lunes, 27 de junio de 2022

Las rayas de mi mano

Título: Las rayas de mi mano 
Autor: Manuel Vegas (poesía); David Vegas y José Herreros (ilustraciones).
Editorial: Domiduca Editores.
Año de publicación: 2019 (1ª edición; prólogo de Francisco Peña).
Género: Poesía; Ilustración.
ISBN: 978-84-94687-8-1

 

 

Domiduca Editores lleva tiempo recuperando obras de algunos poetas actuales de Alcalá de Henares que han sido populares y parte de la cultura alcalaína. Entre esos poetas estaba Manuel Vegas, quien murió sobre 2018. Nacido en Madrid en 1928 ya dijimos de él que fue periodista, poeta y guionista de cine. También dijimos de él en estas notas que comenzó a escribir joven, siendo publicado su primer libro en 1953. Este alcalaíno formó parte de ese grupo de poetas y escritores que tuvieron cierto nombre y actividad en las décadas de 1960 y 1970. Afincados en Alcalá, sus escritos fueron mucho más lejos que esta ciudad, aunque siempre desde un segundo plano de entre los poetas de renombre en España. Tenían gran actividad cultural dentro de esta ciudad. Así por ejemplo, Vegas, activo hasta el último de sus días, dio diversos recitales a lo largo de su vida. Tras morir su hijo y amigos quisieron homenajearle pasado un tiempo prudencial y en ese homenaje implicaron el proyecto de publicar un libro póstumo que recopilara poemas inéditos, los cuales eran abundantes, pues se quedaron sin publicar en torno a trescientos poemas manuscritos suyos. El proyecto comenzó su andadura seleccionando una serie de poemas y trascribiéndoles, así como acompañándolos de ilustraciones que realizaron su hijo David Vegas y su amigo José Herreros. En la tarea de selección de poemas se contó con su también amigo y poeta alcalaíno Francisco Peña, con quien escribió y publicó el libro Los sonetos del Quijote en 2008. En lo editorial se contó con Marcos y Asela, libreros y editores de Domiduca. El libro salió a la luz en 2019 con el nombre de Las rayas de mi mano, recogiendo el título de uno de los poemas. La portada era un retrato que realizó David Vegas de su padre escribiendo sentado junto a la ventana. La edición corrió a cargo de Francisco Peña, quien también la prologó con gran conocimiento y cariño de y a Manuel Vegas. 

La obra contenía treinta y cinco poemas distribuidos en seis partes temáticas, de los cuales solo uno no era inédito: "Mi caballo de cartón", del poemario de Manuel Vegas Mi cuarto de jugar (1953), el cual era el poema que ineludiblemente recitó en todos sus recitales como marca de la casa y que en este libro aparece cerrando el libro. 

En la primera parte, "Desde el verbo al silencio", se recogen poemas de carácter existencialista y cierto religiosidad sobre la relación entre la persona y Dios en torno a la idea de la vida y la muerte. Tiene metáforas como hilos conductores perfectamente construidas y coherentes dentro de la lógica de cada poema. Maneja sutiles referencias para los lectores más atentos. Son poemas largos, a veces de verso libre, que denotan el carácter de un poeta muy conocedor de su propio estilo y ya muy versado en hacer poemas.

La segunda parte, "Del tren", toma por metáfora que guía esos poemas el viaje en tren y lo transforma una vez más en un asunto existencialista sobre la vida y la muerte y el sentido de ese viaje. También aquí habrá alguna referencia religiosa, aunque lo que más pesa es sin duda una reflexión sobre el sentido de la vida, pero también de la relación del que muere con los que deja atrás. Aparecen aquí soleares y sonetos, agarrándose así a una métrica más clásica. Es quizá una de las parte del libro más perfectas.

La tercera parte, "Mujeres de la Biblia", es la más clara y expresamente dedicada a poemas con un corte religioso cristiano. Todos estos poemas, de gran dimensión, tienen por centro a diferentes mujeres protagonistas en el Antiguo y el Nuevo Testamento. Trata sus figuras desde una posición de heroínas. Prácticamente son loas, con lo que en parte tiene cierto carácter feminista, pues también es cierto que en la poesía religiosa no es habitual encontrar obras dedicadas exclusivamente a la figura de sus mujeres, no solo de la Virgen. Es por ello esta parte explícitamente religiosa, una parte que paradójicamente tiene de fondo una temática feminista y social, a la contra de lo que ocurre con las otras partes.

La cuarta parte, "Toros", eran poemas que pertenecían a una de su obras dedicadas a poemas que giraban temáticamente a los toros y la tauromaquía, solo que estos quedaron inéditos a diferencia de los que sí se publicaron en su momento. Una vez más en realidad no trata tanto de la tauromaquia como del existencialismo, la vida y la muerte. Aparecen aquí alusiones a la religión clásica griega, e incluso a una deidad de los toros que él imagina. Hay en el fondo también algo de reflexión religiosa, aunque fundamentalmente aquí se plantea el existencialismo desde un punto de vista de los padecimientos en la vida. Contiene uno de los poemas más perfeccionados, "Espera", donde el protagonista total es el toro que está siendo toreado y recuerda el toro tiempo mejores cuando estaba en el campo. Un poema precioso que, además, bien podría servir a quienes defienden a los animales y se posicionan contra la tauromaquia, por más que probablemente los que le gustan la tauromaquia también podrían aplaudirlo. En todo caso, es el existencialismo, la vida y la muerte de lo que aquí se trata. Es uno de los poemas que más conmueven y remueven por dentro, te hace empatizar con el sufrimiento del toro al humanizárnoslo con su pensamiento.

La quinta parte, "Villancicos", evidentemente hace referencia a este tipo musical para las Navidades, por tanto de nuevo en referencia al cristianismo. Tiene un carácter folclórico y se nota que se podrían cantar, y evidentemente sale el niño Dios, Jesús, pero igual que en la parte de las mujeres de la Biblia, salvo el primer villancico, dedicado al aniversario de El Quijote, estos villancicos centran su atención en problemas políticos y sociales en Oriente Próximo y África, a través de una comprensión y solidaridad con las personas que allí viven guerras y otros problemas sociales de estas primera décadas del siglo XXI. Es la parte más social.

En la sexta parte final, "Últimos poemas", salvo el último poema ya mencionado, donde el autor rememora tiempos de felicidad de cuando era niño y a los que ya no podrá volver porque se avanza con la edad hacia la muerte, es una parte dedicada precisamente al paso del tiempo y al pasar de la vida. Vuelve a hacerlo metafóricamente y vuelve a aparecer referencias cristianas, como por ejemplo al Génesis.

 Es un poemario que demuestra la gran valía y conocimiento de componer de un autor que sabía qué objetivo quería al escribir y no se desviaba de su estilo propio y de sus recursos. Demuestra su gran depuración de la técnica y ponía en valor el carácter temático de sus poemarios para usarlo de guía metafórica. Un libro a tener en cuenta de entre los poetas alcalaínos. Hay en esta compilación una gran carga existencialista en torno a la cuestión de la vida y la muerte y el avanzar hacia esa muerte de manera irremediable. Se trata el tema con delicadeza y de forma tan directa como indirecta.


¿De dónde sales tú; de dónde sales?
Te asomas desde el fondo del espejo
eres un amasijo de pellejo
y células cansadas y mortales...
¿De dónde sales tú? ¿De los cristales?
¿Del fondo del abismo? ¿Del futuro?
Apareces quizá por el conjuro
de alguna bruja quizá en pócimas preñada.
(...)


 Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

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