viernes, 26 de abril de 2024

Otra conversación

Título: Otra conversación.
Autora: Sofía Morante Thomas.
Editorial: Gato Encerrado.
Año de publicación: 2024 (1ª edición).
Género: Poesía.
ISBN: 
978-84-125839-5-3


Una de las jóvenes poetas ligadas a Alcalá que se nos ha descubierto de manera potente y llamando poderosamente la atención a escritores y prensa a nivel estatal, como por ejemplo al periódico El Diario, es Sofía Morante Thomas. Cuenta de momento sólo con tres poemarios, sin embargo ya la han ubicado de manera destacada. Aunque es alcalaína, nació en Madrid en 1996. Desde niña se vio atraída primero por las artes plásticas y después por la literatura. Comenzó unos estudios universitarios que abandonó al año de iniciarlos para residir en la Riviera Francesa. fvue de su vida y experiencias personales allí que a su regreso a España publicó su primera novela, Retrouvailles: la fragilidad de los reencuentros (2016), con 20 años. Con esto regresó a la Universidad de Alcalá de Henares, comenzó a trabajar en una galería de Arte y empezó a colaborar en revistas literarias. En ello estaba cuando publicó su primer poemario, Sed de naufragios (2018). En 2021 se graduó en Humanidades y Magisterio y obtuvo el Máster en Estudios Literarios y Culturales Hispánicos, y se embarcó a iniciar estudios predoctorales en Estudios Lingüísticos, Literarios y Teatrales, en los que aún se haya, combinando lo académico y lo que esto requiere de artículos y otras actividades intelectuales, con lo artístico y literario. Así surgió su segundo poemario, a la vez tercer libro, en este año 2024, Otra conversación. Fue presentado por primera vez en Madrid capital en febrero, en el bar Aleatorio, mientras que en Alcalá de Henares fue presentado en marzo en la Librería Diógenes, junto a su editora. La presentamos en estas notas a través de este tercer libro. Tal como ella declaró en sus presentaciones, sus dos poemarios habían nacido a raíz del fracaso o frustración de dos relaciones sentimentales, aunque ella no definiría sus poemarios ni de amor ni de desamor, sino de construcción personal. Estoy en buena parte de acuerdo con ello. Evidentemente existe el sentimiento de amor y el de desamor en el libro, porque es una historia de amor y su final el que lo desencadena, pero es cierto que innova respecto a otros libros que nacieron por lo mismo en cuanto a que su principal foco no son esos sentimientos, sino la reconstrucción de ella misma en su autoestima y emocionalidad. Son poemas de su recuperación tras el trauma de una pérdida de alguien querido, por tanto de un proyecto  de vida afectiva que había comenzado a dibujarse. Es una nueva perspectiva del amor en el siglo XXI, donde el autoconocimiento y el cuidado emocional de uno mismo es algo más arraigado y, desde un punto de psicología, entendemos como plenamente humano la superación del trauma, en este caso: del final de una persona en nuestra vida que, por fuerza, no sólo ha estado, es que ha sido parte de ella. Sofía tiene la elegancia y el saber hacer del equilibrio entre los sentimientos de amor y desamor, siempre pasionales, con esa lucha de la mente por comprender y por comprendernos para superar. No obstante, como ella misma dijo, pese al choque frontal inicial del final de las relaciones, hoy día es amiga de aquellas personas. Por lo que es un libro de amor al otro y a uno mismo muy de nuestros tiempos. Personalmente creo que es válido tanto para la sensibilidad y emocionalidad femenina como para la masculina, aunque probablemente al ser una autora habrá más de una persona que sólo quieran valorar la perspectiva femenina. Sería injusto, porque como toda poesía brillante, y lo es por su sinceridad y su valentía de confesión y autoconfesión, es una poesía universal, trasciende la sexualidad, aún cuando ella nos narre sus versos y vivencias como mujer que es. Es un poemario humano, no un poemario de la sexualización de los sentimientos.

Fue publicado por la editorial toledana Gato Encerrado, la cual colabora con Voix Vives, festival de poesía de Mediterráneo en Mediterráneo, el Laboratorio Matadero de Toledo y la Cooperativa Integral la Divergente. Aunque publican poetas masculinos y femeninos, la editora presente en la presentación de Alcalá afirmó en ese momento darle preferencia a las voces femeninas por considerar que estaban menos oídas. Si bien esto pudiera ser cierto hace unos años, hace ya bastantes que esto no es tanto así, pero eso es otro debate, y me temo que espinoso, aún  queda un tiempo para hablar sin espinas. 

El libro está muy elegantemente presentado en tapa blanda solapada, con cubiertas en brillo enmarcadas en ocre y una fotografía en blanco y negro de Marcos Kohler para Pexels, un banco de imágenes de artistas que las ceden gratis a los creadores que deseen usarlas siempre y cuando citen la autoría y el banco de imágenes Pexels al que pertenece la imagen elegida. Se trata de una joven que gira su cabeza para mirarnos de perfil, dándonos la espalda, mientras se ve envuelta por un choque de agua o arena contra ella, lo que la autora y la editora definieron una como que la chica se evaporaba y la otra como que se aparecía.

(...)
Sé que lo pierdo que pierdo el tiempo
Que te pierdo con el paso del tiempo
Porque con la vista nublada no puedo aniquilarlo aniquilarte
Aniquilar el tiempo.
(...)

El libro se divide formalmente en tres partes más un preludio y un epílogo, este último con un extenso poema en prosa sin signos de puntuación y reiterando una reflexión final sobre qué quedaba del paso de una persona en la vida de otro tras una historia e amor fallida... no obstante siempre viva en cada una por haber sido la relación mutua parte de la vida de ambas personas. Abundan las referencias a frases y versos de otros autores, como la escritora Anne Sexton, el escritor Truman Capote, la poeta Miriam Reyes, el poeta Raymond Carver o incluso un fragmento de la serie de televisión sobre una familia de mafiosos Los Soprano. Todas esas referencias dan el preludio a diversos poemas, pero siempre dan pie desde lo oportuno de que sean citado, al servicio del libro y de los poemas, como parte de la reflexión y el ser de Sofía Morante, no son un mejor ejercicio de referencia en homenaje. 

Aunque el libro está publicado en febrero de 2024, probablemente recoge poemas de la autora desde su último libro, de 2018. Lo que se hace evidente es que el año 2020 tiene un peso importante en estos poemas, pues parte de la digestión de esta historia de amor y su final pasa por una separación física imposible de esquivar, la del confinamiento por ley cada uno en su casa, o dónde le pillara el confinamiento, a causa de la pandemia de Covid-19, ocurrido en la primavera de aquel año. Las referencias al confinamiento, la soledad y la enfermedad, así como a la muerte en el ambiente, cobra aquí un refinamiento alegórico y metafórico que enraíza con la psicología y con la poesía por igual. Su alma, la de la poeta, se extiende a todo lo vivido en esos días y lo identifica con lo que ella misma estaba procesando en torno a su propia vida emocional. Posiblemente el propio confinamiento le dio tiempo a pensar y meditar numerosas de sus emociones, así como a desesperar en estados de ansiedad, aunque es una persona bastante equilibrada, según se trasluce en estos poemas y se la oyó hablar en la presentación de su libro. Es probable también que tras dar por acabado el poemario aún regresar a él diversas veces para retocarlo o revisarlo durante un año más, el pasado 2023. Es una intuición de quien esto escribe, me puedo equivocar. El resultado, en todo caso, es un poemario maravilloso.

(...)
Tengo que asimilar que la oscuridad
nunca te traerá a mi puerta
a mi balcón.
Ahora
sólo tengo mi corazón lo que queda
junto a una copa de vino
y algunos cigarrillos que me lanzan los vecinos
(...)
 

El libro refleja también cambios físicos consecuencia y reflejo a la vez del proceso emocional que se vive. Contiene avances y retrocesos, dudas y seguridades, tiene sus certezas y sus contradicciones que lo hacen profundamente humano y profundamente abierto desde los sentimientos. Es una poesía del interior actualizada al completo en el siglo XXI, lo que hace que sea innovador y renovador. Un soplo de aire nuevo en los poemarios de estas temáticas que yo la menos he agradecido bastante. Este poemario es algo más que la temática del final de una relación. Es, repito mi coincidencia con la autora, un poemario de reconstrucción de la persona, no es tanto de desamor, sino de recuperación del alma y el ser de la persona, de la salud psicológica de la persona tras un trauma profundo que deja su rastro permanente en el cómo seguirá siendo esa persona a causa de lo vivido. Es un poemario de estallido devastador en el alma que destruye el lugar cómodo y agradable y por tanto de recuperación y reparación del hogar que eres tú mismo para ti mismo.

Pero el libro no sólo tiene esto, también contiene una conciencia plena del paso irreversible a la vida adulta donde la vida de mujer, por muy joven que se sienta, no puede volver a ser niña, y en algunos versos parece vaticinar a algunas niñas que aparecen que también a ellas les llegará un cambio vital irreversible, forjado con ilusiones, pero también con decepciones, con la realidad de la vida. "Cuando fuiste niño ¿cómo fuiste?", pregunta en el poema inicial del comienzo del libro en su primera parte; "Me pregunto cómo serán nuestras hijas / cuando sean madres", finalizará otro poema.

Prescinde en su gran mayoría de los signos de puntuación, que es algo que se está generalizando últimamente en la poesía más joven, así como nos lanza algunas indicaciones y posibles pausas en versos que contienen espacios prolongados en su continuación en el mismo renglón o partes que aparecen en cursiva, a modo de subrayado o de otro tono. Quizá una de los recursos que me parece más atractivos es la gradación sin uso de artículos ni otro tipo de proposición, artículo, numerativo o signo de puntuación que hace de manera frecuente en término de dos o tres conceptos para narrar y describir, logrando dar varios significados a lo que por sí sólo no lo tendría. es lo más experimental que contiene en sí y tiene un efecto fresco que estimula mucho. A eso hay que unirle un lenguaje cercano, nada protocolario, como de la contracultura pero sin proponer la provocación al otro. "Rojo bermellón palma de mano roza rojo bermellón de mandíbula", dice en un poema, "aquella tarde mes de finales inesperados", dirá en otro poema, o también en otro más: "¿Me bloquea tu recuerdo todavía? ¿necesito eliminarlo aniquilarlo volverme una sicaria una víctima?". A menudo esas uniones provocan aumentativos inventados por ella que funcionan perfectamente para entender porqué lo expresa así.

El poema en verso que cierra el libro antes del de la prosa, "El único o la profecía", es el poema más redondo que podía cerrar el libro como cerrando el círculo y el proceso mismo de reconstrucción. Juega con una posible doble lectura sobre si la hija futura será real, o si bien esa "hija" es ella misma producto  del hoy de lo compartido ayer.

Esperando a una niña
tintinean lirios en mi vientre
mi pelo y mi piel brillan desmesuradamente
Color avivado innatural
mi rostro es lo más parecido a la luz del sol
      que en el ocaso se disipa pequeño     globo melancólico.

La hija con los ojos castaños no tendrá tus labios pero los de Otro
La hija con Sus ojos somnolientos por ti terminará devorándome
      adorará al padre que no tuvo
      como le adoró su madre cuando sí.
Mi hija rencorosa lo verá en mis ojos     el amor perdido
                                                                            / la profecía
Me reprochará su in-extinguido recuerdo nocturno
                                                                 la inquebrantable promesa.
Preguntará
Por qué su padre no eres tú
si eres el único que supo cuándo su madre mentía.

Sin embargo cierra el libro el poema en prosa que hace recuento de lo que queda y de lo que fue entre las dos personas y en concreto en ella, y aún le sigue en última página un poema más de un único verso, que empezando en minúscula como encabezando el final de una conversación sostenida entre la poeta y sí misma, o quizá entre ella y la persona con la que rompió, o quizá con el lector, nos advierte: "pero esto es otra conversación".


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

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