miércoles, 10 de julio de 2019

Obras poéticas póstumas que a diversos asuntos escribió el maestro don Manuel de León Marchante

Título: Obras poéticas póstumas que a diversos asuntos escribió el maestro don Manuel de León Marchante.
Autor: Manuel de León Marchante.
Editor: Fernando Monje.
Impresor: Gabriel del Barrio. 
Año de publicación primer volumen: 1722 (1ª edición). 
Año de publicación segundo volumen: 1733 (1ª edición). 
Año de publicación tercer volumen: [no determinado] (1ª edición).
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Título: Manuel de León Marchante. Obras complutenses. Edición, estudio y notas.
Autor: Manuel de León Marchante / Vicente Sánchez Moltó.
Editorial: Institución de Estudios Complutenses.
Año de publicación: 2016 (1ª edición)
Género: Poesía, Villancicos, Canciones, Teatro.
ISBN:  978-84-88293350
 
Uno de los autores consagrados en la Literatura española de los que tienen su origen en Alcalá de Henares y que ha caído muy en el olvido a lo largo del tiempo es Manuel de León Marchante. En buena parte lo forzó él mismo. Aún con todo, el actual cronista oficial de Alcalá, M. Vicente Sánchez Moltó, le ha tratado de recuperar no hace mucho tiempo. 

Comencemos hablando de Manuel de León Marchante. Es lo que se podría llamar un hijo del Valle del Henares, pues nació en Pastrana en 1631, aunque vivió en Alcalá de Henares casi toda su vida. Estudió Artes en la Universidad de Alcalá en 1653. Dedicó su vida a la religión católica, a la vez que iba escribiendo poesías y obras de teatro, así como canciones religiosas. Se hizo capellán del Colegio de los Manriques, en la Universidad de Alcalá y después aumentó su categoría a la de racionero de la Iglesia Magistral de los Santos Niños Justo y Pastor, hoy día: catedral. Pasó a ser comisario de la Inquisición en Toledo, donde la actividad de esta institución era elevada en pleno Barroco. Allí se enamoró de su prima Margarita, que era monja. Con ella mantuvo correspondencia amorosa como mínimo de forma conocida entre 1667 y 1677. Precisamente en 1677 se ordenó sacerdote. Moriría en octubre de 1680 con 49 años, pero a causa de las confesiones que le hizo a su confesor religioso en sus últimos meses para poder alcanzar el perdón divino que garantiza el catolicismo con el acto de confesar, y siendo este confesor el que le asistió en sus últimos momentos, se quemaron prácticamente todas sus obras. Si bien la idea era quemar todo lo que escribió, una parte se salvó probablemente porque no se la localizó. 

Con esta biografía este autor del Siglo de Oro español en su etapa del Barroco ha pasado casi desapercibido. La desaparición de su obra a tiempo póstumo evitó en mucho su difusión y conocimiento. A pesar de que Calderón de la Barca, por ejemplo, era admirador de su obra Relación de los toros de Meco. O que estaba encuadrado dentro del grupo de los conceptistas, que eran los escritores partidarios de las formas literarias que proponía Francisco de Quevedo, en contraposición y pelea con los culteranistas encabezados por Góngora. Sólo con la mención de Calderón de la Barca y de Quevedo en relación a su obra, se entiende que formaba parte de un grupo de escritores que se habían conocido y tenido relación en Alcalá de Henares a través de su Universidad, su corral de comedias y su vida urbana. Sumémosle otro sacerdote alcalaíno que escribió, Diego Calleja, con el que se supone que escribió a medias algunas comedias de teatro.

Como fuese, un librero admirador de su obra cuarenta años después de su muerte reunió todo lo que encontró y publicó en 1722 el primer volumen de sus obras completas, llamado Obras poéticas póstumas que a diversos asuntos escribió el maestro don Manuel de León Marchante. El librero editor se llamaba Fernando Monje, y pagó la edición al impresor Gabriel del Barrio. Aquel primer volumen contenía una biografía de Manuel de León Marchante. El segundo volumen sería publicado en 1733, once años más tarde, y contiene casi todo el grueso de la obra completa. Y aún habría un tercer volumen, el cual es muy complejo y difícil de localizar y dar por segura su existencia a día de hoy.

Entre las obras que se han conservado hay fundamentalmente entremeses de teatro de tipo cómico y tragicómico, poesías, algunas amorosas, canciones populares, canciones religiosas, villancicos, etcétera. Están de las conservadas la mencionada Relación de los toros de Meco, Las dos estrellas de Francia, Los dos mejores hermanos, san Justo y san Pastor, La Virgen de la Salceda, Cada cual con su cada cual, No hay amar como fingir, El abad del campillo, El alcalde de Mairena, El astrólogo y los sacristanes, Los espejos, La estafeta, El gato y la montera, Los pajes golosos, Paseo al río de noche, Pericón, Las pullas equivocadas, El refugio de los poetas, El rey de los tiburones, La sombra y el sacristán, Tres mantas y la visita de los presos y Gargolla.

Sea como sea, aunque las obras completas mencionadas se han reeditado en muy contadas ocasiones en el siglo XX, especial y curiosamente en Estados Unidas de América se le ha llegado a prestar atención, en 2016 fue editada una revisión de esta, con un estudio historiográfico y notas, en lo referente a las obras complutenses. Lo hizo el cronista de Alcalá de Henares M. Vicente Sánchez Moltó, que ya fue presentado y referenciado brevemente en estas notas de cíclopes por su colaboración en el libro Leyendas y refranes complutenses. Añado a lo que se dijo en aquel lugar la fecha de su nacimiento, en 1958. Su libro recuperando a León Marchante se llamó Manuel de León Marchante. Obras complutenses. Edición, estudio y notas. Lo editó la Institución de Estudios Complutenses, que en buena parte fue fundador el anterior cronista de Alcalá, García Gutiérrez. Esta institución reune a historiadores y aficionados a la Historia (en todas sus vertientes) para el fomento y la investigación histórica de Alcalá e Henares y del Valle del Henares. No obstante destaca los Encuentros de Historiadores del Valle del Henares que realizan con carácter bianual, o las actas y revistas de carácter histórico que realizan, como los Annales Complutenses, así como libros y en ocasiones otro tipo de artículos. En este caso el libro tenía una presentación de coleccionista, con una apariencia de tapa de cuero antiguo con tapas atadas con cordeles, aunque el libro realmente respondía a una edición un poco más sujeta a los criterios editoriales del siglo XXI. En el caso de este libro, Sánchez Moltó presenta la obra de León Marchante colocándola en su contexto histórico y dando referencias de la vida del autor y de la relación entre él y su obra con Alcalá.

Aparte de ser conceptista, está considerado Ultrabarroco, esto es: el estilo del Barroco que fue llevado por algunos autores hasta sus últimas consecuencias extremando al máximo todos sus recursos y todo su sentido. Lo enrevesado lo oculto, lo oscuro, los significados múltiples, las líneas múltiples a la vez en los ritmos, etcétera, está en su obra. Además, tenía afinidad por usar un humor chabacano y hasta cierto punto escatológico y simplón. Este miembro de la Inquisición, enamorado de su prima, no tenía reparo a la hora de escribir él. Quizá por ello en sus últimas horas se decidió la quema de sus obras, por miedo a lo que se pudo creer pecado a la hora e escribir o de dar ejemplo de pecado o lugar al pecado con su lectura.

En todo caso, en su haber de creaciones también se sabe que creó no sólo canciones de tono amoroso, como las seguirillas, o religioso, como los villancicos, sino que parte de estas canciones fueron creadas específicamente para algunos servicios religiosos y para algunas festividades religiosas propias de Alcalá de Henares, en concreto de la Iglesia Magistral. 

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

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