martes, 22 de noviembre de 2022

El resplandor de la luna llena, acerca de la dinastía nazarí

Títulos: Gestas de los hombres ilustres, acerca de los reyes del Islam que fueron proclamados antes de alcanzar la mayoría de edad, también otros: La información completa acerca de la Historia de Granada y Resplandor de la luna llena, acerca de la dinastía nazarí.
Autor: Ibn al-Jatib.
Editor: Ibn al-Jatib.
Año de publicación: Mediado y segunda mitad del siglo XIV (1ª ediciones en Reino Nazarí de Granada).
Género: Crónica; Historia.
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Título: Historia de los reyes de la Alhambra (Al-Lamha al-badriyya fi l-dawlat al-nasriyya, cuya traducción es: Resplandor de la luna llena, acerca de la dinastía nazarí).
Autor: Ibn al-Jatib.
Editor: Universidad de Granada (Editoial Universidad de Granada -EUG-).
Año de publicación: 2011 (1ª edición)
Género: Crónica; Historia.
ISBN:  9788433851864

 

El historiador musulmán de al-Andalus que nos aporta el siguiente nombre diferente al primero que tuvo Alcalá de Henares durante la existencia de al-Andalus, el cual primer nombre era Al-Qul'aya, fue el cronista Abu ‘Abd Allah Muhammad al-Salmani Lisan al-Din, más conocido como Ibn al-Jatib, quien nació el 15 de noviembre de 1313 en Loja, en el Reino Nazarí de Granada, y el cual moriría en la capital del reino, en Granada, en 1374. Por tanto su obra es contemporánea del mismo siglo en el que Ibn Idari había publicado en 1312, un año antes del nacimiento de este otro Ibn al-Jatib, su obra ya comentada Al-Bayan al-Mughrib, en el Sultanato Benimerín, hoy día el actual Marruecos. En este caso particularmente me resulta difícil localizar la obra exacta en la que nombró a Alcalá de Henares, ya que Ibn al-Jatib escribió numerosas obras de Historia, a la par que poesía, obras de medicina, filosofía, política, traducciones, sociología, etcétera. Por una cuestión de sus fechas de vida, las publicaciones se debieron producir entre mediado el siglo XIV y el tercer cuarto de ese mismo siglo. Tres de sus obras de Historia más conocidas son Gestas de los hombres ilustres, acerca de los reyes del Islam que fueron proclamados antes de alcanzar la mayoría de edad, luego La información completa acerca de la Historia de Granada y también Resplandor de la luna llena, acerca de la dinastía nazarí, precisamente este último es el que actualmente está comercializándose gracias a una edición de la Universidad de Granada en 2011, en donde le cambiaron el título a Historia de los reyes de la Alhambra. En todo caso, Resplandor de la luna llena, acerca de la dinastía nazarí es en su idioma árabe de al-Ándalus original Al-Lamha al-badriyya fi l-dawlat al-nasriyya.
 

Ibn al-Jatib no solo fue un intelectual a pleno rendimiento que prácticamente no paró de escribir toda su vida tocando todo tipo de conocimientos y artes, anticipándose desde el Islam el espíritu renacentista que adquirirían los cristianos hacia finales del siglo siguiente, el XV. Fue también un alto funcionario de la administración nazarí y político de primer orden en el gobierno del Reino Nazarí de Granada. Sus abuelos y padres eran descendientes de una antigua familia de origen visigodo y que al convertirse al Islam fueron llamados los Banu Wazir. Con el paso del tiempo habían crecido en poder político y administrativo. Sus relaciones familiares hizo que su sobrenombre cambiara a Banu Jatib, traducido: "Descendientes del Predicador", o sea: de Mahoma. Habían ejercido altos cargos de secretarios de Estado, militares y preceptores de hijos de reyes en el Reino Nazarí. Con ello se habían garantizado una fortuna elevada y una posición política muy bien ubicada. Había nacido durante el reinado de Nasr, el cual monarca moriría al año siguiente, en 1314, comenzó entonces su reinado Ismail I, razón por la cual, en los años de infancia de Ibn al-Jatib su padre trasladó a toda su familia de Loja a Granada para ejercer sus cargos de Secretario de Estado. A causa de estas relaciones, la educación de Ibn al-Jatib corrieron a cargo de los más destacados intelectuales del momento, vinculados a la vida palaciega, Ibn al-Yayyab, Ibn Marzuq y Abu l-Barakat. De ellos, quien tuvo más influencia en su vida sería Ibn al-Yayyab, que era el Canciller Mayor del Reino (Secretario y Archivero del Rey) y visir (una especie de Primer Ministro). En 1325 Ismail I fue asesinado, subió al trono su heredero Muhamed IV, que mantuvo en sus cargos a Ibn al-Yayyab. Fue durante este reinado que Ibn al-Yayyab decidió que su alumno Ibn al-Jatib hiciera un primer acto público con 18 años de edad, le puso a recitar poemas en las fiestas y grandes comidas de la Corte, teniendo éxito y siendo requerido para ello desde entonces, desde 1332, ocurriendo entre medias otro magnicidio, al año siguiente, 1333, fue asesinado Muhamed IV. 

Subió al trono granadino Yusuf I y mantuvo a Ibn al-Yayyab que siguió dando preferencia a Ibn al-Jatib para que ascendiera en la vida. En 1340 el Reino Nazarí de Granada llamó al Sultanato Benimerín (Marruecos) para enfrentarse y defenderse del ataque del Reino de Castilla, coaligado con Portugal. Granada sufrió una derrota importante en la Batalla de Salado, perdiendo una gran cantidad de territorio y, en lo que respecta a Ibn al-Jatib, muriendo su padre y su hermano en combate. Desde entonces Ibn al-Yayyab le trató como si fuese un hijo propio. Le otorgó sus primeros cargos de la alta administración del Estado y le proporcionó incluso un viaje de importancia a Almería junto al rey, de donde nació uno de los primeros libros de viajes entendidos de manera moderna, excesivamente adelantado a su propio tiempo. Cuando Ibn al-Yayyab murió en 1349, Yusuf I le hizo heredar todos sus cargos políticos de alto Canciller, Secretario Real y alto mando militar. Sin embargo, para ello se sintió caído en desgracia y perjudicado otro político, Ridwan, que desde entonces se identificó a sí mismo como enemigo irreconciliable de Ibn al-Jatib. Esto sería algo trágicamente decisivo en la vida de autor que nos ocupa.

Como sea, dado que Ibn al-Yayyab había muerto de peste negra, Ibn al-Jatib estudió la evolución de esa enfermedad desde lo social y lo médico y escribió un tratado sobre ella que fue uno de los más estudiados de su época. Mientras tanto, seguía su tarea política, su tarea de historiador, de poeta, de investigador... Yusuf I comprendió que tenía gran habilidad para la economía, ya que multiplicó con mucho sus ingresos gracias a su visión para invertir, por ello le encomendó las cuentas del Estado y las hizo crecer. En esa política uno de los ejes de Ibn al-Jatib se basó en firmar una paz con los castellanos, la cual duró diez años, y establecer numerosas embajadas con el Sultanato Benimerín para tener una relación de amistad. Eso le permitió prosperar en la economía, las ciencias y lo cultural, pudiendo además no depender nunca más de ayudas venidas de Fez. Al morir el sultán benimerín reforzó los lazos diplomáticos. Poco después, Yusuf I de Granada fue asesinado en 1354 por un complot palaciego. Su hijo, Muhamed V le mantuvo en todos los cargos, excepto en el de Secretario, que se lo cambió por el de visir, a la vez que le amplió su dote económica y sus territorios a cargo. Esto reforzó las envidias de Ridwan, que enfocó sus conspiraciones contra Ibn al-Jatib, logrando cada vez mayores partidarios en ayudarle. 

Ridwan conspiró junto a al Sultán Benimerín y logró el derrocamiento de Muhamed V en 1359. Ridwan fue asesinado. Muhamed V fue hecho prisionero, junto a Ibn al-Jatib, pero Ibn al-Jatib pagó por la libertad y pudieron partir al exilio en el Sultanato Benimerín. Sin embargo creció la enemistad entre el rey exiliado y su visir, ya que Ibn al-Jatib se negó a acompañarle en el exilio y se instaló en Salé, desde donde se dedicó a viajar por el Magreb, ya que le atraía el ascetismo de los sufíes. A la par no paraba de escribir libros de viajes en el exilio y poesía. Cuando Ismail II de Granada fue asesinado en 1360 y regresó de nuevo Muhamed V al trono en 1362, a pesar de los recelos llamó a su lado a su antiguo visir para que ocupara su antiguo cargo, ya que consideraba que era el mejor diplomático que tenía, y necesitaba de diplomáticos en esos momentos. Ibn al-Jatib accedió a regresar. Penosamente el número de personas con aspiraciones a ocupar sus cargos crecieron y se rodeó incluso de traidores como Ibn Zamrak, un joven que había cogido bajo su protección política el propio Ibn al-Jatib. Definitivamente, acosado por numerosas conspiraciones de las que era consciente, pidió permiso para realizar un viaje diplomático a Muhamed V. Tras concedérselo, salió huyendo al Sultanato Benimerín, mandando cartas de explicación de su huida pidiendo perdón. El rey de Granada se sintió ofendido y no se lo concedió. Un nuevo ministro, al-Nubāhī, le acusó de hereje, de malversador de fondos, de desleal y traidor. Muhamed V trató en secreto con el sultán de Benimerín y el propio Ibn al-Jatib fue hecho prisionero y trasladado de Fez a Granada. Fue torturado en su celda y mutilado. Fue encontrado estrangulado en su presidio y por ello le enterraron en el cementerio de la Puerta del Quemado. Al día siguiente su cuerpo fue encontrado sacado de su tumba y quemado, por lo que también fue llamado "El de las Dos Tumbas" y "El de las Dos Muertes" en 1374.

 Como sea, por parte de él, de uno de sus libros de Historia, nos llega el dato de que la fortaleza de Alcalá de Henares, había crecido mucho para el año 1009. En ese año se defendieron de un nuevo ataque de los reinos cristianos. Para ese momento Ibn al-Jatib nombra a Alcalá como Al-Qal´at Adb al-Salam (El Castillo de Abd al-Salam). Hemos de recordar que entre 711 y la década de 820 se sabe que Complutum sigue existiendo con población mozárabe y probablemente rural árabe, y que los cronistas de los siglos XIX y X se refieren a ella con nombres de sus topónimos, como el río Henares (nombre musulmán) o sus Montes Zulema, mientras que los mozárabes de esos siglos la nombran Complutum aún. Es Ibn Hayyan quien por primera vez anotó en el siglo XI que el castillo musulmán se fundó en la década de 820, siendo su primer señor el Gobernador de Guadalajara, llamado el primero que lo fundó Faradj. El nombre musulmán de la localidad era Al-Qul'aya (El Castillejo), que sería por entonces una pequeña fortaleza a cargo de los gobernadores de Guadalajara. Esto escrito en el siglo XI, por lo que nada apunta a ningún otro nombre. 

Sabemos por las crónicas y por la arqueología que en la década de 920 sufrió un ataque del Reino de León y Galicia, aunque si fue construido en 820 para proteger el camino entre Toledo y Zaragoza puede que fuese para afianzar la seguridad pro algún motivo. Sabemos también que desde aquel 920 las instalaciones se mejoraron y agrandaron la fortaleza. No obstante también sabemos que había población rural musulmana, que en el siglo X la población mozárabe fue trasladada a Guadalajara, que existían muros o murallas de un qun (acuartelamiento) desde el cual el hijo de Almanzor sacó tropas bereberes para dar el golpe de Estado que acabó con el Califato de Córdoba en 1032, y que desde esas primeras décadas del siglo XI hubo numerosas batallas y un estancamiento del frente de la Reconquista, con el paso del Cid incluido, una pequeña conquista de Alfonso VII de la localidad, y luego conquistas y reconquistas por ambas partes, con la construcción de una fortaleza de madera cristiana en Malvecino, enfrente del castillo de piedra y ladrillo musulmán en el Ecce Homo. Sabemos también que a comienzos del siglo XII el Papa de Roma potenció una cruzada para recuperar el lugar del martirio de los Santos Justo y Pastor, lo que provocó desde el supuesto descubrimiento de nuevo de sus estos, como la supuesta aparición de una cruz en el cielo y de una talla de la Virgen en el hueco de un árbol de El Val, a donde regresaba recurrentemente, por lo que se hizo una ermita. Participarían de la reconquista cristiana en 1118 tropa francesa y arqueros ingleses.  Ante todo este panorama nos centramos en torno a ese comienzo del siglo XI, en el que desde mediado el siglo XIV Ibn al-Jatib nos dice que la localidad era llamada entonces Al-Qal´at Adb al-Salam (El Castillo de Abd al-Salam). No sabemos mucho sobre este Abd al-Salam, por lógica debía ser gobernador de Guadalajara, razón por la cual el castillo de Alcalá le pertenecía en su gobierno, defensa y administración. Al ubicarle en 1009 habríamos de ponerle cronológicamente ahí, en principio. Puede que fuese él quien hiciera las mayores ampliaciones, o tal vez el más poderoso de los que regentaron el castillo o el que más hizo en este castillo, y por eso fuera llamado así. Sin embargo, subrayemos que este nombre solo lo nombra Ibn al-Jatib y que lo hace a mediados o en la segunda mitad del siglo XIV. Lo cierto es que aunque ubica el nombre en el comienzo del siglo XI, por lo que sabemos de todos los cronistas anteriores es que el nombre usado en ellos era Al-Qul'aya (El Castillejo), y no Al-Qal´at Adb al-Salam (El Castillo de Abd al-Salam). Con esto no desmentimos a Ibn al-Jatib, no es incompatible que en un determinado momento hubiera un Abd al-Salam cuyas acciones se identificaran por algún momento con Alcalá y su fortaleza. 

¿Por qué entonces la arqueología actual y el ayuntamiento actual usan el nombre de Al-Qal´at Adb al-Salam como el propio de la Alcalá musulmana, siendo que durante mucho más tiempo fue llamada Al-Qul'aya, según los cronistas de ese momento concreto? Pues puede que por razones que atienden a una pretensión de cara al turismo futuro, o a un supuesto prestigio al incluir el nombre de un Señor, o de cara a un renombre que puede responder más a una intención política y económica actual, que a una realidad de la época. Aunque, insisto, sin negar que pudo que se le llamara con el nombre de un Señor en su época. En todo caso, es de anotar que ya en el siglo XIII y en el XIV tanto entre musulmanes como entre escritos cristianos, aunque estos en principio la llaman Burgo de San Yuste o de San Justo, es común que se la mencione intentando castellanizar el nombre musulmán como Alcalá, Alkalaga o Alkalagam. Más aún, entre los musulmanes más comunes también se nombraba al-Qal´at Nahar, o bien también hay quien apunta al-Qalat en-Nahar, lo que hace que desde el siglo XV, y sobre todo desde el XVI, se la nombre como Alcalá de Nares en documentos del corregimiento de Alcalá, variando a veces la aparición o no de una "h" y de dos "a" (Nahares), incluso entrado el siglo XVIII. Para el siglo XIX parece totalmente estable el actual nombre de Alcalá de Henares, derivado de ese Al-Qal´at Nahar musulmán común, que vendría a significar "El Castillo Sobre los Campos de Cereales", pues "henares" se referiría a la existencia de campos de cultivo de heno, o por extensión de cereales. No es raro en el mundo musulmán que varios lugares, por ejemplo nuestro río, reciban el nombre de Henares, o sea: lugar con campos cultivados de henares (de heno). En una traducción más libre, si entendemos Nahar como el nombre del río, sería El Castillo Sobre el Río, o El Castillo Sobre el Henares, siendo que aún más libremente hay quien lo traduce como El Castillo Sobre el Río de las Piedras, discrepando sobre la traducción de henares del nombre, y cambiándolo por piedras. 

Siendo el nombre de Alcalá de Henares el que prosperó, habría que replantearse cuál era el más popular y usado corrientemente, pues parece evidente cuál lo era, y si bien cambiando de un siglo a otro pudo haber dos nombres musulmanes más usados, pareciera también evidente que tercer nombre pudo ser más puntual que nombre de uso común a lo largo de aquellos siglos.

Sea como sea, en tanto a las crónicas musulmanas de nuestra Edad Media, Ibn al-Jatib, que ostentó cargos de gobierno en el siglo XIV, debía estar bien informado del nombre de lugar, y nos aporta este nombre de Al-Qal´at Adb al-Salam. Será él el último de los cronistas musulmanes de ese largo periodo histórico en nombrar a la ciudad, al menos hasta donde se sepa hoy día, a la espera de que quizá en el futuro la bibliografía antigua musulmana nos depare alguna sorpresa en sus traducciones y recuperaciones. No tendremos noticias de otro historiador musulmán que nombre a la Alcalá de Henares de al-Ándalus hasta el siglo XVII, y lo hará desde el otro lado del mar Mediterráneo.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

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