sábado, 27 de febrero de 2021

Historias de clavículas

Título: Historias de clavículas.
Autora: Almudena Anés.
Editorial: Domiduca Libreros.
Año de publicación: 2019 (1ª edición; prólogo de Claudio Yáñez Valenzuela).
Género: Relatos de ficción, cuentos adultos.
ISBN: 978-84-946857-7-4

 

Ya hemos hablado de Almudena Anés a través de su libro Ars moriendi (2018), en el que se dio algunas notas biográficas, y de su aparición en el compilatorio antológico de El Cuervo Blanco (2017), hoy toca hablar de su penúltimo libro hasta la fecha, Historias de clavículas, publicado en los últimos momentos de diciembre de 2019, por lo que se podría considerar que es más un libro de 2020, pero el cual sufrió el impedimento de su presentación en marzo, que es cuando se programó, dado el confinamiento y el estado de alarma por la pandemia de la Covid-19, después, llegado el verano de 2020 no se encontró el momento adecuado y adentrados en otoño y en invierno de ese año se siguió posponiendo, con lo cual el libro ha quedado en círculos muy modestamente conocido, pero está circulando pese a ello y se puede encontrar en librerías si se solicita. Se trata del tercer libro de Almudena Anés, pues el primer libro que publicó, Las primeras luces, lo editó el 15 de diciembre de 2017 y lo reeditó en digital en mayo de 2019. Esa obra fue el Tercer Premio de Relato de la biblioteca de Guadalajara. Efectivamente, Ars moriendi, de 2018, parecía su primer libro, pero no lo era, aunque era en ese momento el que se conocía. Era, eso sí, su primer libro en solitario, pues en el anterior colaboraba con un ilustrador. Actualmente hay un cuarto libro, Ventana abierta, publicado en 2020 a través de ser la ganadora del primer premio del concurso de novelas de Equilibrista Editorial, de Barcelona.

Como ya se dijo, la alcalaína Almudena Anés Jiménez nació en 1998 y comenzó a escribir a los 8 años de edad, en 2006. Según creció participó en diversos certámenes literario, publicó a través de ellos con Plaza de Poe, Matadero de Madrid (donde fue finalista) y Editorial Funambulista, donde publicó la antología de relatos Cuentos sonoros. También publicó artículos en La Hoja de Malasaña, las revistas Ágora, Aturare Magazine, La Independiente, La Llave Magazine y La Necropia, siendo ahora mismo asistente literaria y editorial de Libero Editorial, donde redacta además contenidos diversos, editorial, por otra parte donde la gran mayoría de sus autoras publicadas son mujeres, solo cuentan a fecha actual con dos únicos hombres entre todos sus seleccionados para ser publicados. Siguiendo su generación que va con este siglo XXI, ha participado de diversos proyectos de autopublicación a través de las nuevas tecnologías (ya no tan nuevas) que ofrece Internet, siendo así una autora muy acorde con el siglo XXI que, respecto a la literatura, rompe así un poco en formas en cuanto a los siglos precedentes a la hora de publicar literatura. Sin entrar en un análisis histórico, social y explicativo de cómo, cuándo y porqué el cambio de relaciones entre el autor y las publicaciones y editoriales, cabe citar que Almudena Anés, de este modo, ha venido publicando diversos relatos y cuentos, un total de veinte, entre 2016 y 2017 en Letras y Poesia, literatura independiente, un espacio muy cainita para con los autores que se acercan a él, pues ofrece la publicación en Internet a través de ellos, que se reservan el derecho de maquetar, elegir fotos acompañantes, corregir y cambiar textos sin previa consulta al autor, reservarse los derechos de publicación y difusión en todo tipo de medios digitales y físicos, incluidos los de la foto de la cara de quien escriba, y vender camisetas, tazas, postales y todo tipo de cosas que se puedan ocurrir si decidieran hacerlo, todo esto sin que los autores reciban su parte de beneficios, o al menos nada se dice de que los autores cobren por su obra en las condiciones que este espacio ofrece. Pero tiene autores colaborando con ellos, por lo que si los autores sabiendo las condiciones, las cuales están muy claramente explicadas, aceptan, pues es legítimo y respetable por todas las partes participantes. No obstante, supongo, los autores consideran que la difusión de su obra aumenta estando en ese espacio y que solo eso ya les compensa. Es legítimo, es respetable, pues no hay engaño, todo se informa y nadie obliga a nadie estar en ningún lugar sin saber dónde está. Ahí se pueden leer esos cuentos de manera gratuita. También está gratuitamente disponible parte de su obra en ISUU, esta vez puesta a disposición de ella misma y eligiendo qué y cómo lo quiere. En este espacio se puede leer tanto su primer libro, como un librito muy breve, unas cuarenta y siete páginas, de 2017, llamado La noche estrellada, con textos basados en Van Gogh. Salvo esas dos obras de 2017, fundamentalmente ahí se podrán encontrar libretos con poemas y un cuento de Anés entre 2019 y 2020, intuyéndose que esta plataforma fue una de las vías de escape para ella durante el confinamiento más estricto de marzo a mayo de 2020, por la pandemia.

Anés ha estudiado Letras y Humanidades, pero sus estudios universitarios, fueron de Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid, habiendo recibido a lo largo de su formación menciones honoríficas y prestigiosas becas como las de la Fundación Romanillos y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. En 2019 fue estudiante becada con el programa Erasmus para realizar un curso de su carrera universitaria en la Universidad de Trieste, en Italia. Acabó su carrera universitaria en 2020 con matrícula de honor en el Trabajo de Fin de Grado. Cerramos sus datos biográficos por el momento con la mención de que es colaboradora con la radio online Watunna Radio.

Historias de clavículas fue publicado al final de 2019, como se ha dicho, con esa trayectoria en 2020 tan marcada por la pandemia de la Covid-19. La editorial fue la alcalaína Domiduca Libreros, donde además, en 2017, Anés trabajó brevemente en la librería en aquel verano, y de donde es amiga de los dueños, Marcos y Asela. Domiduca es una librería y una editorial muy preocupada por este mantener y potenciar este aspecto librero de Alcalá de Henares, cuestión quizá no honrada ni apreciada como es debido en los ámbitos que más debieran hacerlo. Su trabajo y su cuidado por los autores de la ciudad siempre es apreciable y agradecible. Anés ya había aparecido en una de las obras editadas por Domiduca, en la antología El Cuervo Blanco, ya citada, como miembro parte que ella era de esa agrupación de creadores.

Cuenta con una introducción de Claudio Yáñez Valenzuela, de la Universidad de los Lagos, Chile, también publicado por Domiduca Libreros, con su libro L.V.X., antología teatral

Fue publicado en rústica, con cubiertas solapadas y en la portada un detalle de un cuadro de Egon Schielle a comienzos del siglo XX, una mujer pelirroja agachada y poniéndose una media. Un detalle bonito de la edición es la silueta de una máquina de tatuajes en cada numeración de página. Como sea, el libro se divide en nueve partes, llamadas interludios, que contienen dentro de sí un número variable de relatos cortos de ficción. Para remarcarlo más, cada interludio lo encabeza un relato escrito en páginas negras, en lugar de blancas, y cuya protagonista se indica ser "yo" en todos los últimos párrafos. Estos relatos de "yo", siendo independientes entre sí, crean un hilo conductor mediante el cual se nos dice que la protagonista va sumando tatuajes a su cuerpo por cada trauma que va viviendo e interiorizando, hasta que llega la hora de desprenderse de todos los tatuajes, siendo así que los tatuajes cobran vida de metáforas a modo de cargas emocionales en la psicología de las personas que impiden la libertad y la felicidad totales en el desarrollo de la propia vida. El recurso está bien pensado, pero no funciona del todo, a juicio de quien escribe, a causa de la gran cantidad de relatos intermedios que van apareciendo. Es lo de menos, pues en realidad, al no ser novela, aunque podría haber sido un intento experimental de una, lo importante de esta obra es la compilación de relatos breves que contiene.

Todos los relatos terminan con un párrafo que hace referencia a la persona o personas sobre las que trata lo narrado y describe el tatuaje y la zona del cuerpo que esa persona tiene en relación a lo que se narra. Siguiendo la estela de los dos libros anteriores de Anés, no faltan en los encabezados innumerables títulos en latín, y referencias artísticas, aunque esta vez no es a cuadros sino a pequeñas citas de personajes históricos, fundamentalmente escritores. Las imágenes, inseparables de toda la obra de Anés, pues están en todas sus creaciones, esta vez son fotografías en blanco y negro de tatuajes, y se ubican en cada comienzo de interludio. Cada interludio, a la vez, marca el carácter de los relatos que va a englobar. Así, leyendo el interludio inicial y su título sabemos que habrá relatos en torno a maneras de hacerse daño, resiliencia, amor y desamor, suicidio, cosas fugaces en la vida, paradojas, inspiraciones que hacen vivir o que quitan las ganas de vivir, deseos no cumplidos, etcétera.

Almudena Anés nos avisa en la contracubierta que estos relatos no los escribió aquel 2019, sino que los escribió a los 17 años, en 2015, y que ha cambiado su forma de escribir, pero deseaba publicarlos. Así pues, si atendemos a las fechas citadas antes de todo lo que lleva publicado, este libro recoge relatos anteriores a todo lo que ha venido publicando. Son el inicio de su andadura como escritora y por tanto es un libro muy íntimamente ligado a, por ejemplo, sus dos primeros libros. Los tres guardan una relación entre sí tan fuerte que casi podríamos decir que por estilo, temática, inquietudes y lenguaje, incluso estética, son una trilogía, aunque no hayan sido creados pensando en que lo sean.

Hay, quizá, un exceso de relatos. Fuerza a leer el libro con pausas de tiempo para no caer en saturación o en que unos relatos se coman a otros en tu mente. Si el lector sabe dosificar sus lecturas no es gran impedimento ni problema. Son relatos por lo general muy breves, ocupan de dos páginas a dos páginas y media, tres como mucho. Todos siguen el mismo esquema ya señalado, siendo en primera persona los que inician interludio y en tercera persona del singular el resto. Tienen una fuerte carga de intensidad a la hora de expresar cada cosa que se quiere decir, que tiende en varias ocasiones a lo tremendo y a la sobredimensión de la visión del mundo. A veces esa intensidad arrolla en la lectura, tal vez como intento de la escritora para transmitir esa emocionalidad intensa ante todas las cosas, o tal vez vez porque Anés misma a los 17 años viviera así de intenso todos los detalles de la vida propia y ajena. No es un libro apto para los que vengan de otras corrientes o gusten más de otras corrientes, como por ejemplo la contracultura, que tiende a descargar peso de la vida y sus detalles. Sin embargo, algo de contracultura tienen estos libros cada vez que todos los relatos exploran submundos muy oscuros de las almas humanas. Difiere de la contracultura en esa intensidad, en la sobredimensión, pero también en que Anés toma posiciones que juzgan a sus personajes y sus hechos desde un plano ético y moral que se nos indica mejor, superior, al plano ético y moral de muchos de sus personajes. Nos transmite indirectamente la idea de que todo lo alineado con las ideas tradicionalmente consideradas de izquierdas, feministas y comportamientos socialmente aceptables por la mayoría que se considera progresista son lo correcto, y aunque explora las oscuridades del alma humana, tacha a quien se aleja de esto muy duramente, en algunos relatos, en voz de otros personajes, incluso expresa su deseo de que tal o cual personaje machista muera de forma violenta, o que tal o cual otro personaje es un ser despreciable, etcétera. En algunas descripciones de personajes incluso usa términos como "pijo" para indicar la forma de ser de alguien con dinero y determinado nivel de vida y gustos, pero el término aparece en un contexto poco o nada comprensivo hacia ese personaje. Puede que este último caso citado de ejemplo requiriera de ello para el relato, que el texto necesitara que el personaje fuera tratado así, pero al darse el caso de repetirse situaciones similares a lo largo de la obra, es de pensar que cuadra dentro de ese plano de superioridad moral, no sé si atribuible a los 17 años de cuando escribió o bien como un recurso perfectamente estudiado y creado para ambientar la voz narradora de todos los relatos, la cual sería la de ese personaje que en los interludos firma sus relatos como "yo", creando así la psicología de ese personaje llamado "yo", que no tiene porqué ser el "yo" que es la autora real. No obstante la propia Anés escribe en contraportada: "Este libro es una herida abierta que por fin empieza a sanar, me ha costado dar a luz estas historias que una vez pensé que podían ser la mía propia". En todo caso, quepa decir en torno a esto, que la voz narradora no trata de explicar o ahondar en los porqués del personaje en sus actitudes que reprueba, sino en narrar sus hechos y reprobarlos, siendo solo motivo de explicación y empatía los hechos y los porqués de las víctimas de los relatos, aún siendo a veces el ejecutor una víctima también.

Por otra parte, ocurre un poco como se decía en Ars moriendi, la gran mayor parte de relatos toman al hombre heterosexual como personaje malvado lleno de todo tipo de cuestiones negativas en el ser humano, abyecto, ruin, malo con la mujer, machista, violento, egoísta, borracho, lascivo y todo tipo de oscuridades del ser humano que se le puedan aplicar, mientras que todas las mujeres que aparecen solo tienen cuestiones positivas del ser humano, suma total de la perfección y las virtudes más loables, ellas aparecen aquí o bien como heroínas luchadoras contra el hombre heterosexual o bien como víctimas del hombre heterosexual. Hay muy pocos, pero muy pocos, relatos donde aparezcan hombres heterosexuales con comportamientos aprobables, si no virtuosos, al menos como personas normales sin ser en sí mismos un cúmulo de maldades. Hay también un alto número de relatos protagonizados por personajes lésbicos y unos pocos por personajes homosexuales masculinos. En todo caso, por encima de todo esto, lo que más predomina son relatos donde aparecen suicidas o personas que han tenido contacto con el echo del suicidio, que a fin de cuentas pareciera que esto es lo que trata de esquivar la voz principal "yo" en su suma de tatuajes en su cuerpo y en los cuerpos de los demás.

Quepa decir que estos relatos a menudo tienen partes que parecen sacadas de reflexiones personales de la autora que pudieran haber sido escritas en redes sociales o bien en diarios personales y que se han escrito en estos relatos en una reutilización para dibujar mejor a la voz narradora.  

Por otro lado, a veces se cuela en el ritmo de la prosa unos ritmos que parecen más próximos a la poesía. Puede confundirnos con que se vaya a una poesía en prosa, pero en este caso, a diferencia que en Ars moriendi, parece muy clara la intención de narrar en prosa, y no en poesía. Hay más prosaísmo que poesía, aunque es indiscutible que algo de poesía hay, quizá por inercia de la autora al escribir en su juventud. No olvidemos que al ser relatos de 2015, aunque el libro sea el tercero de Anés, se trata de una primera obra y tiene por ello varias de las afecciones de las primera obras de juventud de los autores. 

Lo que sí se refleja también muy bien y claramente son las frases tajantes que acompañan sin complejos a esa intensidad citada. Así por ejemplo en el relato Holocausto se lee: "Los recuerdos son los posos que nos quedan de las personas que se van", o bien en el relato llamado Mittler zwischen hirn und hand muss das herz sein, dice: "Tantas marionetas disfrazadas de gente de verdad caminando con las cabezas gachas en un mundo alimentado con luz eléctrica que exige de forma perpetua, claridad, así en el arte como en la vida, como una seña de identidad que todos deberían aplicarse y ninguno quiere rechazar". A través del último ejemplo dado podemos también ver como a veces su intensidad hace que caiga en frases de construcción barroca, si bien en general los relatos contienen también oraciones sencillas y directas, pero es verdad que abunda la combinación con construcciones más complejas y enrevesadas. Es un libro para leer con reflexión.

Almudena Anés, espíritu inquieto en las letras, tiene aún mucho por decir en su construcción como autora y hay que permanecer atentos. 


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

miércoles, 24 de febrero de 2021

El cáncer de mama pasó por mi vida. ¡Elijo vivir!

Título: El cáncer de mama pasó por mi vida. ¡Elijo vivir!
Autora: Val Marchante
Edita: María del Val Marchante Leganés (autoedición).
Impresor: [¿...?]
Año de publicación: 2017 (1ª edición); 2018 (1ª edición registrada; 2ª edición); 2019 (3ª edición).
Género: Autoayuda y desarrollo personal; Pedagogía; Memorias; Psicología; Salud.
ISBN: 978-84-09-04275-3

 

Entre las autoras alcalaínas actuales está María del Val Marchante Leganés, más conocida como Val Marchante.  Ella es secretaria de dirección de la Vicegerencia de Recursos Humanos de la Universidad de Alcalá. Su llegada a la literatura es relativamente reciente, en 2017, estando desde entonces vinculada a los cursos de aprendizaje de escritura creativa que ofrece el escritor David Vicente en la Posada de Hojalata, en Alcalá de Henares, y a los actos poéticos de la desaparecida librería Notting Hill, que cerró sus puertas en enero de este 2021 y ha reaparecido como espacio cultural de la Asociación de Escritores de Madrid en un lugar diferente a la Plaza de los Santos Niños, en el centro comercial Los Pinos, pasada la vía de tren por el puente del Parque O'Donnell. También aparece desde 2020 en los actos políticos de la relativamente reciente Asociación Arkana Creativa, ubicada en el Barrio Venecia. Su llegada a la literatura tuvo amplia difusión por estos espacios, pero también por los medios de comunicación local, incluida la revista de la Universidad de Alcalá, todo sea posible, tal vez, a su posición importante en la propia Universidad, el empuje de las asociaciones dichas y la temática que impulsó su  necesidad escritora. Su primer libro trataba del cáncer de mama, que ella misma estaba terminando de superar cuando comenzó a compilar una serie de textos y elaborar otros nuevos acerca de su experiencia. Se llamaba El cáncer de mama pasó por mi vida. ¡Elijo vivir! y saldría a la luz por primera vez en 2017, autoeditado por ella misma de manera discreta. Tendría éxito y volvería a salir editado, ya con ISBN, en septiembre de 2018, siendo esta edición la que para 2019 tenía ya tres ediciones y mucha publicidad y resonancia en los medios de comunicación. En una entrevista de por entonces declaró que estaba preparando un libro de relatos en prosa, pero lo cierto es que su siguiente libro lo publicó en diciembre de 2020 y se trataba de un libro de poesía, Esencia que el viento dispersa.

El primer libro de Val Marchante realmente podríamos considerar que se llama El cáncer de mama pasó por mi vida, pues si bien se completaba con: ¡Elijo vivir!, en 2019 pasaría a ser ¡Elijo vivir! La terapia de la sonrisa, que podríamos considerar revisado y editado como libro nuevo, como otro libro, aunque su origen es el de la edición de 2017. Las cubiertas además eran sustancialmente diferentes. Mientras el primero contaba con un paisaje fotografiado por su hijo, donde aparecía un camino que seguir lleno de vida, el segundo era un dibujo de trazos claros de la cara de una mujer sonriendo. Sea como sea, lo importante es que esta obra es la llevó a Val Marchante a iniciar su camino en la escritura, o quizá habría que decir que su traumática vivencia del año 2017 es la que la introdujo en este proceso creativo. En un principio no se trataba de crear una obra literaria, sino de las inquietudes que emocionalmente vivió la autora en el final del proceso de quimioterapia en la lucha contra su propio cáncer de mama. Ella tuvo sus miedos y preguntas, sus descubrimientos personales de la enfermedad desde dentro de la propia enfermedad, la cual tiene un porcentaje de mortalidad no despreciable, y así, desde que la diagnosticaron el cáncer en diciembre de 2016, fue escribiendo notas, apreciaciones, pensamientos y cosas que creía útiles para pasar la enfermedad como afectada, incluidos algunos consejos e historias que le contaban las enfermeras. Es un libro muy personal que, evidentemente, sirve de autoayuda y crecimiento personal. Tiene una fuerte carga psicológica y emocional y es, indiscutiblemente también, un testimonio de las memorias de una enferma de cáncer que supera la enfermedad. Como se ha dicho, ella compiló y añadió textos sobre el asunto hacia el final de su quimioterapia, o sea: hacia el final de la superación del cáncer. En ese momento se acercó a las clases de David Vicente para poder depurar su estilo con un estilo literario propio de los cánones de escritura que se suele enseñar en estos talleres. 

No era un libro que pretendiera grandes ambiciones. Val Marchante no aspiraba a copar el mercado. Simplemente quería compartir sus experiencias y aprendizajes para ayudar a otras mujeres con cáncer de mama a afrontar y superar su enfermedad. Sobra decir que el cáncer es cáncer para hombre o para mujer, aunque en este caso se trata de cáncer de mama y la autora habla de este y se dirige a las mujeres, como cáncer que es, el libro puede ser útil a cualquier persona con esa enfermedad. Siempre hay algo útil. No importa que el que tenga cáncer sea hombre o mujer o profese una sexualidad que no sea exactamente al de su sexo biológico de nacimiento. El cáncer es cáncer y mata sin distinción, el enfermo de cáncer puede recurrir a este libro en busca de respuestas en general, a pesar de que por la propia y forzosa experiencia de la autora se centre en el cáncer de mama y se destine principalmente a mujeres. 

Ella quería ayudar en una escala modesta a prepararse a afrontar psicológica y físicamente a aquellas mujeres que recibieran la noticia de su cáncer. Sus primeras notas, cuando aún no existía la idea del libro, eran un desahogo personal, parte de una especie de terapia para sí misma. Solo cuando vio que superaba el cáncer comenzó a pensar que podía ayudar a otras personas si lo pasaba a libro. El libro en sí mismo tuvo más éxito de lo esperado, aupado por el hecho de que varias alumnas universitarias de las Ciencias de la Salud se interesaron por ella y por su libro. La invitaron a hablar de sus experiencias en varios actos y de este modo el libro fue teniendo mayor acogida hasta esa nueva edición, ya con ISBN en 2018 y toda su publicidad y actos públicos en 2019. 

Una de las principales recetas de Val Marchante es su propia vitalidad y su actividad constante cada día, nunca abandonada. El buen humor, la sonrisa, es su principal recomendación a pesar de la tragedia de tal enfermedad. Así pues, ella comparte la idea de que el positivismo psicológico ayuda a superar las enfermedades. 

En el libro hay además unos primeros escarceos con un lenguaje poético, pero no ahonda en ellos. Sea el caso de equiparar con un tatuaje en la piel las formas de un cardiograma. 

Sea como sea, el libro también pasó a formato electrónico, manteniendo en él la portada original, aunque con la expresión ¡Elijo vivir! ampliamente resaltada en una tipografía de dimensiones grandes. En cierto modo, eso mismo es el libro.

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 20 de febrero de 2021

Sphincter Man

Título: Sphincter Man.
Autor: Mario Misas (guión e ilustración).
Editor: Mario Misas.
Año de publicación: 2020 (1ª edición, en cibernético); 2021 (1ª edición de la continuación); 2023 (1ª edición en papel).
Género: Cómic; Manga.
ISBN/ISSN/Licencia:
[No contiene ninguno de los dos registros, tampoco consta ningún tipo de licencia, aunque la web que lo aloja responde a una red social de artistas. Se encuentra editado por vía informática de forma gratuita y abierta en Art Street. Consultar su página, y ya que es abierto y gratuito de forma legal: Leer el cómic. Está amprado por la Ley de Propiedad Intelectual.]

 

Entre los ilustradores alcalaínos hoy acercamos a Mario Misas, persona polifacética. Mario Misas es ilustrador e infografista. parte de su obra se puede ver en su propia página personal, Artista Mario Misas. Más allá, también es músico, siendo uno de los componentes de los Bluestropic, donde hay otro ilustrador alcalaíno, David Escarpa "SK", así como ha colaborado de jam sessions musicales y de acompañamientos musicales a diversos recitales de poetas de la ciudad como Chus López, Sofía Winter o Canichu. También ha tenido colaboraciones artísticas con otros creadores de la ciudad, entre ellos Raúl Armenteros (antiguo dueño del bar La Vaca Flaca, el cual Mario Misas regentó en su último año de existencia), así como ha coincidido en algunos actos con Zaida Escobar. Mario Misas acabó sus estudios en 2009, trabajando desde entonces con sus ilustraciones e infografías. El año pasado, el Año de la Pandemia, 2020, publicó por vía cibernética su primer cómic a través de una red social de artistas ilustradores llamada Art Street. El cómic se llamó Sphincter Man.

Fue editado y publicado por el propio Mario Misas en septiembre de 2020. Se trata de un cómic e blanco y negro al estilo del cómic japonés, manga, cumpliendo con los requisitos estilísticos de tal género, incluida la lectura de sus veinticinco páginas de derecha a izquierda, empezando así por lo que en Occidente sería la contraportada y en Japón es la portada. 

La historia es una historia sencilla que da la sensación de ser una broma del propio autor para con sus amigos y lectores. Un chico enamorado de una chica tiene una pelea con el hermano de esta, tras lo cual confiesa tener un superpoder inconfesable, el control de los esfínteres de sus enemigos. Así pues es la historia del surgimiento de un nuevo superhéroe adolescente. Se ríe así del género de superhéroes al tiempo que se introduce en ese mundo del manga, el cual, hay que recordarlo, dejó bajo mínimos al género de los superhéroes de cómic norteamericano en la década de 1990 hasta que estos resurgieron sobre todo gracias a varias películas que se estrenaron a partir de comienzos de la década de 2000.

En comparación con el esto de la obra como ilustrador de Mario Misas, este cómic es un giro que no tiene mucho que ver con todo lo demás que normalmente crea. Se aleja de su estilo, más europeo y lleno de personajes detallados, para crear una imitación de las líneas simples y claras del manga japonés, acorde además a las ideas japonesas de creación como puedan ser los grandes ojos, las figuras estilizadas y los gestos faciales exagerados. La escala de blancos y negros es bastante plana, sin entrar en sombreados que den más profundidad o volumen a escenas y personajes. Cumple con ello con los tópicos creativos japoneses.

Mario Misas tiene ilustraciones más complejas e interesantes, aunque no sean de cómic, pero no deja de ser interesante esta incursión del autor en el género y que además lo haga para adentrarse en su primera experiencia con el noveno arte. La historia es muy sencilla y simple, pero hay que repetir: como experimento inicial de Mario no deja de ser una broma para con sus lectores y amigos y como tal quepa decir que el cómic algo tiene del buen humor de su creador. A la espera quedamos de si en el futuro hará otras propuestas complejas dentro de este tipo de obras. 

En 2021 Mario Misas comenzó a publicar la continuación.

NOTA AMPLIACIÓN 2023: El primer fin de semana de mayo de 2023, en el sábado día 6, día del cumpleaños del autor, Mario Misas presentó en el Pub O'Malley's de la calle Goya la edición integral en papel de las tres partes que había creado desde aquella edición digital de 2021. La portada era idéntica a la presentación digital, cambiando el fondo azul por uno amarillo. Era una edición en rústica, sin ISBN o depósito legal indicado, en blanco y negro con escala de grises. Se imprimió siguiendo estrictamente el estilo manga japonés que publica en sentido inverso de lectura al occidental. En las páginas finales contiene una historieta breve con el autor de personaje explicando cómo se lee manga y el origen de esta historia. Encuadra el comienzo de la idea en 2001 con una conversación en broma con un amigo suyo, Rubén. La idea quedará en el aire hasta que en el confinamiento por la pandemia de Covid-19 Mario quedó confinado en su casa como el resto de la gente. Dedicó su tiempo en trabajar la idea. Le animó además participar de un concurso internacional de manga que implicaba como premio ir a Japón y conocer a uno de los autores más reconocidos actuales. Aunque el manga de Mario no ganó, la primera parte fue publicada en cibernético en 2020 y su éxito hizo que en 2021 iniciara la segunda parte. Desde entonces ha habido una tercera y ahora, en 2023, la edición integral en papel.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

domingo, 14 de febrero de 2021

Veinte poemas asoman... en un invierno...

Título: Veinte poemas asoman... en un invierno...
Autores: Daniel L.-Serrano "Canichu"(antólogo), Sofía Winter (antóloga), Marina Casado, Roxana Palacio, Hazel Messiatz, Diana Ortiz, Chus López, Leo Zelada, Zia Mei, Antonio eMe, Rosario Delgado, Gerardo Pereira, Pedro J. Maza, Paco Ramos Torrejón, Carmen Nieto, Raúl Quirós, Puri Sánchez, Enrique Sabaté.
Editores: Daniel L.-Serrano "Canichu" y Sofia Winter, con Asela Eme de maquetadora.
Impresor: Copy Henares [servicios de imprenta, no los servicios de copistería].
Año de publicación: 2016 (1ª edición).
Género: Poesía.
Licencia: Creative Commons

 

En 2016 Daniel L.-Serrano “Canichu” y Sofía Winter se unieron para crear una antología de poetas alcalaínos actuales. El proyecto era una idea original de Daniel L.-Serrano, del que ya hemos hablado a través de sus tres libros publicados hasta la fecha, Relatos de la Gran Guerra, Balada triste de una dama y El frío que nos acoge mientras los robots caminan entre los humanos y otros relatos. Esa idea era mucho más breve y no pretendía ser en principio exactamente una antología, sino publicar a tres o cuatro autores, con su propio dinero de un sueldo escaso de un contrato de trabajo muy breve. Incluso el título de este libreto era otro muy diferente, pero la poetisa y fotógrafa Sofía Winter se sumó a participar de la obra financiando, razón por la cual Daniel L.-Serrano decidió que si ella ponía dinero, ella debía participar de la selección de autores. De esta manera la obra fue creciendo en dimensión hasta transformarse en un pequeño libreto que era una antología de poetas actuales de Alcalá de Henares, con cubiertas en papel verjurado, fotografía de portada de Sofía Winter y maquetación de Asela Eme, una de las editoras de la editorial y librería Domiduca, El título, tras varios descartes, pasó a ser Veinte poemas asoman… en un invierno, pues todas las decisiones fueron tomadas en común y consensuando la decisión final, si bien la selección de poetas eran aportaciones de nombres por parte de los dos antólogos. No quiere decir que otros poetas no tuvieran cabida en una antología más amplia y más formal en libro, incluso se barajó la posibilidad de hacer una segunda parte más adelante, pero nunca se llevó a cabo. La idea de Daniel L.-Serrano era ayudar a dar a conocer mejor a algunos de los poetas jóvenes actuales activos en ese 2016.

 Contaron además con la ayuda de presentación y anuncio de este libreto de Zia Mei y Julián Pizarroso, dueños del bar El Laboratorio, en la calle de las Vaqueras con Paseo de los Curas, donde a comienzos de abril de aquel año hubo un acto de recital y experimentación aún muy recordado. Los ejemplares se repartieron gratuitamente y guardan los suyos los fondos archivísticos y bibliotecarios de la Biblioteca Nacional de España (por participación de autores con libros editados, donado por Daniel L.-Serrano y aceptado) y los archivos de los fondos de autores complutenses de los servicios de bibliotecas municipales de Alcalá de Henares, en la Hemeroteca Municipal de Alcalá, ubicada en el edificio de la Biblioteca Municipal Cardenal Cisneros.   

 2016 celebraba ser el año de celebración del Año de Cervantes, por cumplirse los cuatrocientos años de la muerte de Miguel de Cervantes. En aquel abril en que se presentó esta antología se celebraba además el Festival de la Palabra y había numerosos actos literarios con motivo de las dos celebraciones, no solo la feria del libro nuevo y de ocasión o la entrega del Premio Cervantes con las lecturas programadas de El Quijote. El poeta andaluz Paco Ramos Torrejón tenía programado venir a presentar su libro más reciente a Alcalá, pero por motivos personales se desconvocó. En el Día de la Poesía del 21 de marzo, muy cerca de la presentación de esta obrita, los poetas Samuel Santos y José Bautista, junto al propio Daniel L.-Serrano, habían celebrado un recital de poesía en el bar Deltoya Rock Bar, con afluencia de muchos otros autores. Más allá, el hostal Complutum se adelantó en una semana a Daniel L.-Serrano y Sofía Winter  publicando un libro antologando a jóvenes poetas alcalaínos que participaron de un recital en su zona de bar en colaboración con la Universidad de Alcalá de Henares, donde estaban Chus López (aunque no recitando) y Guillermo Martínez Martínez, uno de los que allí fueron más aplaudidos.

 En la ciudad una actividad así, lo más cercano a ella, la habían venido realizando diversas revistas literarias en los últimos años. El propio Daniel L.-Serrano había participado de Omnia, una de las más activas desde finales de los años 1980 o principios de los años 1990, y de la cual participaron muchas personas que después han seguido y siguen siendo autores y dramaturgos en la ciudad; de El Recreo, una revista del instituto de bachillerato (hoy de secundaria) Cardenal Cisneros, donde fue coordinador y fue censurado junto a otros autores, en la segunda mitad de los años 1990; y de Claxon, la revista del Centro Juvenil Cisneros, salesiano, donde volvió a ser censurado y donde llegó a atraer a otros autores que también censuraron, en la primera mitad de los años 2000. También había creado, codirigido y escrito La Botella Vacía, a lo largo de los 2000, junto a varios autores y amistades de las otras revistas, más gente de fuera de Alcalá de Henares. Algunos de los autores y autoras de estas revistas solo se encuentran en estas publicaciones, ya que no continuaron publicando, en algunos casos tampoco escribiendo. Sus ejemplares se guardan igualmente en la Biblioteca Nacional de España y en la Hemeroteca Municipal de Alcalá. De La Botella Vacía, Daniel L.-Serrano sacó en 2015 El Vaso Lleno del Vacío de la Botella, como colofón de aquella y recuperando a muchos de los autores a los que sumó varios de los que en 2016 serían antologados en el presente libreto que hoy nos ocupa. Fue presentada también en El Laboratorio y fue un antecedente. Otras revistas alcalaínas que contenían material literario fueron, en torno a 2000-2001, The ballad of the Madman, realizada en exclusiva por alguien que se hacía llamar Syd y que duró un ejemplar cuya portada contenía una fotografía de Jim Morrison; La Hoja de la Politécnica, en los años 2001-2002, que tenía una tirada de cinco mil ejemplares y que era una sola hoja tamaño sábana, como los periódicos de comienzos del siglo XX, toda llena de poemas; La Fundación, que en los 2000 editaba la Universidad de Alcalá en un papel grueso y plastificado muy elegante; Genio y figuras, de los años 1990, patrocinada por comerciantes alcalaínos y con temas culturales solamente; Cervantalia, en papel verjurado, con teatro, poesía y relatos; y otro buen número de publicaciones, de las que quizá a alguno ahora mismo le suene, porque continúan, como Salúd y Poesía, que antes se llamaba Psicoanálisis y Poesía, aunque esa publicación no sólo llega a Alcalá de Henares, llega a más ciudades, y que en algún momento su cabecera se llamó Extensión, porque era de extensión universitaria, allí publicaban los poetas ligados al Grupo 0, como Maribel Domínguez; hay que citar también la revista Balcones de poesía y Luna, que en marzo de 2015 publicaron su número 8, también la editaba los Talleres de Poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares. También llegaban a la ciudad, a diversos bares determinados, otras publicaciones no exactamente alcalaínas, y alguna cosa nueva hecha en Alcalá de grupos muy concretos dedicados a la mujer y su poesía o a la tercera edad y la poesía y cosas así, que son publicaciones raras de encontrar pero de vez en cuando aparecen. Luego tendríamos algunas revistas culturales, no literarias, pero sí culturales, que son exclusivamente cibernéticas, no en papel, como son El Tornillo de Klaus, de cine, Walskium, de todo un poco de la actualidad cultural alcalaína, o La Luna de Alcalá, que pasó a ser un periódico digital de noticias a la altura de Alcalá Hoy, Soy de Alcalá, Puerta de Madrid, Cambi Henares, Panorama del Henares, La Crónica del Henares, La Avispa del Henares, Dream Alcalá!, AdH, A de Alcalá, Boletín de la Asociación de Vecinos El Val o el desaparecido Diario de Alcalá. Si vamos más atrás en el tiempo o indagamos más encontraremos muchos otros títulos, pero baste con estos entre el final del siglo XX y el comienzo del XXI, a modo de antecedente de esta antología que hoy comentamos.

 Hecho ese repaso, hay que decir que en los dos o tres años precedentes a aquel 2016 se habían potenciado montones de recitales de poesía en la ciudad y cada vez había más lugares dispuestos a dar cabida a eventos literarios, si bien por crisis económica y especialmente por la Covid-19 se cerraron muchos de estos sitios. En los años 1980 y 1990 había recitales de poesía de Pedro Atienza, y en los años 1990 algún otro autor ya de cierta edad. Daniel L.-Serrano era el único joven que daba recitales en los años 1990 finales y más profusamente en bares en los años 2000, si acaso alguno más se animaba en actos universitarios, pero nadie más daba recitales en los bares. Era un panorama difícil, pero en los años de la reciente década de 2010 hubo recitales de micrófono abierto en muchos lugares y eso animaba a muchas personas, tanto desde lo oficial como desde lo extraoficial. Como sea, lo cierto es que Alcalá de Henares estaba y sigue estando efervescente de escritores en el comienzo del siglo XXI, unos con altavoz en los grandes escenarios oficiales por parte del ayuntamiento o la Universidad y otros no, en bares y librerías. Quepa citar entre organizadores de recitales grupales a Cristina Penalva, María Blázquez, Enrique Sabaté (hoy viviendo fuera de Alcalá) y el Grupo 0, si bien hay que recordar los recitales de la Librería Diógenes y de la Librería Notting Hill, y los actos literarios ya desaparecidos de la Librería Domiduca y de la Librería de Javier, así como los bares en activo O’Mailly, Imperial (antiguo Mushka) y La Oveja Negra, así como los desaparecidos La Vaca Flaca, Flamingo Rock Bar, El Perro Verde, La Chata, El Laboratorio y Deltoya Rock Bar, e incluso, de manera excepcional, alejado en el tiempo, Los Lunes al Sol.

 Solventando la diferencia entre antología y compilación, hay que citar la existencia de una compilación de poetas y poesías que se publicó el 10 de abril de 2003 llamada Alcalá Poesía (18 horas ininterrumpidas) 18 poemas de la Compañía Poética Momentánea, donde escribían Tono Areán, Javier Arnaldo, Graciela Baquero, Miguel Ángel Bernat, Nacho Fernández, José Luis Gallero, Pilar González, José María Parreño y Mireia Sentís. Era una publicación en papel de uno de esos actos como espontáneos que a veces ocurrían en esta ciudad y ahora cada vez ocurren menos... cedemos espacio (demasiado) a lo formal, que nos está devorando, y olvidamos que para estar frescos hay que vivir en lo informal y en lo atrevido, en lo loco, en los sueños imposibles. También publicó una compilación el grupo Omnia, de mismo nombre que su revista. Se podría considerar una antología de aquellos que en los últimos tiempos han escrito en sus páginas, que es la gente de su propio grupo, más algunas personas que les mandaban cartas con poemas, pero a mí me dio la impresión de que es más bien una compilación de poemas de gente que en los últimos tiempos han tenido que ver con ellos. Esa es más o menos reciente, de hace pocos años, y no muy fácil de encontrar. Tenemos luego el caso de la antología citada del hostal Complutum, que se adelantó por poco a Veinte poemas asoman… en un invierno…, la cual estaba acabada en febrero de 2016 pero se presentó el 9 de abril, aunque se pensaba presentarlo el 30 de abril, pero la obra de Complutum se hizo en el comienzo de abril, de una manera no prevista en principio, aunque sí se preveía el recital de ellos, era más bien una compilación de los que recitaron en Complutum ese día. Siempre les quedó a los antólogos de Veinte poemas asoman… en un invierno… la impresión de que supieron de nuestra intención de editar y se adelantaron de manera rápida, tenían medios y dinero, por ejemplo con los servicios editoriales de la Universidad, a día de hoy no tiene importancia, es anecdótico y da igual que aquello fuese de un modo o de otro, personalmente, quien escribe, no tiene interés en saber sobre este punto. En 2017 la librería y editorial Domiduca publicó la antología El Cuervo Blanco, que en realidad era una compilación autofinanciada de los propios autores que componían el grupo de nombre homónimo.

 Veinte poemas asoman… en un invierno… se presentó el 9 de abril en El Laboratorio, como ya se ha dicho, pero el 13 de abril volvió a presentarse con un recital de varios de los autores con la idea de recaudar dinero para ayuda humanitaria para los refugiados políticos que se agolpaban en las fronteras del Este de la Unión Europea. Se hizo en el Deltoya organizado por Chus López.

 Daniel L.-Serrano llevaba años queriendo hacer una antología de poetas complutenses actuales vivos, más o menos jóvenes, o a mejor decir: más o menos urbanos, malditos, contraculturales, de la nueva sensibilidad, y de todos aquellos géneros que en Alcalá de Henares la cultura más oficial no ha solido o directamente no les ha dado ni altavoz ni medios. Muchos años. Pensaba en un libro, pero sus posibilidades económicas lo  impedían, por el paro eterno con esporádicos empleos de tarde en tarde. Sacó otros proyectos de edición, como las revistas. Tanto es así que en diciembre de 2015, a finales, se decidió por sacar si no un libro sí un pequeño folleto o una cuartilla plegable en un papel más bien de lujo, apetecible de guardar, con unos pocos poetas que en estos años le habían parecido de lo más destacable en Alcalá. Sobre todo porque que además todos querían publicar y no lo lograban. Pensaba que sólo ellos mismos podrían con sus medios. Para ellos iba a usar una parte del dinero de su último sueldo. Así comenzó a moverlo cuando la poetisa y fotógrafa Sofía Winter quiso e insistió en participar económicamente en el proyecto. Por insistencia fue aceptada a condición de que entonces debían que trabajar juntos. Cedieron los dos partes en ideas y surgió algo común con nombres propuestos entre los dos. De este modo no sólo hay poetas y poetisas de Alcalá de Henares, sino también gente que está relacionada con la ciudad, ya sea porque vivía aquí pero por la crisis tuvo que buscar trabajo en otros lugares, o porque parte de su actividad literaria tuvo su peso en la ciudad. De folleto pasó a ser un libreto, que no librito ni libro. Un libreto de unas 20 páginas, en un tamaño de bolsillo, con cubiertas de papel verjurado, una portada cuidada y un número de poemas que ascendió a veinte, aunque escriben dieciocho poetas y poetisas. Todo esto fue variando muchas veces, hubo cambios de títulos, de fotos de portada... Al principio se iba a llamar Veinte poemas a través del agujero, pero al final se impuso Veinte poemas asoman... en un invierno..., que es como se llama.

 Se editó con Creative Commons y consideraron todos los participantes que la obra es de todos. Es totalmente de cada uno de ellos. Todo ha sido posible gracias a la unión de poetas y poetisas complutenses, si bien la labor de antología y la iniciativa recae en Sofía y en Daniel. En algunos casos seleccionaron tras varias conversaciones y valoraciones a poetas directamente que les parecían que debían  estar, en otros casos también seleccionaron los poemas que les mandaron, pues para la selección querían poemas inéditos, aunque nos daba igual si nos mandaban otra cosa. En cierto modo Sofía seguía la idea de los poemas inéditos en su día de la antología que dio paso a la conocida Generación de 1927.

 De los autores, por orden de aparición:

 Puri Sánchez es la editora de Pie ediciones, muy ligada a Alcalá y la publicación de varios de sus autores, como son Chus López o Jesús de Matías Batalla. Varios de los autores que editó los conoció en actos de El Laboratorio. Abre el libreto con un poema dedicado precisamente al uso de la palabra y la necesidad del verbo que tiene el poeta.

 Raúl Quirós vivía en Londres en ese 2016, aunque hoy día vive en Barcelona. Escribió en 2008 un libro de poesía llamado El día que me enamoré de mi BMW. A Daniel le pareció por entonces uno de los mejores libros de poesía que se habían editado en Alcalá de Henares. Hoy por hoy escribe teatro. Su poema es uno de los descartes de aquel libro de 2008. De lo más agónico y vital. Respira un aire oscuro.

 Carmen Nieto es una alcalaína porque se crió desde muy niña aquí, aunque ella sea polaca de origen y nacimiento. Es más española que polaca, como si lo de Polonia fuera anécdota, otra cosa es lo que piense ella sobre el asunto. En principio por trabajo se ha tuvo que ir a Madrid, después de que muchas de las tardes de concursos de preguntas del Wheelan's fueran animadas y convocadas por ella. Ella publicó en 2015 el libro La breve historia que nadie honra. Es precisamente de ese libro su poema. A Daniel le parecía uno de los dos libros mejores que se editaron en 2015 en Alcalá. El poema aborda el tema de lo autodestructivo de una mujer cuando siente su mundo perdido al no encontrar respuestas a su vida emocional. El libro al que pertenece en todo caso es un libro muy urbano y del siglo XXI de poemas con visión femenina nada adolecidos de caramelo y olor a flores.

 Sofía Winter, la otra coproductora del libro, tiene ya un libro publicado en su país natal, Rusia, del que no hay traducción ni venta al castellano, y cuenta con su aparición en una antología poética que se presentó este 2016. Ella es de San Petersburgo. Es una poetisa habitual en muchos recitales de Alcalá, aunque desde 2017 se prodiga algo menos e los escenarios que en el periodo 2015-2016. Su poesía oscila entre lo sensual, lo sensitivo y los elementos naturales identificándose con cuerpos y almas que buscan algo que no encuentran. Fue seleccionada por Daniel L.-Serrano “Canichu”, momento en el cual ella quiso participar de la creación de la antología.

 Paco Ramos Torrejón, que debería haber presentado su libro El aprendizaje del miedo aquel 9 de abril, es gaditano. Aunque ahonda en la autodestrucción de los perdedores que en realidad son ganadores en poemas como el que transcribí ayer, en esta antología nos muestra otra alma herida a base de búsquedas que nos completen en el otro y que no nos completan, en este caso con resonancias del rock de los años 1970, con Leonard Cohen y Janis Joplin. Él ya presentó otras obras en El Laboratorio a través de Sofía Winter.

 Pedro J. Maza, había sacado adelante varias revistas en el pasado con Daniel y otros autores amigos como Francisco Huerta, Javier Palou, Laura Vega, Rubén Muñoz, Agata Krot y otros. Nunca recita en público, pero escribe y mucho, aunque de tarde en tarde. Destaca su relato dentro de Weird Tales, La invasión de los girasoles mutantes. Sin embargo escribe también poemas, siempre llenos de una reminiscencia del lenguaje de Charles Bukowski, entre el alcohol, el sexo y las carencias personales o los deseos, propio de la contracultura en la que Daniel “Canichu” escribió mucho, si bien Pedro también escribe bastante dentro de estilo de “la nueva carne”.

 Gerardo Pereira es fundamentalmente músico, pero también escribe poesía. En este caso con un poema presenta una búsqueda en combate con la soledad y la soberbia. Fue propuesto por Sofía Winter.

 Rosario Delgado, otra gaditana, estaba afincada en Alcalá, pero en este año tuvo que mudarse a Andalucía. Figura también en algún que otro lugar como la enciclopedia de poetas que realizaba otro poeta ligado con Alcalá, ya fallecido. Ha realizado muchos recitales entre Andalucía, Madrid capital y Alcalá de Henares. Tiene un estilo muy barroco, quizá próximo a un gongorismo actualizado, y suele recurrir en esta etapa de su vida a la luna y el sol como metáforas y símbolos. Es para reflexionar su lectura, muy rica en matices que se paladean lentamente. Reflexivamente. Deteniéndose a pensar.

 Antonio eMe había sacado adelante para ese 2016 tres libros, uno de poesía, El café del loco, otro de prosa, Cosas que pasan... o no, y el cuento infantil en poesía Un cerdito en la pecera. Es un poeta cuyos poemas de amor son perfectos y totalmente acordes al siglo XXI, no recurre a recursos más propios del XIX, como muchos poetas románticos actuales hacen volviendo siempre eternamente a Bécquer. Antonio crea todo un mundo con cierto sentido del humor y símiles acertados que crean un bosque de sensaciones amorosas, no de desamor, dentro del día a día cotidiano que, al leerlos, nos hace identificarnos.

 Zia Mei, el pseudónimo de la citada dueña, junto a Julián Pizarro, de El Laboratorio. Ella no es poetisa, es ilustradora, a veces realiza cuenta cuentos infantiles. A veces canta. Ella ya había publicado el libro Cuentos al canto del gallo. Fue una apuesta de Sofía Winter en esta antología cuando leyó el poema que aquí presenta. Su poema es un poema lleno de lenguaje tradicional y rural, quizá cercano a algún cancionero popular.

 Leo Zelada, es peruano y vive en Madrid, ha hecho algunas cosas por Alcalá de Henares con sus poemas. Fue propuesto por Sofía. Tiene igualmente varios libros publicados, como Minimal poética o Nueva poesía y narrativa del siglo XXI. Su poema es uno de los más largos. Busca en su interior una razón de ser en un alma que se siente desarraigada. Busca en ello el amor, o al revés, y la poesía como vehículo, pues sólo la poesía perdurará tras todo.

 Chus López, en ese momento contaba solo con el libro Remolinos de hojarasca, editado este 2016 por Pie Ediciones. Tiene un ir y venir desde la poesía de amor y desamor, desde un punto de vista casi de soledad, a otra poesía de reivindicaciones sociales diversas. En esta antología hay un poema de ese libro que indicó ella, acerca de los deseos de ser en el otro.

 Diana Ortiz está más centrada en el mundo de la música, como soprano, pero es cierto que escribe y que además, presentada por Sofia Winter para la antología y que tras conversaciones donde había más personas presentes, fueron bastantes las voces que consideraron que debía estar presente en una publicación como esta. Se seleccionó dos de sus poemas que recuerdan un cierto toque del romanticismo anglosajón del siglo XIX mezclados con un toque un poco más actual. Tiene oscuridad llena de luz.

 Hazel Messiatz también recuerda ese romanticismo del siglo XIX, aunque en este caso más próximo a Centroeuropa, a Goethe, a los alemanes. Es un hombre muy metafórico y reflexivo, con quiebros y requiebros a veces. Tiene por estilo en su poema antologado lo breve capaz de introducir todo un mundo de ideas y sensaciones con lenguaje totalmente poético. Por un tiempo elaboró una gran cantidad de poemas basados en la saga de novelas Dune, de Frank Herbert.

 Roxana Palacio contiene en sí una poesía sencilla y asequible que gusta precisamente por esa sencillez. Crea ritmos que podrían ser dulcemente cantables, sea cual sea su temática, dura o no. Ella reside en Villalvilla, pero está ligada a Alcalá de Henares.

 Marina Casado, afincada en Madrid, con varios libros y con relativo éxito que a hecho que la nombren en prensa, había hecho algún escarceo por Alcalá, también había acogido en recitales donde participaba ella a gente de Alcalá en Madrid.  Su lenguaje actual y su mezcla de la pérdida de la inocencia con un espíritu que aspira a personaje de cuento infantil a produce la semejanza a algunos de los primeros poemas de Leopoldo María Panero. Es quizá una persona cercana a esos poemarios que se dieron en los años 1960 y 1970 que desde mediados de los años 1990 hasta la actualidad están revitalizando las formas poéticas más jóvenes.

 Daniel L.-Serrano "Canichu", yo, su poema fue seleccionado por Asela Eme, la maquetadora. Aparece en penúltima posición con este poema de versos muy largo, algunos cortados antes de acabar por cuestiones de espacio en este papel. Trataba de aunar la mitología tradicional y lo oscuro con problemas materiales, existenciales y reivindicativos de hoy día, sólo que el poema que propuso él es de un libro aún inédito que escribió en 2002. Fue incluido por petición de Sofía, aunque, en realidad, el propio Daniel como pagador que era deseaba incluir un poema propio. En 2020 uno de sus poemas fue incluido en la antología Poesía Antiviral, de la revista digital Jazz Café Montaigne, con motivo de la pandemia de Covid-19, ya en 2001 había sido publicado otro de sus poemas en la sección de cartas de la revista en papel Rolling Stones (España) con motivo de los atentados de New York del 11 de septiembre.

 Enrique Sabaté cierra el libreto con un poema que es una oda en recuerdo a Pepe, antiguo dueño de El Perro Verde, que murió en Enero de aquel 2016. Sabaté lleva muchos años escribiendo, él cuenta con muchas publicaciones, pagadas por él mismo algunas, otras no, de las que la más destacable es La palabra en juego, editado en 2014 precisamente por Asela con Domiduca. Él escribe sobre todo romances castellanos. Conoce muy bien la poesía del Siglo de Oro y la medieval. Sigue las normas métricas con gran precisión y muy acertadamente. Además es un creador de encuentros poéticos incansable y quizá la persona actual que más anima poéticamente la ciudad. Recuerda a un Garcilaso de la Vega actual, especialmente cuando se pone a componer sonetos.

 La limitación económica provocó no poder haber incluido otros nombres apetecibles como Emilio Sola, Mariana Romero-Nieva, Maribel Domínguez, Guillermo Martínez (al que Canichu conoció después de haber cerrado esta antología en febrero), Aitor Díaz-Maroto, Francisco José Martínez Morán (el más conocido de los poetas complutenses actuales), Jesús de Matías Batalla, José Bautista, Samuel Santos, Mamen Solanas, que es de Guadalajara pero está relacionada con Alcalá de Henares en parte, Carlos Mazarío, Sara Pozo, Enrique Cordero y muchas más personas, algunas aún  por descubrir incluso por los antólogos. No se ha excluyó a nadie a mala conciencia. El dinero era limitado, y eso limitaba el espacio, se tuvo un criterio antológico que fue hacia lo actual y lo urbano, sin renunciar a otros aspectos, pero principalmente eso fue lo que primó. Pudo hacerse mejor pero se hizo algo muy bueno e inédito en Alcalá en ese 2016.

 La presente antología pretendía no dejar indiferente. No se buscó una poesía que volviera sobre lo educado y el siglo XVI, se buscó una poesía actual, de lenguaje actual, de forma actual, del siglo XXI, dentro de lo que hay en Alcalá. Hay muchas promesas en esta ciudad, incluso de entre las personas que no están en esta obra, ojalá algún día se pueda hacer algo más grande donde se pueda ahondar en ello e incluso escribir reflexionando y analizando lo que se mueve en estos años en la ciudad. Más aún, una de las ideas originales descartadas de Sofía Winter era incluir una breve biografía para entender a cada autor.

 Esta es la primera antología de poetas actuales complutenses y que tengan que ver con Alcalá de Henares. Breve, escueta, faltan nombres... Se editaron ciento cincuenta ejemplares.

 

 Reseña escrita por Isabel Gómez Gamboa y Daniel L.-Serrano "Canichu"

sábado, 6 de febrero de 2021

Corazones a la deriva

Título: Corazones a la deriva.
Autora: Susi Corrales "Suko".
Editorial: La Fragua del Trovador.
Año de publicación: 2020. (1ª edición, con prólogo de Genma Gordo Fraile.)
Género: Relatos breves.
ISBN: 978-84-17395-29-2

 

A finales del año 2020 Susi Corrales "Suko" publicó su cuarto libro, afianzando además su relación con la editorial La Fragua del Trovador, pues con ellos es el tercer libro. Se trata esta vez de una colección de relatos breves de ficción que funcionan un poco a modo de cuentos adultos. Con esto demuestra la autora una gran versatilidad de géneros, pues ha pasado ya por la novela y el aforismo, teniendo el aforismo grandes dosis de poesía. El libro se llama Corazones a la deriva.  Está prologado por Genma Gordo Fraile que destaca de la obra la humildad y sinceridad de los relatos llenos de humanidad,  aunque con otras palabras, citando incluso uno de los poemas de Suko en Más allá del pensamiento (2018), preguntándose la propia Genma cómo ha podido ser elegida ella como prologuista cuando considera mejor la prosa de la propia autora. 

Suko nació en 1976. Es licenciada en Historia y cursa hoy día el Grado en Lengua y Literatura Españolas. Desde el año 2000 es la responsable cultural en España de la revista italiana Il Saggio. Trabaja también como lectora editorial y articulista en Interperiodismo Digital, escritores.org e Hispanorama. Es miembro de la junta directiva del Liceo María Zambrano para la Cultura, la Formación y el Empleo. Ha sido antologada y premiada en varias ocasiones, así como, aparte de sus propios libros ya comentados en estas notas de los cíclopes libreros, aparece como prologuista de los libros Palabristas en la cuerda Floja, de Lolo Rovira, su pareja, La palabra que teje la vida, A una palabra de ti, ambos de Clara Medea, y Des-Esperanzas, de José María Contreras.

El libro se editó siguiendo la misma línea de los otros libros de Suko en La Fragua del Trovador. Guarda las mismas dimensiones y grosores similares, con lo que en una biblioteca personal casi podrían formar colección, sin ser colección. Las cubiertas están en rústica solapada y una patina brillante al encontrarse plastificada. Tiene por fondo un rojo bermellón que enmarca una flor desprendida flotando en el agua como metáfora que remite al título del libro, Corazones a la deriva, que no desvela en imagen lo que en el interior aparece. Es quizá la única o de las pocas licencias puramente poéticas de esta obra, que en esta ocasión, es pura prosa, si acaso aproximada al estilo del cuento adulto, pero no recurre tanto a la poetización como por ejemplo ocurría en sus aforismos.  

Suko está dotada de gran sensibilidad y valores humanos que deja colar plenamente en esta colección de nueve relatos y una breve compilación de micro relatos finales. Cada relato está construido con una delicadeza cuidada, pensada para no caer en lo brusco ni en lo ofensivo. Dimensiona a cada personaje con respeto y no entra a machacarlos cuando alguno tiene un comportamiento reprensible. Trata, en todo caso, de presentarnos historias humanas que respetan a todos los personajes y trata de comprender y entender los porqués de las acciones de cada uno. Hace pensar que la autora traspasa a su obra una introspección que ha reflexionado en general en su vida sobre las personas que conoce. Estos relatos son totalmente ficticios, no contiene personas reales que conozca, pero en ese ejercicio de comprensión en su forma de ser ha querido que también se dé de ella a sus personajes creados.

En el primer relato, "Llanto", nos acerca a una realidad ampliamente aparecida en los telediarios de los últimos tres o cuatro años sobre la muerte y desaparición de niños recién nacidos en una época determinada de la Historia social reciente de España. Ella aborda el tema desde la evolución psicológica de los padres, mostrando además ahí una escritura directa que muestra una emocionalidad que conoce bien, la de la maternidad. 

Sin embargo, en su relato "Yo soy Pablo" se adentra en la mente infantil de un niño que es testigo del divorcio y separación de sus padres desde el recursos del diario, que casi cae en lo epistolar. A través de las emociones del propio Pablo se nos muestra todo el proceso de destrucción de aquella familia original sin poner culpas ni en la madre ni en el padre en su evolución. Intuyo en este relato un ejercicio de entrar en la depresión psicológica masculina en la figura del padre a través de los ojos externos, pero afectado por los comportamientos del padre, del hijo. Suko logra aproximarse bastante bien, aunque las necesidades propias del relato breve hace que no ahonde todo lo que se puede en esta historia, pues eso requeriría de pasar a ser novela. El relato breve, tal como está construido, cumple su función.

Quizá el relato que alcanza el nivel culminante del libro sea "Vuelve", que también podría haber acabado en novela. Una joven familia que cuenta con dos niñas pequeñas sufre una tragedia. Los padres tienen un accidente de tráfico que deja a la madre en coma durante años. De este modo el relato va y viene del presente al pasado mientras avanza el tiempo y nos va desgranando cómo era la familia y cómo evoluciona. De nuevo aparece el retrato psicológico de los personajes intervinientes, pero ahonda otra vez en la depresión masculina, esta vez observada por los ojos de la hija mayor. Desde el trauma más grave hasta el intento de superación incluso con la aparición de una tercera persona, el relato se muestra altamente sensibilizado con todas y cada una de las partes que viven esta historia. Tiene un buen nivel de construcción de personajes.

Suko demuestra en estos relatos ser una constructora de historias cotidianas muy digna al mantener un interés centrado en la construcción interior de los personajes. Los sucesos van ocurriendo, pero ella se centra en esos mundos interiores. Su estilo tiende a lo directo. Las frases son sencillas y no se entretiene en vericuetos que retuerzan lo que se tiene que narrar. Nada estilísticamente distrae la lectura, ella tiende a la claridad y al orden de ideas. Los relatos se leen de manera fácil y rápida.

Suko se nos presentó así en el Año de la Pandemia en su último mes de diciembre, clara y sencilla con unos relatos humanos que van añadiéndose a su obra.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".