Título: Las huellas.
Autora: Mariana Romero-Nieva.
Editorial: Lema (1ª edición, posterior Domiduca); Pedro S.G. Romero-Nieva (2ª edición).
Año de publicación: 2010 (1ª edición); 2020-2021? (2ª edición).
Género: Poesía.
ISBN: 978-84-93805906
ASIN: B0918PC743
El primer libro que publicó Mariana Romero-Nieva fue Las huellas, a los 77 años de edad, en el año 2010. Aunque pueda parecer una autora tardía, lo cierto es que, como hemos visto en notas anteriores, sobre todo en su libro más reciente Aquel agujero. Mis años entre una enredadera (2021), ella escribía desde muy joven, pero la generosidad de publicar solo le vino en su setentena. Le dio la oportunidad la editorial alcalaína Lema, que posteriormente pasó a ser Domiduca, también en manos de Marcos. Tuvo una portada sobria similar a las que editaba en esos momentos la editorial Cátedra, un fondo negro que presentaba título, autora y logotipo editorial en blanco y enmarcaba una imagen, en este caso los pies de un hombre y una mujer andando por la calle, mientras se proyecta la sombra de esas personas. Quien esta nota escribe se atrevería a aventurar que se trata de la propia Mariana y quien fuera su esposo, pero puedo equivocarme. En todo caso tal cubierta estaba al servicio no solo del título, si no del interior del libro, dedicado en todo él a las huellas que dejaba el paso de una persona en la vida de otra. En un camino vital andado junto se venía a recordar lo que quedó marcado, las huellas que se dejaban en el propio ser. Esto, por otra parte, es un motivo recurrente en la obra de Mariana, que posiblemente ha quedado muy marcada por perdidas familiares y personales muy cercanas en diferentes momentos de su vida, cosa que quizá haya potenciado su necesidad de escribirlo en versos que la liberaran y la dejaran expresarse.
Este libro tuvo una segunda edición más moderna en libro electrónico a través de Kindle, siendo el editor su familiar Pedro Santiago G. Romero-Nieva, que en 2021 editó el libro citado de Aquel Agujero tanto en papel como también en electrónico, por lo que cabe la posibilidad que esta reedición electrónica sea o de 2020 o de 2021. Se reaprovechaba la portada de Lema cambiando el logotipo de esta por el de Pedro Santiago G. Romero-Nieva y cambiando el color negro por el burdeos, lo que influenciaba incluso en la tonalidad de la foto que enmarcaba. Esta edición es promocionaba en los lugares de Internet que la ponen a la venta con una presentación que hace del libro la propia Mariana Romero-Nieva, que de paso evoca su vida, que sin duda es la motivación de los poemas de este primer poemario. En palabras de ella, el libro trata sobre lo siguiente:
"Nací en San Carlos del Valle (Ciudad Real), un precioso pueblo conocido también como “El Cristo”. Mi infancia fue el mismo compendio de felicidad y miedo que marcó a todos los niños de mi generación, pero con la fortuna de vivir en una familia unida donde las historias que nos relataban mi padre y mi tío, al arrullo de la lumbre, despertaron mi imaginación. Me asomé a la cultura de la mano de las obras de teatro que representé en mi primera adolescencia y, con la serenidad de aquella vida al lado de una sierra de lobos y de leyendas de héroes y villanos, desarrollé esa imaginación que me transportó a otras vidas, otras historias y otros parajes. Mi primer y único amor llegó a mi tierra a los diecinueve años. El amor se forjó con el obstáculo de ser la novia de un joven maestro de pueblo, en aquellos tiempos tan complicados para quienes llevaban la educación a los más recónditos lugares de España. Mi juventud la regalé a mis hijos, fui madre de familia numerosa, seis hijos a los que conté las mismas historias aprendidas y recité mis primeros poemas. Con el tiempo que me dejaron los pañales, las papillas y los otros deberes, conseguí la Diplomatura en Educación Preescolar. Mi primer poema se publicó en el diario Lanza de Ciudad Real como despedida de mi tierra quijotesca por mi marcha a la ciudad cervantina de Alcalá de Henares. Allí pasé catorce años enseñando las primeras letras a muchos niños. Ya en la madurez, cursé estudios de Humanidades y de Derecho Civil, Romano y Penal en su Universidad. He querido mucho y me siento querida y, a veces, hasta chateo con mis nietos. El amor de mi vida se marchó. Gracias a su amor conservé mi creatividad. Gracias a él está aquí este libro. Mariana Romero-Nieva".
Toda esa biografía es la que le va dejando las huellas que nos llevan a los poemas de este primer poemario publicado.
El libro tiene además una carga existencialista, pero con una visión optimista, aunque melancólica. Aprovecha el naturalismo y ahonda en lo rural y la naturaleza de una manera que lo liga a la existencia y la vida de un modo preciosista. Se aprecia por ejemplo en el poema "El campo manchego en siesta".
Me asomé por la ventana
de su horizonte dorado:
¿Está dormida? ¿Está muerta?
Sola en silencio mirando,
tendida con la mortaja
del trigo seco en su mano.
El crepúsculo encendido
parece un ascua brillando;
los surcos resquebrajados,
sedientos de desamparo,
alargan lengua de sed
en las tardes del verano.
La fuentecilla está seca,
los caminos empolvados,
la encina sola, en silencio,
le brota sudor y llanto
de su tronco ennegrecido,
bronco, roto y arrugado.
El Sol rojo, enfurecido,
que se alarga como el rayo
vistiendo de oro y de fuego,
de púrpura decorando
las blancas paredes viejas
de un caserío olvidado.
La tarde está sola, duerme
la tierra a todo lo ancho,
la esperanza se pasea
con los brazos estirados,
los sueños y las pasiones,
sueltos, van jugueteando.
¿No hay nadie? Nada responde.
Está el olivo roncando,
las cepas, entre las sombras
que les acurruca el pámpano,
duermen su siesta al arrullo
de canturreos de pájaros.
Y la tarde va alcanzando
un éxtasis de letargo
mientras las hormigas marchan,
una tras otra, llevando
dorados granos de trigo
a sus almacenes largos.
¡Despierta, tierra dormida,
que se aproxima el ocaso
y ya un vientecillo sopla
que al sol lo va desnudando!
La vida empieza, la siesta
ya se está desperezando.
Pero hay que insistir en que la visión existencialista de Mariana siempre tiene una dote de optimismo y esperanza, pues cree siempre en el reencuentro futuro prometido y feliz. Veámoslo en el poema breve "Volaremos".
Nos volveremos a ver
batiendo alas al viento,
me tomarás de la mano
y volaremos muy lejos.
Cruzaremos mil fronteras,
galaxias y firmamentos
y en la paz del infinito
descansará nuestro sueño.
Sirva estas notas suficientes para dejar marcado como fue el inicio de los poemas publicados de esta veterana y brillante autora.
Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".
Mariana Romero-Nieva me confirma que la portad son ella y su marido en la Plaza de la Solana, en su pueblo, San Carlos del Valle.
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