Título: Santos Niños Justo y Pastor.
Autor: Anónimo.
Editorial: Domiduca Libreros
Año de publicación: 2006. (1ª edición de Domiduca, es fac-simil de una edición barcelonesa de 1931.)
ISBN: [Sin ISBN ni Depósito Legal.]
El librito llamado Santos Niños Justo y Pastor es también conocido como Una vida de los Santos Niños Justo y Pastor y como Representación de los Santos Niños Justo y Pastor. Realmente se publicó por primera vez en Barcelona en 1931, con autor anónimo y por encargo de la Iglesia catalana. Si figura entre los libros alcalaínos es por una motivación doble. Por un lado lo reeditó en 2006 en edición fac-símil la alcalaína Domiduca Libreros en una edición especial y limitada de mil ejemplares, en papel Torras ahuecado con motivo de ser el año jubileo de los Santos Niños. Por otro lado, los Santos Niños Justo y Pastor, nacidos en Tielmes (Madrid) , hijos de San Vidal y sobrinos de Santa Marta de Astorga, vivieron en Complutum, la actual Alcalá de Henares, en tiempos de la Antigua Roma, entre los años 295 y 304. Con el edicto de prohibición de la religión cristiana en el Imperio Romano, decretado por el emperador Diocleciano, varios vecinos de Complutum sufrieron la pena de muerte. Más o menos se sabe que ya habían sido ejecutadas quince personas antes que estos niños cuando los soldados romanos los arrestaron y les dieron martirio en la basílica romana de la que hoy día se conservan sus restos ruinosos en lo que queda de Complutum. Ellos no quisieron renunciar a su fe cristiana, por lo que sufrieron también la pena capital. Fueron decapitados. Sus restos se enterraron en el Campo Laudano (donde podría haber sido hoy día está la Plaza de los Santos Niños) y aquello se fue transmitiendo oralmente y posteriormente por escrito, transformando su martirio en uno de los más célebres a lo largo de la Edad Media. Tanto es así que el propio Obispo de Roma (el Papa) promovió una cruzada en el siglo XII sólo para la reconquista de Complutum por parte de los cristianos. Complutum, antigua Iplacea, que había sido con los musulmanes Al-Qalat en-Nahar, pasó a ser Burgo de Santiuste o Burgo de San Yuste, lo que es Burgo de San Justo, para posteriormente llamarse definitivamente Alcalá de Henares. Se erigió una iglesia en donde se creyó haber encontrado los restos de los santos niños y esta pasó a ser Iglesia Magistral, acogiendo en el siglo XV los estudios generales, preludio de la Universidad de Alcalá de Henares inaugurada en 1499 y cuyas primeras clases se dieron en esa misma iglesia, donde estarían, además, parte de las reliquias (de los restos mortales supuestos) de estos santos. Así pues, en resumen, los Santos Niños están en la génesis de los mitos fundacionaless históricos de la formación de la ciudad. Aunque el libro fue escrito en Barcelona en 1931, su reedición alcalaína de 2006 en pleno año jubilar de estos santos por parte de una editorial complutense, hace de este libro un libro muy alcalaíno.
La edición no es del todo fac-símil, ya que las cubiertas están en un cartón duro muy moderno y unas coloraciones actualizadas, si bien el interior del libro, de pequeño volumen, reproduce bien la edición de 1931, con tintas verdes, letras góticas de imprenta e ilustraciones pedagógicas de la vida de Justo y Pastor que recuerdan los trazos claros y limpios de algunos cómics españoles de aquellos años 1930, pero también a las ilustraciones de los libros escolares del momento. Un libro muy dado para la educación de los niños en los valores cristianos de sacrificio y fe, así como para la de los adultos que en 1931 eran mayoritariamente analfabetos o semianalfabetos. En este caso la edición de 2006 tiene otras intenciones menos catequistas, busca más bien una intencionalidad de coleccionismo, conmemoración y aporte cultural a lo que fue uno de los eventos culturales de Alcalá de Henares en el comienzo del siglo XXI, tan dado a numerosos centenarios culturales resonados y celebrados como parte de la historia de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad. Claramente el cuidado mimo de los materiales elegidos para su reproducción, así como la edición limitada en ejemplares, persigue ese fin.
La historia, contada de una manera entre lo pedagógico y lo novelado, sigue el relato hagiográfico teatralizado que hizo Francisco de las Cuevas en el siglo XVI (también conocido como Francisco de la Cueva) y la cual fue representada por primera vez el 7 y el 14 de marzo de 1568 precisamente en Alcalá de Henares, una Alcalá por aquel momento renacentista, universitaria y epicentro cultural de España, por ende, del Imperio, junto a Salamanca. Esto hace que el librito tenga aún más raíces enraizadas en los alcalaíno. La obra de Francisco de las Cuevas fue recuperada en 1908, previo otro acercamiento teatral a esta hagiografía en 1901. Por cierto que Francisco de la Cueva, nacido en Medina del Campo y muerto en Madrid, fue un dramaturgo coetáneo del alcalaíno Miguel de Cervantes, el cual le alabó a él y a su obra en general, aunque otro autor que tuvo su peso en Alcalá de Henares, Francisco de Quevedo, le dedicó un poema en el que se burlaba de él en un panegírico funerario cuando el Conde Duque de Olivares se enemistó con De la Cueva, le describe así: "(...) este, en traje de túmulo, museo (...)". Lamentablemente no se conservan casi ninguna de las obras originales de De las Cuevas, o al menos que se sepa con certeza que son sin duda suyas. Se sabe títulos que escribió, tramas, poca cosa más. Pero en 1901 se intentó volver a escribir la vida de Justo y Pastor, por lo que se le tomó por referencia, a pesar de que no fue hasta 1908, como he dicho, que se recuperó esta obra.
Como sea, la obra que nos atañe sigue los pasos de aquella obra de teatro, pero no es esa obra del siglo XVI. El autor anónimo novelizó la vida de los Santos Niños con fines pedagógicos y catequistas. Y esto es lo que da este libro que si bien usa del lenguaje y las formas propias de la Iglesia católica de 1931, aún podría servir como cuento moralizante para los niños cuyos padres desean instruir en la vida de santos o en los sentidos moralizadores y éticos del sentido del deber y hacer lo que se cree justo a pesar de las consecuencias contrarias a quien ejerza su libertad de cumplir con lo que se considera un deber. No obstante pensemos además que el librito fue editado por primera vez en 1931, año del advenimiento de la Segunda República, cuyo carácter laico hizo sentir y creer a muchos católicos que estaban siendo perseguidos o atacados por su fe al no llegar a comprender lo que significaba el sentido de democracia y libertades para todos. El choque entre católicos y laicos en 1931 es innegable en España, y quizá este libro que trata de enseñar la firmeza de Justo y Pastor en su fe iba por ese camino. Pero, insisto, en 2006, el sentido de su reedición, es muy diferente: es cultural y coleccionista.
Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".
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