sábado, 8 de abril de 2023

Alma de blues

Título: Alma de blues.
Autor: Mariano García López.
Editorial: Mundo Libre Libros.
Año de publicación: 2021 (1ª edición).
Género: Poesía; Ilustraciones; Arte.
ISBN: 978-84-123225-4-5

 

 Uno de los autores tardíos vinculados a Alcalá de Henares es Mariano García, quien empezó a publicar su obra en su jubilación, siendo además que buena parte de esta es precisamente a partir de ese momento. Mariano García vive en el cercano municipio de Camarma de Esteruelas, donde incluso llegó a ser uno de sus concejales en las elecciones de 2015, por Ganemos Camarma. Sin embargo, Mariano tiene una larga trayectoria en Alcalá por haber regentado durante muchos años un pequeño bar de rock y blues llamado "El Blues Bar", ubicado en el barrio de Nueva Alcalá, que en los años de las décadas de 1990 y 2000 era uno de los clásicos de los bares nocturnos que abrían hasta la madrugada, a veces con pequeños conciertos de blues. Era uno de lo bares clásicos de entre los veteranos de los bares de rock y de música en general en la ciudad, siendo que todos o casi todos los músicos menos jóvenes de hoy día pasaron por allí de un modo u otro. Mariano, nacido en julio de 1949, había pasado una juventud cuyo primer trabajo fue de botones de una fábrica de origen israelí que le permitió tener unos primeros ingresos, según sus propias palabras autobiográficas en la editorial que le editó, y de ahí a saltar a otros trabajos entre los que pudo combinar algún viaje a la Europa de aquellos tiempos efervescentes de la música rock y blues de las décadas de 1960 y 1970. Se aficionó a pintar y probó todo tipo de actividad creativa. En abril de 2021 sacaba adelante su primer poemario, Alma de blues, gracias a la amistad con el director de Mundo Libre Libros, que vio además en sus poemas algo interesante que publicar. Un libro cuya portada contaba uno de sus cuadros entre el cubismo y el näif con un músico de blues que, sospecho, pudiera ser un autorretrato de él más joven. Aparecen fotos suyas en el interior.

El poemario contenía también ilustraciones y pinturas suyas en blanco y negro. Siempre con un estilo oscilante entre Arte Pop, el cubismo y el näif, aparecen desde metáforas y simbolismos, a veces surrealistas como un árbol cuya copa es un cerebro y las raíces un corazón, a imágenes de músicos y paisajes duros donde se ven concertinas en viejas vallas o postes del tren (o eléctrico)  teniendo detrás árboles sin hojas, una luna sobre una botella, una barca, posibles autorretratos psicodélicos, acelgas, botas que pisan billetes de dólar, o un dólar tapando una boca, algún homenaje a Picasso, entre otras imágenes. Imágenes que acompañan a los poemas y que dan más lecturas al libro.

 Ya habíamos visto desde 2020 varias obras, especialmente poemarios, donde se había reflejado la pandemia de Covid-19 y el confinamiento. En unas obras más reiteradamente que en otras, así como en cada una con una interiorización del autor o de la autora. En este caso, esta obra es quizá la que más refleja esa pandemia y la que más interiorizada la tiene en boca del autor, se podría decir que es una obra hija de la misma pandemia, aunque no es su tema exclusivo. Sale claramente en muchos poemas y los deriva incluso a los problemas de la soledad, la muerte, el encierro, la falta de contacto humano y de sociedad en las calles, y una reflexión que lleva de la mano más allá de la pandemia a la vida y la cercanía de los últimos años en las edades más avanzadas, aunque siempre con una mirada al pasado personal, la juventud, lo vivido y un optimismo de haber tenido una buena vida, aunque con la melancolía tanto de aquello que no se vivió, como de ese horizonte final que se acerca. Pese a esto, es un poemario más optimista y vital de lo que en una primera lectura pudiera creerse. Lanza una gran cantidad de mensajes optimistas sobre la vida y sobre aquel que ha decidido vivirla sin ponerse frenos a sí mismo.

 Tiene una muy evidente influencia de la música blues, soul y rock. Además, se nota una diferencia entre unos poemas primerizos de alguien aficionado y más conocedor de letras de canciones anglosajonas que de un lenguaje poético literario complejo, y otros poemas que sí cuentan con ese lenguaje poético e incluso incurren un poco en la estructura barroca, los cuales lanzan una serie de reflexiones e ideas muy interesantes a través de diversas imágenes alegóricas y simbólicas. 

Nada ni nadie en desuso
ni en olvido,
amigos de las sombras
de las desdichas y los daños;
(...)

Múltiples veces regresa al recuerdo ineludiblemente unido a las amistades, algunas ya pasadas, e incluso a Julia, su hermana fallecida. Veremos en algunos poemas innumerables referencias a la vida nocturna del blues y el rock en su propios bar alcalaíno, lo que sirve de testimonio, y en esos poemas nos haremos una idea de algunos de los personajes que por allí fuimos y de cómo pulsaba la vida en nosotros. Todo desde la mirada de Mariano, versado veterano del rock desde su puesto de dueño del bar. Pero también aparecerán homenajes a otros bares de rock de Alcalá y a algunas de sus personajes, como Paul Muys, ya fallecido, dueño de La Panadería en la Calle Mayor, la joven pintora Zaida Escobar cuyos murales decoran buena parte de la ciudad y cuenta con libros, el poeta José Chacón en cuyo origen está también La Panadería en cierto modo, y otras personas que se intuye quienes son. A la vez aparecerán referentes personales de la música como el bluesman Robert Johnson y su leyenda de pacto con el diablo para ser el mejor músico a cambio del alma, también otros bluesmen, el cantante Joe Cocker, los guitarristas Eric Clapton y Jimi Hendrix, entre otros. 
 
Como referente también aparece innumerables veces no solo Alcalá de Henares, sino sobre todo también paisajes rurales y lugares comunes en su vida que indudablemente deben ser Camarma de Esteruelas, que aparecerá incluso en lo que debió ser algún paseo suyo en los días del confinamiento por la pandemia en 2020. 
 
Contiene también algunos poemas de carácter social, donde denuncia al capitalismo como productor de los problemas de las personas comunes, y donde el que busca cobijo en la noche viene afectado en su vida por los problemas que le provoca el sistema económicosocial actual. 
 
Pero es la reflexión existencial y una mirada sincera sobre su propia vida, con sus errores y aciertos, autocrítica, lo que le da más fuerza a los mejores poemas del libro. Una reflexión marcada seriamente por la pandemia de 2020 y sus consecuencias sociales. Al desaparecer los núcleos de sociedad, tan apegados a las gentes de la vida del rock, le provoca una conmoción existencial y un replanteamiento del mundo, donde algo oscuro espera en uno de sus extremos. La contemplación de la naturaleza y sus recuerdos autocríticos son lo que a él le devuelve cierta tranquilidad, como él mismo indica en una nota inicial. No obstante, insisto, el poemario es más optimista de lo que pudiera parecer e invita continuamente a seguir adelante y a vivir sin impedirse a uno mismo vivir. Hay que aprovechar el momento, como invitaban también en los tiempos medievales y renacentistas los autores de esas épocas. Ahora el trovador es un bluesman, un rockero. 
 
No puedo interrumpir ahora la huida,
la inició mi sombra y debo seguirla.
¿Creador de paraísos en qué dirección
 encamino mis dudas?
Horizontes, latitudes, orientación...
tanta frustración en el empedrado sendero.

¿Adónde iremos, hacia dónde y por qué?
Apenas importa,
bailamos como marionetas sin hilo.
Damos vueltas, como en una centrifugadora
enloquecida, inercia, rotación...
nos tiene amarrados a la locura de vivir.
 
El libro tiene algunos problemas a la hora de haber sido corregido, probablemente errores producidos por un corrector automático de ordenador que en diversos versos coloca tildes indebidas o rompe palabras en dos palabras. Algo que quizá deba corregirse si hubiera otra edición, pero no es algo vital, no es algo relevante. 
 
El libro compila muchos poemas escritos en esos momentos entre marzo de 2020 y abril de 2021. Sirve también de espejo de vida, al ser la visión de una persona que sabe que ha llegado a una edad muy madura, que llega a afirmar de sus reflexiones para estos poemas que "callaron mis temores del temido encuentro con la temida parca". Es por ello también un espejo de vida para el lector, un lanzamiento de valoración de cómo valorar la vida y lo vivido. Es un llamamiento a vivir apasionadamente libre, aunque en primeras lecturas pareciera lo contrario. Es un llamamiento a vivir.  

 

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

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