domingo, 25 de noviembre de 2018

Un cerdito en la pecera

Título: Un cerdito en la pecera
Autores: Antonio eMe (texto) y Marta de Dios (ilustración). 
Editor: Antonio M. Moreno (autoedición del autor).
Impresor: [No se registró].
Año de publicación: 2014 (1ª edición)
Género: Poesía, cuento infantil e ilustración.
ISBN:  978-84-616-8707-7

El poeta alcalaíno Antonio eMe es uno de esos poetas que se ha hecho a sí mismo. Reúne en su persona no sólo la figura del poeta, sino también el de su propio representante, editor y promotor. Es por tanto uno de los poetas que propiamente en este comienzo de siglo XXI han decidido tomar las riendas de su propia obra gracias a las facilidades y ventajas que dan ahora las nuevas tecnologías para la autoedición y el cuidado de todos los detalles de tus propias creaciones. El clásico sistema editorial que une a escritores con editores y de por medio se debieran implicar agentes, maquetadores, distribuidores, etcétera, dejan márgenes muy estrechos en España para que un autor no altamente famosos pueda sobrevivir. El clásico 10% de los derechos de autor (o menos) a veces incluso se hace difícil de cobrar y dándose el caso además de que muchos editores delegan su obligación de difundir la obra a las posibilidades comunicativas del propio autor, por lo que hace años que la relación económica editor con autor es injusta, es ese el elemento que hace que muchos autores de este siglo XXI, viendo que los editores no tienen ya la exclusiva de editar, se lanza a autoeditarse, pues el esfuerzo será similar y al menos los beneficios no se ceñirán a un 10% por el que muy a menudo hay que realizar múltiples llamadas y cartas al editor para que se "acuerde" de abonarlo. El sistema de la autoedición no es algo nuevo, sino algo que se ha relanzado. Hay que recordar que la autoedición no disminuye la calidad de la obra, como algunas personas interesadas sostienen. Antonio Machado pagaba de su bolsillo sus propias ediciones de libros. Federico García Lorca autopublicó Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, y Miguel Hernández también puso dinero de su bolsillo para sus primeras publicaciones.

Antonio eMe ha realizado numerosos recitales de poesía, aunque no se le ve muy a menudo en los que se han realizado en los últimos años en Alcalá de Henares. Su presencia, en todo caso, siempre es garantía de una poesía romántica, dulce e inteligente. Es, cuando menos, un prolífico autor de publicación en papel.

En 2014 realizó una de sus primeras publicaciones, un pequeño librito de literatura infantil que junta el cuento con la poesía, siguiendo la estela de una autora tan célebre como lo fue Gloria Fuertes. De hecho el libro guarda mucha relación con la obra de Gloria Fuertes y se podría asegurar que no tiene nada que envidiar a algunas de las obras de poemas infantiles de la autora. Hablamos de Un cerdito en la pecera, que Antonio eMe publicó junto a Marta de Dios, la cual le dio la esencia de la ilustración infantil.

Un cerdito en la pecera se presenta en una edición de tapa dura, con apenas una veintena o treintena de páginas. Cobra gran importancia el relleno de las páginas con las ilustraciones del cerdito y los diferentes personajes y situaciones con las que se encuentra este, siguiendo el relato que en modo poético cuenta Antonio eMe. Tiene una buena letra de formato divertido y grande para que puedan leerlo precisamente el público infantil, aunque está recomendado para niños de 2 a 6 años de edad, por lo que hemos de pensar que el libro está pensado también para que madres y padres puedan dedicar tiempo de lectura compartida con sus hijos. 

Se trata de un cuento pedagógico con moraleja que trata de enseñar a los más pequeños la buena educación y las buenas maneras cuando se está con más gente. Es por ello un libro destinado a educar a los niños y niñas para que aprendan a socializar de manera correcta, desterrando egoísmos, groserías y faltas de respeto al otro. Es la historia de un cerdito sacado de su ámbito de vida para entrar en otro ámbito de vida debajo del agua. Cumple de esta manera con la intencionalidad clásica de los cuentos de educar a quien los recibe y dar lecciones ejemplares. Eso es un objetivo clave en todo cuento, al menos hasta que hace relativamente poco aparecieron los cuentos que pretenden romper con todo molde posible con la idea de generar más ganancias económicas como producto, pero no como cuento tal como se crearon a lo largo de la Historia o se recogieron. Tenemos en este bagaje a don Juan Manuel, los hermanos Grimm, Samaniego, la citada Gloria Fuertes, Perrault o La Fontaine. 

El libro fue presentado en abril de 2014 en Madrid en el Día del Libro, en el colegio Wisdom School, y en junio de ese año en Alcalá de Henares en El Reino de Micomicón, un local con nombre cervantino que se encontraba en la calle Carmen Calzado. Aún se puede encontrar en algunas librerías como Domiduca.

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

domingo, 18 de noviembre de 2018

Brujería en Alcalá. Procesos inquisitoriales de los siglos XVI al XIX

Título: Brujería en Alcalá. Procesos inquisitoriales de los siglos XVI al XIX
Autor: Gonzalo Gómez García. 
Editorial: Domiduca Libreros. 
Año de publicación: 2017. (1ª edición; prólogo de Ignacio Ruiz)
Colección: Alcalá y su tierra en la Historia. 
Nº de volumen en la colección: 4
Género: Historia.
ISBN: 978-84-946857-3-6

Tras el libro Alcalá mágica y heterodoxa, de 2011, Gonzalo Gómez volvió sobre el tema de uno de sus capítulos, el dedicado a la brujería y la hechicería en Alcalá de Henares. Lo hizo en 2017 dentro de la colección "Alcalá y su tierra en la Historia" de la editorial Domiduca. Se llamó Brujería en Alcalá. Procesos inquisitoriales de los siglos XVI al XIX. Fue el libro menos voluminoso hasta la fecha publicado en tal colección. Ocupaba 116 páginas, en las cuales el texto ocupaba algo más de espacio gracias a una abundancia de fotografías de los lugares de la ciudad donde se desarrollaron algunos de los hechos que narra, así como una serie de grabados de la época sobre brujas. Además, desde la página 95 aparece un anexo con grandes fotografías de portadas de libros que el autor destaca como libros en el ojo del huracán de la Inquisición en cuanto al mundo de la brujería, con la página siguiente escribiendo unas breves notas sobre cada uno. La bibliografía vuelve a ser abundante, está bien dirigida a su objetivo temático. Aparte de esto, el libro era prologado por el catedrático Ignacio Ruiz durante varias páginas contextualizando en la Historia el fenómeno de la Inquisición en España, explicando el problema religioso del siglo XVI que llevó a su implantación.

Entre Alcalá mágica y heterodoxa y Brujería en Alcalá existió un estudio intermedio escrito por el entonces doctorando Javier Fernández Ortea en 2016 y publicado en noviembre de ese año en el Libro de actas del XV encuentro de historiadores del Valle del Henares. Se llamaba aquel artículo "Hechicería y superstición en Alcalá de Henares desde el siglo XVII al XIX", título con el que guardará gran parecido el subtítulo del libro de Gonzalo en la primavera-verano de 2017. Javier Fernández se encontraba investigando sobre la Inquisición para su doctorado, según conversación personal con quien esto escribe en aquel encuentro de historiadores. No figura en su bibliografía el libro Alcalá mágica y heterodoxa, ni tengo constancia que usara, aunque sin duda existía ese precedente reciente sobre el tema desde 2011. Javier Fernández escribió un artículo muy centrado estrictamente en lo que históricamente se puede afirmar y desarrollaba una presentación de su estudio atendiendo a todos los parámetros que la Historia como ciencia pide al historiador que atienda. Entre los casos que presentó recogía seis casos que acabaron en la Inquisición como casos totales en Alcalá de Henares, mientras que Gonzalo en 2011 hablaba de cinco casos (página 158 de Alcalá mágica y heterodoxa). El tema fue vuelto a tratar por una de las hermanas Lara, María Lara, en otro encuentro de historiadores, el dedicado a Mujeres en Alcalá, un paseo por la Historia, cuyo libro de actas, publicado con idéntico nombre en la primavera de 2017. En esa ocasión era muy evidente que María Lara había tomado el estudio de Javier Fernández. No aportaba nada nuevo a los dos precedentes de ella, salvo la referencia a ellos y su propia exposición del asunto. Hay que decir que en 2013,  María Lara había publicado un estudio general llamado Brujas, magos e incrédulos en la España del Siglo de Oro. Microhistoria cultural de ciudades encantadas, donde se mencionaría Alcalá. Gonzalo sólo citó como existente acerca de los avances del tema desde 2011 en Brujería en Alcalá el estudio de María Lara, pero no el de Javier Fernández (página 38 de Brujería en Alcalá). En cierto modo pareciera que Brujería en Alcalá hubiera sido escrito como contestación a ese artículo de Fernández, reivindicando el autor un espacio que pudiera considerar propio por ser uno de los pioneros recientes del tema de brujería retomado en los estudios alcalaínos. No obstante, Gonzalo, doctor en Historia Moderna, pero sin licenciatura de Historia, pero sí de Administración y Dirección de Empresas, cuida mucho todo lo relacionado que aparece en la ciudad sobre estos asuntos, muy expuestamente al público él mismo realiza guías por los lugares que cita en sus libros y vende camiseta al respecto.

Sea como sea, todo avance en los estudios de la Historia es siempre bienvenido. No es algo nuevo ni negativo a lo largo de los tiempos que diversos autores hablando de un mismo tema se respondan unos a otros ampliando o tratando de comprobar lo acertado o desacertado de los resultados de unos y otros estudios. Todo ello es un ejercicio sano y necesario que hace avanzar el conocimiento. En este caso, Gonzalo llegó a ampliar los casos alcalaínos de brujería que cayeron en manos de la Inquisición a once, con lo que su estudio es el que recoge el más amplio rastreo de aquellos sucesos. Me hace preguntarme si aún pudiera aparecer algo más en los archivos que han consultado dado que de 2011 a 2017 se ha ampliado el abanico desde cinco casos de brujería en Alcalá al reconocimiento de al menos once entre los siglos XVI al XIX.

Brujería en Alcalá era una ampliación del capítulo al respecto en Alcalá mágica y heterodoxa. El libro estaba planteado más seriamente que el libro de 2011, si se valora desde la Historia como ciencia humana. Está más acertado en su redacción. Aunque sigue tratando el tema desde una óptica que parece unidireccional, faltando el contraste de una tesis ante una antítesis, por lo que en algunos parajes todavía pareciera que se da por bueno los hechos mágicos por los que fueron juzgadas y condenadas las personas que lo sufrieron. Así por ejemplo el texto nos cita el reconocimiento de una rea de haber mantenido relaciones sexuales con el Diablo en la cárcel de la Inquisición, no hay nada que parezca poner eso en contexto o explicarlo, por lo que da la sensación de que se reconoce la realidad de un hecho esotérico que muy probablemente era en realidad producto de las torturas, los maltratos, quién sabe si de violación carcelaria, etcétera.

Antes de entrar en cada caso registrado, Gonzalo explica el funcionamiento de la Inquisición en Alcalá de Henares, sus lugares, el desarrollo del proceso desde que una persona era acusada hasta que se cumplía el final de su proceso, explica los instrumentos que se usaban en las torturas, las nueve clases de acusación posible que se formulaban por lo general, y los distintos ritos, conjuros, curaciones, adivinaciones e instrumentos de brujería que han quedado registrados en los legajos donde se recogen los expedientes de estos juicios. Toda esta parte puede tener su utilidad general a modo de consulta para futuras investigaciones. Aunque precisamente, aunque es útil por esto mismo, le da al texto un carácter más de enunciación que de discurso narrativo.

Los casos expuestos están sustentados por los archivos del Estado, entre ellos en Archivo Histórico Nacional y nos deja muchos rastros de las posibilidades aún no pisadas de la Historia de Alcalá. una Historia, que, no me canso de escribirlo, necesita revisiones y una reescritura más ajustada a los hechos históricos, como estos, y no sólo a los hechos atractivos para el turismo. Historia y Turismo son dos licenciaturas universitarias diferentes, con objetivos diferentes.

Este libro de Gonzalo me parece más acertado que el de 2011, aunque tenga cuestiones ya citadas arriba.

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 3 de noviembre de 2018

Palabristas en la cuerda floja

Título: Palabristas en la cuerda floja.
Autor: Lolo Rovira.
Editorial: Círculo Rojo
Año de publicación: 2011 (1ª edición; prólogo de Susi Corrales "Suko").
Género: Poesía.
ISBN: 978-84-9991-471-8

Lolo Rovira es un escritor y poeta segoviano que tras muchos años vinculado al mundo de las letras decidió publicar su primera antología poética en 2011, Palabristas en la cuerda floja en la Editorial Círculo Rojo, como homenaje a su admirado hermano Alfonso fallecido en 2006. Fue su muerte la que le impulsó a hacerlo, ya que hasta ese momento escribía sin ánimo de publicar. De Alfonso, gran músico y acuarelista, solo conserva algunas pinturas y un par de grabaciones caseras. Según palabras del autor: “Este hecho me hizo pensar en la pervivencia del artista en el tiempo; un sentimiento que cuando nace se hace insidioso, y Palabristas en la cuerda floja ha matado, en parte, ese gusanillo que tanto me incomodaba y por supuesto, se la debo a mi hermano que siempre fue una de mis mayores inspiraciones”.

Tuve la gran fortuna de ser su prologuista. Y para conocer un poco mejor la obra y a su autor expongo aquí algunos de aquellos pensamientos:

“Hoy por hoy sigue sorprendiéndome cada día cuando me relata episodios de sus 'mil vidas' como yo cariñosamente le digo. Muchas empresas ha llevado a cabo: profesor de artes marciales, rescates subacuáticos, director comercial, auxiliar de detective, vigilante de seguridad… pero quizá la que más le ha marcado ha sido su etapa guerrillera en el ejército, donde aprendió disciplina, sacrificio, entrega, honestidad, compañerismo, y otros profundos valores que le acompañarán toda su vida.

Si interesante es el autor, no menos lo puede ser su obra. El artista deja algo de sí mismo en cada palabra, en cada verso, cuida y mima la rima, el ritmo y la composición. Ahora más que nunca comprendo por qué se habla de la poesía como una de las más complejas artes literarias.

Lolo Rovira se ha desnudado gustosamente ante todos nosotros, y lo más importante ante él mismo. Inspirada en los grandes clásicos, Palabristas en la cuerda floja, es una obra que se ha gestado a lo largo de toda una vida, la misma vida que le ha visto nacer, crecer, equivocarse, acertar, amar, sufrir, madurar, anhelar, soñar...; es una poesía cercana, amena, de temática actual y ritmo clásico”
.

Igualmente, tuve ocasión de entrevistarle para Interperiodismo Digital. En esta reseña reproduciré dos de las preguntas que le formulé:

-Considero que escribir poesía es como desnudar tu alma poco a poco en cada verso ¿alguna vez has sentido la sensación de estar exponiéndote en exceso?

“Bueno, tengo la suerte de ser demasiado vanidoso como para ocultar mis debilidades. En realidad, soy un exhibicionista redomado; creo que casi todos los que se dedican al arte lo son, o lo somos, en cierto modo. Pero no hay que confundir la vanidad artística con la soberbia o la futilidad de creerse algo más que lo que te devuelve el espejo por las mañanas al levantarte. Lo que tu viertes en tus obras son tus mejores sentimientos, porque sea bueno o malo lo que descubres, ser sincero es el mejor de los sentimientos posibles. Por cierto, no me hace ningún daño destaparme del todo y de todo, ese es el mérito de los grandes poetas, si alguien quiere utilizarlo para hacerme daño no es mi conciencia la que sufre…”

-Lolo, nos gustaría saber qué sensaciones provoca en ti escribir poesía, ¿cómo te sientes?

“Es un sentimiento de desahogo; es como la primera bocanada de aire fresco que entra en la garganta tras aguantar la respiración. Aunque yo daría la vuelta a la pregunta y cambiaría el planteamiento; yo diría que son las sensaciones las que me provocan escribir poesía. El sentimiento de soledad, el amor, la gratitud, el dolor de una pérdida, la rabia que causa la impotencia ante una injusticia, la solidaridad. Estos y otros sentimientos parecidos son los que hacen que la pluma se desangre sobre el papel”.


Desde aquí y aprovechando el impulso que me ha dado Canichu para reseñar Palabristas en la cuerda floja me dirijo a ti, Lolo Rovira, para animarte a publicar de nuevo. Tienes en el cajón dos novelas latiendo tinta y desesperanza por salir a la luz y otro poemario que tan solo necesita ser desempolvado.

Ahí lo dejo.

“Los versos no entienden de distancia, tiempo o fronteras, simplemente nacen con la esperanza de ser eternos” (Suko).

 Reseña escrita por Susi Corrales-Suko.
(Reseña originalmente publicada en Lolo Rovira y Susi Corrales "Suko".) 
***Lolo Rovira lleva muchos años vinculado por residencia a Alcalá de Henares.