Título: Historia de la conquista de México, población y progresos de la América septentrional,
conocida por el nombre de Nueva España.
Autor: Antonio de Solís y Ribadeneyra.
Editor (mecenas): Manuel Joaquín Álvarez de Toledo Portugal, VIII Conde de Oropesa.
Impresores: Bernardo de Villa-Diego y Antonio Serrano (Madrid y Córdoba).
Año de publicación: 1684. (1ª edición, en dos partes)
--- --- ---
Título: Historia de la conquista de México, también llamada Historia de la conquista de la Nueva España.
Autor: Antonio de Solís y Ribadeneyra.
Editorial: Lex Nova.
Año de publicación: 2006 (1ª edición, en dos volúmenes).
Género: Historia
ISBN 10: 8484067246
ISBN 13: 978-84-84067245
Otro de los escritores complutenses que entran dentro de los grandes nombres de la Literatura española es Antonio de Solís y Ribadeneyra, nacido en esta ciudad de Alcalá de Henares en 1610 y muerto en Madrid en 1686. Por las fechas debería entrar dentro del Barroco, y así es, él es parte de la Literatura barroca española. Escribió varios poemas al estilo culteranista que lideraba Góngora, pero no perteneció a esa corriente, tampoco a la conceptismo liderado por Quevedo. Antonio de Solís escribió dentro de la corriente literaria alternativa a estas conocida como casticismo, cuyo principal autor en esos momentos era Calderón de la Barca, autor del que Solís se declaró seguidor y amigo personal, de hecho llegaron a escribir una obra conjunta, o al menos hubo el intento. Sin embargo, Antonio de Solís va a ser el primer autor español que comience a romper con algunas de las formas literarias del Barroco, introduciendo elementos más sencillos y claros de entender, más directos, que darán paso al neoclasicismo más propio del siglo siguiente, el XVIII. La obra en la que introdujo esas innovaciones literarias tuvo gran éxito, pero no se trataba de una novela ni de poesías, era un libro de Historia al que le dedicó alrededor de veinte años de investigaciones, escritura, revisiones y correcciones. Fue el libro Historia de la conquista de México, población y progresos de la América septentrional, conocida por el nombre de Nueva España, también conocido como Historia de la conquista de la Nueva España o bien Historia de la conquista de México, que es el título con el que se le edita en la actualidad. Este libro tuvo más de sesenta ediciones hasta el año 1900, de las cuales veintidós eran españolas y el resto eran ediciones de otros países europeos. De hecho el libro fue publicado por primera vez en Madrid en 1684, e inmediatamente pocos años después tuvo su primera traducción al francés por Citri de la Guette, en 1699 tuvo su traducción al italiano y en 1723 al inglés.
Solís fue un niño superdotado, hijo de Juan Gerónimo de Solís y de Mariana de Ribadeneyra. El biógrafo Adolfo de Castro anotó la posibilidad de que el nacimiento se produjera en Madrid capital y Juan de Goyeneche en un estudio que realizó en 1692 dejó anotado que Michaud había equivocado la ciudad natal de Solís en su Biografía universal, diciendo que Solís era de Plasencia, en Extremadura, pero el propio Goyeneche dijo que Michaud se había equivocado y obras posteriores de otros autores habían copiado el error. Lo aceptado es que Antonio de Solís y sus padres eran de Alcalá de Henares. Donde no hubo ninguna otra versión alternativa es en que pasó su juventud y sus estudios en Alcalá de Henares, sus colegios y su Universidad, para pasar luego a completar sus estudios en la Universidad de Salamanca. Allí se graduó en derecho civil y canónico y recibió conocimientos de filosofía, retórica, latín, cánones, política y ciencias morales. Es en esa época de estudiante superdotado, que escribió y publicó con 17 años de edad su primera obra literaria, una obra de teatro llamada Amor y obligación, de 1627. Estaba claramente posicionada en el estilo casticista de Calderón. En 1637 pasó a ser secretario del VII Conde de Oropesa. En todos estos años siguió escribiendo cartas, poemas y más obras de teatro. Tuvo que trasladar su residencia a Navarra y a Valencia, según las necesidades del Conde para quien trabajaba. En 1654 el rey Felipe IV le nombró oficial de la Secretaría Real, pero rechazó el cargo. En 1667 la reina regente Mariana de Austria le nombró cronista de Indias, ya por esas fechas Solís estaba investigando y trabajando en La conquista de México. Aunque mantuvo el cargo un tiempo, también acabaría rechazándolo. Solís, de las pocas personas con gafas en aquella época, mantuvo una actitud ética y moral de austeridad y sencillez para su vida, llamando notablemente la atención entre las clases altas en las que se movía. Solís optó por ordenarse sacerdote de la congregación de Nuestra Señora del Destierro, en Madrid. En ese momento dejó de escribir literatura, aunque aún escribirá algún poema de corte religioso, no volverá a hacer literatura no religiosa.
En 1683 un documento sobre él indicaba que era secretario de su majestad,
oficial segundo de la Secretaría de Estado de la Negociación de España y
cronista mayor del Consejo de Indias. Siendo sacerdote su confesor será un jesuita, Diego Jacinto de Tebar, que a la vez era confesor de otros escritores de la época. En ese año de 1683 será Diego Jacinto de Tebar en comisión de vicario de Madrid, ejerce de censor para La conquista de México y le concede su aprobación total con una gran cantidad de elogios. La obra será publicada en 1684 en Madrid y Córdoba por primea vez, con el mecenazgo del VIII Conde de Oropesa, en las imprentas de Bernardo de Villa-Diego y Antonio Serrano.
La conquista de México comenzada en 1667, estaba ya casi terminada en 1681, según escribió por carta el propio autor. Su idea original era completar las "Décadas" de la Historia General de las Indias creada por Herrera, pero al llegar a 1554 le pareció que aquello era demasiado complejo por las bastas informaciones que necesitaba ante un territorio tan grande, por eso mismo cambió la dirección de su trabajo para centrarse en la Historia de Nueva España, México. Aunque el libro se publicó en 1684, como se ha dicho, sus ventas, según Solís, empezarían en enero de 1685, de manera lenta y modesta. Él mismo había decidido poner a la obra en dos volúmenes que le llevó veinte años de trabajo un precio bajo con la idea de que llegara a cuantos más lectores se pudiera. Él moriría en 1686.
Antonio de Solís nunca había estado en América. Todo su conocimiento era por erudición, a través de investigaciones. Sus principales fuentes fueron las obras y escritos de los conquistadores y primeros cronistas de la conquista de México, el propio Hernán Cortés, López de Gómara y Bernal Díaz del Castillo. No se quedó ahí, también quiso dar voz a los aztecas. En obras anteriores estos habían quedado en capítulos aparte, fue innovación de Solís comentar el punto de vista azteca en el mismo relato de la conquista intercalándolo con las explicaciones españolas del momento, no dejándolos como capítulo aparte. Moctezuma, además, aparecía en términos elogiosos, y los aztecas y otros pueblos en general salían de igual a igual con los españoles, no como civilización inferior o bárbara, como habían aparecido en otras crónicas.
El libro de Solís, como ya se ha anotado, quiso acabar con las estructuras retorcidas y los recursos literarios que oscurecían el mensaje a leer propios del Barroco, creando estructuras más claras y directas para que el relato fuera entendido por cualquiera sin problema. Además, aplicó una estructura equilibrada entre todas sus partes, siendo el antecedente más claro del neoclasicismo por venir, de hecho el libro fue elogiado a lo largo del siglo siguiente por los eruditos de la Ilustración, no solo por los historiadores, también por los literatos e incluso por los moralistas y filósofos.
La obra se sigue reeditando periódicamente. Para la presente nota tomo por referencia moderna la edición en dos volúmenes por la editorial Lex Nova en 2006.
Junto a esta obra de cronista de América dejó doce obras de teatro y material suficiente de cartas y poemas como para crear varios libros recopilatorios, aún a pesar de abandonar la literatura profana desde 1667. Paradójicamente su obra se revalorizó y fue cada vez más apreciada justo a partir de ese momento.
En Alcalá de Henares se le recuerda con un monolito en el conjunto escultórico de la Plaza de los Santos Niños que recuerda con un astrolabio a otros personajes que tienen que ver con Alcalá y América, como Cristóbal Colón, creado en 1986. El monolito, como el resto de la obra, se haya deteriorado por el mal uso que se hace de él por parte de comerciantes que atan animales o puestos de venta en las celebraciones del Mercado Cervantino celebrado en octubre de cada año desde la década del 2000.
Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".
No hay comentarios:
Publicar un comentario