sábado, 27 de julio de 2024

José Demetrio Calleja Carrasco. Obras completas

Título: José Demetrio Calleja Carrasco. Obras completas.
Autor/es: José Demetrio Calleja Carrasco. / La edición es coordinada por García Gutiérrez e intervienen comentarios de Margarita Vallejo; Luis Miguel de Diego Pareja; Carmen Román Pastor; José Luis Barrio Moya; Antonio Marchamalo Sánchez; y Vicente Sánchez Moltó.
Editor: Institución de Estudios Complutenses.
Impresor: Manuel Ballesteros
Año de publicación: 2000 (1ª ediciones; introducción de Francisco Javier García Gutiérrez).
Género: Historia; Crónica.
ISSN: 978-84-88293-19-4


La Institución de Estudios Complutenses recuperó en el año 2000 al historiador alcalaíno José Demetrio Calleja Carrasco, que sentó cierta cátedra en sus escritos de Historia, que se aproximaban a la crónica local, a finales del siglo XIX, al escribir un librito y varios textos largos sobre la Historia de Alcalá de Henares para contestar a Esteban Azaña, quien había escrito una importante obra en dos volúmenes de la Historia de Alcalá de Henares. La cuestión es que Esteban Azaña, también historiador tipo cronista y a a la vez político local, era de ideario progresista, llegando a ser alcalde y concejal. Sin embargo, José Demetrio Calleja, que aparte de historiador tipo cronista era procurador de Justicia en los juzgados de primera instancia de la cabeza de partido de Alcalá de Henares, era conservador, más aún, excedía la postura conservadora monárquica, era absolutista y por ello era contrario a la Constitución de 1876 que restauró a los Borbones en el trono en la figura de Alfonso XII, siendo que previamente era contrario también no sólo a la etapa del Sexenio Revolucionario, sino a la propia Isabel II. Por contra, Esteban Azaña sí era favorable a la Constitución de 1876 y al orden democrático que esta introdujo en el país, por ello desde 1875 ejerció de alcalde y participó de las elecciones posteriores siendo concejal varias veces. Como sea, Calleja quiso contestar a Azaña y elaboró una obra de Historia a modo de crónica que estaba excesiva y claramente escorada en la derecha política, en concreto a un sentimiento ultracatólico que medía todos los acontecimiento y la sociedad desde la perspectiva de la Iglesia. Sea como sea, Calleja es una referencia necesaria, aunque como todo cronista, ha de ser leído con cuidado y contrastando lo que dice, así como reflexionando y entendiendo su punto de vista, más aún cuando hablamos de un autor del siglo XIX y sus posibilidades de conocimiento, en pleno siglo XXI han habido muchos avances en el conocimiento de la Historia y nuevos datos que han cambiado cómo conocemos y entendemos el pasado. No obstante, es cierto que el sector más conservador o más católico de la ciudad, incluso en el siglo XXI, sigue dando preferencia a Calleja, tal vez como opción personal, pues la Historia, como ciencia humanística, necesita de contraste y de tesis, antítesis y síntesis.
 
El libro se llamó José Demetrio Calleja Carrasco. Obras completas, y aunque el formato es de libro y el tratamiento es de libro, técnicamente se publicó como revista (por eso se registró con ISSN y no con ISBN). Se anunció que se editaba como fac-símil, pero en realidad se trata de un sólo volumen reuniendo todos los escritos de Calleja bajo una edición en rústica y cubiertas de brillo, con una fotografía del siglo XIX de los restos del antiguo castillo musulmán que se llamó Alcalá la Vieja. Las páginas estaban maquetadas al modo actual, aunque es cierto que a la vez aparecían los textos de Calleja antiguos (con sus paginaciones de época incluidas, aunque hay otra paginación actual a la vez); era como si hubieran sido escaneados y puestos ahí. Entre medias, entre obra y obra, aparecen análisis y aportaciones de miembros de la Institución de Estudios Complutenses, guiados por el cronista oficial en el 2000, García Gutiérrez, por lo que en realidad no se trata de una edición fac-símil, aún cuando aparezcan los textos al modo como aparecieron en el siglo XIX. Participaron de los análisis de Historia Margarita Vallejo, Luis Miguel de Diego Pareja, Carmen Román, José Luis Barrio Moya, Antonio Marchamalo y Vicente Sánchez Moltó, actual cronista oficial de Alcalá, sucesor de García Gutiérrez, que también escribió. El libro fue impreso por otro alcalaíno destacado en el mundo de los libros de Alcalá, Ballesteros.

Calleja había nacido en Alcalá de Henares en 1822, hijo de Nicolasa Carrasco, alcalaína, y de José Vicente Calleja, de Caporredondo, el cual había sido sastre del guerrillero Juan Martín "el Empecinado", que actuó por Alcalá y la zona de la Alcarria. Sin embargo, si "el Empecinado" fue liberal, no era el caso de que esto se hiciera extensible a esta familia, como ya se ha comentado. En 1823, uno año después de nacer, el padre de Calleja pasó a ser maestro de ceremonias de la Universidad Complutense (la de Alcalá de Henares, aún en la ciudad). No nos olvidemos que con la caída de los liberales ese año, Fernando VII reanudó una represión muy virulenta contra estos que afectó a la propia Universidad. En Alcalá incluso se quemaron casas de catedráticos que participaron del Trienio Liberal. Como sea, la posición del padre le permitió en 1830 que estudiara Gramática Latina, Retórica y Poética, y desde 1833 que hiciera el Bachillerato en 1833 en Toledo estudiando Teología, Cánones, Derecho y Medicina. Como se puede ver, por niño y juventud, no participó de la Primera Guerra Carlista. En 1840 se casó en Guadalajara, vivieron en Alcalá de Henares. Se hizo procurador en leyes en los tribunales de primera instancia de la partida judicial de Alcalá de Henares. Desde la Restauración de 1874 se manifestó muy contrario a la Constitución de 1876 y entró en rivalidad política con Esteban Azaña. Esto le lleva a replicar a su libro de Historia con otros escritos de él, ya citados, que hablaban de la Historia de Alcalá desde un punto de vista profúndamente católico. En 1882 le hicieron notario público eclesiástico del Arzobispado de Toledo, y ese mismo año es hecho secretario de las cofradías complutenses de Nuestra Señora de las Angustias. Desde 1892 también lo será de la cofradía del Santísimo Cristo de los Doctrinos. En 1897 compró una casa en la calle Escritorios, donde residió con su familia. Murió en 1902, con 80 años de edad.

Aportó hasta cinco grandes obras de Historia muy profundamente investigadas y estudiadas, con gran cantidad de datos para su época, pero especialmente centrada en edificios religiosos universitarios y las instituciones de la Iglesia que acogieron en Alcalá de Henares. También abordó las investigaciones sobre Alcalá la Vieja, cuando el castillo musulmán ya estaba prácticamente en ruinas, aunque quedaba más que lo que queda hoy día. Aporta noticias de la voladura o caída de algunas torres, pero también aporta noticias sobre el estado de Complutum y su conocimiento en su época de finales del siglo XIX.

No deja de ser un testimonio de época que nos da aportaciones útiles en buena parte y también datos de cómo estaban algunas edificaciones histórica a finales del siglo XIX. No hay que negarle un trabajo de archivo y biblioteca en su tiempo del que han derivado el soporte de numerosas obras y artículos de Historia de Alcalá posteriores. Es un referente. 

Los libros de Demetrio Calleja fueron: Ordenanzas para el régimen y gobierno del cabildo de la Santísima Trinidad, sangre de Cristo y Nuestra Señora de las Angustias establecida en la Santa Iglesia Magistral de esta ciudad de Alcalá de Henares, en la capilla titulada de Santa María la Rica (1882), Noticia histórica de la efigie, santuario y cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia (Vulgo de los Doctrinos) que se venera en la ermita de la calle de Roma (1892), Alcalá la Vieja. Ensayo histórico o apuntes para una monografía de aquel castillo (1897), Compluto romana: estudio acerca de su importancia y de los notables objetos de arte hallados en sus ruinas (1899), Bosquejo histórico de los colegios seculares de la Universidad de Alcalá de Henares (1900) y Breves noticias históricas de los colegios y conventos de religiosos incorporados a la Universidad de Alcalá de Henares (1901).
 
Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

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