domingo, 22 de noviembre de 2020

La Sociedad de Condueños. Historia de la defensa de los edificios que fueron Universidad

Título: La Sociedad de Condueños. Historia de la defensa de los edificios que fueron Universidad.
Autor: Francisco Javier García Gutiérrez.
Editor: Ayuntamiento de Alcalá de Henares; Coordina: Institución de Estudios Complutenses (IEECC).
Año de publicación: 1986 (1ª edición; prólogo de Ramón Gaviña; nota inicial de Félix Lope Huerta).
Colección: Biblioteca de Temas Complutenses.
Nº de volumen en la colección: 3.
Género: Historia; Arte.
ISBN: 978-84-505451-1-0

Ya habíamos hablado varias veces de la figura de Francisco Javier García Gutiérrez en Alcalá de Henares en varias notas anteriores muy variadas, especialmente cuando hemos tratado al cronista local Vicente Sánchez Moltó, al político e historiador Arsenio Lope Huerta, a la historiadora y familiar suya Pilar Lledó, o a la Institución de Estudios Complutenses, más específicamente hablamos muy de él en concreto por su libro de 2000 llamado La Sociedad de Condueños. Historia de los complutenses que salvaron una Universidad. Hoy vamos a volver sobre su figura en torno a otro libro que está relacionado con aquel de 2000, pero que es muy anterior. Se trataría de La Sociedad de Condueños. Historia de la defensa de los edificios que fueron Universidad, publicado en 1986 por el ayuntamiento de Alcalá de Henares y coordinado por la Institución de Estudios Complutenses, la cual fundó iniciáticamente él y de la que es presidente vitalicio a título póstumo. Contó con un prólogo de Ramón Gaviña y una nota introductoria de Félix Lope Huerta, familiar del que era alcalde del momento por el PSOE, Arsenio Lope Huerta, historiador y otro de los impulsores de la institución antes mencionada. Era el número 3 de la colección Biblioteca de Temas Complutenses. Contaba con una cubierta en un color marrón acartonado con una reproducción de un grabado antiguo con la fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso, más conocido como Universidad Cisneriana o como rectorado de la Universidad de Alcalá de Henares.

García Gutiérrez nació en Beratón (Soria) en abril de 1928. Siendo niño se trasladó a Samboal (Segovia) y realizó sus estudios de secundaria y bachillerato en Guadalajara, instalándose definitivamente en Alcalá de Henares. Comenzó a ejercer de profesor de Historia en esta ciudad, donde comenzó fundando el Colegio San Ignacio de Loyola, actual Seminario Diocesano. Se licenció en Historia en la Universidad Central de Madrid (actual Universidad Complutense) y se casó en 1957. Tras esto refundó el colegio San Ignacio de Loyola transformándolo en el Santo Tomás de Aquino, y en el cual terminó toda su vida laboral, de aquí en adelante siempre será profesor de ese colegio alcalaíno hasta su jubilación, pero al conseguir las oposiciones de profesor también ejerció en la Escuela de Maestría Industrial de Alcalá de Henares, que hoy día es el instituto de educación secundaria Alonso de Avellaneda. Fue su director entre 1976 y 1983. Desde 1973 también participó de la fundación de la Escuela de Magisterio Cardenal Cisneros de los Hermanos Maristas, hoy Centro Universitario Cardenal Cisneros, de la cual fue profesor emérito hasta el año 2001.
 
Pero más allá de todo ello, en 1960 comenzó a ocupar cargos políticos en el ayuntamiento de Alcalá de Henares. Hasta 1973 pasó a ser concejal de cultura, deportes y de turismo, incluyendo la posesión del cargo de teniente alcalde. Durante sus años políticos se fundaron los colegios Historiador Portilla, Antonio de Nebrija, Reyes Católicos, Doctora de Alcalá y Dulcinea, se creó la Ciudad Deportiva el Val, o polideportivo el Val, que fue la primera infraestructura alcalaína de este tipo, también comenzó a andar el Festival de Cine de Alcalá de Henares (Alcine) desde 1970 y se empezaron a dar los Premios Ciudad de Alcalá. Así mismo, desde julio de 1965 fue él quien comenzó toda la actividad y políticas de reclamación de regreso de la Universidad de Alcalá a la ciudad, cosa que se logró en 1976-1977, para lo cual fue también él quien consiguió que en 1968 se cediera los terrenos del antiguo aeródromo militar para la construcción de una nueva Universidad.
 
Fue jefe de redacción del periódico Nueva Alcalá que se editó entre 1958 y 1967. Después colaboró con artículos con el semanario Puerta de Madrid. En 1982 fundó la Institución de Estudios Complutenses con la idea de revitalizar e impulsar las investigaciones y conocimientos históricos de Alcalá de Henares y de su entorno, así como ayudar a los nuevos historiadores, independientemente de sus ideas políticas y sociales, y dentro de un total espíritu de la Transición y la tolerancia democrática. Fue su presidente entre 1994 y 2009. Fue el cronista oficial de la ciudad desde 1998 y mantuvo el cargo hasta su muerte en 2014, si bien en los últimos años compartió el cargo con Sánchez Moltó, al que él mismo patrocinó. Vivía en la calle Postigo, cerca de la Plaza de Santa Ana, al lado del veterano bar Panacea, donde aún se le recuerda vivamente. 

Aparte de los dos libros que ya hemos mencionado, también son íntegramente suyos Historia de Meco (1989, revisado y ampliado en 2002), La mano de Goya: dos complutenses en una cúpula de El Pilar (1997) y La biblioteca de los Huerta Calopa: recuerdo y testimonio (2006), a los que hay que sumar numerosos capítulos de colaboración en obras comunes y numerosos artículos tanto en prensa diaria como en prensa especializada. 

El libro que hoy usamos para hablar de su figura repasa la Historia de la Sociedad de Condueños fundada en 1851 para comprar y salvar los edificios universitarios de Alcalá de Henares tras sufrir estos su deterioro y expolio a raíz del traslado a Madrid y la desamortización de la Universidad en 1836. En el momento en el que García Gutiérrez escribió este libro sobre la defensa de sus edificios, el ayuntamiento y la Universidad habían logrado recuperar la mayor parte de los edificios que fueron universitarios entre los siglos XVI y XVIII y que en ese momento de la década de 1980 estaban en ruinas o en manos de la Iglesia o el Ejército con serios deterioros. La nueva Universidad de Alcalá de Henares iba creciendo y tenía por seña de identidad la recuperación material de un pasado histórico que si bien sería institucionalmente de la Universidad Complutense, en la práctica material se asocia a la nueva Universidad alcalaína. El autor sentía una gran ligazón vital a este logro y para 1986 sentía cumplido y realizado todo un objetivo que se había marcado a sí mismo desde 1965 por amor a la ciudad y su Historia. Quizá por ello se vio motivado a escribir esta historia donde probablemente veía una unión total y paralela entre la defensa que hizo en el siglo XIX la Sociedad de Condueños y la que él inició en el siglo XX. El libro hoy día es un libro de referencia, si bien está sobrepasado por investigaciones más actuales. Sigue marcando el ritmo de los estudios sobre la ciudad en el siglo XIX en cuanto a lo que la movilización que hubo en torno a un sentimiento de patria chica para recuperar y mantener los edificios del pasado considerado más glorioso de la urbe hasta esa fecha.

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

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