizó siguiendo los poemas los ritmos y pasiones de las diferentes partes y movimientos de esta particular sinfonía poética, a falta de música. Combina así su gusto por la música con su gusto por la poesía, aún habiendo pasado tantos años desde su primer poemario. Tal vez le impulsó precisamente el recuerdo de Atienza, al que cita como maestro.

Palacios dice haber escrito el libro en un momento de debacle personal y cita a Lope de Vega: "quien lo probó lo sabe". Dirá en uno de sus poemas:

(...)
Ser todavía
capaz de despertar
en alguien algo. Yo,
que me creía muerto:
ajado y muerto
como una cáscara de insecto
expuesta al sol.
(...)

Vemos cómo evidentemente el autor a escrito desde lo más profundo de sí en un debate y desdoble tras pasar una batalla interna, una batalla del ser. Así que el muerto también puede ser él, el él de su desdoble. Ha de ser, pues, una sinfonía épica, arrebatada. 

Murmuro por disimular,
miro con una desesperación
exacta en cada ojo,
catedráticos sentados en una erre
rielan por el techo
un salto.

Dentro de toda esta pasión también existe lo comedido y la mesura, que se introduce con versos más medidos ya en sonetos o ya en rapsodias. Pareciera, por otra parte que el amor ha sido eje vertebrador de lo que en su interior ha ocurrido.

(...)
Eres una resaca inacabable,
un pesar que en el tiempo no se acota,
el peso y el sabor de la derrota
y mi único desastre organizable.
(...)

De los dos poemarios que tiene publicados, este contiene una calidad mayor, para quien esto escribe, notándose en él una madurez de los versos y del sentir poético. Tiene toda la pasión y desprende la necesidad de expresarse de un poeta. Contiene algún fondo lorquiano, he ahí la luna negra o el mismo recuerdo a Atienza, aunque expresa una voz propia, juna voz interiorizada y potente muy interesante, sobre todo dentro de esta zozobra y batalla interna que aparenta haber sido pura guerra interior.

 

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".