lunes, 23 de agosto de 2021

Poesía fin de siglo

Título: Poesía fin de siglo.
Autor: Luis de Blas.
Editorial:
La Luna Nueva.
Impresor: Gráficas Ballesteros
Año de publicación: 2000 (1ª edición). 
Colección: La Luna Nueva.
Género: Poesía.
ISBN: 978-84-607-0275-8

 

Luis Blas Fernández es otro de los poetas muy reconocidos de la ciudad de Alcalá de Henares entre el último cuarto del siglo XX y el comienzo del siglo XX. Literariamente se hizo llamar Luis de Blas, que es como es reconocido. Nació en Alcalá en 1936, aquí vivió siempre, ligado desde su creación en la segunda mitad de la década de 1970 al barrio de la avenida de Reyes Católicos. Fue uno de los poetas jóvenes en el paso de la dictadura a la democracia en la década de 1970 que protagonizaron ese paso cultural de Alcalá de una población que renacía a comienzos de la democracia en la actual monarquía parlamentaria, a la vez que se transformaba en una gran ciudad industrial y de nuevo con universidad. Y fue uno de los poetas veteranos de la ciudad en el cambio de siglo. En ese sentido, durante sus años jóvenes, participó del grupo fundador de la revista complutense Llanura, ya desaparecida, que publicaba poesía local, y también estuvo en la revista Téntigo, en 1980, la cual dirigía otro autor amigo suyo, Theo Acedo, con quien fue a publicar diez décimas dedicadas a Extremadura que fueron premiadas por el Centro Extremeño en Alcalá, y con quien formó parte de la Schola Cantorum en 1987. También estuvo presente en Aldonza, otra revista literaria de corte local, en la cual participaban no solo Luis de Blas, sino igualmente José Chacón, Ganzo, Paco Antón (prosista) y Tomás Ramos, único superviviente actual de esa generación. Así mismo, participó de diversos periódicos y revistas, especialmente de Alcalá como el semanario Puerta de Madrid, dio conferencias, recitales poéticos, creó catálogos de arte, escribió pregones, etcétera. También ejerció un poco de cronista al pertenecer a la Institución de Estudios Complutenses, de la que formó parte de su Consejo de Publicaciones. Desde 1985 dirigió la sala de arte Manolo Revilla en la Sociedad Cultural Mutual Complutense. Perteneció a la Asociación de Artistas y Escritores Españoles. En 2005, Año del Quijote, el ayuntamiento de Alcalá le entregó una placa "por la trayectoria literaria en la poesía y su buen hacer por la ciudad".  Estuvo muy relacionado con otros escritores y creadores de su generación en la ciudad, como los citados José Chacón, Ganzo, Paco Antón, Tomás Ramos y otros, como el prestigioso Salustiano Masó, quien esto escribe, yo Daniel L.-Serrano "Canichu", le conoció en persona en el Palacio de Laredo, en el evento poético Planeta Poético organizado por la poetisa Cristina Penalva, en mayo de 2019, donde se juntó a poetas jóvenes, como Sara Pozo, Samuel Santos, Hazel Messiatz o Álex Blond, entre otros, y donde estuvo presente también su viejo amigo Tomás Ramos. Murió en 2020 a comienzos de la pandemia de la Covid-19.

Algunos de sus premios literarios son Ciudad de Alcalá de Henares (1977), Hélade (Torrejón de Ardoz, 1978), Hermanos Argensola (Barbastro, 1991), Ruta de la Plata, García-Plata de Osma (Cáceres, 1993), Angelines (Barcenaciones, Cantabria, 1993), San Isidoro de Sevilla (Universidad de Alcalá de Henares 1994 y 1995), Santa Marta-Villa de Aranda (Aranda de Duero (1996), XXVI Justas Poéticas (Laguna de Duero (1997), Tomás Navarro Tomás (La Roda, 1998), Juan José de Lucas Carbonell (Albacete 1998), XIV Certamen Cafetín Croché (San Lorenzo del Escorial, 1998), Federico García Lorca (Barcelona, 1999) y Ciudad de Astorga (Astorga, 1999). 

Sus libros son La puerta abierta (1978), Sonetos de amor alcalaíno (1978, plaqueta), Memoria de la lluvia cotidiana (1983, plaqueta), Palabras por ejemplo (1991), Quedan los nombres (1993), Seis alcalaínos (1993, carpeta con obra gráfica de J.A. Palomo), Siete alcalaínos (1995, carpeta con obra gráfica de J.J. Decastro), Cuaderno de otoño (1995, plaqueta), Por montes y riberas [Antología] (1999), Poesía fin de siglo (2000), Claroscuro (2001) y Punto de encuentro (2007).

Hoy le presentamos con su libro Poesía fin de siglo, impreso en Gráficas Ballesteros y editado por La Luna de Alcalá, ambos, imprenta y editorial, muy alcalaínas también. Fue sacado a la luz en 2000 en tapa blanda, con una cubierta que presentaba el grabado Homenaje a Picasso, del alcalaíno Juan A. Palomo (1934-1996). El autor lo dedicó a su esposa e hijos y a la memoria de sus padres que fueron exiliados. No obstante, quien escribe esta reseña piensa si Luis de Blas sería hijo de Pedro Blas, quien fuera alcalde por el PSOE en Alcalá durante la guerra civil, es un dato que no tengo claro a fecha de hoy, o si serían familia. Como sea, sigue el libro con un poema reproducido a modo de su puño y letra dedicado al final del siglo XX y el paso del tiempo. Hecho esto, comienza el libro en sí con un primer bloque de poemas dedicados precisamente a su madre y a su padre.


Madre, a tu muerte acudo y persevero
con la luz tricolor que te rodea
siendo más tierra y mar tuyos, marea
que en ti recala su dolor postrero.
(...)

El libro se divide en cuatro capítulos que a la vez se subdividen en varias partes con agrupaciones de poemas por temáticas. Abunda en Luis de Blas los sonetos, las décimas y las liras. En él la poesía es formal y correcta, conservadora en cuanto no cae en la experimentación, ni aborda temáticas lejanas a las clásicas preocupaciones del ser humano, amor, muerte, libertad, fraternidad, existencia. Aunque bien cierto es que uno de los mayores motivos que le llevan a escribir es la temática social.


De aquel ponerse firmes solo queda
el agudo clarín de lo pasado,
miedo de desandar todo lo andado,
media vuelta y de frente a ala vereda.

Te asoma el paso en triste polvareda
-en pie de paz, ahora, levantado-,
la mochila en el hombro desgastado
un trozo de metralla y la moneda

a cara y cruz jugada. No te vieron
dejar en el umbral de la partida
la huella de una lágrima estampada.

Alguien grito a la guerra y os pusieron
en fila con la suerte decidida
de hermanar a la patria separada.


Alterna todos estos sonetos con otros poemas largos que encadenan cuartetos y otros metros, como las citadas liras y décimas. Buena parte de la poesía de Luis de Blas descansa en la búsqueda de los ritmos casi musicales a través de una rima que repita fonemas de una manera sonora. La aliteración es fundamental en su obra.

Pieza a pieza, si puzzle o si mecano
de fina precisión y puesta a punto
se apareja el tramado contrapunto
de volandera gracia y pasamano.
(...)

Aún con todo, pese a la elegancia y precisión de su lenguaje, es muy correcto, evita toda posible trasgresión, todo lo que pueda ser abrupto y todo lo que no cuadre con un tipo de poesía que encaje bien en la poesía más aceptada en lo formal. Eso hace que para ser un poeta de la Transición, en realidad es heredero de la poesía anterior, ya que no acoge en sí ni en temáticas ni formas nada rupturista. Es buen poeta, aunque en este sentido es un poeta acogido a una forma de componer más clásica para lo que son las corrientes literarias de final del siglo XX. En cierto modo, para poder cumplir con lo formal, a veces retuerce su verso y crea algo de barroquismo que irrumpe en la claridad de su lenguaje. Esto hace que algunos poemas sean de lectura compleja e invite a la relectura de los versos para poder entenderlos en toda su dimensión.


Puro el fulgor de esfera recreada
en Tierra-madre, de infinito plazo,
suelo de amor abriendo su regazo
siendo tierra de paz edificada.
(...)

Poesía fin de siglo parece una colección de poemas reunidos para crear este libro casi como si fuera una compilación. Cada bloque de poesías podrían haber cumplido su propio libro de haber sido desarrollados con otros poemas de identicas temáticas. Mezcla desde temáticas dedicadas a su familia, tocando de paso el tema del exilio, la guerra y la libertad, a temas sociales y cívicos, donde habla hasta del desempleo, tiene temas populares, como el de las novias y personajes cervantinos, y tiene poemas también más intimistas de sus propios sentimientos. Sin embargo, parece claro que Luis de Blas quiso reunirlos en este libro como iun conjunto propio en sí, quizá porque como indica el título eran los poemas que había compuesto en los últimos años del sigloo XX, pues su anterior libro de 1999 había sido una antología y no había sacado un poemario tal cual desde 1995.

 

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

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