domingo, 3 de octubre de 2021

Un ensayo y un poema

Título: Un ensayo y un poema.
Autor/es: Anónimo [No constan nombres, solo el de quien diseñó la portada: Tomás Andrés]
Editor: Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
Impresor: TPA.
Año de publicación: 1967 (1ª edición).
Género: Poesía; Ensayo.
Depósito Legal: M.2035-1967

 

Una de las publicaciones que se han transformado en rarezas a la vez que en testimonio del intento de Alcalá de Henares por recuperar y volver a renacer su cultura y sus inquietudes culturales tras la guerra civil la fomentó el propio ayuntamiento franquista de la época gobernado por el alcalde Félix Huerta y Álvarez de Lara, que llevaba gobernando desde 1957. Se trata de un pequeño libreto, a modo casi de cuadernillo, que se llamó Un ensayo y un poema, describiendo con el título exacta y literalmente el contenido. Se publicó a través de los servicios de la imprenta TPA en 1967. Esta imprenta era en realidad los Talleres Penitenciarios de Alcalá. Un año antes, en 1966, Alcalá de Henares había inaugurado la Universidad Laboral de Alcalá, la cual atrajo población y ayudó a revitalizar el panorama cultural. Un año después, 1968, la centro de la ciudad sería nombrado Conjunto Histórico Artístico, recibiendo así un impulso turístico y un reconocimiento gubernamental de la Historia y la Cultura y Arte de Alcalá. En medio, el edificio principal de la antigua Universidad de Alcalá era la Escuela Nacional de Administración Pública, donde se formaban los funcionarios para el servicio al Estado. En ese contexto de revitalización cultural de la ciudad, el ayuntamiento tomaba iniciativas junto a algunos ciudadanos que contribuían desde la literatura y las artes plásticas. Llegaban a la ciudad emigrantes de otros lugares de España atraídos también por la nueva industria y la cercanía a la capital. La ciudad crecía.

El presente libreto de 1967 era consecuencia del segundo certamen poético literario convocado por el ayuntamiento, tal como indicaba la portada. Por lo que debió haber al menos otro concurso en 1966 y probablemente hubo una continuidad que iría encaminada hasta todo ese otro resurgir más potente que se daría en la década siguiente. La obra contaba con un ensayo sobre la vida de Cervantes y el personaje del Quijote, a la vez que le seguía la reflexión personal del autor que lo escribió. Posteriormente había un poema también unido a ese intento de ensalzar el pasado alcalaíno. Muy en línea con todos aquellos escritos que la dictadura de Franco gustaba de premiar si hablaban de las épocas del Imperio español y la gloria de sus gestas y sus Letras en un orden universal que destacara a España en el mundo. No quiere decir que el ensayo y el poema no tuvieran valor fuera de esa dinámica, lo tenían. Lo que quiere decir es que este libreto es un testimonio tanto de la revitalización de Alcalá que se buscaba en lo cultural tras tanto perdido tras la guerra, como un testimonio del tipo de obras que se fomentaban o premiaban. 

Lamentablemente quien maquetó e editó el libreto debió dar por sabido quién o quiénes eran los autores ganadores de aquellos textos, no escribió su nombre y para alguien del siglo XXI que se encuentra con esta obra, como es quien esto escribe, se nos pierde el dato. Recuperarlo requeriría de una labor de investigación extra y más orientada a una nueva obra que al fin hable de la Historia de Alcalá de Henares en todo el siglo XX, sin huir de ninguna de sus décadas. El único nombre que se registró fue el de la persona que dibujó y diseñó la cubierta, Tomás Andrés, que la firmó el 23 de abril de 1967. Con un Cervantes lector diseñado esquemáticamente, muy al gusto de aquella década, se nos abre a unas letras estilizadas anunciando título y origen del concurso del mismo. Destaquemos que los colores elegidos eran rojo y negro, colores propios de la bandera de Falange, el partido político de origen fascista que apoyó a Franco y que a lo largo de la dictadura recibió innumerables veces puestos desde los cuales controlaban los valores que debían prevalecer en la sociedad y política franquista, así como puestos desde los que controlar innumerables cuestiones culturales y de control de lo cultural.

No se confunda el lector pensando que el ensayo y el poema son proselitismo de la ideología franquista, es simplemente que en aquella época había que pasar por un tamiz o no ir a ningún sitio. Por pasar, a menudo pasaban muchos contrarios al franquismo burlando controles y censuras haciendo creaciones que decían cosas que parecían no decir y sin embargo decían. Bien es cierto que los códigos usados por los autores a veces solo los entendían los autores. Pero nos mentiríamos si creyéramos que todos los autores de España eran contrarios al franquismo y sus ideologías. En este caso, simplemente, se convocó un concurso literario compuesto de ensayo y de poesía y el autor o autores que ganaron optaron por algo formal dentro de una temática que en Alcalá de Henares iba a ser muy bien recibida, sobre todo cuando se estaba intentando poner en valor ese pasado alcalaíno como una de sus glorias, haciendo de Cervantes una personalidad universal nacida en lo local. Acertada o no la visión, era legítima la reflexión. El premio venía a cuento, pues si atendemos el dato de que en 1968 se concedió a la ciudad el título de Conjunto Histórico Artístico tenemos que el propio ayuntamiento estaba en plena campaña de promoción de toda la Historia y personajes que pudiera de la ciudad para lograr tal nombramiento y todo lo que eso podía dar a la ciudad en plena época del desarrollo y del turismo como incipientes industrias de éxito en España, de la mano del Ministro de Información y Turismo Manuel Fraga Iribarne.

Este ensayo se hace necesario en una biblioteca que quiera reunir a autores alcalaínos, como testimonio. Es parte inicial de todo lo que vendría después y que hoy día, en el siglo XXI está tan vivo. Es un testimonio de cómo Alcalá de Henares trataba de recuperar una vida cultural entre sus ciudadanos.

 

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".  

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