lunes, 23 de junio de 2025

Rostros complutenses para la Historia

Título: Rostros complutenses para la Historia. Un viaje ilustrado por figuras clave del legado histórico, social y cultural de la ciudad de Alcalá de Henares, a través del arte de la caricatura.
Autor: Mon.
Editor: Autopublicación a través de Aletom Editora.
Impresor: Aletom Editora
Año de publicación: 2025 (1ª edición).
Colección: Memorias ilustradas complutenses / distribución por Amazon.
Nº de volumen en la colección: Sin número
Género: Ilustración; Historia; Biografía; cómic.
ISBN: 979-8286222094

 

La nueva obra de caricaturas de Mon es Rostros complutenses para la Historia (2025), que se subtitula de manera muy extensa: Un viaje ilustrado por figuras clave del legado histórico, social y cultural de la ciudad de Alcalá de Henares, a través del arte de la caricatura. Lo vuelve a publicar con Aletom y los servicios de distribución de Amazon, con lo que su cubierta sigue las líneas generales de esta editorial, con todos amarillos y blancos. Esta vez lo hace dentro de su propia colección (de Mon) Memorias ilustradas complutenses. Así que hemos de suponer que Mon se dispone a publicar una serie de libros ilustrados de personajes de Alcalá, o al menos uno más, tal como él mismo ha declarado en entrevista a Cadena Ser Henares en la semana del 9 al 13 de junio, cuando anunció que para promocionarlo estaría dibujando caricaturas a cualquier ciudadano que quisiera en la Plaza de Cervantes en el fin de semana del 14 y 15 de esa misma semana. El libro sólo se vende y distribuye de momento a través de una plataforma de venta por internet, en Amazon. Por lo que probablemente termine siendo una edición limitada servida a solicitud de su compra.

En esta primera entrega recoge las caricaturas de los personajes más relevantes de Alcalá de Henares desde la Antigüedad a la actualidad, siguiendo sus exposiciones sobre esta misma temática en la Quinta de Cervantes (2024) y en la Librería Capitel (2025), con lo que hemos de suponer que el posible segundo volumen se hará eco de las ilustraciones de la exposición en la Sala de Exposiciones del Antiguo Hospital de Santa María la Rica, también este 2025. 

El libro contiene una alta calidad con unas caricaturas muy logradas. Acompañan a estas breves resúmenes de la vida de los caricaturizados, aunque en esos resúmenes se cuelan apreciaciones de valor por parte del autor. 

Es una buena oportunidad para acercarse a la Historia de Alcalá a través de sus personajes, cobrando valor el hecho de que incluso, siendo un libro de caricaturas, actualiza la Historia complutense al incluir a personas de la actualidad, algunas muertas incluso en este 2025, y otras vivas. Se reconoce en ello también una serie de personas que han sido o son importantes en la vida social alcalaína. Tenemos pues personajes desde la antigua Compluto a nuestros días. Hay que pensar que no sólo habrá tomado de referencia los libros de Historia de la ciudad, sino probablemente también la hemeroteca, tal vez de las necrológicas, y el conocimiento de la actualidad local.

 Hay también un reconocible esfuerzo por darle tanta importancia a hombres como a mujeres, intentando alcanzar la igualdad y el reconocimiento femenino en los acontecimientos históricos. 

Es evidente que en esta primera entrega aparecen nombres tan reconocibles como Justo y Pastor, Cervantes, la Princesa de Éboli, Carrillo, Cisneros, Manuel Azaña o Laredo, entre otros, y se nos cuelan otros nombres relevantes de la actualidad como José Chacón, García Gutiérrez o Lope Huerta. 

Personalmente, al margen de su calidad caricaturista, sirve de guía actualizada de las personas relevantes de Alcalá y su propia Historia. Queda pendiente ese segundo volumen, si se llega a realizar.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 14 de junio de 2025

Historia colectiva de Alcalá de Henares

Título: Historia colectiva de Alcalá de Henares.
Autores: Vicente Sánchez Moltó (coordinador y autor); Francisco Javier García Lledó; Sebastián Rascón Marqués; Ana Lucía Sánchez Montés; Roberto González Ramos; Vicente Pérez Palomar; Carmen Román Pastor; José Llull Peñalva; Pilar Lledó Collado
Editor: Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de Alcalá de Henares; colabora: Institución de Estudios Complutenses.
Imprenta: Solana e Hijos Artes Gráficas.
Año de publicación: 2023 (1ª edición; presentación Judith Piquet -alcaldesa de Alcalá de Henares por el Partido Popular-; y Pilar Lledó -Presidenta de la Institución de Estudios Complutenses-).
Género: Historia; Ilustración; Fotografía.
ISBN: 978-84-15005-95-7

 

La Historia general de Alcalá de Henares más actual se publicó en diciembre de 2023, Historia colectiva de Alcalá de Henares. El coordinador de la obra es el cronista oficial de la ciudad, Vicente Sánchez Moltó, quien  también está en la dirección del archivo municipal y este año incluso le han hecho presidente de la Institución de Estudios Complutenses (IEECC), lo que hace que prácticamente en la actualidad el relato de la Historia de Alcalá cuando es publicado por o con el ayuntamiento, lo que popularmente se llama "la Historia oficial" (algo discutible y desfasado, pero difícil de cambiar en la mentalidad popular), esté controlado con la concepción de él y los criterios de él, incluso cuando elige autores colaboradores en otras obras, pues se tiende a buscar a personas afines, salvo honrosas y generosas excepciones. Eso sí es así, no por ser Alcalá o tal persona, no me centro en Moltó, sino que reflexiono sobre el hecho de la concentración de cargos en una persona, o en otros casos en una institución, cuando se encarga desde las instituciones libros de Historia o investigaciones. En general cuando todas las instituciones dedicadas a la Historia pasa por el control de una sola persona o de una sola entidad, lo común que ocurra es que esta persona o esta institución trate de hacer prevalecer su criterio, su visión, a veces sólo su conocimiento e interpretación, aún a través de aquellos en los que pueda derivar investigaciones. Un ejemplo muy común se ve en numerosos departamentos de Prehistoria e Historia de las Universidades. Sea como sea, el libro fue encargado o sugerido por la concejala de Cultura del PSOE en 2022, María Aranguren, a Sánchez Moltó, y este eligió como equipo colaborador a unos pocos investigadores e investigadoras que él consideró oportunos por sus trayectoria con muchas publicaciones especializadas en las materias que se les encargó, según declaró a Cadena SER Henares en este mismo 2025 cuando le entrevistaron por su nombramiento en la dirección de la IEECC, y son esas personas, aún siendo verdad lo afirmado por Moltó, precisamente personas ampliamente relacionados con otros actos y publicaciones de esa misma institución, con lo que en realidad esta Historia colectiva en realidad pasa a ser una Historia de varios autores, no tanto así colectiva, pues otros historiadores no han sido consultados o no se les ha hecho participé en la creación directa del libro (y en Alcalá hay muchos y varios de esos muchos han aportado novedades importantes de las que se alimentan algunas partes de este libro). Aún teniendo mucha calidad algunas, bastantes, de las partes del libro, y se nota la alta calidad investigadora en muchos de los capítulos, termina siendo una Historia orientada a los criterios más afines a los miembros de la IEECC. Más aún, tras una lectura completa y reflexionada, contrastada con el resto de libros publicados en los últimos años con avances en la Historia de Alcalá, en muchas de sus partes este libro sigue tendiendo a una visión conservadora, estaría por decir que católica, de la Historia local, a menudo no mencionando o mencionando para que conste, pero rebatiendo, partes de esa Historia que se está descubriendo como un pasado alcalaíno más complejo que la mera concepción conservadora. 

Sea como sea, y como se hace constar en el propio libro en sus introducciones, en realidad se trata de una serie de artículos nacidos de las conferencias que se dieron en 2023 por parte de la IEECC con motivo del 25º aniversario del nombramiento de Alcalá de Henares como Patrimonio de la Humanidad. Probablemente enriquecidos con posterioridad cuando se realizó el encargo de crear una Historia general de la ciudad actualizado, pues se nombran algunos eventos, por ejemplo en el capítulos dedicado al siglo XX, escrito por Pilar Lledó, como el nombramiento de la primera alcaldesa de la ciudad, Judith Piquet (Partido Popular), en ese 2023. Ambas, alcaldesa e historiadora, que en ese momento era la presidenta de la IEECC, escriben los prólogos del libro. También se nota que probablemente se enriquecieron aquellos artículos aumentando referencias y notas que mencionan a muchos de los historiadores excluidos, pero no a todos. En todo caso, las aportaciones y visiones de estos quedan en manos de los otros, siendo que muchos de ellos, quien esto escribe incluido, se enteraron por prensa el día que se presentó la obra. Sin embargo, y viene un "pero" grande, aunque se dice que todos las referencias que se nombran en los textos vienen en las notas adjuntas a final de libro, aún apareciendo una gran cantidad de obras y autores, faltan muchas de esas referencias en las notas. Lo puede comprobar quien tenga el libro o acceda a él. Como ejemplo citaré la cita a Cabañas en la página 203, si se va a notas se verá que no aparece. Esto ocurre en otras ocasiones a lo largo del libro. Ha faltado en ese sentido un mayor ejercicio de revisión. 

Por otro lado, otra evidencia de que en realidad se reutilizó las conferencias de 2023 sobre el Patrimonio de la Humanidad está en la finalización de la Historia general más actual de Alcalá de Henares en el año 1998, año del nombramiento, a pesar de que en pleno siglo XXI va un cuarto de siglo. Un cuarto de siglo donde la ciudad se vio muy afectada por los atentados del 11-M de 2004; la crisis de 2008 hizo estragos; se cambió la ordenación urbana de los distritos; crecieron los barrios; fue la segunda ciudad en movilizarse con el 15-M de 2011; se cambiaron las rutas de transporte urbano y la fisonomía del centro de la ciudad al peatonalizarse desde 2019; se superó un grave problema económico crecido desde que se hizo el nombramiento de Patrimonio de la Humanidad; los efectos de la Covid-19 en 2020; o el mismísimo nombramiento de Judith Piquet como primera mujer alcalde en la ciudad, en 2023. Pocas cosas no han pasado como para eliminarlas del libro. Teniendo en cuenta que en algunas partes del capítulo del siglo XX me hace pensar que la consulta a hemeroteca tuvo peso, se pudo haber hecho algo. 

Aún así, es el más completo y el más actualizado de una forma desde la profesionalidad de historiadores. En ella escriben unos pocos, muy pocos, pero suficientes, historiadores reconocidos sobre temas de Alcalá de Henares. Bien es cierto que esos pocos son gente que todos tienen algo que ver con la IEECC. Entre los historiadores excluidos hay gente que en los últimos veinticinco años han hecho avances y descubrimientos documentales que han cambiado y sacado a la luz numerosos acontecimientos de la Historia de Alcalá, varios en la edad contemporánea y especialmente el siglo XX, pero no solamente en esa etapa. Usan en su documentación, eso sí, algunos de sus libros y artículos, por lo menos algo es algo. Le faltan algunos aspectos de las novedades que se han sacado estos años, bastantes de ellas publicadas al margen del ayuntamiento, ya sea con la Universidad o, muchos de ellos por sí mismos y en varias ocasiones gracias a la librería y editorial alcalaína Domiduca.

A pesar de que los propios editores de Domiduca, junto a Malagón, editaron un libro general de Historia de Alcalá en diciembre de 2022, que más bien era una colección de momentos y personajes, 

En todo caso, sobre el origen del libro, aún escuchando la versión de Moltó de las jornadas sobre Patrimonio de la Humanidad en 2023, del que es evidente que sale el libro, la idea de un libro, para quien esto escribe, no surgió ni de ahí, ni del ayuntamiento. Va a sonar mal que lo diga yo, pero surgió de mí. ¿Cómo puedo afirmar que la idea surgió de mí? Cuando me enteré del actual libro felicité su aparición pero comenté en mis redes sociales, en Facebook vía rescisión sólo a los que tengo asociados como la categoría "amigos" que da esta red, que tenía la impresión de que aunque nadie me había dicho nada, ni se me ha contado ni mencionado, tenía que ver con mis palabras que dije en la Biblioteca Pública Cardenal Cisneros en los primeros días de enero de 2022 cuando presenté mi libro La depuración de maestras y maestros en Alcalá de Henares (1939-1941) (Daniel L.-Serrano, "Canichu" -Daniel López-Serrano-, 2021), en las cuales dije que faltaba un libro general de Historia de Alcalá de Henares que fuera una obra común de varios historiadores sobre Alcalá y actualizado, al margen de un interés turístico. Me leyó en aquella red social María Aranguren, ya en 2023 exconcejala de Cultura, que en aquel acto de presentación de mi libro en enero de 2022 estuvo presente como concejala (tal como se puede ver en la prensa local que se puede consultar por Internet), y me dijo que sin duda era así, mis palabras tenían que ver con la creación de este libro. Es más, ya en aquel acto de enero de 2022, siendo ella concejala, me dijo en persona que recogía mis palabras para sacarlo adelante. Así pues este libro, si la secuencia confirmada por Aranguren en red social es así, algo tiene que ver conmigo, ocurra que Sánchez Moltó, o cualquiera de la IEECC, supiera o no de mis palabras en aquel acto, recogidas por Aranguren. Y no digo que yo tuviera que haber escrito en el libro, pero hubiera sido un detalle que por lo menos no me hubiera enterado por prensa el día de la presentación. Sea como sea, en el mismo libro mío citado, en su contracubierta, escribí esta misma propuesta de obra común, y ese libro estaba publicado en diciembre de 2021, como el propio Ministerio de Cultura, a través de la agencia del ISBN, reconoce. Está, además, disponible en las bibliotecas públicas y en el archivo municipal, donde ejerce, por cierto, el cronista oficial. 

Todo esto no contradice ni mancha el origen dicho por Moltó, sino que aporta y completa información, la enriquece, pues si bien Aranguren le encargó o sugirió el libro, Aranguren recogió la idea de aquella presentación mía y así me lo dijo en persona en enero de 2022 y en red social en diciembre de 2023. Sea como sea, lo que no es incierto (nada lo es) es que mis palabras de enero de 2022 ocurrieron públicamente y la concejala de Cultura del momento me dijo también públicamente que las recogía. Luego hubo cambio de ayuntamiento mediante la victoria electora de las derechas y la coalición PP con Vox en Alcalá de Henares. Como sea, da igual. Es algo bienvenido. Creo que este libro es algo que era necesario. Está bien que haya ocurrido y aplaudo y felicito el suceso.

Mi libro sobre la depuración de maestras y maestros entre 1939 y 1941 no fue usado en bibliografía, aunque sí me siento agradecido a Carmen Román Pastor, historiadora del Arte, que se encarga del siglo XVIII, quien en la bibliografía que la respecta nombra mi comunicado sobre la lista de corregidores de Alcalá de Henares en ese siglo, que presenté en uno de aquellos encuentros de historiadores del Valle del Henares de la IEECC hace años. Aquello fue sólo una labor de poner en orden estos nombres y rellenar algunos que faltaban, gracias a consultar los documentos del corregimiento de Alcalá en el Archivo General de la Administración, no es tanto una labor reflexiva y abierta a mejora, como dije en aquel otro acto. Pero, bueno, supongo que en parte ayuda a otros historiadores en sus tareas, para eso lo hice y lo comuniqué, y me alegra que alguien le haya sacado provecho o haya querido compartirlo. 

En mi ejemplar del libro he rellenado con notas lo que va de siglo XXI, mi visión del origen del libro, y he anotado en los márgenes también informaciones que completan las que vienen o enriquecen con más visiones y datos, de libros de Vadillo, Urbano Brihuega, Gutmaro Bravo, Mazarío, Carrasco, Sanluciano y otros tantos. 

Previamente a este libro, Alcalá de Henares ya había reflexionado e investigado sobre su Historia en términos generales desde el siglo XVII, aunque en aquel momento no se publicó hasta el siglo XX, sin embargo, algunas familias tuvieron acceso a aquella obra incompleta. Se trataba de Anales complutenses (Pedro Tamayo; Pedro de Quintanilla y Mendoza; Carlos Sáez y varios autores anónimos, probablemente canónigos de la Iglesia Magistral de los Santos Niños de Alcalá de Henares, 1652). Eran unas épocas de relativa decadencia de la Universidad de Alcalá, pero en la que se buscaba el título de ciudad. En parte esta obra pudo alimentar a otra Historia general que sí se publicó y que fue una referencia para los alcalaínos desde su publicación: Historia de la ciudad de Compluto, vulgarmente Alcalá de Santiuste y ahora de Henares (Miguel de Portilla y Esquivel, 1725). Para entonces la decadencia de la ciudad se hacía evidente, en medio de un contexto en el que los Borbón habían accedido al gobierno tras la Guerra de Sucesión, y habían cambiado todo el orden político, administrativo y relativamente social. Sin duda, la familia Azaña tuvo un ejemplar de este libro, pues este alimenta y marca la siguiente Historia general, Historia de la ciudad de Alcalá de Henares (antigua Compluto) (Esteban Azaña, 1882-1883), que es la Historia general más conocida y popular de Alcalá de Henares desde que se publicó a finales del siglo XIX hasta la actualidad. Este escrito desde un punto de vista liberal. En todo caso, todos ellos eran en buena parte crónicas, aún cuando Esteban Azaña incluyó un poco de hacer de historiador como ciencia con consulta de documentos, pero tenía, repito, partes escritas más como crónica. En todo caso, menos popular pero muy recurrido por historiadores del siglo XX, a Esteban Azaña le contestó Calleja en una serie de artículos y pequeñas obritas cuya visión de la Historia de Alcalá era ultracatólica (él era carlista). Estas obras se publicaron todas juntas en el año 2000, José Demetrio Calleja Carrasco. Obras completas (José Demetrio Calleja Carrasco, 1882 a 1901, obra completa: 2000). Y aunque es la obra de Esteban Azaña la más recordada, e incluso reeditada en la década de 1980 y en la de 2000, la Historia general más reciente en ese comienzo del siglo XXI fue una historia ya escrita propiamente como ciencia humana y no como crónica, Alcalá de Henares. Crónica general (Luis Miguel de Diego Pareja y José Carlos Canalda Cámara, 2001). Escrita probablemente tanto tomando el comienzo de siglo como fin de ciclo al coincidir en cierto modo tanto con el nombramiento de Patrimonio de la Humanidad de 1998 como con los aniversarios cervantinos de los primeros años de la década de 2000. Lamentablemente se hizo una edición limitada y no llegó a toda la gente que podría haber llegado. No se ha reeditado, aunque sería interesante que se hiciera, aún necesitando una actualización. Esta obra es citada en la actual Historia colectiva de Alcalá de Henares, en algunas partes dedicadas al siglo XX se pone en cuestión su interpretación de algunos hechos, al igual que ocurre con interpretaciones de libros de Vadillo y otros, pero en general Lledó defiende en ese capítulo su visión y, en todo caso, la de Sanluciano. Sea como sea, salvando mucho las distancias, también de la década de 2000, hubo otro libro de corta tirada, aunque desde el humor gráfico, La histeria de Alcalá (Miguel Ángel Gómez Sedano -Ángel- y José Rubio Malagón -Malagón-, 2005). Completaría todas estas obras Historia de la Universidad de Alcalá (Antonio Alvar Ezquerra -coordinador-, 2010), pues esta Historia está íntimamente ligada a la ciudad de Alcalá y en cuanto a su vida cultural desde la Universidad, hay aquí un importante ejercicio muy sesudo de Historia pura y dura de esta institución. 

Ahora bien, el presente nuevo libro Historia colectiva de Alcalá de Henares, dice en sus prólogos que el libro de Historia general más reciente es el citado de Diego Pareja con Canalda en 2001. No es así. Precisamente en 2022 la librería Domiduca publicó Hitos y mitos de Alcalá. Historia ilustrada desde la Prehistoria hasta nuestros días (José Rubio Malagón -ilustraciones- y Marcos A. González y Asela María Pérez -Asela M-, 2022). Le llevaba un año de ventaja, y es uno de los libros más vendidos actualmente sobre la Historia de Alcalá de Henares. Parece sorprendente que teniendo esta librería publicados varios de los libros de algunas de las personas que escriben esta nueva Historia general de la que hablo hoy, se olvidasen de él, escrito por los editores de Domiduca. Teniendo en cuenta además el éxito de difusión con el que cuenta, también mediático y que se publicó un año antes, sorprende mucho la ausencia de referencia alguna, pues sin duda es ese el más actual de los publicados antes de este otro de 2023. Si bien es cierto que el de Diego Pareja y Canalda de 2001 está más ajustado a la interpretación e investigación histórica como ciencia humana, este otro de Domiduca en 2022, aún teniendo por referencia algunas de las crónicas antes citadas, aporta muchas cuestiones sociales de la Historia de Alcalá que estaban casi olvidadas y que aporta algunas de las innovaciones de la Historia descubiertas actualmente que, sin embargo, no aporta o simplemente nombran de paso en el de 2023. Sea como sea, aún no siendo una Historia general al uso el de Domiduca, aporta cosas que el de 2023 no aporta, que es la Historia desde lo social, un punto de vista menos conservador, y atribuye la explicación y la importancia en la mentalidad que conformó cada época los mitos fundacionales, cosa que en el de 2023 se elimina, quedando la Historia como algo que no tuviera que ver con las mentalidades y los mitos fundacionales. No digo que, como Portilla, se tome por totalmente cierto todo lo que se escribió de los Santos Niños, o de la Vera Cruz y otras cuestiones, pero sí hay que explicar en qué consistía y qué papel juega en su época y en épocas posteriores. Así que, el de Domiduca, en ese aspecto, completa al libro que comentamos hoy. Y aún así, entre los dos, a mí me falta un análisis de la Historia social y política de la ciudad.

El libro se atañe mucho a la Historia como ciencia social, ya está dicho, sin embargo, resulta variable. Cada capítulo parece que ha gozado de tanta libertad a la hora de su redacción que mientras algunos son ejemplares capítulos de Historia tratando de alcanzar lo político, lo social, lo demográfico, lo económico, su contextulización, lo cultural y artístico y sus personajes, hay varios que parece que todo aquello que se aleja de lo arquitectónico es un sobrajo, por lo que se centran en  los edificios. Pasa a ser una Historia del Arte, más que una Historia de Alcalá. Se da el caso más paradójico en el siglo XVII, donde prácticamente al completo es un catálogo descriptivo de los edificios que tienen que ver con esa época, Ni siquiera se hace análisis del porqué de esas arquitecturas o porqué se construye, o no se explica tampoco porque sus creadores hacen tal o cual y con qué propósito. Lamentablemente hay que reconocer que ese capítulos es un largo catálogo descriptivo, a veces repetitivo de joyas de la arquitectura barroca en Alcalá, pero se olvida de Alcalá en sí, aún cuando le dedica unas pocas páginas iniciales a lo que ocurrió en cuanto a la consecución de título de ciudad o lo que respectaba a la Universidad.

Lo cierto es que casi todos los capítulos identifican la Historia de Alcalá con la de la Universidad, dando la sensación que lo que le ocurre a la Universidad le ocurre a la ciudad, cuando no es exactamente así, aunque algo haya de ello. Y cuando no atan la Historia complutense a la Universidad, lo hacen a la Iglesia, hasta el punto que a veces dedican páginas enteras en describir procesiones. Creo que falta un mayor trabajo en ese sentido de búsqueda e investigación de la Historia social, política, cultural, económica y evolutiva de la ciudad. No es algo imposible. Hay un extenso archivo del Corregimiento de Alcalá de Henares en el Archivo General de la Administración, no sólo el Archivo Municipal de Alcalá de Henares, y hay un Archivo Histórico Nacional y hay otros tantos archivos públicos y privados y hasta la Biblioteca Nacional. Eso es una tarea ardua, pero necesaria. No se tarda un año, se tardan varios, muchos años. Pero si se hubiera movilizado realmente a un gran multitud de historiadores que tratan de Alcalá, entre lo que ya tienen avanzado y nuevos esfuerzos, se podría lograr una obra aún más completa que no deje ese sabor a Historia del Arte, en lugar de a Historia. En los primeros capítulos, escritos por arqueólogos profesionales de prestigio a quienes admiro, parecen eso: arqueología, pero no Historia. Marginan las fuentes escritas, no realizan su análisis y sólo tienden a explicar todo mediante lo material, y lo material, aunque nos explica mucho, muchas veces necesitan completar su testimonio con la lectura crítica de las fuentes primarias. Y si rizamos más el rizo, en lo musulmán, hay que recordar que en la amenazada Biblioteca de Tombuctú hay libros árabes que llegaron allí desde Al-Andalús cuando esta desapareció, y que muchos están sin consulta ni traducción por parte española, aunque varios que sí. Y eso, aún más arduo, habría que hacerlo un día también.

Yo mismo he trabajado por un tiempo con el Archivo del Corregimiento de Alcalá de Henares, en lo referente al siglo XVIII, aunque hay cosas de siglos antes y del XIX, y puedo asegurar que se puede reconstruir algo de cómo y qué pasó social y políticamente en Alcalá, cómo eran sus gentes, sus formas de pensar, su cultura... Pero hay que darle mucho tiempo, mucho de la propia vida, y siendo un trabajo común nos sería a todos menos pesado, más leve, y avanzaríamos más, más rápido y más rico en puntos de vista contrastados de unos y otros, porque, siento decirlo, salvo varias partes asépticas, en general, por temas elegidos al construir el relato, algunas expresiones y algunas omisiones de obras de autores que han innovado últimamente, da la sensación de ser una obra que trata de ser neutral, pero en realidad está ligeramente escorada al punto de vista conservador y católico, en el siglo XIX incluso un pelín nacionalista. Ahora bien, hay partes, repito, que logran lo aséptico, como el siglo XVIII, que trabaja muy bien la Historia como Historia, que son una maravilla.

El siglo XVI, por ejemplo, se olvida de hacer esa consulta profunda de la Historia de la ciudad en sí, y aunque algo investiga en ella, se centra más en la Historia de la Universidad. Es en ese aspecto un capítulo impecable y muy completo, pero le falta todo aquello social y político que se puede rastrear tanto en el Archivo Histórico Nacional, como en Simancas, como en el General de la Administración. tal vez en alguno de las Chancillerías.

Moltó escribe, de manera impecable también, muy completo y muy bien trabajado, el capítulo dedicado a la Plena Edad Media y la Baja Edad Media. Y creo que es otro de los grandes capítulos del libro, aunque le tire de las orejas por llamarlo Baja Edad Media del siglo XI al XV. No. A ver, incluso si uno considera las periodizaciones que maneja el Ministerio de Cultura en los Bienes de Interés Cultural, verá que esa nomenclatura no se ajusta. Pero no sólo porque lo anote el Ministerio, sino porque otras obras de Historia Universal y de España y las Universidades no lo manejan así. En este libro desaparece el término Alta Edad Media, que en el caso español abarca a visigodos y los primeros siglos de Al-Andalus, del siglo V al IX, algunos lo estiran al X. Tras eso aparece la Plena Edad Media, del X, o del XI, depende, al XIII, y la Baja Edad Media abarca XIV y XV. No porque lo diga yo, sino porque en general la más amplia comunidad de historiadores de la Historia Universal, en la que se encuadra España aceptan eso. Luego se pueden abrir debates en el caso ibérico, que de hecho los hay, pero hay que defenderlos, claro. Pero esta observación es una nimiedad, una idiotez, es algo menor, el capítulo lo trabaja Moltó muy bien, muy completo, bien explicado, bien estructurado e interesante.

El libro es un muy buen libro, suma una gran cantidad de novedades, aunque le falte otras y algunos puntos de vista diferentes, y es algo muy necesario. Debería haberse adentrado en el siglo XXI, eso sí. 

Acompañan los textos diversas fotografías, imágenes, cuadros de datos o planos, según la necesidad de cada autor. Lo que ayuda a la lectura y comprensión. Pero es un libro para auténticos amantes de la Historia, no de la crónica. Ya se ha mencionado algunas de las cuestiones delicadas, siempre desde la positividad de aportar para el futuro, no para criticar en negativo. El libro en general no se merece una crítica destructiva. Es un buen trabajo y un imprescindible para entender la Historia de Alcalá.

Una joya, aún con todo lo dicho, para la historiografía alcalaína. Pocas ciudades cuentan con una riqueza intelectual como esta. Personalmente a mí, aunque he querido escribir algunas carencias, e ha aportado también bastantes cosas y me hacen agrandar más conocimientos y perspectivas en mis conocimientos y lecturas sobre Alcalá. Ahora lo sumo todo y eso es lo importante. Es enriquecedor.

 

Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu". 

sábado, 7 de junio de 2025

Juan de Campos, el alcalaíno de la primera vuelta al mundo

Título: Juan de Campos, el alcalaíno de la primera vuelta al mundo.
Autor: M. Vicente Sánchez Moltó.
Editor: Servicio de Publicaciones, Concejalía de Cultura, Ayuntamiento de Alcalá de Henares.
Año de publicación:
2025 (1ª edición; introducción de Judith Piquet, alcaldesa de Alcalá de Henares por el PP).
Género: Historia; Biografía.
Depósito Legal: M-7874-2025

 

En los últimos siete años el ayuntamiento de Alcalá de Henares, empezando con un gobierno de PSOE-Somos Alcalá, después con PSOE-Ciudadanos y actualmente con el PP, inició una colección no venal de pequeñas biografías de alcalaínos ilustres que regala cuando se compra un libro en la Feria del Libro de Novedad de Alcalá de Henares, que es en abril. El autor de las siete obras publicadas ha sido invariablemente el cronista oficial de la ciudad, Vicente Sánchez Moltó. Dentro de esta iniciativa que se mantiene, este año 2025 puede que se haya publicado el más acertado de los títulos en cuanto a cómo se ha investigado y tratado, aparte de acercarnos a un personaje no muy conocido. Se trata del libro biográfico Juan de Campos, el alcalaíno de la primera vuelta al mundo, y sin duda habrá sorprendido y descubierto a mucha gente la existencia de un alcalaíno entre la tripulación con la que contaron Magallanes y Elcano cuando entre 1518 y 1522 iniciaron un viaje en busca de un paso al Océano Pacífico bordeando América que les permitiera llegar a las Islas de la Especias (Extremo Oriente) sin recurrir a la ruta africana, en el dominio portugués. Viaje que acabó resultando en la primera vuelta al mundo que se realizó. Es conocida toda la historia de Magallanes y su flota, con todos los problemas que tuvieron tanto de búsqueda del paso al sur de América, con problemas de temperaturas, hambruna, un mar Pacífico que no parecía acabar, enfermedades, y un enfrentamiento en torno a Borneo que acabó con la vida de Magallanes y posteriormente con su sucesor, por lo que Elcano tomó el mando. Es conocido también que llegados a zona portuguesa y con innumerables problemas de desperfectos en las naves, así como problemas de provisiones, se dividió la flota y Elcano siguió navegando hacia el Oeste, resultando que, en medio de innumerables aventuras y desdichas, acabaron llegando a España de vuelta, confirmando así la primera vuelta al mundo y la redondez de esta. El librito narra también estos sucesos, pero se centra en la vida del tripulante alcalaíno, Juan de Campos.

Juan de Campos, natural de Alcalá de Henares, embarcó en la misma nao que viajaba Elcano. Lo hizo en calidad de despensero, o sea: debía garantizar las provisiones y distribuirlas, así como racionarlas y custodiarlas. Evidentemente, aunque podían tener una idea de las provisiones necesarias para llegar a la zona conocida de América, no lo tenían tanto en cuanto a la longitud del continente hacia el sur, ni mucho menos del tamaño del Pacífico, ni que aquel viaje se iba a prolongar más de tres años. El hambre y las enfermedades por hambre, así como las muertes, son asuntos conocidos, entre otros. Fuese como fuese, también debió ejercer de escribano, Moltó lanza la teoría de que quizá trabajó de ayudante de alguno en España, pues sabe escribir con buena caligrafía y conoce los signos de firma de los escribanos, así como sus fórmulas.

Se tiene constancia de un motín en la nave de Elcano. Los documentos y testimonios conservados nos hace pensar que Juan de Campos pudo estar entre los amotinados, aunque probablemente sin tomar una parte directiva, pues no se encuentra entre los condenados a muerte, pero sí parece obvio que lo estuviera entre los que Elcano amnistió. Fue cambiado de barco. Sigue el viaje y nos lo volvemos a encontrar racionando la comida y, llegados a la altura de Filipinas-Borneo, incluso bajando a tierra para negociar con los naturales de allí, que quisieron probar si era musulmán dándole cerdo para comer. Estos naturales les habían recibido en otras costas con ataques de flechas. La cuestión es que probó no ser musulmán y esto hizo que lograra provisiones de arroz para el resto de la tripulación. Este hecho, con Elcano al cargo, hizo que se ganara mayor confianza de este, que, al dividir la flota ante la cercanía de los portugueses y los desperfectos de uno de los barcos, decidió dejarle a él y otros en una isla con un cargamento de especias para el rey de España, mientras ordenaba regresar a América al barco con desperfectos. A partir de aquí es conocido que Elcano siguió en secreto y con peligros nuevos por el Índico y bordeando África hasta llegar a España. Es conocido que la nave con desperfectos se hundió y que una parte de los españoles fueron presos de los portugueses.

Entre los presos de los portugueses se encontraba Juan de Campos. Moltó nos narra además que hay constancia de que los portugueses asaltaron la casa construida con las especias para el rey de España y que la derribaron. Mientras los supervivientes de Elcano llegaban a España en 1522, parte de los presos fueron embarcados en una gabarra para ser trasladados como presos a la península de Malaca en febrero de 1523, entre ellos nuestro alcalaíno. Murieron todos, pues nunca se supo de ellos, dando por hecho que se habían hundido en el mar.  
 

Aunque Sánchez Moltó quiere poner énfasis en el hecho de que Juan de Campos sí logró llegar a las Islas de las Especias, mientras que Magallanes no, creo que ese dato no es lo más relevante de esta historia, aún siendo un hecho. La historia es relevante en cuanto a la contribución de esta persona a esa expedición y, desde lo local, por lo que un alcalaíno participó, y es llamativo, pues Alcalá de Henares está en el centro peninsular, no es una ciudad de mar. Podríamos pensar en la pobreza y los intentos de prosperar, o bien en la necesidad de gente con conocimientos en estos viajes. Pero esta es una obra breve para divulgarnos la Historia menos conocida y darnos algunas ideas y aproximaciones. Particularmente a mí me ha aportado bastante. No conocía casi nada de este personaje, y en ese sentido estoy agradecido a que Sánchez Moltó nos lo haya acercado, pero sobre todo a que lo haya hecho desde la documentación de archivo y memorias de otro de los tripulantes que estuvo con Elcano, un breve trabajo de investigación que, sin embargo, lleva consigo un buen trabajo de investigación. Como debería ser. Eso aún cuando se podría analizar desde más puntos de vista, con más datos o incluso interdisciplinarmente, pero es una aproximación divulgativa y cumple su misión muy sobresalientemente, si bien el recurso de citar partes íntegras en castellano antiguo de los documento puede que le haga pesada la lectura a un lector no acostumbrado a la Historia como ciencia social.

Completo estas notas indicando la composición de la cubierta en un tono ocre que quiere recordar el de los documentos antiguos, sobre el que se reproduce el plano de la primera circunnavegación del globo terráqueo a partir del atlas náutico de Battista Agnese.

Como dice la alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Piquet, en el prólogo de la obra, a los personajes importantes de nuestra Historia y cultura que ha aportado Alcalá de Henares "se están uniendo en los últimos tiempos, gracias a la labor de los investigadores, personajes hasta ahora casi desconocidos, pero con un protagonismo crucial en episodios claves de nuestro pasado". Lo que me hace preguntarme, y esperar la publicación, si entre ellos algún día se harán cuenta de otro de estos, Pedro Cuadrado (o Pedro Quadrado), otro de aquellos de Alcalá de Henares que hizo Historia en aquellas épocas. En el final de la Guerra de Conquista del Imperio Azteca, Hernán Cortés notó que la gran pena de los aztecas derrotados o presos provocaba en muchos apatía total por la vida, incluso suicidios o dejarse morir... hasta que algunos, por algún motivo, masticaron o consumieron de algún otro modo, los productos de cáñamo que tenían los españoles (cuerdas y algunas telas), lo que parecía mejorarles el temperamento, les veía "más alegres", por lo que solicitó introducir plantas para producir cáñamo, tarea que realizó Pedro Cuadrado, que introdujo semillas de cannabis por primera vez en América. Y la Historia, también con esto, cambió en una de sus partes de Historia social y cultural, incluso de ocios y vicios, tal vez en alguna concepción espiritual, eso es más difícil de elucidar.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 31 de mayo de 2025

Alcalá, un poema

Título: Alcalá, un poema.
Autor: José Clavero Hijano.
Editorial: Letrame, grupo editorial.
Año de publicación: 2024 (1ª edición; prólogo de Fernando Jesús Sánchez Olveira).
Género: Poesía.
ISBN: 978-84-1089-228-6

 

José Clavero Hijano nació en Málaga en 1962, pero en su infancia vino con su familia a Alcalá de Henares, donde reside desde aquellos tiempos. Toda su vida se ha formado prácticamente aquí. Se hizo técnico en integración social, encontró al amor de su vida en estas calles y se casó con ella. Precisamente en el poemario que presentamos hoy de él para presentarle, ella está presente en algunos poemas asociada siempre a Alcalá y la ciudad como el lugar que se la entrega. Como aficionado a la poesía, él mismo comenzó a escribir. De forma habitual recita en la Biblioteca Pública Rafael Alberti, de Madrid. En Alcalá de Henares participa desde 2021 de la Asociación Poética Cervantina para la difusión de la poesía, cuya principal actividad se suele hacer visible en las ferias del libro en la ciudad, pero con quienes también realiza recitales y presentaciones de sus libros. Su primer libro fue una antología de sus poemas llamada Las rosas del ciprés, publicada precisamente en 2021. Como se ve, es un autor tardío, al menos en cuanto a publicaciones, pues comienza a publicar a los 59 años de edad. El año pasado, 2024, publicó su segundo poemario, Alcalá, un poema, con la editorial Letrame, que lo publicó junto a un marcapáginas promocional a juego con la cubierta, en un color burdeos (muy propio de otras publicaciones alcalaínas, quizá por el color de la bandera municipal). Se ve en esa cubierta la clásica imagen de la Plaza de Cervantes, con la estatua de Miguel de Cervantes de frontal, imagen numerosas veces fotografiada por turistas, postales, libros de imágenes y periodistas para algunas noticias culturales de la ciudad. Imagen igualmente multiplicada en innumerables carteles de eventos diversos.

El poemario Alcalá, un poema es un poemario altamente formal, muy sujeto a todas las normas métricas y compositivas y preminentemente de rima consonante, lo que le da un aire de poemario de otra época. No obstante, aparecen poemas con referencias a poetas clásicos de la Generación de 1927, los más conocidos, y algunos del Siglo de Oro, como Lope de Vega o Cervantes (evidentemente de Alcalá de Henares). Curiosamente, varios de los poetas que menciona de la Generación de 1927 rompieron con buena parte de esos formalismos, como por ejemplo Lorca, a quien le dedica un poema.

Recurre también a una rica cultura clásica donde los dioses y diosas grecorromanos y los personajes de obras literarias de los siglos XVI y XVII, así como sus autores, van desfilando por estos versos. Ocurre que una persona que no esté en tantos conocimientos clásicos pueda perderse, pues aunque algunas referencias son popularmente muy conocidas, hay otras más afinadas, como Silvano, Cloria, Hestia o Muzaraque, entre otros. A este hecho se le une un abundante vocabulario culto que nos hace pensar que el autor tiende al cultismo más extremo y selecto, recreándose en un lenguaje no muy accesible a cualquier persona. Por una parte es enriquecedor, aunque por otra parte puede frenar en el lector el efecto de motivación que puedan provocar en uno los poemas.

La temática central es su amor a Alcalá de Henares. La describe en casi todos los poemas desde los lugares históricos y sus personajes más conocidos, a también los barrios populares actuales, sus gentes o su entorno natural, como el río Henares o los montes. Esto hace que casi todo el libro en sí sea una especie de oda a la ciudad y una declaración abierta del amor del autor a Alcalá, a la cual liga a su propia vida y existencia.  Algunos poemas dedicados a Alcalá, bastantes de ellos, pasan ser descriptivos de determinados lugares, o de su historia, otros casi funcionan poéticamente como enumeración de las glorias y bellezas alcalaínas, y hay otro grupo de poemas donde Alcalá y lo alcalaíno se unen a su vida y quedan dotados de un valor más allá de la oda a la ciudad, estos quizá sean los poemas más interesantes para quien esto escribe. Aunque es evidente que todo el poemario en sí es un testimonio de Alcalá de Henares en el comienzo del siglo XXI, desde que es Patrimonio de la Humanidad. Nos da muchas pistas de cómo es la ciudad más allá de lo artístico, lo histórico y lo turístico, especialmente cuando le dedica versos donde se trata de aspectos de Alcalá de la vida y los barrios comunes. se puede rastrear, pero leyendo un poco entre líneas, algo de la sociedad alcalaína del momento.

Pero entre todos estos poemas aparecen algunos dedicados a la actualidad del momento en denuncia contra la guerra, las injusticias y la violencia, como puedan ser poemas dedicados a la guerra en Gaza y en Ucrania. También hay otros que tocan directamente temas existenciales o de amor a su esposa.

Algún día todos seremos palabras
escritas sobre fría piedra, palabras
a padres, esposas, tíos o ahijadas
que se dejarán de leer siendo olvidadas.
(...)

Pero también entre estos poemas se puede intuir dos cuestiones más, referencias autobiográficas asumibles por las vidas de otras personas, y referencias que, volviendo a lo culto, hay que entender dentro de los conocimientos del autor, como por ejemplo el poema Hay un tiempo, cuya estructura se monta al completo sobre la fórmula "Hay un tiempo de...", que aparece a lo largo del Eclesiastés en el Antiguo Testamento, pero que también popularizó en una canción de rock The Byrds en la década de 1960, un grupo influenciado por Bob Dylan, que también aparece en estos versos y que, se hace referencia en otro poema, cantó en Alcalá de Henares.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 24 de mayo de 2025

Pecado nefando

Título: Pecado nefando.
Autora: Olalla García.
Editorial: Edhasa (Editora y Distribuidora Hispanoaméricana, S.A.).
Año de publicación: 2025 (1ª edición)
Colección: Narrativas Históricas.
Género: Novela; Novela histórica.
ISBN: 9788435064606

 

Olalla García ha publicado una nueva novela histórica este año 2025. Esta vez lo ha hecho con Edhasa. Vuelve a ser una voluminosa obra en tapa dura y sobrecubiertas sobre las que se ve a una persona de espaldas en ropas de hombre del siglo XVI y un vestido de mujer en el suelo. El libro se llama Pecado nefando, y sólo con esto nos hace ver que Olalla sigue escribiendo sus novelas históricas ambientándolas en la Edad Moderna. Siguiendo con su inquietud claramente patente en el resto de su obra, su protagonista ensalza las figuras femeninas y de fondo hace una defensa de la mujer en la Historia. Sin embargo, en esta ocasión hay una peculiaridad, el pecado nefando al que hace alusión el título del libro es la expresión que usó la Inquisición española en el proceso que se le hizo a Eleno de Céspedes por transexualidad. Efectivamente, aunque el libro no deja de seguir siendo una novela de época que reivindica mujeres fuertes y el papel de la mujer, el protagonista es una mujer de nacimiento que sin embargo se hizo a sí misma la primera mujer transexual de la que se tiene constancia en la Historia de España. Un  caso real que ya se investigó en  archivos por historiadores en la década de 1980 y en la de 2000, pero que no alcanzó notoriedad pública y conocimiento popular hasta que desde 2007 y 2017 se comenzaron a hacer investigaciones más profundas y la prensa se interesó por el asunto. La novela de Olalla lleva esta historia a medio camino entre la Historia, la biografía y la ficción novelada que rellenan aquellos huecos que la documentación no alcanza.

Eleno de Céspedes, sin embargo, fue un caso muy popular en el siglo XVI, aún no existiendo por entonces los medios de comunicación de hoy día. Cuando nació en 1545 como Elena era hija de una esclava africana y su dueño blanco, Benito de Medina. Así que el caso era todavía más exótico, por ser mulata. Su padre la manumitió en 1553, con 8 años, haciéndola mujer libre en Alhama de Granada. Sobre los 15 años de edad se casó en Jaén con un albañil con quien tuvo un hijo, pero lo entregó a otra familia. En Sanlúcar de Barrameda, durante su trabajo, tuvo una pelea con un hombre al que ella acabó apuñalando y matando, razón por la cual tuvo que huir y ocultarse. Para ello cambió su pelo y sus ropas de mujer por los de hombre. Desde entonces cambia Elena por Eleno y empieza a llamarse Eleno de Céspedes. Desde entonces se busca la vida yendo de un sitio a otro de Andalucía haciendo diversos trabajos, incluido alistarse en el ejército de Juan de Austria para sofocar la rebelión almohade de las Alpujarras, que fue una carnicería. Destacó militarmente, pero también entonces comenzó a practicar curas de cirujía.

Ella se sentía hombre y estaba viviendo como un hombre de su época. Tras su paso por el ejército logró  realizar estudios médicos para ejercer la cirujía. Parece ser que era muy hábil como tal y era muy destacada, por lo que Eleno de Céspedes era una persona muy requerida y cuyo nombre se hizo popular. Sin embargo, en su intimidad, debió experimentar consigo misma operaciones de cambio de sexo, algo inédito en la época. Tanto sus pechos como sus propios genitales fueron tratados por ella misma de alguna manera. Pero también se enamoró de una mujer a la que acabó pidiendo matrimonio y llegó a casarse y fue precisamente durante su proceso de matrimonio que llamó la atención de la jerarquía religiosa, que vio en Eleno algo inusual. Fue acusado de varios delitos de pecado sexual, así como de bigamia, porque su primer matrimonio no estaba disuelto. Tantas dudas generó que llamaron al especialista en urología más prestigioso de la época, el alcalaíno Franciso Díaz.

El primer examen médico declararon que era mujer, sin embargo Eleno de Céspedes defendió siempre que era hombre. Se llegó a rumorear un posible caso de hermafroditismo, por lo que Francisco Díaz tuvo que volver a examinarla a petición de la Inquisición. Esta vez dictaminó que era hombre, quedando anulados varios de los cargos de pecado sexual atribuidos, pero no el de bigamia, por más que se rumoreo un caso de brujería. En realidad, en los propios textos del proceso se dice que Eleno de Céspedes debió lograr deformar de algún modo sus genitales para tener unos parecidos a los de un varón. Siendo así uno de los primeros casos documentados de hombre transexual.

Fue condenado a trabajar en un hospital para pobres en Toledo, dado a que era un cirujano muy experto. Como todo el mundo quería conocerle y los que necesitaban un cirujano preferían sus servicios, se acumulaban grandes masas de gente en ese lugar, por lo que fue trasladada a otro lugar más alejado cuyo nombre se ocultó incluso en documentos. Hoy día aún no se sabe ni donde fue enviado, ni como fue el resto de su vida. 

Olalla García nos trae así esta historia en novela rellenando todos los espacios más íntimos y los desconocidos de la vida de Eleno de Céspedes. Aprovecha para marcar las discriminaciones del papel de la mujer en la época, relegada habitualmente a las labores del hogar y del laboreo en pequeños terrenos cultivables, cuando no a empleos de servicio doméstico. 


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

sábado, 17 de mayo de 2025

Historia de la ciudad de Alcalá de Henares (antigua Compluto)

Título: Historia de la ciudad de Alcalá de Henares (antigua Compluto) [Tomos I y II].
Autor: Esteban Azaña Catarinéu.
Editor: Esteban Azaña (autopublicación los dos volúmenes).
Imprenta: Imprenta de F. García C. (1ª parte, Alcalá de Henares, calle de Santiago, nº 13); Establecimiento Tipográfico de E. Alegre (2ª parte, Madrid, calle Peninsular, nº 11)
Año de publicación: 1882 (1ª edición de la Primera Parte); 1883 (1ª edición de la Segunda Parte); 1884 (reedición conjunta).
Género: Historia; Crónica.

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Título: Historia de Alcalá de Henares.
Autor: Esteban Azaña Catarinéu.
Editor: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcalá de Henares; colabora el Banco Hispano-Americano.
Año de publicación: 1986 (1ª edición fac-símil; Prólogo de Manuel Gala -Rector de la Universidad de Alcalá de Henares-; Arsenio Lope Huerta -alcalde de Alcalá de Henares por el PSOE-; Antonio Sastre -Director del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcalá de Henares).
Género: Historia; Crónica; Fotografía.
ISBN: 978-84-600-4597-8

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Título: Historia de la ciudad de Alcalá de Henares (antigua Compluto).
Autor: Esteban Azaña Catarinéu.
Editorial: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcalá de Henares.
Año de publicación: 2005 (2ª edición fac-símil; Presentación de Luis Miguel Gutiérrez Torrecilla -Director del Instituto de las Ciencias de Comunicación y catedrático de Documentación y Biblioteconomía de la Universidad de Alcalá-).
Género: Historia; Crónica.
ISBN: 978-84-8138-683-9

 


La Historia general de Alcalá de Henares más popularmente conocida incluso a fecha de 2025 actual y válida y vigente en muchas de sus partes es una Historia escrita en dos volúmenes, siendo el primero publicado en 1882 y el segundo en 1883, con una republicación en 1884. O sea, es del siglo XIX. La escribió una de las figuras históricas de la ciudad, tanto por esta obra como por ser uno de sus políticos más destacados, Esteban Azaña. Llamó a su primer tomo Historia de Alcalá de Henares, publicado y pagado por él mismo en 1882, e impreso en Alcalá de Henares en la Imprenta de F. García C., de la calle Santiago, nº 13. Debió repensar que un nombre como este, que hoy día nos es deseable, sencillo, directo y práctico, no era lo suficientemente respetuoso ni daba las honras debidas al pasado de su ciudad y por ello en 1883 renombró al segundo tomo como Historia de la ciudad de Alcalá de Henares (antigua Compluto), y no recurrió a la imprenta de la primera parte, sino que se trasladó a Madrid capital para requerir los servicios del Establecimiento Tipográfico de E. Alegre, de la calle Peninsular, nº 11. Actualmente se conoce la obra con ambos nombres. En 1986 su validez hizo que la Universidad de Alcalá de Henares reeditase la obra completa con el nombre del primer tomo, mientras que en 2005 la reeditó con el nombre del tomo segundo. Ocurre ahora que popularmente se le conoce con el nombre del primer tomo, y para cronistas, eruditos e historiadores se valida el nombre del segundo. Quien esto escribe, historiador, archivero y alcalaíno, ambos nombres son válidos si bien prefiero quitar la pompa y suelo usar el nombre simplificado (y más moderno) que tuvo en su primera parte.

Las reediciones de la Universidad de Alcalá de Henares en el último cuarto del siglo XX y el primer cuarto del siglo XXI tiene dos contextos históricos de la ciudad diferentes. La primera edición facsímil (o facsimilar, como se prefiera), pretendía coincidir más o menos con el primer centenario de su publicación, casi lo logró, ya que salió en 1986. Las cubiertas no imitaban las originales del siglo XIX, que si bien hoy día hay quien da los créditos de la primera página como cubierta original, lo cierto es que eran cubiertas clásicas del siglo XIX en tapa dura sin dibujo ni letras, tan sólo con el lomo indicando el nombre y autor de la obra entre nervaduras forradas en cuero. Si bien algún vecino de la época y posteriores cercanas debió comprar las dos obras y unirlas por cuenta propia en alguna imprenta haciéndole poner una cubierta que acogiera las dos partes como un sólo volumen, ya que en algunas librerías de viejo se puede encontrar así, aunque es un libro inusual de encontrar hoy día en su edición original. Las cubiertas de 1986 eran en tapa blanda, altamente flexible con un  gris metalizado muy innovador en aquel año, hoy día bastante común, que contenía un dibujo en tinta de la fachada de la Universidad de Alcalá de Henares y acogía el nombre del autor y la obra en morado dentro del escudo imperial de los Austria que se ve en la misma fachada citada. La Universidad de Alcalá de Henares había sido creada en 1977 sobre los edificios de la antigua universidad de 1499, que era la de Alcalá cuando se llamada Complutense, la cual como institución fue trasladada a Madrid a mediados del siglo XIX y allí se quedó. Precisamente Esteban Azaña fue Presidente del Casino Tesorero de la Sociedad de Condueños que compró y conservó los edificios históricos de la antigua Universidad. Esta es otra razón por la que la Universidad de Alcalá en 1986 quiso recuperar esta obra como reconocimiento a uno de sus benefactores pasados. Más aún, en plena década de 1980 la Universidad de Alcalá, en colaboración con el ayuntamiento de Alcalá, estaba inmersa en la recuperación de muchos de esos edificios históricos que tuvo y su rehabilitación, trabajando también con la Sociedad de Condueños, por lo que también tuvo una actividad amplia para recuperar la memoria de la Historia de Alcalá y hacerla llegar al resto de los alcalaínos, sobre todo porque entendía que eso era algo que también la afectaba y beneficiaba. Quizá por eso la edición de 1986 contó tanto con grabados del siglo XIX como con fotografías del siglo XX, especialmente de esos años de la década de 1980, para mostrar la recuperación y modernización de muchos de los lugares protagonistas de la obra. Tuvo prólogos escritos por Manuel Gala (Rector de la Universidad de Alcalá de Henares), Arsenio Lope Huerta (alcalde de Alcalá de Henares por el Partido Socialista Obrero Español -PSOE-, en consonancia amplia con Gala) y Antonio Sastre (Director del Servicio de Publicaciones de la Universidad). Esta edición logró un gran éxito y difusión, siendo que una gran mayoría de alcalaínos de la época la adquirió, a pesar de un elevado precio para aquellos años, 800 pesetas, aún escritas a lápiz en su primera hoja en muchos ejemplares. Se reimprimió varias veces en los años sucesivos, en alguna ocasión con ligeras variaciones en sus cubiertas, como la inclusión en la portada, y no en la contraportada, del escudo actual de la Universidad.

La segunda edición de la obra que hizo la Universidad de Alcalá en 2005 no respondía a las razones de 1986, puesto que el contexto histórico de la propia Universidad y de la ciudad era ya muy diferente, y se consideraba alcanzados y conseguidos aquellos. La Universidad, además, ya estaba bien asentada y no era una institución naciendo, sino reconocida. Alcalá de Henares había sido reconocida Patrimonio de la Humanidad en diciembre de 1998, en buena parte por su Historia y también por la propia Universidad muy implicada en ella. Desde ese año se comienzan a realizar una serie de inversiones para restaurar y rehabilitar una vez más varios de los edificios históricos. Por otro lado, en 1999 se celebró el V centenario de la Universidad de Alcalá, para lo cual la propia Universidad realizó más actos y nuevas publicaciones sobre su propia Historia. Más aún, en aquel 2005 se celebraba el IV centenario de la publicación de la primera parte del Quijote de Cervantes, celebraciones en las que también se implicó. Se buscaba potenciar entonces la Historia de la ciudad desde todos esos hitos. No había habido una Historia general de Alcalá en algo más de cien años desde la obra de Esteban Azaña, salvo pequeñas publicaciones no muy destacables a comienzos del siglo XX. Como mucho, en 2001 apareció la siguiente obra general destacada e imbuida de las mismas celebraciones de comienzo del siglo XXI, se trataba de Alcalá de Henares. Crónica general (Luis Miguel de Diego Pareja y José Carlos Canalda Cámara, pero fue de edición más bien corta y limitada. Se vendió completa y no se reeditó, por lo que su alcancé sólo llegó a un número no muy amplio de alcalaínos. Y si bien es cierto que desde el humor gráfico en 2005 se publicó La histeria de Alcalá (Miguel Ángel Gómez Sedano -Ángel- y José Rubio Malagón -Malagón), se consideró desde la Universidad de Alcalá que era oportuno reeditar la obra de Azaña. Contaba sólo con una presentación de Luis Miguel Gutiérrez Torrecilla (Director del Instituto de las Ciencias de Comunicación y catedrático de Documentación y Biblioteconomía de la Universidad de Alcalá). Explicaba él que se eliminaron las fotografías y partes gráficas que se publicaron en 1986, para adaptarse mejor a cómo fue la publicación del siglo XIX, aunque se incluyó un retrato fotográfico del autor para dar inicio al libro. En este caso se quiso solemnizar el libro publicándolo en tapa dura con guardas de papel verjurado, en tono crema muy suave, con una fotografía del siglo XIX de la fachada de la Universidad. Efectivamente esta edición facsímil era una edición de gran lujo cuyo coste económico era muy elevado, proporcionalmente incluso más que la edición de 1986, y no se la promocionó tanto como en aquel año, por lo que su alcance quedó altamente reducido a personas que se lo podían permitir y tenían interés. Más aún, algunos de los libros sobrantes fueron regalados por la Institución de Estudios Complutenses en años posteriores a participantes de los Encuentros de Historiadores del Valle del Henares, como el ejemplar que tiene quien esto escribe.

Cuando Esteban Azaña escribe su Historia de Alcalá sus referencias estaban en Anales complutenses (Pedro Tamayo; Pedro de Quintanilla y Mendoza; Carlos Sáez y varios autores anónimos, probablemente canónigos de la Iglesia Magistral de los Santos Niños de Alcalá de Henares., 1652), que no estaba publicada en libro en el siglo XIX, por lo que fundamentalmente su mayor referencia estaba en Historia de la ciudad de Compluto, vulgarmente Alcalá de Santiuste y ahora de Henares (Miguel de Portilla y Esquivel, 1725). Como se puede ver, cuando Azaña escribió su obra también habían pasado más de ciento cincuenta años sin una Historia general de la ciudad. Esteban Azaña fue una persona muy interesada en recuperar la Historia de Alcalá. No sólo ocupó el cargo citado en al Sociedad de Condueños y no sólo escribió esta enorme y documentada Historia, promocionó una suscripción popular para crear una estatua a Miguel de Cervantes, cuyo buena parte del dinero puso él y él contrató al artista (la estatua esta en la Plaza de Cervantes), un busto a Juan Martín "el Empecinado" (cuya figura política polémica entre conservadores y liberales en la ciudad había malogrado intentos anteriores), participó desde la política local de crear una plaza de toros monumental (hoy día derribada), de celebrar una fiesta de centenario de la Virgen del Val (aunque la fecha elegida era errónea), de inaugurar el Teatro Salón Cervantes como gran teatro para la ciudad, reivindicó sin éxito que el nuevo obispado Madrid-Alcalá se ubicara en el Palacio Arzobispal, así como fue uno de los primeros que desde la política reivindicó que la Iglesia Magistral fuera catedral, cosa que no se logró hasta 1991. Igualmente, en uno de sus programas políticos defendió la necesidad de alinear la Calle Mayor, aunque aquellas elecciones no las ganó. En general, como se ve, tuvo a lo largo de su vida la necesidad de modernizar la ciudad, devolverle un orgullo de Historia pasada, recuperar su memoria y elevar todos sus hitos históricos.

Esteban Azaña era un hombre liberal, por lo que su Historia de Alcalá se ve influenciada por esa pertenencia política. Ahora bien, su liberalismo no terminó cayendo en republicanismo, como sí lo hizo Manuel Azaña, uno de sus hijos, escritor y político que fue Presidente de la Segunda República. Quien también era republicano era el propio padre de Esteban Azaña, Gregorio Azaña, partidario que fue de la Primera República (1873-1874). Cuando el general Villacampa, destinado en Alcalá de Henares en 1886, intentó un golpe de Estado contra la monarquía de la Restauración con la intención de volver a crear una República, Esteban Azaña tuvo un papel muy relevante para impedir tal golpe. Por ello la reina regente María Cristina (pues Alfonso XII había muerto en 1885) le quiso hacer Conde de Zulema, pero fue su padre Gregorio el que le convenció de rechazar hacerse noble para mantener coherencia con su liberalismo. No obstante, previamente, años antes Alfonso XII y María Cristina habían visitado Alcalá de Henares durante su alcaldía, por lo que ya había recibido entonces la medalla de la Orden de Carlos III.  

Pensemos que los Azaña eran una familia alcalaína de la que se tiene constancia de ellos en el Archivo General de la Administración a través de los fondos del Corregimiento de Alcalá de Henares, y en el Archivo Municipal de Alcalá de Henares. Fundamentalmente tienen dos ramas desde el siglo XVII. Una identificada con agricultores, aunque en realidad se refiere a terratenientes, y otra, de la que viene Esteban Azaña, dedicada a ser escribanos, notarios y políticos locales que a la vez tuvieron negocios en la ciudad, siendo parte de la burguesía complutense. No obstante, Nicolás Azaña, notario y escribano entre finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, participó de la toma secreta de declaracones a una serie de personas francesas en la ciudad que en 1793 se alegraron de la decapitación del rey Luis XVI en Francia. Se intuye aquí una toma de contacto directo con las nuevas ideas democratizadoras y revolucionarias que terminaron calando. Posteriormente, durante la Guerra de Independencia y tras ella, esta familia está muy claramente entre los liberales de la ciudad. Al margen de la evolución de los Azaña, el propio Esteban fue juez municipal, el ya nombrado cargo de Presidente Tesorero en la Socidad de Condueños, concejal desde 1875, primer teniente de alcalde en 1877, alcalde entre 1879 y 1881, después se dedicó a escribir la Historia de Alcalá, para volver a la política en 1885, que volvió a ser concejal y alcalde hasta 1890 año en el que murió de gripe en febrero, por cierto, teniendo su hijo Manuel apenas once años un mes antes cumplidos. Esteban había muerto con 49 años de edad, en el año que debería cumplir 50. Él había nacido en mayo de 1850. Su gripe, por cierto, es uno de los tópicos de la literatura sobre Alcalá sobre causas de muerte natural en la ciudad.

Su esposa fue Concepción Catarineu Pujals, de Arenys de Mar. Fuera del alcance político tenían una fábrica de jabón exitosa, la cual era la que les daba buena parte de sus ingresos económicos. Esteban probó con ser escritor, para 1877 tenía acabada una novela de costumbres y amorosa llamada Ludivina, que no fue publicada hasta 1879 a nivel local y con un recibimiento modesto. El mismo año publicó la Memoria para la erección de un monumento a Miguel de Cervantes, que no es literatura y tiene que ver más con su labor cultural y política. Sólo volverá a publicar libro en 1882 y 1883 con la obra que nos ocupa, Historia de la ciudad de Alcalá de Henares (antigua Compluto).

Su interpretación de la Historia de Alcalá desde su liberalismo, y su propia trayectoria familiar y política le creó un enemigo político directo, José Demetrio Calleja, otro burgués de Alcalá de Henares que en el pasado había sido carlista y en el momento de la alcaldía de Esteban Azaña no sólo es su adversario político, sino que rechazaba la Constitución democrática de 1876 y era un ultraconservador y ultramontano católico. Este escribió una serie de publicaciones entre 1882 y 1901 que trataban de desacreditar a Azaña para atar la Historia de la ciudad a una visión ultracatólica y ultraconservadora. Estas obras fueron compiladas y publicadas en José Demetrio Calleja Carrasco. Obras completas (José Demetrio Calleja Carrasco, 1882 a 1901, obra completa: 2000). 

Sea como sea, la obra de Esteban Azaña se veía beneficiada de la condicción erudita del mismo, del pasado notarial, escribano y político de toda su familia y la documentación acumulada en su propio archivo familiar, de su posición política que le daba acceso a los archivos municipales y otros, así como el acceso a una biblioteca particular y acumulada por su familia con libros como el de Portilla, del que se alimenta parte de su investigación histórica. Esto hace que el libro de Azaña sea en buena parte un libro de Historia desde la Ciencia Humanística en la que esta se estaba asentando en el propio siglo XIX, por lo que recurre a la consulta de fuentes directas y al contraste de las mismas, pero también responde a la concepción de crónica, en la que la Historia a menudo es narrada sin excesivo contraste y dando cabida a mitos y cultura popular al mismo nivel que las fuentes directas contrastadas. Pero cuidado, porque muchos de los mitos e hitos fundacionales suelen alterar e influir en las mentalidades de las sociedades, por lo que tienen su peso en la construcción de la Historia, no se les puede eludir ni eliminar, aunque no se les puede elevar a la categoría de hecho cierto. El hecho cierto es su existencia como relato y como este influye en la sociedad y la Historia. Cuestiones en Alcalá como los Santos Niños, el milagro de la Virgen del Val, la Vera Cruz, las Santas Formas... pero no sólo las cuestiones milagrosas, también otras como pueda ser las dimensiones concretas que alcanzó la batalla del Empecinado en el Zulema durante la Guerra de la Independencia (discutida incluso hoy día por algunos historiadores), la aparición mítica de soldados de la Guerra de Troya fundando Iplacea, o la pata de la silla del trono del rey Salomón que daría nombre al propio Zulema. Por poner ejemplos.

Es destacable, por ejemplo, el ejercicio que hace Azaña para comprender el pasado romano de la ciudad, en un momento en el que la arqueología en Compluto no estaba desarrollada. Así por ejemplo nos hace cuenta de la epigrafía que le parece destacable o de los restos que se hayan en el Juncal mediante labores de agricultura o cuando se reformó en su propia época la Fuente de la Salud. Igualmente es interesante su narración de los sucesos acontecidos en la Guerra de Independencia o durante sus años políticos previos en la década de 1870, pero también en la de 1860. O la narración que nos hace del Siglo de Oro en la ciudad, con gran cuidado de citar biografías destacables. Tiene además un lenguaje un tanto romantizado propio del siglo XIX que le da cierto encanto a la lectura. Acompaña al texto además de pies de página y acotaciones aclaratorias que expanden la información sobre algunas de las cosas que comenta en el cuerpo principal de la obra.  

Es una obra a caballo entre la ciencia de la Historia y lo que es propiamente crónica, que, repetimos, crónica e Historia no es lo mismo. El acceso documental de la familia Azaña fue fundamental para crear la Historia general de Alcalá de Henares más válida hasta su fecha y durante prácticamente un siglo más tarde. Hoy día sigue siendo válida, aunque se la ha de leer críticamente. Azaña aportó detalles que sólo pudo alcanzar desde su documentación familiar y desde su posición política, por lo que también alcanza detalles concretos fiables. Son especialmente destacables todos los acontecimientos que narra de su propio siglo, el XIX, el cual vive y es protagonista directo. Cualquier interpretación que se ha hecho en este siglo XXI sobre si Alcalá no era o era liberal y por tanto cual o tal, quien esto escribe opina que, habiendo leído esas interpretaciones actuales, leyendo detenidamente el resto de análisis histórico de quien esas interpretaciones hizo, trata de volver a traer la Historia de Alcalá a una visión muy apegada al mundo conservador católico, por lo que en pleno siglo XXI pareciera que algo más moderada sigue la polémica con Calleja. Que escuece que la Historia de Alcalá de Henares no es sólo el punto de vista católico. Otros historiadores actuales que han abarcado aspectos concretos de la Historia de Alcalá, como pueda ser Gutmaro Gómez Bravo, Julián Vadillo, Urbano Brihuega, Ignacio Ruiz, Carlos Mazarío o Ángel Carrasco, entre otros, siendo algunos de ellos doctores de Historia, van demostrando con investigaciones profundas de archivo y documentación que va apareciendo en ellos, que esa otra Alcalá de Henares que no era conservadora no sólo existía, sino que además fue más fuerte e importante de lo que hasta hace no mucho se ha fomentado y de la que aún hay defensores importantes.

Esteban Azaña no era historiador de formación, pero dedicó mucho tiempo a ahondar en la Historia de Alcalá. Se nota, por otra parte, incluso en comparación con otros libros de Historia del último cuarto del siglo XIX, que usa un lenguaje entre técnico y literario que hace de su lectura una lectura mucho más ágil que un libro estrictamente de Historia científica.


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".

lunes, 12 de mayo de 2025

Otras historias de Alcalá de Henares

Título: Otras historias de Alcalá de Henares
Autor: Arsenio Lope Huerta. 
Editorial: Producciones Y. Mingaseda. 
Impresor: Gráficas Ballesteros
Año de publicación: 2006 (1ª edición; prólogo de Antonio R. Naranjo); 2012 (3ª edición).
Colección: Misceláneas. 
Nº de volumen en la colección: 6
Género: Historia; Ensayo; Biografía; Artículos.
ISBN: 978-84-93234451
 

Arsenio Lope Huerta (1943-2021), que fuera alcalde de Alcalá de Henares en el comienzo de la década de 1980 por el Partido Socialista Obrero Español, y posterior articulista e historiador local, publicó diversos artículos y ensayos en prensa de Alcalá de Henares donde hablaba a veces de curiosidades, biografías, tradiciones o determinadas cuestiones de la Historia local en el desaparecido periódico Diario de Alcalá (cerrado en 2016). Parte de estos artículos, casi de costumbres, se publicaron a modo de miscelánea, precisamente en la colección Misceláneas de la editorial Producciones Y. Mingaseda. en el libro Otras historias de Alcalá de Henares, publicado en 2006 y que en 2012 alcanzaba la tercera edición, quizá por el tirón y la popularidad del autor, más que por el libro en sí. Contaba con un prólogo del director y dueño del citado periódico, Antonio R. Naranjo. Se recogían allí historias fundamentalmente cercanas a las épocas actuales, sobre casas del centro de la ciudad, personas alcalaínas populares, fiestas, y otros temas propias del costumbrismo. Recuperaba Arsenio de este modo las historias de las gentes de Alcalá y las sumaba a la Historia de Alcalá. Contó aquel libro una cubierta con una mujer caminando por una de las calles céntricas, proyectando su sombra por la de una puerta de una casa solariega. Daba así el autor un poco más de su amor por la ciudad y sus gentes y venía reconocer en cierto modo que la ciudad es algo más que monumentos e Historia con mayúscula. Es fundamentalmente las personas que la habitan y sus historias. 


Reseña escrita por Daniel L.-Serrano "Canichu".